Final Fantasy II: Anniversary Edition
- PlataformaPSP7
- G¨¦neroRPG
- DesarrolladorSquare Enix
- Lanzamiento07/02/2008
- TextoIngl¨¦s
- EditorSquare Enix
Quintaesencia de cl¨¢sico
Los or¨ªgenes de Final Fantasy son una vez m¨¢s expuestos, ahora convenientemente retocados para PSP. Final Fantasy I y Final Fantasy II proponen un viaje al pasado en el que se podr¨¢ descubrir c¨®mo comenz¨® una de las sagas m¨¢s importantes del mundo de los videojuegos.
Hay dos modos muy distintos de encarar estos an¨¢lisis de Final Fantasy I y II para PSP. Uno de ellos es el de rendirse a la nostalgia y al significado de este nombre en el mundo de los videojuegos, recalcar que aqu¨ª est¨¢n los or¨ªgenes y la esencia de una serie que ha capturado la imaginaci¨®n de millones de personas en todo el mundo y cuyo pasado, presente y futuro es siempre tema estrella en cualquier foro de videojuegos que se precie de serlo. Desde ese punto de vista, todos los pecados son perdonados y el cr¨ªtico no puede m¨¢s que claudicar ante juegos que no tienen necesidad de justificar sus decisiones de dise?o ni admiten comparaci¨®n con juegos modernos, como cl¨¢sicos est¨¢n por encima del bien por el mal.
Pero hay otro punto de vista, que es el de los fr¨ªos n¨²meros. Hay seis versiones distintas del mismo juego para Famicom, MSX2, Wonderswan, Playstation, GBA y ahora PSP -descontando la versi¨®n disponible para el servicio de telefon¨ªa m¨®vil japon¨¦s DoCoMo-. Adem¨¢s, la versi¨®n para GBA, Dawn of Souls, que incluye los remakes de FF I y II en el mismo cartucho, lo mismo que suced¨ªa con el remake Origins en Playstation -cuando en PSP encontramos Final Fantasy I y II separados a un precio de 30 euros cada uno-. ?D¨®nde qu¨¦ punto acaba el homenaje y empieza la explotaci¨®n comercial sin miramientos?
La cantidad actual de t¨ªtulos con el nombre 'Final Fantasy' de todo tipo de formas y colores es un fen¨®meno que se discute mucho entre defensores y detractores de la saga. Unos aplauden el que se reediten estos viejos cl¨¢sicos para aquellos que no los pudieron disfrutar en su d¨ªa -que en Europa son muchos, aunque cada vez menos- y defienden que son ofertas perfectamente v¨¢lidas teniendo en cuenta que siempre hay nuevos usuarios que quiz¨¢s quieran disfrutar de los or¨ªgenes de su reci¨¦n descubierta nueva serie favorita, o nost¨¢lgicos irremediables que no pierden una oportunidad de volver a jugar a los cl¨¢sicos de vez en cuando. Otros en cambio se quejan, y no les falta raz¨®n, del poco valor a?adido con el que se presentan estas ofertas. No es lo mismo ofrecer un remake que aproveche la potencia de cada m¨¢quina, tal y como se ha hecho con Final Fantasy III en DS o como se hizo con Dawn of Souls para GBA, que una versi¨®n que claramente no aprovecha la m¨¢quina en la que est¨¢ funcionando.
Y es que, si hubiera que hacer s¨®lo una cr¨ªtica a la oferta de Final Fantasy I y II en PSP, ser¨ªa sin duda al hecho de que son unas versiones muy levemente retocadas para una m¨¢quina como la port¨¢til de Sony, que ya ha ofrecido juegos de la talla de Crisis Core por no salirnos de saga o de compa?¨ªa. Realmente, lo ¨²nico que ofrecen estos dos t¨ªtulos es el mismo contenido que ya hab¨ªa en Dawn of Souls, con un redibujado de sprites para adaptarlos a la pantalla panor¨¢mica y en dos paquetes separados. El remake para GBA era un excelente producto lleno de valor a?adido que aprovechaba las m¨¢quinas para las que estaba destinado y que ofrec¨ªa un gran contenido, la oferta en PSP queda considerablemente lejos en todos los sentidos.
Dicho esto, que es de recibo decir de cara a que sepas exactamente qu¨¦ est¨¢s pagando, no se puede negar el minimalista encanto de dos t¨ªtulos muy diferentes que definen muy exactamente la naturaleza de esta saga. El primero era un juego con muy obvias influencias de Dragon Quest, una trama nulamente desarrollada y un sistema de evoluci¨®n por niveles bastante cl¨¢sico. El segundo en cambio constituye un cambio radical con respecto a su predecesor, ya que utiliza un sistema de experiencia completamente nuevo que reniega de los niveles y apuesta por darle valor a la experiencia. Es importante porque el cambio radical de mec¨¢nica de juego es en cada entrega es en la actualidad uno de los sellos distintintivos de esta eserie.
Las historias de ambos juegos no est¨¢n muy elaboradas, de hecho el primero es realmente b¨¢sico: cuatro h¨¦roes, cada uno con un cristal m¨¢gico, deben vencer el mal -nada demasiado emocionante-. Es en el segundo cuando empiezan a existir personajes algo m¨¢s complejos y con m¨¢s motivaci¨®n que la de 'ser los h¨¦roes', pero todav¨ªa no se perciben los elementos en la trama que m¨¢s tarde eclosionar¨ªan en algunas de las historias y personaje m¨¢s impactantes de la corta historia de los videojuegos.
El desarrollo de Final Fantasy puede poner a prueba la paciencia de incluso los m¨¢s apasionados de la escuela de rol japonesa. Sin objetivos muy claros y con un sistema de combate aleatorio en el que apenas puedes dar un par de pasos sin que aparezca alg¨²n enemigo. No hay una lista con objetivos, ni marcadores de direcci¨®n, ni transportes autom¨¢ticos -esto es la vieja y ruda escuela despu¨¦s de todo-, aunque la paciencia que hay que tener en este t¨ªtulo es considerablemente menor que la necesaria en el original de Famicom, que era mucho m¨¢s lento y tedioso debido a una serie de decisiones de dise?o cruciales. Por lo dem¨¢s, el desarrollo de personajes es muy t¨®pico y no ofrece apenas variedad o un elemento t¨¢ctico real m¨¢s all¨¢ de subir niveles y comprar nuevo equipamiento, ya que aqu¨ª las clases son fijas y apenas evolucionan a lo largo de la aventura -aunque hay varias combinaciones posibles para tu grupo, ya que al comienzo hay que elegir entre seis tipos de clases para los cuatro guerreros de la luz-.
Final Fantasy II es m¨¢s particular en su sistema de evoluci¨®n de personaje ya que no utiliza el concepto de niveles, sino que los cuatro h¨¦roes son capaces de aprender cualquier hechizo o arma, pero s¨®lo la pr¨¢ctica les permitir¨¢ mejorar en su uso. As¨ª, un hechizo de fuego s¨®lo puede mejorarse a trav¨¦s del uso continuado, lo que acaba convirtiendo al personaje en cuesti¨®n en un especialista -bastante limitado eso s¨ª-. En el original exist¨ªa el problema de que los jugadores m¨¢s listos pod¨ªan utilizar las habilidades entre su propio grupo, algo tremendamente aburrido que adem¨¢s era en muchos momentos imprescindible para poder superar los combates. La versi¨®n de PSP se ha creado una reestructuraci¨®n de ese sistema para hacer que funcione mejor, creando una mec¨¢nica m¨¢s elegante y menos dependiente de tener que subir niveles da?ando a tus compa?eros -aunque sigue siendo un juego frustrante en l¨ªneas generales y que requiere grandes dosis de paciencia-.
Aunque ya se ha mencionado el hecho de que los gr¨¢ficos no han evolucionado gran cosa desde Dawn of Souls en GBA, tampoco ser¨ªa justo no comentar que algo s¨ª se ha hecho: un lavado de cara. Adem¨¢s de redibujar los sprites para que no queden distorsionados en la resoluci¨®n de la consola de Sony, tambi¨¦n se han a?adido algunos efectos especiales para dar un extra de ambientaci¨®n a los pixelados escenarios y algo de energ¨ªa adicional a los efectos de combate. En combinaci¨®n con la excelente y remasterizada banda sonora, las sensaciones audiovisuales son buenas y tienen una agradable sensaci¨®n retro. T¨¦cnicamente est¨¢ muy por debajo de lo que podr¨ªa pedirse y se echa en falta el tratamiento de verdadera actualizaci¨®n realizado con Final Fantasy III, pero el resultado es aceptable si est¨¢s buscando un viaje en el tiempo -aunque es una l¨¢stima que ese proceso de elaboraci¨®n de sprites a medida no vaya acompa?ado de una animaci¨®n m¨¢s elaborada, ya que se han recreado algunos enemigos espect¨¢culares, que hubieran ganado bastante con movimiento-.
Adem¨¢s del redibujado gr¨¢fico, estos dos t¨ªtulos incorporan una mazmorra in¨¦dita de elevada dificultad como extra, que se suma a las novedades aparecidas en Dawn of Souls, adem¨¢s de algunos extras orientados a fans como ilustraciones de Yoshitaka Amano. El resultado final son dos t¨ªtulos muy largos y laboriosos, que requieren de un tipo de jugador espec¨ªfico para poder saborearlos sin atragantarse ya que la monoton¨ªa suele aparecer, especialmente cuando est¨¢s perdido por el mapeado sin saber muy bien qu¨¦ hacer y con nulos puntos de referencia.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.