Los cl¨¢sicos nunca mueren

Que Namco es una gran compa?¨ªa es un hecho que nadie discute. Y que haya facturado muchos de los juegos m¨¢s importantes de la Historia del ayer y del hoy tampoco es motivo de discusi¨®n.

Es probable que la deriva de la compa?¨ªa est¨¦ ahora enfocada en t¨ªtulos como Ridge Racer, Tekken, Time Crisis o Ace Combat, juegos extremadamente punteros y revolucionarios en su momento y que en la actualidad siguen gozando de notable ¨¦xito, pero hace m¨¢s 20 a?os la situaci¨®n era distinta, cuando el panorama l¨²dico no ten¨ªa absolutamente nada que ver con lo que es ahora. De este modo, Namco se est¨¢ preocupando de ense?arnos c¨®mo se jugaba y se disfrutaba durante esos pret¨¦ritos a?os con los pesos pesados que conformaban la primera l¨ªnea de juegos que, en la d¨¦cada de los 80, arrasaban en los salones recreativos. As¨ª pues, y una vez pasados por todas las plataformas de generaciones anteriores, ¨¦stos hacen acto de presencia en Nintendo DS bajo el t¨ªtulo de Namco Museum DS.

El plantel de este cartucho lo conforman los siguientes juegos: Pac-Man, Galaga, Xevious, Dig Dug II, Galaxian, Mappy y The Tower of Druaga. Hagamos memoria sobre cada uno de ellos:

Pac-Man. Probablemente el mejor videojuego de la Historia para el que suscribe. De desarrollo simple, tendremos que guiar a nuestro personaje -Comecocos- por un intrincado laberinto mientras vamos devorando los puntos que nos vamos encontrando por el camino. Asimismo, habr¨¢ cuatro de ellos que nos permitir¨¢n devorar a los distintos fantasmas que nos ir¨¢n persiguiendo durante todo el tiempo. Una vez nos hayamos comido todos los puntos, pasaremos de nivel.

Galaga, Xevious, Galaxian. Precursores del g¨¦nero conocido como 'Matamarcianos',  la historia se repite en cada uno de ellos. Hordas de inquietos alien¨ªgenas y con ganas de guerra pretenden jugarnos una mala pasada mediante la consabida invasi¨®n. Como respuesta, a nuestra disposici¨®n una nave que controlar con el ¨²nico objetivo de aniquilarlos a todos.

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The Tower of Druaga. Con notables influencias de Pacman, The Tower Of Druaga nos pone en la piel de un noble caballero que debe rescatar a su amada doncella de las garras de un drag¨®n. Los niveles, de estilo laber¨ªntico, estar¨¢n plagados de enemigos. Adem¨¢s, la ¨²nica manera de ascender de nivel ser¨¢ consiguiendo una llave para abrir la puerta de turno y en un l¨ªmite de tiempo estipulado. A nuestro favor, una espada y un escudo, aunque podremos conseguir durante el juego un pico que nos permita destruir los muros para acortar camino.

A todos los juegos ya mencionados habr¨¢ que destacar la inclusi¨®n de Pac-Man VS, conversi¨®n del juego aparecido en Gamecube, y que permitir¨¢ aprovechar las posibilidades online de nuestra port¨¢til.

Gr¨¢ficos y sonido cl¨¢sicos

A nivel global, la t¨®nica se repite en todos los juegos -a excepci¨®n de Pacman Vs, que ser¨¢ tratado de modo independiente-. Tanto los gr¨¢ficos como el sonido no han sufrido apenas ning¨²n cambio significativo al ser adaptados al hardware de la port¨¢til. Esto tiene su l¨®gica teniendo en cuenta que son conversiones directas de las recreativas originales, lo que supone una ventaja y a la vez, un inconveniente, puesto que se respeta el esp¨ªritu original del juego, pero a la vez el resultado es un tanto decepcionante.

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En cuanto al sonido, nos encontraremos con t¨ªpicas melod¨ªas para acompa?ar cada juego, pero con un resultado un tanto insustancial, al igual que los efectos. En conjunto, no hubiera estado de m¨¢s el haber aprovechado las ventajas de la mejora tecnol¨®gica en dicho aspecto. En el caso de Pacman Vs la situaci¨®n es diferente. Al tratarse de una evoluci¨®n de Pacman, los laberintos quedan representados mediante un motor gr¨¢fico en 3-D, lo que otorga algo m¨¢s de vistosidad, pero el resultado no llega a ser revolucionario. El sonido tambi¨¦n est¨¢ mejorado, pero es poco innovador.

Jugabilidad cl¨¢sica, diversi¨®n inmediata

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Al igual que el apartado t¨¦cnico, la jugabilidad no ha sufrido apenas variaci¨®n. Todos los juegos son sencillos de manejar, y aunque en algunos el desarrollo pueda ser m¨¢s simple que en otros, no ser¨¢ un problema hacerse con todos. No obstante, si el control pudiera llegar a suponer un engorro, en una de las pantallas podremos modificar las opciones de juego de cada uno de ellos, al igual que la configuraci¨®n de los botones, instrucciones sobre c¨®mo jugar, modificar determinadas opciones como n¨²mero de vidas, dificultad, obtener consejos y pistas, etc.

En cuanto a opciones, dispondremos de un modo Arcade, otro de demostraci¨®n para compartir -y jugar- contra otra persona y el modo Biblioteca, que nos permitir¨¢ escuchar las melod¨ªas originales de los distintos juegos a modo de reproductor. Tambi¨¦n se incluyen las descripciones de los mismos, las m¨¢ximas puntuaciones, los cr¨¦ditos, etc.

Sin embargo, la principal novedad que alberga el cartucho es la posibilidad de explotar las posibilidades que nos ofrece Nintendo DS. La doble pantalla est¨¢ muy bien implementada, utilizando una para el desarrollo de la acci¨®n, y la otra para consultar las diversas opciones. En el primer caso, podemos incluso orientar la pantalla de juego a nuestro gusto, al igual que estrecharla o ensancharla, colocarla en horizontal para aprovechar la longitud de la misma, etc.

El stylus tambi¨¦n tiene su papel en el cartucho, puesto que con ¨¦l podremos movernos por los men¨²s y submen¨²s de un modo muy intuitivo.

Por ¨²ltimo, las posibilidades online est¨¢n aseguradas al disponer del modo demostraci¨®n y de Pac-Man VS, aunque con limitaciones. A excepci¨®n de ¨¦ste ¨²ltimo, la opci¨®n de multijugador queda contemplada en un simple uno contra uno. Sin embargo, en Pac-Man VS tendremos la oportunidad de competir simult¨¢neamente con varios jugadores adoptando la piel de Pacman y los fantasmas.

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