Plataformas de 6? de EGB

Fieles a su cita, comienzan a llegar adaptaciones a los videojuegos de series, pel¨ªculas y c¨®mics, aprovechando la ¨¦poca de lanzamientos y el acercamiento al verano. Igualmente, la informaci¨®n sobre este tipo de proyectos comienza a aflorar, dejando entrever las futuras promesas que, en el 99% de los casos, acaban cayendo en una espiral de mediocridad.

En el caso que nos ocupa, nos encontramos ante la adaptaci¨®n de una serie de animaci¨®n francesa creada por Arthur Qwak en 2004, Dragon Hunters (Chasseurs de dragons en V.O.). Con poco m¨¢s de 50 episodios, esta ¨¦pica que mezcla dragones con la mitolog¨ªa fant¨¢stica m¨¢s com¨²n acaba de dar su salto al cine en forma de largometraje de animaci¨®n 3D. Y aprovechando esto, Playlogic se ha sacado de la manga el videojuego de rigor.

Repitiendo al f¨®rmula cl¨¢sica en este tipo de adaptaciones, Dragon Hunters nos propone un sistema de juego com¨²n, el de un plataformas de avance lateral con elementos de acci¨®n. Controlando a los tres h¨¦roes de la serie y la pel¨ªcula, tendremos que acabar con una amenaza y utilizar un mapa que hemos encontrado para conseguir el tesoro que oculta.

Jugabilidad
Ante todo, hay que decir que Dragon Hunters es un producto correcto, decentemente desarrollado pero que nunca va m¨¢s all¨¢ de su simple ambici¨®n. Mezclando plataformas, acci¨®n y tomando elementos de sagas ya consagradas, este h¨ªbrido puede ser considerado un ejemplo de c¨®mo fusionar varios aspectos para lograr un resultado digno.

En concreto, encontramos reminiscencias a Sonic, ya que uno de los personajes es capaz de correr ¨¢gilmente al estilo de erizo de SEGA y entrar por tubos como lo hac¨ªa aquel en los cl¨¢sicos cartuchos de MegaDrive. Del mismo modo, tambi¨¦n tenemos peque?os destellos de uno de los ¨²ltimos grandes del g¨¦nero, Kameo para Xbox 360, de quien toma el uso de transformaci¨®n en bola o la acci¨®n. La ¨²ltima gran ?inspiraci¨®n' ser¨ªa Super Mario Galaxy.

Por que si: en ocasiones podemos usar la gravedad a nuestro favor para alcanzar zonas concretas o conseguir el 100% de los secretos. En esta ocasi¨®n no tenemos tanta libertad como la que concibe el juego de Nintendo, sino que est¨¢ casi automatizado, saltando de un lado a otro por caminos predefinidos. A¨²n as¨ª, es un a?adido bastante curioso.

Dicho esto, habr¨ªa que pararse a analizar la base del juego: superar diferentes fases hasta cinco veces cumpliendo diferentes objetivos. Para avanzar en la trama, tendremos que ir cambiando de color una serie de portales m¨¢gicos que ofrecen cinco desaf¨ªos, como conseguir todos los orbes, destrozar huevos de drag¨®n, acabar en un tiempo l¨ªmite, etc¨¦tera. Seg¨²n superemos esto, obtendremos una medalla u otra -oro, plata, bronce-, y si conseguimos al menos una de cada se desbloquear¨¢ el siguiente nivel.

La repetici¨®n de los niveles se hace un poco pesada, aunque no son lo suficientemente largos como para que resulte molesto. El hecho de que en cada ocasi¨®n haya un objetivo le a?ade bastante gracia al asunto, pero en ning¨²n momento llega a enganchar hasta el punto de no soltar la consola para superarlo al m¨¢ximo. Por suerte, si que ayuda el hecho de que podamos controlar a tres personajes totalmente diferentes intercambiando su control en cualquier momento.

Cada uno cuenta con habilidades propias y sacarles provecho es la clave para superar las fases. Gwizdo por ejemplo es el ?cerebro' del grupo. Es ligero, puede realizar un doble salto y adem¨¢s corre bastante r¨¢pido, lo cual hace de ¨¦l un aliado perfecto para las pantallas en las que debemos acabar en el menor tiempo posible.

Lian-Chu es todo lo contrario: un bonach¨®n guerrero de un tama?o descomunal que se encargar¨¢ de dar fin a todos los enemigos que encontraremos en la aventura, haciendo uso de su poderosa espada. Por ¨²ltimo tendr¨ªamos a la ?mascora', H¨¦ctor, un peque?o drag¨®n con el que encenderemos velas o con el que, convertido en bola, podremos pasar por t¨²neles o zonas peque?as.

Cada uno cuenta con su propia barra de vida que podremos ir reestableciendo usando los corazones que iremos recogiendo por el escenario. El resto del desarrollo de la aventura es el cl¨¢sico: saltar de un lado a otro, recoger objetos, acabar con enemigos? y encararnos con un jefe final. En este caso son enormes y cuentan con un patr¨®n de ataque definido, aunque no muy complicado.

Dragon Hunters no es, en absoluto, un juego dif¨ªcil. Est¨¢ enfocado a los m¨¢s j¨®venes de la casa y por tanto su curva de aprendizaje es bastante correcta, estando bien medido y permitiendo que incluso los m¨¢s peque?os se acerquen a ¨¦l con mucha facilidad. Tampoco es un cartucho muy largo, por lo que se han a?adido varios minijuegos que le dan un poco m¨¢s de vidilla al t¨ªtulo, como por ejemplo golpear a dragones con una maza, como en el cl¨¢sico juego de los topos.