Lost in Blue 3, Impresiones

Un chico y una chica que vuelven a verse atrapados en medio de la nada, en una isla desierta. Hemos probado la versi¨®n americana de la tercera entrega de Lost in Blue, un t¨ªtulo que, pese a sus similudes con los dem¨¢s, se convierte en la mejor incursi¨®n de la serie hasta el momento.

Sobrevivir en una isla desierta sonaba bien, muy bien, y el juego que se basaba en eso parec¨ªa una aventura tensa y mundana, capaz de despertar nuestro inter¨¦s o de enterrar nuestras esperanzas bajo una capa de desesperaci¨®n ante la inminente muerte de nuestros personajes. As¨ª nos lleg¨® Lost in Blue en los inicios de DS, adaptaci¨®n de Survivor Kids para Game Boy, pero que fue bastante m¨¢s conocido que este.

Lost in Blue lograra sorprendernos, ya que explotaba la port¨¢til de Nintendo como pocos t¨ªtulos lo hac¨ªan en sus primeros compases de vida. Sin embargo, despu¨¦s nos llegar¨ªa su segunda parte, con pr¨¢cticamente ninguna novedad. Simplemente, parec¨ªa ser el mismo juego, pero con alg¨²n que otro a?adido puntual. ?Conseguir¨¢ la tercera entrega destacar en alg¨²n aspecto y convertirse en un t¨ªtulo claramente diferenciado?

En un primer vistazo, todo parece igual. Nos despertamos en una isla desierta, encontramos a otro superviviente, llegamos a una cueva y all¨ª empezaremos a crear nuestro hogar, haciendo uso de lo que la naturaleza nos ofrecer¨¢ para alimentarnos. Todo ello aderezado, claro est¨¢, de muchos minijuegos que encauzar¨¢n las tareas m¨¢s mundanas y evitar¨¢n, precisamente, que sean aburridas y repetitivas.

Lo cierto es que en estos primeros compases s¨ª observamos un par de diferencias. En primer lugar, el argumento: en teor¨ªa, el barco se ha hundido, pero no son m¨¢s que suposiciones de los personajes, ya que tanto el chico como la chica recuerdan haberse ca¨ªdo por la borda, pero hay otro argumento m¨¢s profundo que es el que se nos ofrece entre sombras, y ata?e a la relaci¨®n que hay entre ambos protagonistas.

Del mismo modo, se puede observar un nuevo estilo para los personajes, que en la pantalla superior (y al hablar con ellos) ofrecen un acabado manga distinto al de la segunda entrega, como si fuesen de una edad menor. Pero a partir de ah¨ª, las cosas siguen un camino que ya conocemos bastante bien de las anteriores entregas: la supervivencia, prestando especial atenci¨®n a los par¨¢metros de la pantalla superior, hambre, sed y fatiga.

As¨ª pues, tendremos que mejorar nuestras habilidades para evitar nuestra muerte. Por ejemplo, para descansar bien, habr¨¢ que intentar mejorar nuestra cama, ambientar la cueva para no pasar fr¨ªo, etc. Adem¨¢s, para comer, lo id¨®neo ser¨¢ cocinar los alimentos y preparar mejor los platos, que repercutir¨¢n con mayor eficacia en nuestra alimentaci¨®n. Los ingredientes, los sacaremos, claro est¨¢, del entorno.

De los ¨¢rboles podremos obtener cocos, en la playa algas, setas, etc¨¦tera. Adem¨¢s, podremos construir cosas, tales como balsas, puentes, etc¨¦tera, a trav¨¦s de minijuegos de diferente dificultad que deberemos llegar a dominar para no perder importantes y valiosos elementos que tendr¨ªamos que volver a localizar, tarea que en ocasiones puede ser realmente compleja.

Otra novedad interesante es que, independientemente del personaje seleccionado, acabaremos con tres compa?eros, aunque su inteligencia artificial no parece demasiado elevada, teniendo que darles de comer y beber. Eso s¨ª, gracias a ellos ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil llevar a cabo las tareas diarias de rigor, pudiendo mandarles a por le?a, hacer objetos ¨²tiles o pedirles que se vayan de caza.

La chica est¨¢ algo m¨¢s limitada, destacando sobre todo por su inventorio m¨¢s limitado, por lo que ser¨ªa el modo dif¨ªcil. Tambi¨¦n nos llam¨® bastante la atenci¨®n la posibilidad de jugar con varios usuarios en red local, en una serie de minijuegos bastante divertidos. Pero esto no es m¨¢s que una opci¨®n secundaria a volver a intentar escapar de una isla desierta, en un juego pr¨¢cticamente eterno.