?A la perrera!

Desde hace algunos a?os, el mundo del videojuego est¨¢ viviendo diversas revoluciones. Entre los cambios que implica la llegada de nueva tecnolog¨ªa, con la alta definici¨®n y la jugabilidad de Wii como ejemplos, tambi¨¦n surgen otras modas y se conforman otros estilos de juego. As¨ª, estamos en una ¨¦poca en la que se premia o la innovaci¨®n o bien excelencia visual.

Sin embargo, esta ¨¦poca tambi¨¦n est¨¢ siendo protagonizada por la rapidez de la productividad y del mercado, que marca la necesidad de producir juegos para cumplir con la elevada demanda de los usuarios. Lo importante es lanzar productos, independientemente de su calidad. De esta m¨¢xima parte el concepto de reproductibilidad, que nos lleva a observar c¨®mo cuando un producto tiene ¨¦xito, muchos se animan a seguir el mismo patr¨®n para ganar algunos euros.

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Buena muestra de ello es el juego que ahora nos ocupa en este an¨¢lisis. Puppy Luv para Wii -antes comercializado en PC- es la propuesta de Activision dentro de lo que podr¨ªamos calificar como un nuevo g¨¦nero de videojuegos; la simulaci¨®n animal. All¨¢ por 2005, con Nintendo DS, naci¨® este g¨¦nero gracias a la comercializaci¨®n de Nintendogs. Desde entonces, no han sido precisamente pocas las compa?¨ªas que se han atrevido a dar pasos sobre estos productos tan atractivos para los m¨¢s peque?os de la casa. Y el problema es que un amplio porcentaje de estos juegos se quedan a mitad de camino y dejan mucho que desear. Veamos qu¨¦ tiene que ofrecer Puppy Luv.

Cachorros de sobremesa

Alcanzar la calidad que en su d¨ªa supo ofrecer Nintendogs no es tarea de cualquiera. El videojuego de Nintendo vendi¨® un elevado n¨²mero de unidades no s¨®lo por su jugabilidad y originalidad, sino tambi¨¦n por la excelente labor de marketing y comunicaci¨®n de la compa?¨ªa de Kioto. Pero lejos de estas claves, no podemos olvidar un dato no menos importante: el hecho de que el t¨ªtulo apareciera para Nintendo DS, plataforma perfecta (ventas y hardware) para desarrollar este g¨¦nero.

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Ahora, con Wii bien podr¨ªamos encontrarnos ante una situaci¨®n similar, pues no s¨®lo se trata de una consola de ¨¦xito -la m¨¢s vendida de sobremesa-, sino tambi¨¦n de un sistema innovador, que apoya su jugabilidad en las posibilidades del sensor de movimiento incorporado en su mando.

En esencia, Puppy Luv es un clon del juego de Nintendo, siempre salvando las distancias. El t¨ªtulo pone al jugador en la piel del propietario de un cachorro, que tendremos que elegir al comenzar la partida. Arrancamos nuestra andadura en este simulador dando nombre al perro y a su entrenador, y seleccionando la raza de nuestro cachorro, con ejemplos como el golden retriever o el labrador.

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Una vez hecho esto, entramos a la pantalla principal del juego, a la villa de Puppy Luv, donde a trav¨¦s del mapa podremos acceder a todas las tareas disponibles en el t¨ªtulo. Esta peque?a ciudad es nuestra base de operaciones durante toda la partida y cuenta con recintos interiores como la tienda, nuestra casa o el ¨¢rea de exhibici¨®n, y exteriores como el parque o la zona de pr¨¢ctica.

Acceder a cada uno de estos emplazamientos ser¨¢ tan sencillo como apuntar con el mando de Wii a la pantalla y pulsar "A". As¨ª entraremos en la zona elegida, pasando la pantalla a mostrar un nuevo men¨² con iconos que nos permitir¨¢n acceder a diversas ¨®rdenes. Por ejemplo, si seleccionamos la tienda, aparecer¨¢ un men¨² en el que podremos ver los productos clasificados por tipos -juguetes, comidas, accesorios, etc.- y nuestro dinero.

Pr¨¢cticamente casi todos los escenarios de la ciudad se mostrar¨¢n siguiendo el esquema c¨¢mara fija enfocando al cachorro, sin posibilidad alguna de movimiento y con la interfaz se?alada de forma tosca y abrupta. Estaremos ante men¨²s e iconos coloridos, pero sin demasiada variedad, algo que convertir¨¢ la navegaci¨®n a trav¨¦s de las pantallas en una tarea repetitiva y hasta aburrida.

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Huelga decir que el dise?o art¨ªstico de Puppy Luv no es, ni mucho menos, excelente. A pesar de conocer que un juego de este calibre tampoco necesita de lo ¨²ltimo en tecnolog¨ªa gr¨¢fica para entretener, cuesta entender c¨®mo este videojuego llega a ser tan simple en el apartado t¨¦cnico. Los dise?os de los escenarios son simples y vac¨ªos, y no cuentan con ning¨²n elemento rese?able. De igual forma, el modelado de los cachorros es m¨¢s cercano a la anterior generaci¨®n de consolas que a la potencia de Wii. Siendo francos, hasta Nintendogs, que es de consola port¨¢til, puede ofrecer mejores animaciones y mayor realismo que Puppy Luv.

S¨®lo existen dos razones por las que el jugador se dar¨¢ cuenta de que este t¨ªtulo es un juego para la sobremesa de Nintendo. La primera, que viene en DVD; la segunda, que requiere del mando de Wii para jugar. Y en este punto podemos afirmar que el resultado no es tan positivo como se podr¨ªa llegar a esperar.

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El control del animal siempre depender¨¢ de nuestras acciones con el mando. Si seleccionar a trav¨¦s de las ventanas partir¨¢ del puntero y del bot¨®n "A", dirigir las acciones del cachorro estar¨¢ ligado a los movimientos que ejecutaremos con el mando. As¨ª, por ejemplo, en la Zona de Exhibici¨®n, tendremos que realizar movimientos predefinidos con el Wiimote para que el perro responda y sortee los obst¨¢culos -suba cuestas, pase por t¨²neles o salte vallas-. Cada movimiento ser¨¢ explicado previamente en la Zona de Pr¨¢ctica del Parque, donde incrementaremos la docilidad del animal y sus habilidades.

Hacer una "H" con el mando, dibujar un tri¨¢ngulo o trazar una curva son s¨®lo algunos de los escasos movimientos que tendremos que realizar en Puppy Luv para que el cachorro progrese. Sin embargo, lo que siguiendo los tutoriales puede parecer f¨¢cil, terminar¨¢ por convertirse en casi un suplicio por culpa de la mala implementaci¨®n del mando y la respuesta de ¨¦ste ante nuestros movimientos.

La utilizaci¨®n del mando de Wii y su sensor de movimiento trasciende poco m¨¢s en Puppy Luv. Dar ¨®rdenes al animal, ense?arle movimientos, cuyo repertorio no deja de ser escaso, y navegar por los men¨²s para comprar, alimentar y asear a la criatura canina manteniendo estable el "Cachorro-metro", que cubre par¨¢metros como higiene, comida, obediencia, agua, vejiga, energ¨ªa y felicidad. Y es que hasta en el modo paseo, con el que el perro recorre la ciudad, el mando ser¨¢ completamente in¨²til, ya que el animal caminar¨¢ s¨®lo por las calles, sin rumbo ni destino, y tanto como quiera el jugador.

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