Grand Theft Auto IV, Impresiones
Volvemos a Rockstar en Londres para realizar una nueva demo de GTA IV, la tercera, y la primera en la que jugamos con el esperado t¨ªtulo en primera persona y durante casi tres horas. Nuestras sensaciones, los cambios en el control, curiosidades y m¨¢s misiones para Niko Belic en este minucioso texto.
Volvemos a Rockstar en Londres para realizar una nueva demo de GTA IV, la tercera, y la primera en la que jugamos con el esperado t¨ªtulo en primera persona y durante casi tres horas. Nuestras sensaciones, los cambios en el control, curiosidades y m¨¢s misiones para Niko Belic en este minucioso texto.
Como ya os adelantamos en nuestro MeriPodcast, a principios de esta semana visitamos las oficinas de Rockstar en Londres para realizar una nueva demo con el esperad¨ªsimo Grand Theft Auto IV, la tercera en los ¨²ltimos meses. En esta ronda y por primera vez, pudimos probar el t¨ªtulo en primera persona durante casi tres horas, recorriendo misiones principales, secundarias, vagando por Liberty City, cometiendo todo tipo de fechorias y comprobando las nuevas caracter¨ªsticas. Como en anteriores demostraciones, la versi¨®n escogida por R* fue la correspondiente a Xbox 360 por encima de PS3, aunque el estudio asegura que ambas se encuentran al mismo nivel de desarrollo; pr¨¢cticamente final, en un estado de "pulir peque?os detalles" gracias a los comentarios obtenidos de la gente que est¨¢ probando Grand Theft Auto IV en estos momentos.
La demo estuvo dividida en dos modos para asegurar que pudi¨¦ramos ver el mayor n¨²mero de situaciones diferentes de GTA IV. La primera mitad se realiz¨® bajo el llamado Gameflow mode, que sigue el ritmo natural del juego en cuanto a misiones y secuencias cinem¨¢ticas, para que as¨ª pudi¨¦ramos comprobar la progresi¨®n normal del t¨ªtulo. Por ¨²ltimo en la segunda mitad jugamos en modo Debug, donde estaba disponible para nosotros toda la ciudad completa, aunque a costa de perder espontaniedad, llamadas, interrupciones, restricciones a determinadas zonas y hechos puntuales del gui¨®n. Vamos, dicho r¨¢pido y pronto, la mitad del tiempo seguimos la historia tal cual y la otra mitad hicimos el cabra por Liberty City. Estos dos modos se prepararon as¨ª para la demo y no estar¨¢n presentes en el juego final.
La ciudad vive
Si en GTA III todos quedamos abrumados por el salto tridimensional, GTA IV recupera la misma sensaci¨®n, aunque con diferente itinerario; si bien el control de Niko Belic es muy similar a los de otros protagonistas como Tommy Vercetti o CJ, apenas es necesario vagar unos minutos por la ciudad para darse cuenta que ¨¦sta est¨¢ verdaderamente viva. Cada persona en Liberty City desarrolla su actividad, independientemente de que nosotros estemos ah¨ª; aparcan los coches al llegar a su destino, realizan sus compras, se dirigen al trabajo tomando un caf¨¦ o escuchando m¨²sica, arreglan su moto tras sufrir un pinchazo, juegan a las cartas en la calle, hablan de los resultados del f¨²tbol e incluso cometen sus propios cr¨ªmenes, que son detectados y perseguidos por la policia. Quiz¨¢s esta sensaci¨®n de 'ciudad viva' sea el rasgo m¨¢s distintivo que puede extraerse del primer contacto con el t¨ªtulo.
Aparcando esto y centr¨¢ndonos en el control del protagonista, el esquema de control se ha mantenido en su base exactamente igual a GTA San Andreas, junto a algunos a?adidos en forma de novedades. Con el bot¨®n A Niko correr¨¢ en dos niveles diferentes, trote si se mantiene pulsado -que puede utilizarse siempre- o sprint, si se pulsa repetidamente -al igual que en San Andreas solo se puede mantener durante un periodo limitado antes de que aparezca la fatiga-, con el B empujar¨¢ a la gente, X para realizar saltos y agarrarse a salientes, e Y para robar los coches. Como siempre, el anal¨®gico izquierdo sirve para el desplazamiento, el derecho para controlar la c¨¢mara y apuntar al entrar en este modo -una vez pulsado el gatillo izquierdo, ya que el derecho abre fuego- y los gatillos secundarios han quedado para nuevos movimientos; llamar a un taxi el izquierdo y el m¨¢s importante, el derecho, para todo lo relacionado con la cobertura que tomamos durante los tiroteos. Por ¨²ltimo si pulsamos la cruceta hacia arriba, Niko sacar¨¢ su tel¨¦fono m¨®vil, una conexi¨®n vital con el resto de personajes de la historia.
Un miliciano sovi¨¦tico en combate
Los avances m¨¢s significativos que se han realizado sobre los tiroteos recaen en el sistema de punter¨ªa y en la cobertura. El primero mantiene la punter¨ªa autom¨¢tica habitual pulsando ¨²nicamente el gatillo izquierdo, pero puede habilitarse un modo manual manteniendo el gatillo ¨²nicamente hasta la mitad de su recorrido, sin apretarlo a fondo. As¨ª podremos controlar libremente el punto de mira y realizar disparos a diferentes partes del cuerpo del enemigo para acciones estrat¨¦gicas como a las piernas para inmovilizarlos o a los brazos para imposibilitar que nos disparen. No obstante los mejores resultados se logran con una modalidad mixta: consiste en apretar el gatillo hasta el final y una vez est¨¢ fijado el bl¨¢nco, corregir el lugar de impacto con el anal¨®gico derecho, ya que por defecto la punter¨ªa autom¨¢tica apunta al pecho del rival, perdi¨¦ndose disparos a la cabeza. De esta forma se a¨²nan velocidad fijando el blanco y precisi¨®n en el disparo.
La cobertura se ha visto adecuada a los c¨¢nones actuales, especialmente tras la profunda huella que ha dejado Gears of War. Con el gatillo secundario derecho Niko se apostillar¨¢ en cualquier zona del escenario susceptible de ello, ya sea s¨®lida pared, caja, contenedor o incluso tablas de madera. En esta situaci¨®n, podremos realizar disparos 'a ciegas' simplemente abriendo fuego, con lo que Niko no quedar¨¢ expuesto, al asomar ¨²nicamente su arma fuera de la posici¨®n segura. Se pierde mucha precisi¨®n, pero es un movimiento bastante efectivo para contener el avance de los enemigos cuando ¨¦stos nos superan en n¨²mero, o para desplazarnos r¨¢pidamente despu¨¦s a otra posici¨®n.
Si nuestra intenci¨®n es disparar en el momento exacto y con precisi¨®n, debemos pulsar el gatillo izquierdo, con lo que el protagonista asomar¨¢ t¨ªmidamente la cabeza para observar el panorama primero, y una vez tengamos el blanco a tiro, asomar una parte importante de su cuerpo al disparar. Este sistema de cobertura ofrece situaciones realmente espectaculares en plena lluvia de plomo; por ejemplo, Niko ser¨¢ capaz de correr hacia una pared o caja lanz¨¢ndose al suelo con una voltereta e impactando con su espalda en ¨¦ste, o utilizando el mismo bot¨®n, realizar movimientos evasivos. Un detalle interesante; ahora podremos derribar a enemigos dentro de veh¨ªculos si tenemos punter¨ªa suficiente para impactarles -tambi¨¦n puede suceder al rev¨¦s, que nos alcancen a nosotros-, con un buen rifle de francotirador o con el zoom que aportan varias de las armas. Igualmente podremos impactar en las ruedas de los coches para que ¨¦stos pierdan estabilidad.
Conducci¨®n temeraria
Robamos nuestro primer coche y comprobamos que la conducci¨®n ha sufrido una bienvenida revisi¨®n; ahora resulta m¨¢s acorde al tipo de veh¨ªculo que controlamos. Cada uno de los m¨¢s de 150 veh¨ªculos b¨¢sicos de GTA IV -turismos, utilitarios, furgonetas, camiones, motocicletas, lanchas, barcos, camiones, helic¨®pteros y el etc¨¦tera habitual- muestra una conducci¨®n exclusivamente dise?ada -mayor aceleraci¨®n, potencia, velocidad, estabilidad, agarre o facilidad para girar- junto a un comportamiento f¨ªsico coherente gracias al motor Euphoria cuyos resultados podremos comprobar en las colisiones -tambi¨¦n el ragdoll en los personajes que ahora salen despedidos por el cristal del coche, por ejemplo- y unos da?os en tiempo real que van desde las tradicionales roturas de lunas o p¨¦rdidas de cap¨® a ara?azos en la pintura, abolladuras o golpes en la direcci¨®n que afectar¨¢n directamente en la conducci¨®n del veh¨ªculo.
El control del coche se realiza pr¨¢cticamente igual; se acelera y se frena -tambi¨¦n se activa la marcha atr¨¢s- con los gatillos, A para el freno de mano, L3 para accionar el cl¨¢xon, el pad para cambiar las diferentes emisoras de radio y el gatillo secundario izquierdo para abrir fuego desde el interior del veh¨ªculo -rompiendo la ventanilla previamente-. El boton select cambia la vista entre cinco diferentes mientras que B activa la c¨¢mara cinem¨¢tica, en la que como si de una repetici¨®n de Gran Turismo se tratase, la perspectiva va cambiando ofreciendo vistas espectaculares mientras conducimos. Es bastante inc¨®modo, pero como nos comentaba uno de nuestros anfitriones, "sirve para relajarte y disfrutar del paseo por la ciudad mientras conduces".
Y sobre algo tan unido al coche como es la m¨²sica, a pesar de que hemos podido escuchar los estilos y canciones que incluir¨¢n las emisoras de la banda sonora de GTA IV, Rockstar nos ha pedido que no los mencionemos, ya que muy pronto se anunciar¨¢n todos los detalles en un comunicado tan al por menor como el estudio realiza en estas ocasiones.
El m¨®vil, conexi¨®n con el mundo
El tel¨¦fono m¨®vil es la forma que tendr¨¢ Niko de comunicarse con el resto de personajes del juego, y ser¨¢ una pieza muy importante. A trav¨¦s de ¨¦l se podr¨¢n aceptar o rechazar misiones, realizar contactos o quedar con nuestra chica para salir. Cada vez que conozcamos a uno de los mafiosos protagonistas, su n¨²mero quedar¨¢ guardado en nuestro listado de contactos para poder llamarle despu¨¦s o enviarle un SMS. El tel¨¦fono tambi¨¦n incorpora una agenda donde reflejar citas importantes para no olvidarnos, una moderna c¨¢mara de 5 megap¨ªxels -con la que podremos fotografiar cualquier cosa, especialmente a personas para despu¨¦s subir la foto al servidor de la polic¨ªa y verificar si esa persona tiene historial delictivo- y opciones desde las que cambiar cosas tan importantes como el tono de la llamada, los fondos del tel¨¦fono -ambos podr¨¢n descargarse con el m¨¦todo "politono al 555"- o activar la reproducci¨®n de m¨²sica en Mp3, gracias a la cual ya no tendremos que estar en el coche para poder disfrutar con ella.
El tel¨¦fono sirve adicionalmente como atajo para repetir una misi¨®n fallida. Tras fracasar recibiremos un SMS en el que se nos pregunta si queremos repetir. Si aceptamos, volveremos al inicio sin perder tiempo. Y como curiosidad, los di¨¢logos cambiar¨¢n ligeramente para darle frescura -por ejemplo, los protagonistas pueden hablar sobre un programa de televisi¨®n, el tiempo o un partido de f¨²tbol en cada una de las repeticiones de la misi¨®n-. El m¨®vil es tambi¨¦n la clave para iniciar las partidas multijugador de Grand Theft Auto IV, pero en esta ocasi¨®n nos hemos centrado en el modo individual, dejando los modos multiplayer para una nueva demo que tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo mes y donde tambi¨¦n estaremos presentes para cont¨¢roslo al detalle. Por cierto, que a lo largo del juego podremos cambiar de tel¨¦fono en varias ocasiones, adquiriendo diferentes terminales de distintas prestaciones.
IA mejorada para mantener la ley y el orden
Como no pod¨ªa ser de otro modo, los agentes de la ley estar¨¢n ojo avizor para garantizar la seguridad en Liberty City y castigarnos si la infringimos en base a las seis estrellas que ilustran la gravedad de la amenaza que representamos y la dureza de las unidades que participar¨¢n en nuestra b¨²squeda -coches patrulla, furgones blindados con escuadrones SWAT, helic¨®pteros de apoyo y hasta el ej¨¦rcito-. En nuestra inevitable experiencia desatando el caos en la ciudad -algo a lo que nunca ning¨²n seguidor de la serie puede resistirse en la primera partida- pudimos comprobar como la IA de los agentes ha mejorado exponencialmente cuando est¨¢n centrados en darnos caza, trabajando de forma coordinada, rode¨¢ndonos, dando cobertura a otros agentes y con otras rutinas de ataque francamente bien conseguidas. Igualmente la detecci¨®n de delitos es ahora implacable gracias a la colaboraci¨®n ciudadana, que denunciar¨¢ acciones delictivas aunque no haya ning¨²n agente cerca para darse cuenta de ello.
Durante las persecuciones podremos escuchar la frecuencia de la polic¨ªa por medio de un esc¨¢ner y analizar sus conversaciones, que son de lo m¨¢s peliculero, del estilo "sospechoso blanco de la europa del este vestido con pantalones vaqueros y chaqueta negra se dirige hacia el sur por la avenida Alley en un deportivo rojo". Esto nos obligar¨¢ a ser m¨¢s listos a la hora de escabullirnos. Ya no vale con esconderse en un rinc¨®n hasta que las aguas vuelvan a su cauce. Para escapar de su acci¨®n -que ahora se representa por un c¨ªrculo de diferente tama?o dependiendo de los efectivos que participen en la b¨²squeda, especialmente de un helic¨®ptero de seguimiento equipado con dos francotiradores- debemos desaparecer de su vista primero, cambiar de coche o ropa y salir de su radio de acci¨®n despu¨¦s. Por lo que hemos visto, decididamente ¨¦sta es la polic¨ªa m¨¢s dura de todo GTA, as¨ª que habr¨¢ que pens¨¢rselo dos veces antes de cometer delitos en p¨²blico.
Metro en Union Square. Taxi hasta Little Italy.
Adem¨¢s de los veh¨ªculos que podremos robar, como de costumbre, existen nuevas formas de transporte a utilizar en GTA IV. La primera es tan banal como el metro, ya que Liberty City cuenta con su propia red de tren -tanto subterr¨¢nea como a plena luz del d¨ªa-, que la recorre enteramente con un n¨²mero de estaciones y bocas tan amplio como en la misma Nueva York. Aunque ha sido un elemento que hemos descubierto en esta demo, no lo hemos podido explotar en nuestro acercamiento de esta semana. La segunda, que s¨ª hemos utilizado varias veces, es igualmente llana; coger un taxi. En presencia de uno de estos coches amarillos -como manda la tradici¨®n neoyorquina- pulsando un simple bot¨®n, Niko alzar¨¢ el brazo en ese gesto tan universal como inequ¨ªvoco, acompa?¨¢ndolo de un silbido, para que el veh¨ªculo se detenga para recogernos.
En ese momento entraremos en el taxi como un pasajero m¨¢s, en el asiento de atr¨¢s, observando el interior del veh¨ªculo con una vista en primera persona. Ser¨¢ entonces cuando debamos confirmar nuestro destino; podemos pedirle al taxista que nos lleve a un taller mec¨¢nico, una tienda de ropa, a un bar de copas, a casa de nuestra chica o a la localizaci¨®n exacta donde se est¨¦ desarrollando la misi¨®n actual. Una vez se inicie el trayecto, podremos contemplar las vistas desde el interior, siguiendo con una c¨¢mara subjetiva o saltar la escena si tenemos prisa, aunque en esta situaci¨®n, podemos decirle al buen hombre que corra m¨¢s, salt¨¢ndose sem¨¢foros y l¨ªmites de velocidad, como que cambie de emisora, por si no nos gusta la m¨²sica que lleva puesta. Por supuesto, los taxis no son gratis, y habr¨¢ que pagar por la carrera. No os asust¨¦is si veis tax¨ªmetros con importes de 100 y 200 d¨®lares. Liberty City es muy grande.
Niko se viste a la moda
Un hecho que nos dej¨® muy contentos fue descubrir el regreso de las tiendas de ropa que estrenamos en San Andreas. Niko puede acudir a cualquiera de las que habr¨¢ repartidas por toda Liberty City -cada una con su estilo diferente- y comprar las prendas que desee. Adem¨¢s se realiza de una forma muy natural. La tienda tiene sus productos por zonas y para comprobar su precio deberemos acercarnos al que deseemos, tras lo cual aparecer¨¢ en pantalla una descripci¨®n m¨¢s minuciosa, con el PVP. Si queremos esa prenda en concreto, aceptamos la compra, si queremos otro color o modelo, tendremos que seguir buscando por la tienda como lo har¨ªamos en la realidad. Hemos podido ver diversos tipos de pantalones, zapatillas, zapatos, botas, chaquetas militares, de traje, informales, gafas de sol o graduadas, sombreros, camisas, camisetas y jerseys.
Tambi¨¦n reaparece la comida; podremos comprar perritos calientes en un puesto callejero, hamburguesas o pizzas -y otros platos m¨¢s suculentos- en los restaurantes que encontraremos por la ciudad. Lamentablemente y como ya se conoc¨ªa, ¨¦sta no tendr¨¢ impacto en el f¨ªsico de Niko, que conservara su delgadez a lo largo de toda la historia, y servir¨¢ para restablecernos la salud ¨²nicamente. Esto elimina autom¨¢ticamente la faceta de desarrollo del personaje de la que goz¨® Carl Johnson y que permit¨ªa muscularlo, hacerlo un tirillas o sufrir obesidad m¨®rbida a base de comer fast-food.
Un homenaje a New York City
Liberty City es una ciudad impresionante. Su ¨¢rea total es la misma que toda la extensi¨®n de San Andreas, pero contando con que aqu¨ª estamos hablando de una ciudad repleta al mil¨ªmetro de edificios, sin extensiones de campo. Esta nueva recreaci¨®n de Nueva York que ha hecho Rockstar tras la que utiliz¨® para GTA III y Liberty City Stories incluye las zonas m¨¢s emblem¨¢ticas de la ciudad como Central Park, Times Square, la Estatua de la Libertad, el aeropuerto JFK, la catedral, el distrito financiero, el puente de Brooklin o los barrios habituales. Para desplazarnos por ella a mayor velocidad podremos utilizar dos medios de transporte: lancha o helic¨®ptero, adem¨¢s de veh¨ªculos robados, taxi o metro. Como ya se coment¨®, no habr¨¢ posibilidad de utilizar aviones en GTA IV, seg¨²n Rockstar, para garantizar una mayor fidelidad a la recreaci¨®n de NYC, ya que est¨¢ prohibido el tr¨¢fico a¨¦reo en todo Manhattan despu¨¦s del 9/11.
Golpe en la peque?a Jamaica
Una vez hemos invertido cerca de una hora probando las mec¨¢nicas del control simplemente, comenzamos nuestra partida con la primera misi¨®n seg¨²n el orden cronol¨®gico que mostrar¨¢ GTA IV, bautizada como 'Jamaican hit'. Los antecedentes nos muestran a un Niko Belic desenga?ado en su llegada a Estados Unidos tras comprobar que el sue?o americano que pretend¨ªa perseguir en Liberty City no existe. Para poder subsistir, se ve forzado a retomar sus antiguas ocupaciones como mercenario en un lugar en la que un hombre con sus habilidades est¨¢ m¨¢s que pluriempleado.
El primero de sus encargos, que le llega por medio de la agencia de su primo Roman, lo contrata Little Jacob, un traficante de armas jamaicano con un acento regge que le hace casi imposible de entenderle -benditos subt¨ªtulos-, y que busca que Niko elimine a unos compadres suyos con los que es ha enemistado. Esta reuni¨®n sirve como tutorial para aprender las mec¨¢nicas b¨¢sicas del juego y apenas presenta desaf¨ªo; s¨®lo hay que eliminar a cuatro jamaicanos en un callej¨®n donde tiene lugar un encuentro con LJ. Little Jacob ser¨¢ muy importante a lo largo del juego ya que se convertir¨¢ en nuestro proveedor de armas dada la ausencia de la m¨ªtica cadena de armas Amu-Nation en Liberty City.
La siguiente misi¨®n, 'Concrete Jungle' nos sigue poniendo al lado del Jamaicano. Tendremos que recogerle en su casa despu¨¦s de una noche de juerga y llevarlo en nuestro coche -mientras fuma algo de dudosa procedencia- para que nos indique la ubicaci¨®n de un almac¨¦n y un piso franco en los que lo que Niko tendr¨¢ que hacer lo que mejor sabe hacer; eliminar a todos los que all¨ª se encuentren. Aqu¨ª, en un violento tiroteo en el interior del piso podemos ver c¨®mo los escenarios son destructibles y c¨®mo se desintegran paredes y dem¨¢s objetos al recibir impactos de bala.
Vsevo jarosheva, tovarisch
Una vez que hemos cumplido con nuestro buen amigo jamaicano, algo que har¨¢ que nuestro 'friendship' con ¨¦l est¨¦ en valores altos -y as¨ª cuando solicitemos su ayuda v¨ªa m¨®vil, nos echar¨¢ un cable proporcion¨¢ndonos armas- nos dispondremos a seguir buscando trabajo como 'chico para todo freelance'. La siguiente misi¨®n, 'Final Destination' nos lleva a unos c¨ªrculos que Niko conoce muy bien; la mafia rusa. El peligroso mafioso Dimitri nos recibe en su local de strip-tease plagado de prostitutas para proponernos asesinar al quien ¨¦l cree que es el causante de que la polic¨ªa les est¨¦ pisando los talones en sus operaciones; un traidor que elige a dedo. En la secuencia cinem¨¢tica, fabulosa por cierto, queda claro que Dimitri es un paranoico y que el pobre traidor no es en realidad tal. Pero Niko s¨®lo obedece ¨®rdenes.
La misi¨®n nos lleva a vagar por una de las zonas de la ciudad, donde el traidor vive, para intentar localizarlo sin ¨¦xito. Hasta que recibimos un chivatazo por tel¨¦fono que afirma haberlo visto en una de las estaciones de metro. En ese momento tendremos que dirigirnos hasta ella r¨¢pidamente para encontrarlo y asesinarlo.
La familia es lo m¨¢s importante
En la historia de GTA IV Niko acabar¨¢ trabajando para todas las grandes bandas del crimen organizado de Liberty City, y esto incluye, c¨®mo no, a las familias italianas. En la pen¨²ltima misi¨®n que pudimos jugar, 'Hardboring a Grudge', el se?or Belic recibe una llamada de uno de los chicos italianos. Hay un cargamento de valiosos medicamentos gen¨¦ricos - literalmente "de esos que toman las amas de casa aburridas"- que ha llegado desde Europa al puerto y que va a ser distribuidos por los chinos. Formando equipo con el joven italiano, nos dirigimos al puerto, escalamos uno de los almacenes y desde el techo vemos c¨®mo descargan la mercanc¨ªa del barco a un cami¨®n.
Antes de que ¨¦ste deje el and¨¦n, lanzamos varias granadas, ametrallamos a los guardias que no han muerto en la explosi¨®n y con el rifle de francotirador cubrimos a nuestro compa?ero que baja a eliminar al conductor y a su acompa?ante. Esta misi¨®n fue especialmente dif¨ªcil, aunque espectacular por el cambio de los efectos climatol¨®gicos, que arrancaron con unas nubes intensas que acabaron en tormenta. La ¨²ltima de las misiones previstas para esta demo casualmente ya la hab¨ªamos efectuado hace unas semanas. Se trataba de 'Deconstruction for beginners', aquella que ya os contamos en nuestro segundo texto donde deb¨ªamos eliminar a matones de la mafia de un edificio en obras junto a otro importante personaje, el morenito Playboy X.
El arsenal de un mercenario
Ya sabemos lo indispensables que son las armas en GTA, y lo dif¨ªcil que ha sido realizar a?adidos a este apartado desde Vice City. En esta demo hemos podido contemplar la mayor¨ªa de armas del arsenal y lo cierto es que siguen lo que ya hemos podido ver anteriormente, con versiones actualizadas. Encontramos los pu?os para combate cuerpo a cuerpo, c¨®cteles Molotov, cuchillo de supervivencia, varios tipos de pistola, escopeta recortada, mini ametralladora uzi, diferentes rifles de asalto muy actuales y bien equipados, lanzacohetes, granadas de mano o el incombustible bate de b¨¦isbol. En total las que hemos visto pueden rondar las 18-20 armas diferentes, pero desde Rockstar nos dicen que podr¨ªa haber sorpresas en este apartado. De momento como novedad, se puede recoger cualquier objeto que est¨¦ a nuestra mano, en el suelo, y usarlo como arma arrojadiza.
M¨¢s libertad e innovaci¨®n en las misiones
Desde el estudio se quiso dejar claro que en GTA IV el jugador gozar¨¢ de m¨¢s libertad que en cualquier otro t¨ªtulo del g¨¦nero. La forma de cumplir las misiones quedar¨¢ enteramente a nuestra elecci¨®n. Por ejemplo, en 'Final Destination' , nos comentaban que la mayor¨ªa de los periodistas daban caza al objetivo persigui¨¦ndole con un coche, despu¨¦s de que ¨¦ste emprendiese su hu¨ªda, aunque otros utilizaron formas tan innovadoras como dispararle a las ruedas con un AK-47 para hacerle estrellarse, o alcanzarle con un disparo certero en la cabeza mientras conduc¨ªa en coche a m¨¢s de 300 metros con un rifle de francotirador, o aproximarse por su ruta de escape para cerrarle el paso antes de que ¨¦l nos detecte, o la que usamos nosotros, vaciar un cargador de nuestro rifle de asalto mientras bajaba las escaleras del metro, aunque nos llev¨¢semos por delante a tres inocentes ciudadanos y la polic¨ªa acudiese inmediatamente al lugar de los hechos.
Misiones innovadoras, guardadas con recelo.
Lo cierto es que estas misiones no ofrecen demasiada innovaci¨®n en los retos que proponen compar¨¢ndolas con todas las que hemos visto a lo largo de la saga. Por ello preguntamos en qu¨¦ direcci¨®n podr¨ªamos esperar novedad en los planteamientos de las mismas. Rockstar se muestra recelosa a revelar datos que puedan destripar las sorpresas que tienen preparadas con GTA IV -para que no suceda lo mismo que pas¨® con San Andreas- pero nos han adelantado algo que nos ha convencido bastante. Una de estas misiones de nuevo estilo nos propondr¨¢ como encargo asesinar a un prestigioso abogado de Liberty City que goza de unas medidas de seguridad inexpugnables.
Para poder llegar hasta ¨¦l deberemos aprovechar una oferta de empleo en su bufete para enviar un curr¨ªculum falso a trav¨¦s de Internet y esperar a que su secretaria nos llame d¨¢ndonos una cita. En ese momento tendremos que apuntar el d¨ªa y la hora en la agenda del tel¨¦fono m¨®vil para que no se nos olvide y nos recuerde el compromiso. Llegado el momento, habr¨¢ que comprar ropas acordes -?ponte traje!- y acudir al bufete corbata y maletin en mano, pasar los duros controles, escabullirnos de la sala de entrevistas y buscar al engominado abogado para liquidarlo.
Tambi¨¦n podemos confirmar que volver¨¢n las misiones secundarias, aquellas m¨ªticas de taxista, vigilante o conductor de ambulancias aunque con varios cambios. Por ejemplo, las de taxista se van a sustituir por trabajar en la agencia de limusinas de nuestro primo Roman Belic, quien a lo largo del juego nos llamar¨¢ por tel¨¦fono para ofrecernos trabajo con ¨¦l. Por cierto, se confirma que Niko podr¨¢ mantener tambi¨¦n relaciones sentimentales con mujeres, con quienes podr¨¢ quedar y tener citas, aunque no hemos podido probar esta caracter¨ªstica.
Pr¨®xima visita a R*, demo multiplayer de GTA IV
Y hasta aqu¨ª la mayor parte de nuestras experiencias jugando durante casi tres horas con Grand Theft Auto IV. Nos reservamos cosas que hemos visto y que todav¨ªa no podemos desvelar y otras que compartiremos con vosotros en nuestro MeriPodcast, aunque la mayor parte de los detalles que experimentamos con el t¨ªtulo han quedado reflejados en este texto. Si dese¨¢is ampliar la informaci¨®n, no dej¨¦is de visitar la web oficial de GTA IV, donde podr¨¦is conocer a varios de los personajes del t¨ªtulo, as¨ª como localizaciones de la ciudad, locales y hasta a su equipo de b¨¦isbol. El pr¨®ximo texto de GTA IV aqu¨ª en MeriStation cubrir¨¢ la parte multijugador del t¨ªtulo, que tendremos ocasi¨®n de probar muy pronto, y nuevamente en las oficinas de Chelsea.
- Acci¨®n
- Aventura
Grand Theft Auto IV aspira a convertirse en uno de los mejores juegos de la nueva generaci¨®n. Rockstar Games propone mediante Niko Bellic, el nuevo protagonista de la saga, simplemente, vivir una vida. Sin limitaciones, sin restricciones. Liberty City aguarda...
