Contra 4, Impresiones

.Pese a que ahora God of War, Heavenly Sword o Ninja Gaiden est¨¦n en alza, hubo un tiempo en los que la acci¨®n era muy diferentes. Metal Slug fue el mejor sucesor de la saga Contra, una maravilla creada por Konami a finales de los 80 que consigui¨® hacerse un hueco entre miles de jugones con el fant¨¢stico Super Contra y sus posteriores secuelas. Ahora, coincidiendo con el vig¨¦simo aniversario de la saga, llega una nueva entrega de la misma a Nintendo DS.

Contra 4 arranca dos a?os despu¨¦s del ¨²ltimo, con la paz anclada en la memoria colectiva y lejos de ser impuesta de nuevo. La humanidad ha sido casi reducida y, en un preciso instante, cuatro guerreros, salvadores del pueblo, intentar¨¢n acabar los enemigos. Aqu¨ª empieza el juego, dirigiendo a nuestro h¨¦roe hacia una isla de Nueva Zelanda donde comenzar¨¢ la ofensiva.

Desde el primer minuto el juego empieza fuerte. La mec¨¢nica y el esp¨ªritu de la serie siguen intactos, lo que significa que estamos ante un arcade en 2D en avance lateral en el cual iremos barriendo la pantalla de enemigos de todo tipo que intentar¨¢n frenar nuestro avance, usando todo lo que tienen a su favor para conseguirlo.

La dificultad puede ser regulada antes de empezar a jugar entre f¨¢cil, normal y dif¨ªcil, lo cual ayudar¨¢ a los m¨¢s novatos a introducirse f¨¢cilmente en la mec¨¢nica del juego. Tendremos que esquivar decenas de granadas, disparos, evitar que nos ataquen f¨ªsicamente y saltar abismos, todo esto al mismo tiempo la mayor¨ªa de las veces.

Los reflejos son lo principal en un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas y Contra 4 se asegura de que estemos al 100% cuando nos ponemos a sus mandos. Haciendo uso de una curva de dificultad envidiable, la primera pantalla es poco m¨¢s que un pasatiempo que sirve a modo de tutorial y de carta de presentaci¨®n.

Es una jungla con pocos sitios por donde caerse y apenas mercenarios actuando como enemigos, que sirven como antesala a lo que aparece m¨¢s adelante. Una m¨¢quina que lanza misiles de fuego es s¨®lo el primer enemigo duro que afrontaremos, un peque?o jefe que sirve de preparativo al monstruo final, una imponente m¨¢quina met¨¢lica que lanza rayos de energ¨ªa y disparos al mismo tiempo.

No puede decirse que sea dif¨ªcil de derrotar, ni que su patr¨®n de ataque sea tan imaginativo como los de anta?o; pero teniendo en cuenta que es s¨®lo el primero, es perfecto. El segundo ya pone las cosas m¨¢s dif¨ªciles, abusando de su poder para hacer bajar las vidas del jugador.

Por suerte en esta ocasi¨®n contamos con un buen n¨²mero de armas a nuestra disposici¨®n. Desde l¨¢sers, hasta pistolas normales, escopetas, lanzallamas o misiles teledirigidos, por citar s¨®lo unas pocas. La forma de obtenerlas vuelve a ser un gui?o a los juegos cl¨¢sicos: mediante los power ups que sirven de potenciadores.

La 'novedad' m¨¢s significativa a nivel jugable es la inclusi¨®n del modo multijugador con una ¨²nica tarjeta. S¨ª, Contra ya ten¨ªa multijugador, pero en un t¨ªtulo como este tiene el doble de valor. Eso s¨ª, Konami no ha decidido ponerle opciones Online, lo cual habr¨ªa sido un punto a favor muy a destacar.

Gr¨¢ficamente es un juego cuidado, con sprites peque?os pero suficientes y fondos bien construidos. Siendo lo m¨¢s llamativo en este aspecto los jefes de final de nivel, y visto lo que hemos visto, podemos estar seguros de que la compa?¨ªa ha cumplido con creces sin haber aportado un nivel t¨¦cnico que explote el sistema.

De hecho, la t¨¢ctil no se usa casi nunca y la ¨²nica diferencia entre un Contra en GBA o este de DS, adem¨¢s de la mayor definici¨®n de sprites, es que usa ambas pantallas para mostrar una vista panor¨¢mica del escenario. Nada m¨¢s. El apartado sonoro tampoco hace aguas, contando con algunas melod¨ªas bien compuestas y FX suficientemente dignos.