Back to Las Vegas

aqu¨ª. Una vez pasado su auge, los seguidores del t¨ªtulo esper¨¢bamos con impaciencia una continuaci¨®n que ya ha llegado, y adem¨¢s lo ha hecho con la misma fuerza que su antecesor. Si bien se podr¨ªan haber esperado muchas m¨¢s cosas de esta nueva entrega, desde la desarrolladora se ha apostado por lo conocido y por arriesgar poco en un terreno que conocen a la perfecci¨®n. Prueba de esto es el volumen de ventas que vienen cosechando desde hace a?os con la serie Rainbow Six, cuya llegada a la nueva generaci¨®n nos dej¨® uno de los t¨ªtulos m¨¢s interesantes de toda la saga en el pasado Vegas.

Ahora, tenemos entre manos un t¨ªtulo que satisfar¨¢, y lo decimos desde el principio, a todos aquellos que gusten de los FPS de corte t¨¢ctico, aunque tambi¨¦n haya espacio para el habitual avanzar y disparar o, si lo prefer¨ªs, entrar y despejar, seg¨²n la terminolog¨ªa que usar¨ªa nuestro equipo de apoyo. Dicho esto, nos ponemos en situaci¨®n en la piel de Bishop, comandante, y hombre o mujer, indistintamente y s¨®lo en funci¨®n de nuestra elecci¨®n inicial. Comenzaremos en los Pirineos, en una misi¨®n de rescate de rehenes que nos servir¨¢ como toma de contacto para familiarizarnos con las novedades del juego, o para conocer los controles en el caso de no ser jugador de la primera parte. Las situaciones de esta introducci¨®n est¨¢n bastante controladas para que accedamos a las diversas opciones de posicionamiento y ataque que podemos utilizar, adem¨¢s de introducir las nuevas mec¨¢nicas, como la posibilidad de ejecutar un sprint mediante la pulsaci¨®n de un bot¨®n del mando de control.

Una vez superada la misi¨®n, de duraci¨®n moderada y sin grandes sorpresas, daremos un salto temporal de cinco a?os que nos situar¨¢ en pleno desierto de Nevada, en la ciudad que da nombre al juego. Pese a ello, durante la aventura nos embarcaremos en m¨¢s misiones en los alrededores de la urbe que en el propio casco urbano, aunque no faltar¨¢n las furiosas escaramuzas entre los muros de los casinos, todo un derroche de luz, color y munici¨®n. Nos reservamos los detalles de la trama, aunque queda dicho que el desenlace deja mucho mejor sabor de boca que el de su antecesor.

Lider de un equipo

Una vez en marcha la campa?a principal ya accedemos a la primera de las sorpresas de Vegas 2, la posibilidad de disfrutar de ella con un compa?ero, ya sea en la misma consola o por Internet. Tanto en solitario como en compa?¨ªa, entraremos en combate apoyados por un par de soldados del escuadr¨®n, a los que podremos dar ordenes tal y como ya haciamos en el anterior t¨ªtulo. El papel de nuestros hombres es, si cabe, m¨¢s crucial que entonces, ya que en esta ocasi¨®n el nivel de dificultad es sustancialmente mayor. Incluso el llamado modo casual, bautizando asi al nivel mas f¨¢cil, supone un buen reto para nuestra capacidad de liderazgo y habilidad con las armas. Si son dos los jugadores que comparten la aventura, solo el primero podr¨¢ dar instrucciones a los personajes controlados por la IA, lo que crea situaciones en las que el segundo jugador tan solo puede pararse a observar.

Mas a¨²n, puede que los personajes ocasionalmente bloqueen al el paso del segundo jugador, provocando momentos confusos y bastante peligrosos para llevar la misi¨®n a buen t¨¦rmino. Siguiendo en esta l¨ªnea, los miembros de nuestro comando son un arma de doble filo en muchas situaciones. Por momentos cumplen su trabajo con eficiencia, eso si, siempre que los dirijamos milim¨¦tricamente hacia lo que tienen que hacer, pero al fin y al cabo demostrando la mejor¨ªa que ha sufrido la IA en ciertos aspectos t¨¢cticos. En cambio, en otra gran cantidad de situaciones, nuestras instrucciones les resultan vagas, y tienden a quedarse deambulando por el escenario, exponi¨¦ndose innecesariamente al fuego enemigo y siendo poco menos que un estorbo.

Intentar que lancen una granada en un entorno cerrado es poco menos que un suicidio, ya que m¨¢s de una vez seremos testigos de la pantalla de fin de partida gracias a la ineptitud de nuestros propios compa?eros. Por ello, y sabi¨¦ndolo, mejor no pedirles que lo hagan. Resulta un aspecto frustrante, que muchas veces nos llevar¨¢ a individualidades que no suelen salir demasiado bien, por el componente eminentemente cooperativo del t¨ªtulo. Los entornos abiertos resultan los mejores aliados para usar a nuestros compa?eros, que en los mapas m¨¢s espaciosos tienden a comportarse bastante mejor, y ser una ayuda real y totalmente v¨¢lida para solventar las situaciones.

Quiz¨¢ la mejor, y m¨¢s remarcable novedad del t¨ªtulo es el sistema de progresi¨®n, que se extiende desde el multijugador del primer Vegas para abarcar ahora todos los dem¨¢s modos. De esta forma, una vez creado un personaje, pasaremos a personalizarlo ligeramente en cuanto a su apariencia f¨ªsica y los complementos de ropa, que no tienen efecto alguno sobre el juego. Adicionalmente, debemos configurar otros aspecto del personaje, desde la armadura y las protecciones que lleva hasta el conjunto de armas al que podr¨¢ acceder en cada misi¨®n. Estas elecciones no son menores e influir¨¢n en las capacidades de nuestro soldado, reflejadas mediante las correspondientes barras de nivel. Por ejemplo, las protecciones se valorar¨¢n en funci¨®n de su peso o del grado de cobertura que ofrecen, mientras que para las armas se valorar¨¢ su cadencia de tiro, su precisi¨®n o su penetraci¨®n de blindaje entre otros factores. Para redondear este sistema, un extenso cat¨¢logo de objetos estar¨¢ disponible desde el principio, aunque podremos desbloquear muchos m¨¢s ascendiendo de rango mediante nuestro comportamiento en las misiones.

Ahora, los personajes creados de esta forma estar¨¢n compartidos por todos los modos de juego, y ganar¨¢n experiencia en todos ellos. As¨ª, es posible crear un avatar y llevarlo a trav¨¦s de los m¨²ltiples cap¨ªtulos de la trama adquiriendo veteran¨ªa y ascendiendo en la escala de grados que el juego propone, desde soldado raso a ¨¦lite. Para subir en este escalaf¨®n, podremos ganar puntos de experiencia adicionales con nuestro rendimiento en tres ¨¢reas; asalto, tirador y combate de corto alcance. En funci¨®n de las acciones que ejecutemos durante los combates se nos otorgar¨¢n puntos en estas tres disciplinas, que cuentan con veinte niveles cada una. Al pasar cada nivel se desbloquear¨¢n objetos, accesorios y armas, que se a?adir¨¢n al catalogo inicial. A modo de ejemplo, ejecutar a un tirador enemigo mediante nuestro rifle de precisi¨®n nos reportar¨¢ puntos de disparo lejano. Por otro lado, si utilizamos granadas para acabar con grupos de enemigos, recibiremos puntos en la disciplina de asalto.

Los mapas cuentan ahora con un mayor grado de puntos interactivos, desde las ya habituales zonas para hacer rappel a entradas a trav¨¦s de ventanas, salto de muros bajos, escaleras o puertas. Nuestros compa?eros responden bien si nos separamos de ellos y hacemos uso de algun metodo de desplazamiento sin darles se?al alguna, por ejemplo, sigui¨¦ndonos si nos tiramos con la cuerda muro abajo hasta irrumpir en una habitaci¨®n. Las coberturas, constantes, son indispensables para avanzar, si no queremos morir en cuesti¨®n de segundos. En este sentido, el escenario est¨¢ repleto de puntos en los que parapetarse, aunque el grado de proteccion de cada una resulta bastante confuso por la capacidad de atravesar ciertas superficies que tienen las armas m¨¢s potentes.

Tambi¨¦n en este sentido, hemos visto animaciones algo bruscas y un cierto popping al apoyarse los personajes en las paredes, aunque no es m¨¢s que un peque?o punto negro que no distorsiona el buen trabajo de interacci¨®n entre el jugador y los mapas. La aventura en su modo historia nos dar¨¢ para unas ocho o nueve horas, en funci¨®n de nuestra pericia a los mandos y el nivel de dificultad elegido. La rejugabilidad est¨¢ asegurada gracias al sistema de evoluci¨®n del personaje, que nos incentiva a volver a algunas situaciones para obtener puntos en las determinadas ¨¢reas de la especializaci¨®n, adem¨¢s de para desbloquear objetos. Por supuesto, jugar en compa?¨ªa es tambi¨¦n un buen acicate para disfrutar y sacar lo m¨¢ximo del t¨ªtulo, a pesar de que la pantalla dividida resulta bastante inc¨®moda para la visibilida de los dos participantes.

Por ¨²ltimo, la estrella indiscutible del juego es el modo online, que mantiene los modos de su antecesor y ofrece m¨²ltiples posibilidades, desde las m¨¢s comunes hasta alguna novedad bastante interesante en este sentido. Tres son las nuevas opciones de las que disponemos, empezando por lider del equipo, donde debemos acabar con el personaje designado del equipo contrario. Tambi¨¦n se ha introducido el modo demolici¨®n, donde deberemos situar y desactivar bombas para acabar con el enemigo. Por ¨²ltimo, la conquista total es una variante de la conquista normal, donde los puntos de situaci¨®n de los equipos pueden ir alter¨¢ndose seg¨²n avanza la partida. Si sumamos estos modos a los ya existentes nos queda un interesant¨ªsimo y extenso modo para varios jugadores, que brilla especialmente por encima del resto de apartados del t¨ªtulo.

Continuidad

Y las novedades acaban aqu¨ª, ya que el juego es esencialmente el mismo que hace a?o y medio, habi¨¦ndose revisado m¨ªnimamente el apartado t¨¦cnico, como veremos posteriormente. Al cabo de unas cuantas misiones la trama cae ligeramente en la repetici¨®n, debiendo afrontar constantemente las mismas situaciones para superarlas. Aunque se deja bastante libertad al jugador, el camino a seguir est¨¢ bastante delimitado en todo momento, por lo que las acciones con el entorno suelen estar predefinidas de antemano en cada punto de la aventura. Con todo, el t¨ªtulo resulta entretenido y ofrece retos que el jugador se esforzar¨¢ por superar, pese a caer una y otra vez. Desde luego, esta segunda parte se aleja mucho m¨¢s de la f¨®rmula de avanzar sin pensar y no plante¨¢ndose la situaci¨®n concienzudamente. De hacerlo de otra forma, preparaos para morir una y otra y otra vez.

Esto hace que completar ciertas situaciones sea m¨¢s una tarea de ensayo y error que de hacer valer nuestra capacidad, principalmente por la variedad de estrategias que toman los enemigos para hacernos frente. As¨ª, puede parecer que no tenemos demasiado control sobre el avance del juego, pese a la gran cantidad de opciones t¨¢cticas y de ataque que se ponen sobre la mesa para nuestro uso. Al final, acabaremos tomando bastantes precauciones y el avance por el juego ser¨¢ bastante m¨¢s satisfactorio, aunque deberemos conocer la situaci¨®n de los enemigos y sus rutas de aparici¨®n, o ser¨¢ casi imposible que les sorprendamos, pese al escaner t¨¦rmico con el que podemos barrer el mapa cada cierto tiempo.

Apartado t¨¦cnico

La segunda parte de Rainbow Six Vegas luce francamente bien, con un Unreal Engine 3.0 que mueve escenarios exteriores e interiores de forma solvente, pese a que hemos apreciado algunos tirones al cargar las zonas con mayor distancia de dibujado, al igual que al representar algunas explosiones. Los modelos, de gran tama?o, lucen muy detallados, mostrando todas y cada una de las partes de su equipo con total realismo. Las animaciones tambi¨¦n est¨¢n muy cuidadas, desde el movimiento a las muertes de los enemigos, son ver¨ªdicas y cre¨ªbles, quedando francamente bien integradas con la din¨¢mica de los combates. Como dec¨ªamos antes, el popping hace acto de aparici¨®n ligeramente al apoyarse los personajes en la cobertura, aunque solo de forma puntual y nada generalizada. En conjunto, y apoyados en una f¨ªsica nada exagerada, la representaci¨®n de personajes queda a un nivel tan bueno como en su antecesor, si no mas.

Los efectos visuales se muestran tambi¨¦n espectaculares, siendo una constante en el desarrollo del juego. Desde el uso de los cascos de visi¨®n, infrarroja o nocturna, al lanzamiento de granadas o humo, existe una gran variedad de efectos que alteran la realidad en pantalla, y que encajan realmente bien en la din¨¢mica de los combates y la ambientaci¨®n. Del mismo modo, la alternacia entre la primera y la tercera persona en la c¨¢mara se hace de forma totalmente natural en los momentos en que es necesario. En algunos momentos, el vol¨²men de efectos puede llegar a desconcertar, especialmente con la c¨¢mara de visi¨®n infrarroja, que hace realmente dif¨ªcil orientarse si nos encontramos en un tiroteo bajo fuego desde diversas direcciones.

El apartado sonoro cumple tambi¨¦n con nota su cometido, destacando sobre todos los dem¨¢s aspectos un m¨¢s que satisfactorio doblaje al castellano. Los enemigos constantemente intercambian comentarios, se avisan sobre la presencia del enemigo o simplemente se cuentan cosas para matar el tiempo. Del mismo modo, los comentarios entre nuestro equipo son constantes v¨ªa intercomunicador. As¨ª, Bishop dar¨¢ las ¨®rdenes a sus seguidores, que ejecutar¨¢n la acci¨®n que se les ordene mediante la voz y el gesto de su l¨ªder. En este aspecto, hay que destacar negativamente el solapamiento de ciertos comentarios, que hace que algunos no terminen, o se entrecorten y perdamos la informaci¨®n que se estaba comentando.

Por ¨²ltimo, el apartado musical mantiene el estilo de su antecesor, aplicando m¨²sica s¨®lo en los momentos donde realmente la habr¨ªa. Es decir, si nos encontramos combatiendo en los exteriores de un barrio residencial, raramente habr¨¢ m¨²sica alguna, por lo que no oiremos nada aparte de los sonidos de nuestros soldados y los propios de los tiroteos. Cuando caminemos entre lujosos casinos o en el interior de teatros y restaurantes si que oiremos melod¨ªas acordes con los entornos, de calidad y que no resultan repetitivas por el control estricto que se hace sobre su reproducci¨®n. En conjunto, el apartado musical y sonoro encaja totalmente sobre el estilo de juego t¨¢ctico y estresante para el jugador que propone Rainbow Six Vegas 2.

A la hora de analizar ambas versiones, la ¨²nica diferencia que hemos constatado es referente al apartado visual, que en PS3 luce a un nivel algo inferior al que muestra la consola de Microsoft. Esto salta a la vista especialmente en la definici¨®n de algunas texturas, que muestran una distorsi¨®n mayor en la m¨¢quina de Sony. En el resto de apartados, la integraci¨®n con ambas plataformas online es total y perfecta, existiendo adem¨¢s una interfaz a los servidores dedicados de Ubisoft. El control, mapeado de forma id¨¦ntica, no presenta grandes variaciones entre m¨¢quinas, adapt¨¢ndose bien al gran n¨²mero de acciones disponibles, a partir de pulsaciones cortas y largas de los botones, estas ¨²ltimas para el acceso a submen¨²s.
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Conclusiones

Si miramos de cerca esta secuela, el n¨²mero de elementos a?adidos no es que sea tremendamente elevado, pero los que hay son interesantes y cumplen con su cometido de expandir el juego, m¨¢s que de integrar caracter¨ªsticas innovadoras en extremo. La continuidad, como dec¨ªamos, es una de las caracter¨ªsticas de Vegas 2, aunque en este caso no es un factor negativo. Qui¨¦n disfrutara del anterior t¨ªtulo lo pasar¨¢n en grande con este tambi¨¦n, sin ning¨²n g¨¦nero de dudas. La extensi¨®n del sistema de progreso a todas las facetas del juego es una novedad de entidad, y suficiente para justificar el probar todos los modos de juego con nuestro personaje personalizado al m¨¢ximo. La rejugabilidad, por tanto, se aumenta incluso para el modo individual. Acertadamente, Ubisoft no ha descuidado el multijugador, principal baluarte del t¨ªtulo, que recibe una inyecci¨®n de contenidos. La inclusi¨®n del cooperativo en la campa?a es uno de los grandes aciertos de este nuevo t¨ªtulo.

En lo negativo, la IA se ha mejorado, pero nos sigue jugando demasiadas malas pasadas y puede hacer que desconfiemos demasiado de nuestros compa?eros de grupo. Adem¨¢s, se echa en falta la posibilidad de jugar con cuatro personas en el modo cooperativo de la campa?a, algo que se ha implementado para los otros aspectos del multijugador. Adicionalmente, algunos sonidos se entrecortan, aunque son fallos puntuales, del mismo modo que el motor gr¨¢fico sufre peque?os fallos en la detecci¨®n de colisiones de los personajes y los muros, al cubrirse tras ellos. Haciendo balance, queda un t¨ªtulo muy en la l¨ªnea de su predecesor, pero que apuesta por la variedad de su multijugador y por ofrecer m¨¢s posibilidades de juego tambi¨¦n desconectado. Con todo, carece del impacto que tuvo la primera parte, ofreciendo m¨¢s de lo mismo pero llevado a nuevos niveles.