SOCOM: Tactical Strike, Impresiones

El auge de los juegos b¨¦licos parece no tener fin, y pese a que son pocos los ejemplos en los que el g¨¦nero ha salido bien parado en PSP, Sony lo vuelve a intentar por medio de su franquicia SOCOM, esta vez totalmente centrada en el sigilo y en la estrategia, respaldada por un buen motor gr¨¢fico a sus espaldas.

El sobrenombre de este UMD no podr¨ªa ser m¨¢s expl¨ªcito; Tactical Strike. SOCOM fue la serie encargada de abrir el panorama online de PlayStation 2, un juego de acci¨®n t¨¢ctica muy bien acogido por los aficionados cuyo objetivo principal era demostrar la fluidez del servicio y obviamente lo que era capaz de de ofrecer la consola a la hora de mover un gran motor gr¨¢fico por Internet sin sufrir ralentizaciones o considerables tiempos de carga. Varias secuelas se encargaron de mejorar el resultado final del primer exponente de la saga, incluso lanz¨¢ndose a port¨¢til con un resultado final notable.

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La explosi¨®n de los juegos b¨¦licos que se ha producido en las consolas de sobremesa ha revolucionado un g¨¦nero que hasta hace pocos a?os no albergaba t¨ªtulos de peso, o al menos no contaba con ninguna obra maestra remarcable que recordar a la postre, lo cual quiere decir que en muy poco tiempo se han creado numerosas formas de llevar a escena un juego de acci¨®n de este calibre, sin tener que renunciar por ello a menor realismo o diversi¨®n.

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Tactical Strike recoge el rebufo de esta revoluci¨®n, ahondando en la estrategia a la par que se emplea un motor gr¨¢fico muy notable, por debajo de otros t¨ªtulos de reciente producci¨®n, pero lo suficientemente detallado como para impresionar por momentos, algo que unido a una cantidad muy considerable de CGI's y de conversaciones para narrar el hilo argumental otorgan a la aventura un ambiente muy logrado. Slant Six Games ha optado por emplear a cuatro SEALs para la acci¨®n, dividi¨¦ndolos en dos grupos -Alfa y Bravo- y oblig¨¢ndonos a comandarlos mediante acciones puntuales.

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La acci¨®n desde otro punto de vista

Esta decisi¨®n elimina casi por inercia todo rastro de acci¨®n desenfrenada, como s¨ª suced¨ªa en Ghost Recon, principalmente debido a que el ritmo de juego tiende a ser pausado y no concede muchas posibilidades a la hora de afrontar los combates ante un determinado n¨²mero de enemigos, tal es el dise?o de los mapeados y la escasa IA de los cuatro miembros que controlamos, que tira por tierra todo el esfuerzo logrado en las acciones combinadas entre los dos grupos de ataque.

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Tomamos el control de los personajes con la c¨¢mara en tercera persona, sin opci¨®n rotativa y siempre limit¨¢ndonos al contorno del soldado que hayamos escogido. Los botones L y R nos permiten cambiar entre ambos escuadrones o seleccionar a un miembro en concreto para desplazarlo hacia la zona deseada. El quid del movimiento se basa en un peque?o icono transparente que requeriremos para toda acci¨®n que realicemos, desde caminar hasta disparar. Los soldados no se pueden mover libremente por el escenario, por lo que toda decisi¨®n que tomemos ha de ser analizada cautelosamente para no perder a un miembro en combate.

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Commandos en 3D

El sistema de juego no dista mucho de un Commandos en 3D, con los men¨²s accesibles manteniendo pulsados los botones cuadrado o c¨ªrculo y con m¨²ltiples opciones t¨¢cticas para derribar puertas, atacar al enemigo o simplemente para escondernos sin ser vistos. Podremos asesinar a navajazos a alg¨²n enemigo sin ser vistos o atacar frontalmente, es decisi¨®n nuestra, pero como coment¨¢bamos anteriormente el UMD se enfoca hacia la cautela, y la elevada dificultad del mismo se hace eco de ello. Un tiroteo a bocajarro significa una muerte segura.

Distraer al enemigo con Alfa para liquidarlo con Bravo o lanzar una granada mientras nuestros compa?eros disparan son s¨®lo algunas de las opciones de las que disponemos para evitar ser eliminados, pero no son suficientes para paliar la estupidez supina de ambos escuadrones: no les importa colocarse justo donde el enemigo les puede alcanzar, ni tampoco levantarse repentinamente y abandonar el sigilo al que les hemos impuesto. Si no fuese por este peque?o detalle, la posibilidad de efectuar un comando y poner a nuestro soldado en espera hasta que la situaci¨®n sea favorable o simplemente el sistema de control har¨ªan del juego una delicia.

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Terroristas sudamericanos

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Nuestro objetivo como SEALs es detener un atentado rebelde producto de una facci¨®n terrorista -c¨®mo no- sudamericana, liquidar cuantos m¨¢s enemigos posibles y poner fin al conflicto con la vida del cabecilla de la insurgencia. La historia se narra a trav¨¦s de conversaciones radiof¨®nicas en las que nos ir¨¢n indiciando qu¨¦ hacer en cada momento y hacia qu¨¦ punto dirigirnos, con la ayuda de un ¨²til mapa al que podremos acceder mediante la tecla select, todo un acierto.

Antes de comenzar nuestra aventura tendremos que elegir el pa¨ªs de procedencia de nuestro escuadr¨®n, cambiando autom¨¢ticamente el idioma en el que se recitan las ¨®rdenes. Por ejemplo, si elegimos el espa?ol toda conversaci¨®n se realizar¨¢ en dicho idioma; lo mismo con Alemania, Corea, Francia..., es un detalle m¨¢s ?elegante' que ¨²til, pero despu¨¦s de todo refleja muy bien el esp¨ªritu detallista del juego, tambi¨¦n reflejado en el apartado gr¨¢fico y musical.

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Especialmente en el gr¨¢fico vemos el mimo que comentamos, pues salvando algunos escasos ejemplos, todo el entramado luce un nivel de detalle muy bien recreado, sin miedo a representar todo tipo de explosiones y otros efectos sin perder un ¨¢pice de calidad en las texturas, a las que s¨®lo se les puede achacar un exceso de pixelaje que quiz¨¢s se hubiese solventado con un suavizado de texturas. Es poco probable de cara a la versi¨®n europea, pero nunca est¨¢ de m¨¢s intentarlo.

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Mismas misiones, nuevos enemigos

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Junto al modo Campa?a, en el que tambi¨¦n cabe destacar la inclusi¨®n de repetir las misiones con enemigos y objetivos re-situados, encontraremos el modo online, que posibilidad de realizar las misiones con dos PSP bien conectadas entre s¨ª o por la red, adem¨¢s de disponer de varios modos de dificultad y de puntuaciones al final de cada misi¨®n, en forma de reto para aquellos que quieran obtener los mejores resultados posibles en cada modo de dificultad, algo francamente complicado.

Con todo, es evidente que Tactical Strike propone una premisa clara y sencilla, aplicando la estrategia como pilar fundamental que pese a contar con un n¨²mero de defectos muy a tener en cuenta es entretenido, lo que con el apoyo de los gr¨¢ficos y de los modos multijugador promete divertir a los aficionados del g¨¦nero. La inteligencia artificial y otros problemas de mayor importancia podr¨ªan llegar a lastar un producto en apariencia muy bien conseguido. A¨²n queda tiempo para comprobarlo, hasta su salida por nuestras tierras, que se prev¨¦ antes de navidades.

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