Mejorando lo presente

Pursuit Force fue uno de los primeros juegos en llegar a PSP despu¨¦s de su tard¨ªo lanzamiento en Europa y uno de los t¨ªtulos m¨¢s valorados en dicho lanzamiento, ya que era uno de los primeros juegos que no s¨®lo hab¨ªa sido dise?ado exclusivamente para la consola, sino que adem¨¢s no era heredero de alguna licencia conocida, lo que era novedad en una plataforma que empez¨® su andadura demasiado apegada al nombre 'Playstation' y por tanto heredando muchos de los nombres m¨¢s conocidos de la plataforma.

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Aunque eso puede suponer una ventaja, lo cierto es que las diferencias entre las port¨¢tiles y las consolas fijas son muy profundas, m¨¢s de las que dictan las apariencias, y no es raro ver que hay ciertos tipos de juegos cuyo ¨¦xito en plataforma dom¨¦stica no se traslada del todo bien a una plataforma port¨¢til, independientemente de la potencia del sistema. Por eso es importante tener en cuenta la naturaleza de la plataforma a la hora de plantear un juego y por ello Pusuit Force destac¨®: no s¨®lo estaba desarrollado en exclusiva para PSP, tambi¨¦n estaba dise?ado pensando en ella.

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Regreso a Ciudad Capital

La idea era sencilla: manejando a un super-polic¨ªa  con licencia para todo menos para fallar, hab¨ªa que recorrer diferentes porciones de Ciudad Capital eliminando todo tipo de amenazas de las cinco grandes facciones del crimen organizado operativas. Para conseguirlo hab¨ªa que completar peque?as pero intensas fases en las que se combinaba la acci¨®n y la conducci¨®n para conseguir una experiencia pr¨¢cticamente arcade: mucha intensidad sin grandes complicaciones de vida y en peque?as dosis, buenos elementos para un juego port¨¢til que adem¨¢s ten¨ªa la virtud t¨¦cnica a su favor para mostrar algo que era simplemente inaudito en una port¨¢til hace unos a?os.

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Por supuesto, con el tiempo y la familiaridad con la plataforma de Sony, el factor sorpresa de los gr¨¢ficos en PSP queda ligeramente atenuado -salvo gran competencia t¨¦cnica y/o art¨ªstica del estudio-. Y a pesar de ese factor, Pursuit Force sigue siendo un juego espectacular en muchos sentidos, lo que dice mucho del trabajo original. Ahora su segunda parte tiene la complicada tarea de continuar con esos valores de producci¨®n y aumentarlos para lograr un efecto similar al que consigui¨® su predecesor.

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M¨¢s y mejor

El resultado en general se puede calificar de satisfactorio, Pursuit Force: Extreme Justice es un efectivo trabajo en el que se consigue mejorar el original en diferentes apartados y no s¨®lo relacionados con los gr¨¢ficos -aunque las diferencias en este apartado son menos evidentes-. Si bien no revoluciona ninguno de los pilares fundamentales del original, la secuela se contenta con ofrecer una experiencia m¨¢s completa y satisfactoria sobre esos mismos pilares, lo que lo convierte en una buena alternativa para los amantes del primero y en una versi¨®n definitiva para los que no lo disfrutaron en su d¨ªa.

La premisa de Extreme Justice es exactamente la misma: unos 50 casos que resolver en el que hay que cumplir misiones de distinta naturaleza contra las actividades del crimen organizado en Estado Capital, dividido en esta ocasi¨®n en seis facciones -las cinco conocidas m¨¢s una nueva-. El tono del juego es marcadamente exagerado y dirigido al puro entretenimiento, por lo que las facciones tienden a ser estereotipos un tanto rid¨ªculos pero divertidos -como las Vixen, unas amazonas de la carretera generosas de escote y mala uva-. No es un juego que pueda ser tomado en serio ni lo pretende, aunque tampoco es que consiga ser especialmente divertido ni tampoco hay atisbos de ellos, alg¨²n peque?o toque de humor aqu¨ª y all¨¢, pero nada que aporte personalidad extra al juego, demasiado satisfecho con su mec¨¢nica de acci¨®n pura como para preocuparse de esos detalles.

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Los casos tienden a ser cortos y est¨¢n dise?ados para soltar algo de adrenalina r¨¢pidamente, por lo que son extremadamente lineales y bien delimitados, obligado al jugador a atender s¨®lo a lo que tiene enfrente de sus narices. Mientras se va esquivando el tr¨¢fico conduciendo el veh¨ªculo tambi¨¦n hay que disparar a los rivales e intentar ponerse a su alance, momento en el que aparecer¨¢ un icono indicado que el agente bajo tu control puede saltar, lo que le llevar¨¢ a saltar de un veh¨ªculo a otro y ofrecer¨¢ la posibilidad de acribillar a los criminales del veh¨ªculo de forma m¨¢s f¨¢cil, pudiendo de paso seguir controlando el veh¨ªculo para seguir la caza.

Misiones variadas e intensas

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No todas las misiones son iguales, y si bien las de eliminaci¨®n con el desarrollo comentado son bastante comunes, hay otras posibilidades. Al igual que el original,  Extreme Justice ofrece multitud de mec¨¢nicas de juego y situaciones diferentes, e incluso va m¨¢s all¨¢. Misiones de protecci¨®n, escolta, objetivos diversos, enemigos por tierra, mar y aire? algunas estructuras en los casos son familiares, pero se ha trabajado en crear situaciones distintas en todo momento para crear una campa?a m¨¢s variada, lo que se ha conseguido. La din¨¢mica de disparos -con apunte autom¨¢tico y posibilidad de rotar entre enemigos- se mantiene igual y adem¨¢s tambi¨¦n regresa las porciones de acci¨®n a pie, que han mejorado mucho enteros con respecto a las mismas secciones en Pursuit Force, gracias a un control mucho m¨¢s efectivo y a una c¨¢mara menos robotizada.

Pero si hay algo en la estructura de las misiones que s¨ª que ha cambiado de forma evidente son los jefes, que en Pursuit Force carec¨ªan de entidad mientras que aqu¨ª han cobrado una nueva dimensi¨®n. Ya no son un enemigo m¨¢s sino que ahora montan en veh¨ªculos de gran tama?o y potencia de fuego, por lo que los intentos de acabar con ellos son m¨¢s elaborados y utilizan secuencias pregrabadas -los conocidos QTE-. El resultado es bueno, aunque tampoco se logra crear esta vez unas batallas demasiado ¨¦picas.

No sin mis colegas

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Una de las grandes novedades de esta entrega es la aparici¨®n de compa?eros, personajes que van apareciendo a medida que se completan los casos y que, controlados por la I.A, ayudar¨¢n a cumplir las misiones usando habilidades espec¨ªficas y propias. Es un cambio muy importante ya que uno de los problemas de Pursuit Force es que pod¨ªa volverse muy ca¨®tico con muchos enemigos en pantalla desde diferentes ¨¢ngulos, por lo que los compa?eros ayudan a crear una sensaci¨®n m¨¢s controlable y llevadera. A pesar de ello, algunos casos siguen siendo frustrantes tal y como pasaba con el anterior juego, ya que se han vuelto a usar elementos como contadores de tiempo, que dejan muy poco margen de error al jugador; s¨ª es cierto que proporcionan un extra de adrenalina y evitan el acomodamiento, pero tambi¨¦n es cierto que pueden llegar a desesperar.

Esta situaci¨®n cambia con la bienvenida incorporaci¨®n de un completo modo multijugador, que es otra de las grandes novedades del juego ya que el anterior carec¨ªa de ¨¦l. Hasta cuatro jugadores pueden jugar a diferentes modalidades en cooperativo o enfrentados entre s¨ª como criminales y polic¨ªas, lo que a?ade un elemento muy importante de rejugabilidad. En el modo cooperativo es f¨¢cil comprobar como algunas de las misiones que antes parec¨ªan dif¨ªciles en solitario se convierten en bastante asequibles, ya que aunque la I.A hace un trabajo correcto, es otro jugador humano a tu lado el que puede marcar la diferencia. Situaciones como las de dos jugadores asaltado el mismo veh¨ªculo, o cuando un jugador conduce y el otro dispara, son ilustrativas del grado de diversi¨®n que es capaz de generar el juego de BigBig en este modo. L¨¢stima que s¨®lo admita multijugador local a trav¨¦s de Ad Hoc y no tenga modo online a trav¨¦s de Infraestructura, pero al menos es una opci¨®n m¨¢s disponible y que merece la pena.

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En lo que respecta a los gr¨¢ficos, Extreme Justice mantiene los mismos valores que su antecesor, aunque con un aspecto m¨¢s acabado y personajes m¨¢s definidos. La sensaci¨®n de velocidad y la variedad de veh¨ªculos sigue estando ah¨ª, y adem¨¢s con el aliciente de que se han mejorado ostensiblemente los problemas de ghosting, creando una experiencia m¨¢s n¨ªtida y por ello m¨¢s impactante. Tambi¨¦n hay que decir que, visto el trabajo con juegos como God of War o Crisis Core, Extreme Justice ya no impacta tanto como lo hac¨ªa su antecesor. Los gr¨¢ficos no ofrecen una sensaci¨®n evidente de mejora entre ambas versiones y, aunque sigue siendo un nivel alto, ya no est¨¢ a la altura de los mejores de la plataforma.

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