Time Crisis 4, Impresiones

Time Crisis es una ya venerable saga dentro del mundo de los videojuegos. Siempre se ha caracterizado por un lanzamiento primero en recreativa y despu¨¦s en consolas Sony. Otro de los signos de identidad es la inclusi¨®n en la recreativa de un pedal para refugiarnos detr¨¢s de un objeto del escenario y as¨ª eludir el fuego enemigo.

El g¨¦nero de los juegos de pistola parece anclado en sus a?os dorados, los de la d¨¦cadas de los 80 y los 90. Namco es la ¨²nica compa?¨ªa de la industria que parece no darse por vencida y sigue sacando al mercado este tipo de juegos.

Pero los tiempos han cambiado y ahora las consolas de esta generaci¨®n piden mucho m¨¢s que antiguas f¨®rmulas repetidas hasta la saciedad. Es por ello que Namco ha optado por incluir en Time Crisis 4, el juego que nos ocupa, un nuevo modo de juego que emula la t¨ªpica acci¨®n en primera persona de un FPS, todo lo contrario de lo que ha significado esta saga a lo largo de los a?os. A?os en los que nos hemos dedicado a disparar sin preocuparnos por el desplazamiento por el escenario, ya que es autom¨¢tico.

Lo primero que sorprende cuando desembalamos el juego es la propia presencia de la nueva pistola GunCon 3. Adem¨¢s del t¨ªpico gatillo y algunos botones para compatibilizar su uso con el del mando, tenemos dos palancas anal¨®gicas que utilizaremos en el modo FPS. Tambi¨¦n el sistema de detecci¨®n ha cambiado. En vez de captar el barrido vertical de la televisi¨®n o monitor, ahora la pistola capta la luz infrarroja emitida desde dos emisores que situamos en ambos extremos de la parte superior de la pantalla. Este nuevo sistema compatibiliza la pistola con cualquier tipo de pantalla, ya que ahora no depende del rastreo de la misma.

Seg¨²n el manual, el ¨²nico l¨ªmite es el tama?o de la pantalla, que puede ser hasta de unas 50 pulgadas. Hemos probado el juego en una de 52 con resultados satisfactorios. Da la casualidad que ¨¦ste es justo el tama?o de la versi¨®n deluxe del arcade. Otro tema a tener en cuenta es la distancia a la que nos tenemos que colocar para que el sistema funcione correctamente. En nuestro caso, a unos 3 metros de la pantalla de 52 pulgadas.

Una vez introducido el disco, se produce una peque?a actualizaci¨®n de la consola y se nos invita a calibrar el arma. Para ello deberemos primero pulsar el gatillo. Acto seguido apuntaremos lo mejor posible a un punto de mira que aparacer¨¢ en pantalla. Tambi¨¦n se nos ofrece la posibilidad de hacer un calibrado m¨¢s preciso todav¨ªa.

Calibrada la pistola, es hora de jugar. Despu¨¦s de una presentaci¨®n, que es la misma que la de la recreativa, se nos ofrece el men¨² principal. Aqu¨ª, aparte de las t¨ªpicas opciones de este tipo de juegos, tenemos la posibilidad de jugar con el modo arcade (id¨¦ntico a la m¨¢quina original) o el modo de 'Misi¨®n Completa'. Se llama as¨ª porque realmente contiene toda la trama. Parece que el arcade s¨®lo es una parte de la misma. As¨ª que el que quiera saber toda la historia, tendr¨¢ que jugar a este ¨²ltimo modo.

Por cierto, la historia, como en todos los episodios de la saga, es diferente a las dem¨¢s entregas, con otros personajes y otras situaciones. Eso s¨ª, muy sencilla. Parece que Namco no quiere complicar al jugador con este tema. De todas formas, cumple con su objetivo. Una organizaci¨®n terrorista europea llamada W.O.L.F. ha robado un arma ultra secreta del ej¨¦rcito estadounidense y se dispone a transportarla al viejo continente de contrabando. El pent¨¢gono contacta con las autoridades europeas para intentar detener este acto y ¨¦stas env¨ªan a dos agentes, Giorgio Bruno y Evan Bernard (curiosos nombres). Los Estados Unidos, por su parte, asignan la misi¨®n a un hombre de confianza: el capit¨¢n William Rush. Su misi¨®n consistir¨¢ en neutralizar el transporte del arma y eliminar a los terroristas.

Probamos el modo arcade y efectivamente es la misma versi¨®n de la m¨¢quina que ya hemos probado en los 'game centers' de Tokio. Podemos elegir jugar con cualquiera de los dos agentes europeos, as¨ª como los 'continue' que queremos y el grado de dificultad. Decir que la precisi¨®n de la pistola es notable, mejor que en anteriores entregas. Como siempre, la ausencia del pedal se sustituye por un bot¨®n situado en la parte posterior del arma. Las primeras escenas transcurren en un aeropuerto de California. Para desacernos de los enemigos disponemos de cuatro tipos de armas: pistola, ametralladora, escopeta recortada y granadas. Algunos de los enemigos que eliminamos, vestidos de amarillo, nos proveeen con munici¨®n adicional para las armas. La ¨²nica que tiene munici¨®n ilimitada es la pistola. Cada situaci¨®n requiere de un arma determinada. En los primeros niveles se nos instruye sobre cu¨¢l es la adecuada en cada momento, pero estas gu¨ªas desaparecen en los niveles superiores, como era de esperar. Un aspecto significativo es que cada secci¨®n de juego tiene un tiempo l¨ªmite asignado. Tenemos que eliminar a todos los oponentes en ese tiempo, o perderemos una vida.

En gerenal este modo es una recompensa inmediata para el que busca acci¨®n sin interrupciones. Acci¨®n pura y directa. A medida que avanzamos, conseguiremos desbloquear una serie de extras como pistas de la banda sonora o 'continue' adicionales. Nada que objetar sino la falta de innovaci¨®n en la mec¨¢nica b¨¢sica de juego, inamobible desde hace tantos a?os.

Pero la aut¨¦ntica novedad la constituye el modo historia completa. Un modo, como ya hemos dicho, que incluye una mec¨¢nica de juego similar a los populares FPS. En este modo jugamos con el general estadounidense. Toda la acci¨®n se controla con la pistola. Conserva la din¨¢mica de apuntar y disparar, pero ahora podemos desplazarnos con libertad con los escenarios mediante uno de las palancas anal¨®gicas. La otra sirve para 'mirar' a nuestro alrededor. Otros botones nos permiten saltar, escondernos y realizar una serie de acciones complementarias. Hay que decir que el control es bastante complicado al principio y este es uno de los puntos negros de este modo. Los botones no est¨¢n colocados de la mejor manera posible, y a veces molestan m¨¢s que ayudan. Otra 'pega' que encontramos es que los escenarios est¨¢n realmente vac¨ªos y el modelado de los objetos es bastante pobre. Tambi¨¦n notamos alguna raqlentizaci¨®n cuando hay demasiados enemigos en pantalla. En general podemos decir que este modo supone una decepci¨®n. No es, ni de lejos, lo que ten¨ªa que haber sido.

Aparte de estos dos modos, tenemos la t¨ªpica galer¨ªa de tiro donde podremos poner a prueba nuestras dotes como tiradores profesionales en una serie de pruebas. Mediante la superaci¨®n satisfactoria de ¨¦stas conseguiremos desbloquear m¨¢s elementos del juego. Un complemento adecuado para alargar la vida a este producto.