Populous DS
EA sigue en su l¨ªnea nost¨¢lgica ofreciendo al pueblo los grandes ¨¦xitos de la compa?¨ªa en el pasado. M¨¢s concretamente de Bullfrog, uno de los pesos pesados en la d¨¦cada de los 90' que fue absorbida por el gigante canadiense, entre los que se encontraban Peter Molyneux. Populous es el precursor del enorme ¨¦xito que obtendr¨ªa el productor brit¨¢nico.
EA sigue en su l¨ªnea nost¨¢lgica ofreciendo al pueblo los grandes ¨¦xitos de la compa?¨ªa en el pasado. M¨¢s concretamente de Bullfrog, uno de los pesos pesados en la d¨¦cada de los 90' que fue absorbida por el gigante canadiense, entre los que se encontraban Peter Molyneux. Populous es el precursor del enorme ¨¦xito que obtendr¨ªa el productor brit¨¢nico.
Popularmente el nacimiento de los god-games data no mucho m¨¢s all¨¢ de la aparici¨®n de Black & White, quiz¨¢s el primer exponente de PC que con el avance de la tecnolog¨ªa propon¨ªa un sistema de juego mucho m¨¢s l¨²dico que el del cartucho que hoy tenemos entre manos. En parte por el avance de la tecnolog¨ªa y de las comunicaciones y tambi¨¦n porque vivimos en una ¨¦poca con cierta cultura ?videojueguil' en la que cualquier juego cuenta con una campa?a publicitaria para darse a conocer. El caso de Populous es quiz¨¢s uno de los m¨¢s llamativos y m¨¢s apreciados por parte de los hardgamers de aquella generaci¨®n de Commodore Amiga y Atari, el primer simulador en el que nos introduc¨ªamos en la piel de un Dios en distintas ¨¦pocas de la historia a fin de doblegar al resto de enemigos que planean arrebatarnos las plegarias de los seres humanos.
Es obvio que no es f¨¢cil explicar en qu¨¦ consiste un simulador divino, algo parad¨®jico dado el sencillo sistema sobre el que se basa el cartucho. Sencillo decimos al menos en apariencia, en los primeros compases de la aventura donde contamos con la posibilidad de construir y de atacar con relativa facilidad. La idea principal que s¨ª podr¨ªamos destacar en un simulador de este tipo es que generalmente se sustenta en las creencias religiosas de los pueblerinos que hayamos indoctrinado. Los rezos de los habitantes del peque?o sector de tierra que se nos haya adjudicado nos proporcionar¨¢n la materia prima necesaria de cara a poder atacar al Dios rival, representando una cultura distinta a la nuestra.
A la orden del pueblo
Como Dios contamos con varias posibilidades para interferir en el dise?o del mundo en el que nos encontremos, elevando o disminuyendo el nivel de tierra que se presenta doblemente en la consola, por un lado con un motor gr¨¢fico con vista isom¨¦trica sobre el pueblo que vamos construyendo, y por el otro en un plano mucho m¨¢s detallado en el que tendremos acceso a modificar los par¨¢metros anteriormente mencionados. Alrededor del mapa inferior se muestra un hilo de poderes especiales para emplear de cara a destruir el terreno que nuestro enemigo est¨¦ construyendo en el lado opuesto del terreno.
Nivelar el terreno es la acci¨®n m¨¢s l¨®gica a realizar durante las primeras misiones, sencillas y sin mayor complicaci¨®n en la que tendremos todos los elementos de la naturaleza a nuestro favor. Buen tiempo, un terreno asequible sin muchos altibajos y un nivel de man¨¢ suficiente para poder atacar al enemigo cuantas veces nos apetezca. Facilitar las condiciones de vida fomenta una mayor poblaci¨®n, y una mayor poblaci¨®n nos aporta m¨¢s fieles que recen por nuestra causa proporcion¨¢ndonos el acceso a nuevos ataques ?divinos' cuyo uso ser¨¢ el de destrozar el terreno contrario.
Terremotos, plagas, inundaciones; incluso lanzamiento de meteoritos, una versi¨®n reducida del sistema catastr¨®fico que todo el que haya jugado a un Sim City ha de conocer. Los aldeanos tienen m¨¢s funciones aparte de las s¨²plicas, pueden convertirse en soldados, atacar al rival, cobijarse en casa o ahogarse si reducimos demasiado el nivel del terreno. Las animaciones, al igual que el conjunto del motor gr¨¢fico en general, son herederos del que pudimos ver en su d¨ªa en la versi¨®n de SNES, aunque se entiende que en ning¨²n caso dispon¨ªamos de las dos pantallas de construcci¨®n al mismo tiempo, como s¨ª sucede en esta ocasi¨®n gracias a las propiedades de la port¨¢til de Nintendo.
Muy pocos cambios
Electronic Arts ha optado por un port 1:1 de la versi¨®n de Populous que vio la luz en SNES, tanto gr¨¢ficamente como en la cantidad de modos de juegos de los que disponemos. Aparte del principal, basado en la sucesi¨®n de misiones que ya explicamos anteriormente, est¨¢n presentes algunos modos alternativos que nos ofrecen la posibilidad de disputar misiones editadas a nuestro antojo, superar retos, incluso algunos minijuegos muy divertidos que se molestan en explotar las posibilidades de un juego poco agraciado a primera vista, pero que despu¨¦s de todo mantiene el aspecto original de anta?o.
Las novedades del cartucho son, por lo tanto, m¨¢s bien disimuladas e irrelevantes para la ocasi¨®n. La inteligencia artificial enemiga tampoco se ha mejorado con respecto a versiones anteriores, lo que asegura una dificultad endiablada a la que tendremos que hacer frente a pocas misiones una vez terminado el tutorial -inexplicablemente insulso y sencillo a tenor de las posibilidades que nos ofrece el juego-, en mayor o menor medida determinada siempre por las condiciones atmosf¨¦ricas que condicionan el crecimiento de nuestro pueblo.
Es ah¨ª donde entra en marcha la estrategia y los grandes problemas para solucionar algunas misiones aparentemente imposibles y que, dado el gran n¨²mero de fases a las que tendremos que hacer frente, en su d¨ªa muchos usuarios acertaron a subsanar mediante el uso de c¨®digos o passwords (que facilitaba la propia compa?¨ªa precisamente a tal efecto), algo que en este caso es poco m¨¢s que imposibles gracias al uso de la memoria interna. Los tiempos al guardar la partida se asemejan bastante a los de Sim City, algo que esperamos se solucione de cara al lanzamiento europeo del cartucho.
Algo m¨¢s que un cl¨¢sico
La importancia de Populous es algo muy a tener en cuenta de cara a un futuro lanzamiento del cartucho en tierras americanas y europeas. Este juego de Molyneux adem¨¢s es un buen referente para todos aquellos que disfruten de este g¨¦nero y m¨¢s a¨²n para los que busquen retos dif¨ªciles entorno a la estrategia. Esta edici¨®n japonesa tiene mucho en com¨²n con las a?ejas que pudimos jugar hace diez a?os, y de nuevo en semejanza con Sim City, s¨®lo se han limado algunos puntos muy concretos que no alteran el producto final.
Con el h¨¢ndicap del idioma por delante no ha sido muy dif¨ªcil hacernos con el sistema de juego y con todos los elementos m¨¢s importantes y caracter¨ªsticos a la hora de completar el cartucho, pero bien es cierto que el idioma es -o ser¨¢- muy importante para los jugadores noveles que afronten un reto como este, del que a¨²n no existe fecha oficial por estos lares pero que tiene visos a aparecer estas pr¨®ximas navidades.
- Estrategia