Monstruos sin gracia

Siguiendo con las licencias de personajes famosos, ya iba siendo hora de que un monstruo como Godzilla tuviese su propio videojuego en Nintendo DS. Desde luego, a la hora de abordar un juego de este tipo, uno no sabe con certeza si el personaje en cuesti¨®n recibir¨¢ un buen trato o si por el contrario, el resultado va a estar por debajo de las expectativas. Para nuestra desgracia, lo m¨¢s probable es que ocurra lo segundo.

Godzilla Unleashed forma parte del grupo de licencias cinematogr¨¢ficas que tienen como resultado un producto mediocre. Es posible que este monstruo nacido en tierras niponas tenga muchos fans, pero dudamos que este fanatismo se pueda hacer ostensible a un juego. Adem¨¢s, teniendo en cuenta el producto final al que nos sometemos, con mayor raz¨®n a¨²n. Un juego tan deficiente como ¨¦ste demuestra la inoperancia a la hora de aprovechar una interesante licencia.

La historia es bastante c¨®mica y surrealista a la vez: Un cristal gigante amenaza la Tierra (?????????). Partes ingentes del mismo llegan a caer por todo el planeta y en la Isla de los Monstruos y claro, como ¨¦stos son tan inquietos y no hacen preguntas, se dedican a destruir todo aquello que encuentran por delante como muestra del enfado que poseen. Mientras tanto, los pobres humanos tendr¨¢n que batallar no s¨®lo con los cristales alien¨ªgenas sino tambi¨¦n con los pesados monstruos. Desde luego, con semejante panorama, la raza humana est¨¢ condenada a desparecer, pero siendo serios, eso no se lo creer¨ªa ni el que concibi¨® el juego.

Nuestro papel en este caso no ser¨¢ acabar con los monstruos, sino que adoptaremos el papel de Godzilla y sus cabreados amigos para acabar tanto con los humanos como con los aliens que aparecen a la par que el cristal. Dependiendo de las caracter¨ªsticas de cada uno, los manejaremos tanto en la pantalla superior como en la inferior, atendiendo a si el personaje se defiende por tierra o por aire. As¨ª pues, nuestro papel es el de aniquilar cuantas fuerzas humanas nos vayan apareciendo, ya sea repartiendo zarpazos, coletazos, disparando o saltando. Asimismo, dispondremos de un golpe especial que consistir¨¢ en un s¨²per rayo bucal que eliminar¨¢ todo aquello que ose ponerse delante. Para echarse a temblar.  

Por supuesto, no se nos olvide que tras cada fase aparecer¨¢ el consabido jefe de nivel, con unos resultados bastante pat¨¦ticos. Adem¨¢s, si somos buenos y avanzamos, habr¨¢ posibilidades de ir desbloqueando personajes que podremos utilizar durante la aventura, si nos atrevemos a seguir.

Los modelados tambi¨¦n son muy simples, sobre todo en lo relativo a los ej¨¦rcitos. Los monstruos tienen una mejor apariencia, pero eso no ayuda a mitigar el desprop¨®sito. No parece haberle sentado muy bien a Godzilla eso de los pol¨ªgonos?

El control es simple y muy limitado. Nos serviremos de la cruceta y los distintos botones para realizar los distintos ataques y movimientos. Tanto si el monstruo en cuesti¨®n es a¨¦reo o terrestre, el cat¨¢logo de acciones ser¨¢ el mismo para ambos, es decir, golpes con el cuerpo, zarpazos, saltos, aunque s¨ª es cierto que los monstruos a¨¦reos tienen la ventaja de poder disparar, algo l¨®gico si cabe. Asimismo, da igual cual personaje usemos, puesto que el disparo especial en forma de rayo vendr¨¢ de serie.

Pese a todo, en cada nivel se nos permite un respiro en forma de bonus. Un trozo de cristal nos impide continuar, as¨ª que nuestro deber ser¨¢ acabar con ¨¦l. La gracia es que aparecer¨¢ en pantalla una determinada combinaci¨®n de botones en forma de movimiento especial. Si somos capaces de ejecutarlo de un modo correcto, el monstruo destrozar¨¢ una parte del cristal. En caso contrario, s¨®lo prolongar¨¢ nuestra agon¨ªa intentando acabar con el dichoso cristal.

Por ¨²ltimo, queda por hablar del dise?o de escenarios y jefes finales. Los primero son repetitivos a m¨¢s no poder y los segundos un desprop¨®sito. Algunos de estos ¨²ltimos son tan p¨ªrricos y faltos de carisma, que sorprende que nuestro monstruo a veces parezca m¨¢s grande que el mismo. Triste pero cierto.

El apartado de opciones es pr¨¢cticamente inexistente: posibilidad de cambiar el sonido, borrar datos y consultar extras en forma de galer¨ªa de dise?os, modelos, biograf¨ªas de monstruos, etc. Tambi¨¦n se incluye un modo multijugador con dos consolas, pero dudo mucho que se quiera explotar.

Uno de los ¨²nicos apuntes positivos del juego es su traducci¨®n al castellano. No haberlo hecho hubiera sido inhumano.