El heredero de Marble Madness

Marble Madness fue un aut¨¦ntico cl¨¢sico lanzado en 1984 por el programador checo Mark Cerny. Usando una poco com¨²n perspectiva isom¨¦trica y ofreciendo una experiencia corta pero de lo m¨¢s desafiante, se convirti¨® en un imprescindible que a¨²n hoy forma parte del recuerdo de todo jug¨®n que se precie. De hecho, es un juego que se adapt¨® hace un par de a?os a la nueva generaci¨®n con Marble Blast Ultra, disponible en el bazar de Xbox Live.

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SwitchBall no deja de ser una extensi¨®n de lo ya conocido, pero ya sabemos que cuando una f¨®rmula es adictiva se suele incidir en ella. As¨ª, adaptando la tecnolog¨ªa f¨ªsica que nos proporciona esta nueva generaci¨®n, podremos seguir desarrollando nuestra astucia a trav¨¦s de un t¨ªtulo que ha sido lanzado tanto para PC como para el XBLA con un m¨¢s que buen resultado gracias a su esp¨ªritu cl¨¢sico y su variedad de misiones.

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En este caso, seg¨²n vayamos avanzando por los niveles iremos viendo c¨®mo la ambientaci¨®n cambia de tem¨¢tica. Las texturas son correctas, sin destacar en demas¨ªa dada la ausencia de v-sync en el motor. En lo referente al sonido, ¨¦ste no toma protagonismo en demas¨ªa, aunque ya sabemos que en estos casos lo m¨¢s conveniente es usar el reproductor incluido en nuestro aparato.

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Hay que tener en cuenta que los grandes protagonistas son, adem¨¢s de la gravedad, que ser¨¢ determinante si queremos llevar a buen t¨¦rmino nuestros prop¨®sitos, una serie de power-ups o modificaciones que transforman la bola en formas de lo m¨¢s variopintas. Al terminar, nuestra calificaci¨®n ser¨¢ entre oro, plata, y bronce, dependiendo  de lo veloces que hayamos sido.

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Lo malo es que el gran lastre que pudimos ver en Marble Blast Ultra sigue presente aqu¨ª; y es que, aunque sea complicado ejecutarlo exitosamente, la c¨¢mara nos pone las cosas a¨²n m¨¢s dif¨ªciles, teniendo que hacer algunos ¨¢ngulos muy rebuscados para no caer continuamente y sin remedio; te terminas acostumbrado, pero a veces puede llegar a frustrar. Del mismo modo, treinta niveles pueden llegar a ser escasos para los m¨¢s ¨¢vidos.

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El multijugador, por su parte, es de lo m¨¢s interesante. Tenemos tanto un modo cooperativo como otro competitivo con los que alargar la experiencia. Especialmente interesante es este primero, en el que ambos tendr¨¢n que coordinarse para llevar a buen t¨¦rmino las misiones haciendo, por ejemplo, pulsar ciertos botones para que nuestro compa?ero pueda continuar y allanarnos el camino a nosotros. El ¨²nico h¨¢ndicap de este apartado es la ausencia de un multijugador local.

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