Final Fantasy XI: Wings of the Goddess
- Plataforma360PC7
- G¨¦neroRPG
- DesarrolladorSquare Enix
- Lanzamiento22/11/2007
La guerra de los cristales
La cuarta ampliaci¨®n del mundo permanente Vana 'Diel viene cargada de novedades enfocadas al jugador veterano. En ella, vemos los eventos que preceden a la llamada guerra de los cristales a la vez que se agregan numerosas quests, territorios, as¨ª como el Dancer y el Scholar, las nuevas clases disponibles.
Ese peque?o acto rebelde que fue Final Fantasy XI, alej¨¢ndose de lo que es la l¨ªnea general de la serie y situ¨¢ndose en el ¨¢mbito de los mundos persistentes, ya lleva un lustro en activo. Y, pese a que pudo parecer arriesgado en un principio, con el paso del tiempo se ha demostrado que goza una buena salud, como bien indica la cifra de m¨¢s de 500.000 cuentas activas en sus servidores. En Europa, no obstante, no la situaci¨®n es un poco precaria si la comparamos con otras regiones.
An¨¢lisis). Esta ¨²ltima, adem¨¢s, fue la que introdujo el t¨ªtulo a la consola de Microsoft, haci¨¦ndolo especial por ser el primero de Square Enix que trabaja con ellos y por unir a jugadores de diversas plataformas dentro de este g¨¦nero, bastante limitado a los compatibles.
Ahora tenemos esta cuarta actualizaci¨®n, con m¨¢s novedades que pretenden distraer a los habitantes de estos reinos virtuales durante bastante tiempo. En ella, se profundiza en el pasado ocurrido antes de la Guerra de los Cristales. Asimismo, se a?ade una cantidad considerable de nuevos -y no tan nuevos- territorios, m¨¢s quests y dos clases nuevas como son el Scholar y el Dancer.
El mayor problema, presente ya en su momento, se encuentra en sus yermos terrenos, carentes de detalle alguno y dilatados hasta la extenuaci¨®n. Resulta m¨¢s un problema l¨²dico por la cantidad de minutos que desperdiciaremos yendo de un lado para otro, pero lo cierto es que a la vista est¨¢ lejos de competir con algunos exponentes modernos.
Por otro lado, los nuevos territorios no sufren esta dolencia. Son m¨¢s detallados por lo general, los cambios en las zonas conocidas hacen bastante bien, se agradecen, y los nunca vistos se han ambientado fenomenalmente. Esto es un contraste a comparaci¨®n de lo ya conocido, pero la homogeneidad del conjunto se mantiene dentro de unos l¨ªmites, por lo que esta diferencia no es acusada.
Los modelos tampoco han sufrido cambio alguno desde hace cinco a?os, lo que ya se nota. Ni una nueva raza, ni mayores opciones de personalizaci¨®n? nada. S¨®lo nuestro ropaje, que por cierto tampoco ha aumentado lo suficiente, nos diferenciar¨¢ de otros usuarios. Por suerte, las razas est¨¢n excelentemente dise?adas desde una base, aunque basadas en otros mundos fant¨¢sticos, ya sean de la propia saga o ajenos.
Musicalmente no hay duda de que las composiciones siguen excelentes dados los c¨¢nones tan poco creativos del g¨¦nero en este sentido. Y las nuevas escenas, como siempre, mantienen cierto h¨¢lito inconfundible bastante satisfactorio. Adem¨¢s, ha habido ciertos cambios por parte de actualizaciones como el agradecido modo en ventana, que sustituye a la obligada pantalla completa que tantos problemas dio en el pasado.
En este caso se profundiza en el pasado, en los eventos ocurridos antes de la m¨ªtica Guerra de los Cristales. De este modo veremos lo que ha configurado los territorios tal como los conocemos, las causas, las alianzas y las enemistades. Y no s¨®lo eso: lo podremos vivir en primera persona, viajando a trav¨¦s del tiempo para revisitar todo lo que ya conoc¨ªamos desde una perspectiva bastante dispar.
No s¨®lo habr¨¢ cambiado nuestro territorio, claro. Los llamados 'beastmen' ten¨ªan otra apariencia anta?o, adem¨¢s de otros temibles monstruos in¨¦ditos, y habr¨¢ elementos que s¨®lo podamos conseguir all¨ª. Adem¨¢s, las batallas a esa enorme escala har¨¢n delicias de los fans m¨¢s ac¨¦rrimos de la historia. Igualmente tendremos nuevos territorios que expandir¨¢n sin dejar ninguna sensaci¨®n de d¨¦ja v¨´, ¨²nico inconveniente de esta tan bien manejada idea.
Nuevas clases har¨¢n su aparici¨®n, tambi¨¦n. El llamado 'Dancer', de mec¨¢nica parecida al Bardo, tendr¨¢ la misi¨®n de ayudar a su grupo induciendo estados al enemigo o inflingi¨¦ndole da?o. El 'Scholar', mientras, tendr¨¢ una mayor versatilidad, como es el caso del 'Red Mage', mezclando estilos diversos de magia y manteni¨¦ndose al margen en las batallas, aunque con una autonom¨ªa m¨ªnima en caso de encontrarse s¨®lo.
En general, estas implementaciones resultar¨¢n muy interesantes a aquellos que hayan aprovechado hasta m¨¢s no poder todo aquello que ofrec¨ªa tanto el juego original como sus otras expansiones, lo cual es complicado dado el ritmo lento que ¨¦ste lleva. Se han hecho actualizaciones, algunas de ellas bien enfocadas, pero es inevitable comprobar c¨®mo las mayores carencias que ven¨ªan aquejando a la comunidad contin¨²an manteni¨¦ndose.
Adem¨¢s, el balance de clases es dif¨ªcil. Las nuevas adiciones ser¨¢n agradecidas, de eso no cabe la menor duda, pero establecen l¨ªneas muy delgadas entre las ya existentes. Quiz¨¢s era el camino a seguir, pero las mezclas podr¨ªan haberse ahorrado en pos de una mayor optimizaci¨®n de las caracter¨ªsticas ya existentes. A¨²n es muy dif¨ªcil avanzar r¨¢pidamente, encontrar grupo, hacer unas buenas negociaciones en la 'Auction House', etc?
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.