Turning Point: Fall of Liberty, Impresiones
Recorremos el primer acto de este dram¨¢tico futuro alternativo ambientado en unos a?os cincuenta donde los nazis se han hecho con Europa y van a por Estados Unidos. Encarnando a un simple obrero que se ver¨¢ superado por la situaci¨®n, comprobamos cu¨¢nto puede dar de s¨ª esta original idea.
Una ma?ana tranquila en Nueva York. Trabajando en tu andamio, observas el esplendor de la metr¨®poli con una tremenda tranquilidad? que se ve rota cuando comienzas a ver aviones con esv¨¢sticas sobre ti y explosiones a tu alrededor. Ahora s¨®lo puedes hacer una cosa: sobrevivir.
Entre la pl¨¦tora de shooters que van llegando mes a mes, hay un g¨¦nero especialmente saturado y con necesidad de una clara renovaci¨®n: los ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Aunque hemos aprendido una lecci¨®n de historia que nunca olvidaremos -a ver qui¨¦n no se acuerda ya de la playa de Normand¨ªa o de la toma de Stalingrado-, es fundamental que se busquen nuevas maneras de explorar el ambiente de un conflicto como experiencia jugable.

Curiosamente, es de mano de uno de esos contribuyentes a este sub-g¨¦nero de donde encontramos un intento por desmarcarse del resto y ofrecer algo fresco. Spark Unlimited, estudio que trabaj¨® en el reciente Call of Duty: Finest Hour, nos propone que dejemos volar la imaginaci¨®n situ¨¢ndonos en una futurible invasi¨®n por parte de los nazis a los Estados Unidos en los a?os 50, despu¨¦s de la total conquista de Europa.

El rol que nos tocar¨¢ desempe?ar en este caso es el de una persona com¨²n; un obrero que se ve obligado a tomar las armas para deshacerse de los invasores, involucr¨¢ndose con la ¨²ltima resistencia del pa¨ªs formada ¨ªntegramente por ciudadanos como ¨¦l. Parece cuanto menos curioso que se rompa el clich¨¦ y sea en suelo americano donde libremos nuestras batallas principalmente.

Para descubrir hasta qu¨¦ punto debemos sucumbir a las expectativas, hemos podido recorrer ¨ªntegramente uno de los tres actos que compondr¨¢n el producto final, los cuales estar¨¢n divididos por su condici¨®n en la historia -en el primero escapamos, en el segundo nos reagrupamos y en el ¨²ltimo contraatacamos- y por el emplazamiento de la acci¨®n -Nueva York, Washington D.C. y Londres-.

Del argumento conocemos todas sus bases -si no quer¨¦is revelaciones grandes, pasad de p¨¢rrafo-. En ¨¦l veremos c¨®mo nuestro protagonista viaja hasta Washington esperando que all¨ª se mantenga una m¨ªnima oposici¨®n contra el r¨¦gimen, pero se descubre que se ha colocado a un falso presidente nazi al poder, el cual hace rendirse al pa¨ªs inmediatamente. Tendremos entonces que volar la Casa Blanca por los aires para asesinar al impostor. Por desgracia, se descubre que desde Londres est¨¢n terminando de crear la bomba at¨®mica, as¨ª que no quedar¨¢ otro remedio que introducirse en territorio enemigo.

Los tres niveles desvelados dentro de dicho cap¨ªtulo, el primero con el tutorial de rigor y dos m¨¢s, son suficientes para desmenuzar en detalle lo que nos ofrece Turning Point, que es una ambientaci¨®n bastante lograda y una apuesta por la variedad en su mec¨¢nica. De modo que pong¨¢monos serios y seamos part¨ªcipes de lo que es la ¨²ltima esperanza de la humanidad?
La caida de la libertad
Comenzamos sobre la estructura de un edificio a medio construir, desde la cual observamos las primeras consecuencias de la tragedia: estructuras colaps¨¢ndose, aviones silbando sobre nuestras cabezas y unos cuantos paracaidistas es la avanzadilla de lo que se nos viene encima. Para llegar al suelo comprobamos c¨®mo funciona el sistema de agarre, usando B cerca de algunos salientes o escaleras. En muchas ocasiones tendremos que realizar secciones de este tipo que son localizables porque emiten una peque?a luz parpadeante.

Nuestro primer nazi est¨¢ distraido con su paracaidas. Pulsando de nuevo B cerca de ¨¦l estar¨¢ a nuestra merced, listo para hacer las acciones cuerpo a cuerpo del juego. Podemos matarle directamente o usarle como escudo humano. Esto ¨²ltimo es ¨²til cuando est¨¢s entre grupos de enemigos, pero a su vez nuesto h¨¦roe se desestabiliza, no puede recargar y s¨®lo puede usar su pistola. Tambi¨¦n, y s¨®lo en ciertos momentos, disfrutaremos de asesinatos contextuales como tirar a alguien al vac¨ªo, por ejemplo.

Este primer nivel de huida es espectacular por la ambientaci¨®n de la que hace gala. Vemos el m¨ªtico Empire State junto a otros edificios -las Torres Gemelas no exist¨ªan en los 50, por si alg¨²n curioso se lo pregunta- deshacerse en pedazos, a la imparable maquiner¨ªa nazi moverse por todas partes, gente corriendo de un lado a otro? ciertamente da la sensaci¨®n de que estamos ante algo que nos supera enormemente y de lo que no podemos escapar.

El lado negativo lo encontramos en el detalle y en el modelado de personajes. Las texturas por lo general las hemos notado de un nivel bastante pobre, propiciado seguramente por la intenci¨®n de retratar grandes encuentros. Los soldados del Reich, por su parte, adem¨¢s de que son todos exactamente iguales, se mueven de forma algo rob¨®tica y err¨¢tica. No es el caso de nuestro protagonista, que cumple sobradamente en lo que a calidad se refiere.

Continuando nuestra fren¨¦tica huida ya nos hicimos con un par de metralletas. Las armas que hemos disfrutado hasta ahora son pocas, pero existe una gran diferencia entre las del pa¨ªs asaltante y las de Estados Unidos. ?stas ¨²ltimas, que se limitan a la t¨ªpica Tommy Gun y poco m¨¢s, no tienen nada que ver con los modelos alemanes, mucho m¨¢s potentes y que est¨¢n basadas en bocetos reales que se hicieron pensando en un futuro desarrollo. Como ya es normal, s¨®lo podremos llevar dos al mismo tiempo.

En el ¨²ltimo tramo de este nivel comenzamos a atisbar mayor resistencia de la normal, con una mayor presencia hostil y mejor organizada. Seg¨²n pudimos saber, su inteligencia no est¨¢ hecha por 'script' -esto es, programada para que haga siempre lo mismo-, sino que busca lugares potencialmente ¨²tiles a los que puede ir y los sopesa seg¨²n la ocasi¨®n. Este sistema est¨¢ importado directamente de Gears of War, as¨ª que os pod¨¦is hacer una idea de c¨®mo trabajan en este aspecto.

Llegamos hasta el m¨ªtico metro de Nueva York, no sin antes haber sudado lo nuestro. Reunidos con el resto de supervivientes, se ha organizado una barricada que da paso al siguiente nivel. Nuestro objetivo ser¨¢, en esta ocasi¨®n, aguantar las sucesivas oleadas hasta que ya no podamos m¨¢s y tengamos que retroceder inevitablemente, puesto que la historia as¨ª lo dispone.
Las diferencias del primer nivel a este son abismales. Mientras que en el otro nuestra prioridad era abrirse camino como uno buenamente pueda, aqu¨ª lo que prima es el saber hacer para poder sobrevivir al envite. Recordando mucho a Call of Duty, haremos uso de granadas -de hecho, el indicador de cu¨¢n cerca est¨¢s de ellas es id¨¦ntico al del otro trabajo de Spark- y de una torreta siempre que sea posible. Lo malo est¨¢ en lo irreal de la IA rival en esta situaci¨®n; se lanzan indiscriminadamente a por ti sin ninguna precauci¨®n, viendo c¨®mo absurdamente se acercan a tu punto de mira. A¨²n as¨ª y en el modo de dificultad m¨¢s f¨¢cil, no resulta una empresa sencilla completarlo.

Pero de una forma u otra lo conseguimos, llegando de una pieza hasta la primera parte nocturna, de corte mucho m¨¢s sigiloso. En el primer tramo pasamos por una zona llena de zeppelines cuyas luces proyectaban a la calle. Si nos expon¨ªamos, recib¨ªamos los consecuentes disparos por su parte. Entrelazando esto con un par de segmentos de habilidad, usando de nuevo el m¨¦todo de agarre, comprobamos el serio cambio que existe de un nivel a otro. Habr¨¢ que comprobar si esto se mantiene durante los tres actos.

El rifle de francotirador no tard¨® en hacer su aparici¨®n, poseyendo incluso un primitivo sistema de infrarrojos -en la Segunda Guerra Mundial de verdad no se llevaban por lo costosos y pesados que resultaban implementarlos- a trav¨¦s de los cuales detect¨¢bamos a los tiradores del otro bando, que no eran pocos. Con paciencia -nos pareci¨® un poco lioso el guiarnos por los rayos de luz- y uno a uno, hicimos buena cuenta de ellos y caminamos con un poco m¨¢s de tranquilidad.

Est¨¢bamos ya cerca del tren que nos llevar¨ªa a Washington. Para dejar atr¨¢s a las fuerzas invasoras de una vez por todas, tuvimos que hacer uso del lanzacohetes para echar abajo un zeppelin. La escena fue el punto ¨¢lgido de lo que se nos pudo mostrar, sobre todo por el aumento del frenetismo y porque resulto impagable ver al coloso caer a nuestros pies, levantando una nube de polvo enorme. Y as¨ª fue como sobrevivimos a la gran ciudad.

En lo que se refiere al aspecto musical, Michael Giacchino, afamado compositor que ha creado las melod¨ªas de series como Perdidos y Alias, adem¨¢s de pel¨ªculas como la reciente Ratatouille o videojuegos como Medal of Honor: Airbone y Black, se ha encargado de orquestar la ambientaci¨®n pertinente para transmitir el esp¨ªritu de los 50 con melod¨ªas de un nivel exquisito, con pasajes generalmente oscuros, fren¨¦ticos.

Por ¨²ltimo, comentar que a¨²n no se ha querido desvelar nada acerca del modo multijugador y que se espera que la campa?a dure entre diez y doce horas para los m¨¢s experimentados. Tambi¨¦n sabemos que cuando llegue al mercado el d¨ªa 8 de Febrero lo encontraremos completamente localizado a nuestro idioma para PS3, Xbox 360 y PC. Os daremos toda la informaci¨®n posible sobre este prometedor t¨ªtulo hasta entonces.
Turning Point: Fall of Liberty
- Acci¨®n