Silent Hill Origins, Impresiones
La precuela de uno de los survival horror m¨¢s reconocidos pasa de la port¨¢til a su hermana mayor. Como ya ha ocurrido con otros t¨ªtulos, se ha hecho una ligera mejora gr¨¢fica adem¨¢s de una adaptaci¨®n al control m¨¢s lograda, aprovechando as¨ª para intentar compensar las quejas por parte de los usuarios.
La precuela de uno de los survival horror m¨¢s reconocidos pasa de la port¨¢til a su hermana mayor. Como ya ha ocurrido con otros t¨ªtulos, se ha hecho una ligera mejora gr¨¢fica adem¨¢s de una adaptaci¨®n al control m¨¢s lograda, aprovechando as¨ª para intentar compensar las quejas por parte de los usuarios.
No existen muchas propuestas dentro del g¨¦nero de terror para port¨¢tiles, pero entre esa escasa cantidad encontramos en Silent Hill Origins para PSP un m¨¢s que digno exponente ya no s¨®lo para el cat¨¢logo de la port¨¢til, sino dentro de la saga. S¨ª, es cierto que pecaba de un cierto convencionalismo, pero la respuesta que se dio a las alucinaciones de Travis, el camionero protagonista, fueron muy de agrado para los seguidores de esta franquicia de Konami y, en general, para todo orgulloso poseedor de una PSP. No obstante algo est¨¢ ocurriendo con la venta de software; algo que propicia que se hagan conversiones de ¨¦xitos para su hermana de sobremesa.
Pero conjeturas aparte, Origins no pretende mantenerse como un mero port 1:1, como ya vimos con las entregas de Rockstar, sino aprovechar para depurar y mejorar ciertos aspectos que no fueron del agrado de todo el mundo. Si a esto le sumamos un precio reducido de salida, m¨¢s de uno que no pudiese disfrutar de esta t¨¦trica aventura en su momento tendr¨¢ una excelente oportunidad hacerlo ahora.
Travis Grady, el camionero al que encarnaremos, se ve en una oscura noche haciendo sus pedidos cuando se le aparece una ni?a en medio de la carretera que le hace girar bruscamente, provocando un accidente. Por desgracia, nuestro hombre seguir¨¢ sus pasos entrando en Silent Hill y tomando parte en el abominable culto que gira en torno al pueblo y las circunstancias que llevaron a tal debacle. Para aquellos que a¨²n no hayan visto el exhaustivoo an¨¢lisis que realizamos en su d¨ªa, han de saber que es un juego encargado de atar cabos sueltos, aportar su granito de arena para darle una cohesi¨®n fuerte a lo que hab¨ªamos visto hasta el momento, sin intenci¨®n ser el acabose t¨¦cnico ni jugable.
Esta sensaci¨®n, si bien estaba m¨¢s que justificada por la limitaci¨®n t¨¦cnica de la plataforma, una vez se traslada a PlayStation 2 da sensaciones muy extra?as. En efecto, el escalado est¨¢ hecho correctamente y se ha procurado una mayor definici¨®n al texturizado, pero el modelado de los personajes en concreto se ve en pa?ales a comparaci¨®n de sus precedentes. La forma que tiene Travis de apuntar -que recuerda al Silent Hill original por momentos-, su expresividad facial en las escenas donde la requiere, o la misma calidad de los escenarios dan buena muestra de que se podr¨ªa haber hecho algo m¨¢s al respecto.
Musical y sonoramente, por suerte, s¨ª que se aprovechar¨¢ para brindar un apartado sonoro a la altura, sobre todo en t¨¦rminos de calidad de formato. Parece que por mucho que se hagan esfuerzos a su favor, el sonido no impacta tan directamente -salvo que se dispongan de unos cascos adecuados- como en la televisi¨®n o en un sistema 5.1, perdi¨¦ndose parte de su impacto, de su atm¨®sfera, en el proceso. Esto son meras ventajas de un cambio de plataforma; las composiciones, magn¨ªficas, se mantienen intactas en contenido.
Pero donde m¨¢s se espera por parte de la comunidad jugona que se centren las mejoras es en la adaptaci¨®n del control desde la port¨¢til al Dual Shock. El sistema de movimiento y sobre todo de combate en PSP era fr¨¢gil, err¨¢tico; mucho m¨¢s a lo que nos tienen acostumbrados, incluso. Por lo general se vio demasiado conservador, y poco inmediato para lo que requer¨ªa el peque?o stick y sus compa?eros, aunque intentaba aportar el esp¨ªritu de la cuarta parte, The Room, sobre todo en lo referente a armas de corto alcance.
La adaptaci¨®n al mando de PlayStation 2 es, sin duda, la esperada. Toma como base tanto el precedente port¨¢til como el de sobremesa con Silent Hill IV y le a?ade los elementos, como el movimiento de c¨¢mara o el combate cuerpo a cuerpo, que procura aportar. Los problemas que tiene Silent Hill a estos efectos son m¨¢s de base, de planteamiento: el cambio no ha sido el suficiente como para olvidemos estos peque?os escollos pero, por lo general, hemos visto una respuesta fluida y satisfactoria.
El infierno por el que pasa Travis necesita a¨²n de tiempo para ser asimilado, pero con suerte podremos ver a Alessa y a todo el culto a Samael cerca de Mayo. Os traeremos entonces toda la informaci¨®n necesaria para sopesar si es digna de pasarse del formato UMD e instalarse en el DVD.
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