Arena en los zapatos

Ford y Land Rover unen sus fuerzas para dar a luz este Off Road, un hijo bastardo que pretende ser una asequible opci��n a bajo precio, pero no llega ni a eso. Uno de esos juegos que podr��a llamar la atenci��n en la estanter��a, pero del que os recomendamos manteneros alejados.

Javier de Pascual

Actualizado a 15 de abril de 2012 09:51 CEST

No vamos a aburriros con una larga disertaci��n acerca de los t��tulos que rellenan el mercado. Como conocedores del mundillo, todos hemos ca��do alguna vez en la tentaci��n de hacernos con algo tan apetitoso en precio como este Off Road, y muy probablemente incluso lo hayamos consumado, llev��ndonos las manos a la cabeza al poco tiempo de instalarlo. Pero que nadie se lleve a equ��voco: el mercado es as��, a veces sale m��s rentable hacer algo como esto y esperar a que los incautos se lo lleven a sus casas.

Off Road es una de esas coletillas inconfundibles, pero para mal. Han habido tantas incursiones -nos remontamos a los tiempos de la Atary Lynx- en la saga que, con suerte, s��lo un par se salvan de la criba, y esta no es una de ellas. Las marcas Ford y Land Rover han decidido prestar su imagen para hacer este juego supuestamente arcade sobre supuestos veh��culos todoterreno, y b��sicamente se han desentendido para que Xplosiv hagan lo que quieran con ella.

Os vamos a hacer un favor ahorr��ndoos p��ginas para leer: no pienses en hacerte con este juego. Est�� tan desfasado en todos sus aspectos, est�� tan fuera de lugar; y lo que es peor, hay tantos t��tulos destacables por el mismo precio que es que elegir precisamente este no tiene sentido. As�� que, dicho esto, metamos las manos en el fango para ver qu�� nos depara exactamente este Off Road.

Aspecto t��cnico
Decir que estamos ante algo que bien podr��a haber sido fabricado hace diez a?os sin esfuerzo no se asemeja a la realidad, pero s�� que le anda muy cerca. Bien parece un t��tulo de lanzamiento para PlayStation 2, siendo superado aun as�� ampliamente por algunos de ellos. La creatividad, el mimo, y, sobre todo, la creaci��n de un motor gr��fico que sustente la parte jugable es inexistente, impidiendo el disfrute l��dico.

Para empezar, los modelados de los coches tienen una estructura muy cuadriculada, y las texturas eluden el detalle en cada movimiento que hacemos. Movimientos que, adem��s, no tienen ninguna animaci��n remarcable: se limita al giro b��sico, no hay ni derrapes, ni choques, ni siquiera una c��mara en la posici��n del piloto decente. El humo que sale cuando colisionamos es irrisorio, porque la chapa se mantiene intacta.

Luego tenemos los escenarios, que se dividen en hielo, desierto y agua. No hay que ver ��nicamente que la ambientaci��n en ellos es sorprendentemente repetitiva, sino que su estructura no aporta ning��n reto en absoluto. Normalmente, por lo general, se a?aden circuitos para que las situaciones var��en. Aqu��, por alguna raz��n -como, por ejemplo, la falta de originalidad- deber��a ser al contrario.

Por ��ltimo, comentar el nefasto componente musical, poco ambiental, casi repetitivo, y el ruido de la maquinaria. En ocasiones sentiremos la imperiosa necesidad de apagar el est��reo, dada la nula variedad a estos efectos, y, de hecho, entre modelos la diferencia es nula. En definitiva, algo que no hace honor a las plataformas en las que corre.

Jugabilidad
Off Road est�� planteado como algo arcade. El hecho de que por alg��n casual se les ocurriese hacer algo m��s complicado no es algo ni medianamente factible. As��, la diversi��n directa parece ser lo primordial en este t��tulo. Lo que no comprendemos es c��mo fracasa en algo tan simple por problemas adem��s tan f��cilmente solucionables, provocando que terminemos dejando el mando a un lado a los pocos minutos.

El control es de lo m��s simplista. S��, efectivamente hablamos de algo que no requiere de elaboradas combinaciones de botones, pero en la pr��ctica parece que uno no sabe bien si realmente est�� tomando partido durante las carreras. Para m��s inri, los modelos de Land Rover y Ford no presentan diferencia alguna en su respuesta, lo que limita la elecci��n a observar las barras de potencia de nuestro garaje.

Un garaje que, emulando a los grandes, pretende que vayamos comprando progresivamente el resto de coches. Pues bien, se ve que para ahorrarnos esfuerzos llenando el cerdito nos proporcionan un cr��dito absurdamente alto para que podamos adquirir todos los que est��n desbloqueados en un principio. El resto lo hace un no muy avanzado modo Torneo, que se compone de varias etapas donde tendremos que posicionarnos en lo m��s alto de la clasificaci��n.

La IA enemiga es, directamente, absurda. Y cuando decimos absurda, nos referimos a la m��s absoluta falta de l��gica. De repente podemos posicionarnos en el primer puesto sin haber pasado por un atajo de los que pueblan cada circuito -achacable a su vez a lo comentado anteriormente- y en cuesti��n de segundos se nos adelanta sin esfuerzo alguno para que podamos repetir el proceso. No existe inteligencia, s��lo aleatoriedad. Y eso es frustrante.

Los extras y modos de juego tampoco son nada del otro mundo. La t��pica carrera r��pida, el modo arcade donde podemos elegir pista y tipo de juego o el multijugador, que da bastante poco de s��. Los kits de reparaci��n y dem��s a?adidos son anecd��ticos, ya que no provocan ning��n escollo decente: con pasar sobre ellos el coche estar�� completamente arreglado, y los hay esparcidos a tutipl��n.