Civilization Revolution, Impresiones
Probamos la primera incursi¨®n de la saga m¨¢s famosa de Sid Meier en videoconsolas. Con una est¨¦tica diferente y un control adaptado al mando, comprobamos si el esp¨ªritu de la saga se mantiene intacto.
Probamos la primera incursi¨®n de la saga m¨¢s famosa de Sid Meier en videoconsolas. Con una est¨¦tica diferente y un control adaptado al mando, comprobamos si el esp¨ªritu de la saga se mantiene intacto.
?Qui¨¦n iba a decirnos hace cinco a?os que estar¨ªamos hablando de un Civilization exclusivo para videoconsolas? Parece una broma, pero as¨ª es. Sid Meier es un forofo confeso de las plataformas de sobremesa, y al fin se ha decidido a dar el salto definitivo con este subtitulado 'Revolution'.
Las dudas son muchas, sin duda. Cambiar en un g¨¦nero como es la estrategia un rat¨®n y un teclado por un controlador puede ser un procedimiento casi dram¨¢tico, sobre todo cuando sabemos la cantidad ilimitada de accesos directos y dem¨¢s filigranas que podemos hacer en los compatibles. Pero nuestro hombre no lleva precisamente dos d¨ªas en la industria; sabe lo que hace.
Es cierto que ya se han hecho acercamientos exitosos, como el reciente Command & Conquer 3: Tiberium Wars, pero en su contra est¨¢ que son adaptaciones dise?adas de un sistema a otro, con lo que no son totalmente efectivas. Esta vez el desarrollo es espec¨ªfico para 360, PS3, Wii y Nintendo DS, de forma se han removido los cimientos y comenzado desde cero. Para comprobar hasta qu¨¦ punto se ha hecho justicia al nombre, hemos accedido a una beta muy b¨¢sica donde pudimos ver las bases del nuevo sistema, y, por supuesto, del control. Nuevos aires para una saga cl¨¢sica.
No hemos podido comprobar si la sensaci¨®n de que todo se ha 'comprimido' un poco es tal, pero s¨ª que aseguramos la misma grandeza a la hora de tratar la jugabilidad. Por lo que parece, se ha eliminado con esta reducci¨®n de terreno la longevidad de las partidas, acort¨¢ndolas sensiblemente. Eso s¨ª, a¨²n no sabemos es si existe la posibilidad de poder cambiar esto en caso de quererlo.
Las unidades y los 'consejeros', que requerir¨¢n de nosotros constantemente, tienen un nivel de detalle y animaciones bastante notable. Cada civilizaci¨®n y cada sub-tipo de habitantes dentro de ellas -legi¨®n, soldado, colonos, esp¨ªas?- tienen su propia indumentaria, y en las batallas veremos peque?as cinem¨¢ticas bien tratadas. Los edificios siguen esta t¨®nica, adem¨¢s de que tanto el territorio como la 'niebla' cuando desconocemos una zona hacen un conjunto bastante interesante a la vista.
Los gatillos, por ¨²ltimo, ajustan el zoom mientras que el resto de botones sirven a acciones contextuales. Nos aparecer¨¢, en cuanto esa unidad sea la activa, un peque?o men¨² contextual donde nos dicen cu¨¢l es la funci¨®n de cada bot¨®n el pad digital lo tenemos para navegar por los men¨²s que aparecer¨¢n en pantalla. Dado que la acci¨®n no es en tiempo real, no dependeremos de una gran velocidad para hacernos con la victoria, pero a¨²n as¨ª el resultado es bastante din¨¢mico.
Jugablemente el contenido sigue siendo el mismo aunque el continente haya cambiado. Tenemos las civilizaciones hasta la expansi¨®n Beyond The Sword con un representante de cada una de ellas -v¨¦ase Cleopatra para los egipcios, Ghandi para los indios o Genghis Khan para los mongoles- y todos los tipos de unidad que ¨¦sta inclu¨ªa. El sistema es el mismo: llegar a hacerte con la victoria mendiante el militarismo, la cultura, o la tecnolog¨ªa, entre otros.
Los cambios no est¨¢n tanto en el qu¨¦ como en el c¨®mo. As¨ª, los aldeanos trabajar¨¢n por su cuenta, distribuy¨¦ndose seg¨²n convenga en las tareas. De todas formas, si quieres distribuirlo t¨² manualmente podr¨¢s hacerlo. Tambi¨¦n, como dec¨ªamos antes, est¨¢ la figura del consejero, que aparecer¨¢ continuamente para pedir tu decisi¨®n sobre varios aspectos, que van desde c¨®mo llamar a un r¨ªo que acabas de descubrir a tu situaci¨®n dipl¨®matica o qu¨¦ mejoras importantes quieres hacer.
La batalla mueve escasos par¨¢metros: uno para el ataque y otro para la defensa. El factor aleatorio existe, aunque no est¨¢ indicado. Las unidades pueden ser programadas para que se vayan moviendo a donde t¨² se?ales, tardando un 'cuadro' por turno -eso s¨ª, existen excepciones-. A su vez, para evitar engorros, se ha creado la opci¨®n de unir un ej¨¦rcito entre soldados del mismo tipo, y de paso multiplicando su efectividad. Como ya ocurr¨ªa en Civilization IV, seg¨²n el n¨²mero de batallas realizadas as¨ª evolucionar¨¢ cada uno.
Los grandes personajes que ahora han cobrado m¨¢s importancia que nunca y sirven a muy variados prop¨®sitos, dependiendo a qu¨¦ cultura sirvas, que van desde ayudar a un r¨¢pido desarrollo de cierta urbe a potenciar la capacidad militar de la misma. Las cat¨¢strofes naturales tambi¨¦n son m¨¢s protagonistas, adem¨¢s de que se ha integrado un sistema de 'eventos' donde mediante una divertida secuencia se indica la clasificaci¨®n de cada cultura.
En cuanto a las formas de juego, se ha confirmado que dispondremos de partida r¨¢pida, de mapas tem¨¢ticos que conten¨ªa la ya citada expansi¨®n 'Beyond The Sword' y del t¨ªpico modo normal con hasta cinco niveles de dificultad. Es en el aspecto multijugador donde se ha hecho m¨¢s inciso, incluyendo rankings semanales y un completo editor de mapas. Podremos subir estas creaciones que el equipo desarrollador valorar¨¢ e integrar¨¢ en el llamado 'Game of the Week' para que el resto de usuarios disfrute de ellas.
- Estrategia