D¨¦j¨¤ vu

Hablar de Ferrari Challenge es hablar de Race Driver: Create & Race. Es bastante curioso c¨®mo un mismo juego puede ser lanzado por dos compa?¨ªas diferentes con distinto nombre, pero b¨¢sicamente as¨ª ha ocurrido. Lo cierto es que no es el primer caso, ya que los estudios son los propietarios de su tecnolog¨ªa y las editoras de las licencias, y como ejemplo reciente tenemos el salto de Harmonix al paraguas de EA con Rock Band abandonando Activision, que tuvo que buscar un nuevo desarrollador para la tercera entrega de Guitar Hero. 

Siendo estrictos, no se puede afirmar que Ferrari Challenge sea id¨¦ntico a Race Driver, ya que ¨¦ste cuenta con algunas mejoras en el manejo del veh¨ªculo y los modos de juego son diferentes, pero las sensaciones al conducir son las mismas y b¨¢sicamente estamos visitando los mismos circuitos.

Simplemente se trata de una forma f¨¢cil y probablemente barata para System 3 de lanzar una versi¨®n decente de su videojuego en Nintendo DS acompa?ando a las de sobremesa. Ferrari Challenge acierta donde fallaba Race Driver, pero desgraciadamente tambi¨¦n ocurre al contrario y nos encontramos ante un juego corto, que carece de multijugador por Internet y cuyo n¨²mero de pistas se ve dr¨¢sticamente reducido.

Retoques visuales

El modelado de los Ferrari en este juego presenta un nivel aceptable para ser DS, aunque algo mejorable. Las texturas son m¨¢s simples al ser colores planos, lo que los hace poco vistosos, pero se puede reconocer perfectamente los veh¨ªculos reales a los que representan. Sin embargo, en los coches de los contrarios el nivel baja notablemente en cuanto nos alejamos un metro, ya que cuanto m¨¢s lejos m¨¢s pobremente se muestran. Un truco usado para reducir la carga gr¨¢fica pero mal implementado porque se ve de forma demasiado evidente.

Los circuitos han ganado en detalle y ahora se muestran muchos m¨¢s elementos en pantalla, lo cual contribuye en parte a que el juego se mueva algo justo de fotogramas por segundo, no logrando transmitir del todo la sensaci¨®n de velocidad de ir a m¨¢s de 200 Km/h. De hecho, se puede llega a producir algo de "popping".

Las m¨²sica del juego se queda en los men¨²s, debiendo conformarnos con escuchar los motores de los coches en carrera que var¨ªan seg¨²n el modelo, eso s¨ª. Se hace un buen aprovechamiento del est¨¦reo y el efecto envolvente de los altavoces de DS y en todo momento sabemos si un coche se nos acerca por la izquierda o la derecha, para cerrarlo si procede. Las voces,, por otro lado, est¨¢n ¨ªntegramente en ingl¨¦s, aunque apenas escuchamos a nadie dirigirnos la palabra durante el juego.

Adi¨®s a la simulaci¨®n

Race Driver pretend¨ªa ser el primer simulador de conducci¨®n de Nintendo DS, pero se qued¨® lejos de conseguirlo. Ferrari Challenge es claramente un arcade, as¨ª que este sistema le viene como anillo al dedo. Tambi¨¦n se han eliminado los da?os, potenciando a¨²n m¨¢s esta idea.

A?adido a esto, se ha eliminado el principal problema de Race Driver, la imposibilidad de ver una curva hasta que ya est¨¢s encima. En ese juego hab¨ªa que conducir pr¨¢cticamente mirando todo el tiempo en la pantalla de abajo para anticiparse a la curva que se aproximaba y en esta ocasi¨®n ya no es necesario. Para ello, simplemente se ha inclinado un poco m¨¢s la c¨¢mara y ampliado la visi¨®n del horizonte acercando un poco la posici¨®n del veh¨ªculo a la parte de abajo de la pantalla. Se ha eliminado una de las c¨¢maras frontales y ahora s¨®lo queda una perspectiva por delante del coche.

Si seguimos explorando Ferrari Challenge como una mejora de una supuesta entrega previa, tanto la Inteligencia Artificial como la f¨ªsica de las colisiones siguen sin convencer, aunque en esta ocasi¨®n los contrarios no estorbar¨¢n tanto yendo por su cuenta completamente. De todos modos, est¨¢ completamente predefinido c¨®mo va a quedar cada posici¨®n tras cada carrera y los coches siguen siempre una trazada fija.

Como no puede ser de otro modo, el Rumble Pak se aprovecha de manera excelente, como ya ocurriera en Race Driver. Seg¨²n el tipo de terreno sobre el que vaya el veh¨ªculo (especial menci¨®n al paso sobre los pianos), el accesorio golpea de un modo u otro, variando el ritmo acorde a la velocidad que llevemos.

Como extra a agradecer, se ha introducido un minijuego de cartas de coches con todos los modelos lanzados por Ferrari denominado "Challenge Cards". Seguramente m¨¢s de uno lo jug¨® de peque?o, pero la explicaci¨®n para los que no tuvieron ocasi¨®n es muy sencilla: cada jugador tiene un mazo que no puede ver y siempre coge la primera carta. El que ha ganado la baza anterior elige una categor¨ªa, que puede ser la velocidad punta o el a?o de fabricaci¨®n entre otras, y se mira a ver qui¨¦n tiene el mejor valor, llev¨¢ndose las cartas de los contrarios. Simple pero entretenido y adem¨¢s con posibilidad de jugar con un amigo.