Alien Vs Predator: Requiem

Al estreno mundial de la nueva entrega cinematogr¨¢fica de Alien Vs Predator se une la adaptaci¨®n de marras para PSP. En un intento de revivir el cl¨¢sico aparecido hace a?os para PC, Sierra nos ofrece la particular misi¨®n de un Depredador destinado a salvar el planeta Tierra.

Largo tiempo ha pasado desde que Sierra lanzase al mercado Alien Vs Predator, un FPS que nos ofrec¨ªa la posibilidad de controlar a cualquiera de las tres especies aparecidas en el juego, esto es; marines, aliens o depredadores. Cada cual contaba con sus particularidades, distintas armas y movimientos especiales, carne de ca?¨®n para un multijugador poco conseguido aunque suficiente para atraer a cientos de aficionados.

Dadas las circunstancias, y tras una nefasta adaptaci¨®n a la gran pantalla, la franquicia ha vuelto a tomar relevancia gracias al lanzamiento de la continuaci¨®n de la pel¨ªcula reci¨¦n mencionada. Lejos de entrar en detalles sobre la producci¨®n de la misma, era de esperar que Sierra aprovechase el tir¨®n para colocar en el mercado un videojuego basado en el cl¨¢sico juego de PC que antes os coment¨¢bamos. Con el sobrenombre ?Requiem' y dotado de jugosas novedades, lo cierto es que este nuevo AVP, pese a no tener mucho que ver con sus antecesores en lo que a sistema de juego respecta, es un interesante t¨ªtulo a seguir para los amantes de la serie.

Un depredador contra el mundo
AVP es ante todo un videojuego simple, tanto por su concepto de juego como por la interfaz y sistema de juego del mismo, alejado de grandes complicaciones y sin ¨¢nimo de impresionar o lograr novedades que aporten algo nuevo al g¨¦nero. Para empezar, s¨®lo controlaremos a un Depredador enviado a la Tierra con el prop¨®sito de impedir una invasi¨®n alien¨ªgena, sin m¨¢s motivo aparente que el de proteger a la humanidad.

La historia se narra en peque?as tomas cinematogr¨¢ficas, bien generadas con el propio motor del juego o mediante CGIs de calidad sobresaliente, no sin alcanzar el nivel de grandes super producciones de reciente aparici¨®n. Sin embargo, no existe apenas di¨¢logo dentro de dichas escenas, conoceremos nuestros objetivos por medio de los t¨ªpicos mensajes previos a la misi¨®n y poco m¨¢s, lo cual deja a la historia en un plano obviamente secundario.

Con un s¨®lo Depredador como protagonista las acciones se condensan mucho m¨¢s que en anteriores entregas, a la postre que la c¨¢mara en tercera persona dota al juego de otro aire muy distinto al de sus hermanos mayores. El h¨¦roe de turno goza de las habilidades familiares de su especie, desde el ca?¨®n de hombro hasta las m¨²ltiples visiones especiales -t¨¦rmica, de investigaci¨®n, rastro Alien...-, indispensables para cumplir los requisitos de cada misi¨®n, que generalmente consisten en proteger cierto pueblo o destruir pruebas de la existencia de la raza invasora.

Armado hasta los dientes
Como dec¨ªamos, el Depredador que controlamos goza de un n¨²mero bastante considerable de artilugios tecnol¨®gicos, inclusive la pantalla con opci¨®n para curarnos, aunque no se puede decir lo mismo de la cantidad de ataques puestos a nuestra disposici¨®n. El abanico de movimientos se reduce a un lento ataque con garras o al disparo con ca?¨®n, impreciso y poco poderoso, algo que nos obliga continuamente a tener que afrontar los encuentros cara a cara.

Existen otras opciones secundarias a emplear en los combates, como pulsar el bot¨®n equis en un determinado momento para evitar un ataque enemigo y tomar ventaja sobre ellos, o incluso la posibilidad de aplicar la primera persona para ?fijar' un blanco y obtener puntos de honor por ello. Puntos de honor que, como suele suceder en estos casos, podremos emplear para mejorar armas y ampliar su potencia.

La acci¨®n se da de forma continuada, ajustada al simple control del stick an¨¢logo y a una c¨¢mara que aguanta el tir¨®n sin ofrecer muchas bondades, salvando la posibilidad de girarla mediante los botones L y R. Durante la partida nos veremos obligados a combatir a decenas de enemigos que nos atacan de distintas maneras, empleando t¨¢cticas y dificult¨¢ndonos cuantiosamente continuar con la aventura. No s¨®lo combatiremos, sino que tambi¨¦n ser¨¢ menester aplicar alguna habilidad espec¨ªfica, como el camuflaje, para pasar desapercibido entre los Seres Humanos.

Sin dejar rastro
Si coment¨¢bamos que el modo historia no posee un argumento destacable y que la acci¨®n primaba sobre todos los dem¨¢s aspectos, pasa exactamente lo mismo en los dos modos restantes de juego que nos ofrece el UMD. El primero de ellos, al m¨¢s puro estilo de un multijugador, nos coloca en un mapa elegido a nuestro antojo -siempre y cuando lo hayamos desbloqueado previamente- para dar caza a todo ser viviente que atente contra nosotros, y as¨ª conseguir puntos para establecer records y obtener algunos extras.

El multijugador propiamente dicho gira entorno al mismo sistema de este reci¨¦n comentado, aunque fluye considerablemente bien teniendo en cuenta la calidad gr¨¢fica del juego, sin duda loable y con efectos especiales muy interesantes, l¨¦anse los distintos modos de vista, los CGIs o los mapeados, inspirados en el ambiente post-b¨¦lico que tan de moda est¨¢ hoy d¨ªa, con tonos austeros y sin colores llamativos salvo en las explosiones o en las animaciones de los personajes secundarios, muy bien recreados.

?Una adaptaci¨®n m¨¢s?
AVP Requiem nos deja un sabor de boca agridulce tras las primeras horas de juego, quiz¨¢s en parte por la expectaci¨®n creada por los medios sobre la calidad t¨¦cnica y jugable de un UMD que, a decir verdad, en poco o nada destaca sobre muchos otros ya asentados en el mercado. La ambientaci¨®n que se ha logrado para la ocasi¨®n s¨ª es digna de menci¨®n, as¨ª como la cantidad de opciones del Depredador, que si bien no son cuantiosas s¨ª que es llamativo ver el esmero con el que se ha tratado al personaje central.

Algunas acciones aisladas como saltar o escalar, o simplemente activar un panel son aqu¨ª un mero tr¨¢mite para el jugador, y se cumplimentan casi autom¨¢ticamente pulsando el bot¨®n destinado a tal efecto. La exploraci¨®n gana aqu¨ª algunos enteros, lacrada por el corto espacio de algunos mapas y la oscuridad general que reina el ambiente. Son todos detalles que hablan por s¨ª solos de la clase de juego que pretende ser AVP, lejos como dec¨ªamos de grandes pretensiones.

Queda a¨²n algo m¨¢s de un mes para que el juego aterrice en nuestras tierras, acompa?ados por el film del que toma el nombre, pero de momento podemos vaticinar que estamos ante uno de esos casos en los que la licencia y la popularidad de la misma pesa m¨¢s que la calidad del juego en s¨ª, aunque como tambi¨¦n hemos repetido en alguna que otra ocasi¨®n; nunca se puede menospreciar la simplicidad siempre y cuando vaya acompa?ada de una buena raci¨®n de diversi¨®n tras de s¨ª.