Dementium: The Ward, Impresiones

El terror de Renegade Kid se instala en un simple pero agraciado cartucho para Nintendo DS. Un hospital vac¨ªo de vida, repleto de seres de ultratumba y con sangre para repartir de manera equitativa entre las dos pantallas de la port¨¢til.

Cae la noche. Llueve intensamente. Un pasillo tenebroso al frente. Sumidos en la rigidez de una silla de ruedas y transportados por un ente desconocido. Durante una r¨¢pida pero intensa traves¨ªa descubrimos una mujer inerme, ensangrentada; una ni?a acusadora, de mirada perdida que nos se?ala y caemos por un foso. El sue?o ha terminado.

El despertar, aunque sea dif¨ªcil pensarlo, no es m¨¢s alentador. Sigue lloviendo cuando levantamos la vista de la cama. Un hospital, sin duda, con sus habitaciones cuadriculadas, repletas de tecnolog¨ªa y en incesante pitido de m¨¢quinas. Estamos solos, con la lluvia, no hay nada ni nadie vivo en este recinto. Dejamos la cama y nos dirigimos a abandonar la habitaci¨®n cuando vislumbramos entre rel¨¢mpagos una nota de papel en el suelo. '?Por qu¨¦ lo hiciste?", reza el fragmento de celulosa que est¨¢ acompa?ado por una llave. Abandonamos la habitaci¨®n.

Aqu¨ª es donde da comienzo esta t¨¦trica aventura desarrollada por Renegade Kid y editada por Gamecock Group. Dementium: The Ward es el nombre de este survival horror en primera persona para Nintendo DS, juego que lleg¨® a las tiendas de EE. UU. la pasada semana, con motivo de la celebraci¨®n del extendido Halloween. Terror con tintes de acci¨®n y gore se dan cita en esta aventura s¨®lo apta para mentes poco cabales.

Ampliar

Un hospital, r¨ªos de sangre

Dementium: The Ward es, como ya os adelantamos en nuestro avance, una propuesta realmente interesante y atrevida en un g¨¦nero muy poco explotado dentro del ¨¢mbito port¨¢til. Nintendo DS cuenta, a d¨ªa de hoy, con pocos exponentes dentro del terror. Y es que casi si pueden contar con los dedos de una mano los t¨ªtulos inmersos en el g¨¦nero. Resident Evil Deadly Silence y Dead N Furious, dos t¨ªtulos con virtudes propias, el primero con un pasado excepcional; el segundo con una jugabilidad ¨²nica.

Dicho esto, huelga mencionar que Renegade Kid ha realizado un correcto trabajo con el desarrollo de Dementium, t¨ªtulo al que hemos podido dedicar no pocas horas de juego durante la pasada semana. Adentrarse en los angostos pasillos de este t¨ªpico hospital terror¨ªfico es una experiencia adecuada para todos los amantes del g¨¦nero de terror.

A nivel gr¨¢fico, el trabajo de Renegade Kid es sorprendente, pues tomando como base el hardware de la plataforma de Nintendo han hecho verdaderas maravillas. Todos los entornos del t¨ªtulo est¨¢n trabajados en tres dimensiones, respetando un nivel de detalle considerable para tratarse de la port¨¢til. Pasearemos por escenarios oscuros, decorados con motivos l¨²gubres,  como sillas de ruedas y muebles ensangrentados, que formar¨¢n t¨¦tricos piquetes para cortar nuestro paso en los pasillos.

Aunque el n¨²cleo de la aventura suceder¨¢ entre pasillos de hospital, no s¨®lo caminaremos por estos pasajes, sino que tambi¨¦n entraremos en habitaciones -con detalles destacables como ventiladores en movimiento, cuadros, etc. -, grandes salas como el dep¨®sito de cad¨¢veres y hasta exteriores. En su conjunto, estos escenarios no son excesivamente repetitivos, aunque determinados detalles como la abundancia de almacenes, que aparecen clonados en buen n¨²mero, s¨ª que dan sensaci¨®n de duplicaci¨®n.

Ampliar

Pero si hay algo que mejora el trabajo de Renegade Kid, eso es la utilizaci¨®n de las luces. La distancia de dibujado en los escenarios es m¨ªnima a los ojos del protagonista, que siempre necesitar¨¢ la linterna para iluminar m¨¢s all¨¢ de lo que dejan ver sus pupilas. Esta oscuridad constante servir¨¢ como pre¨¢mbulo para imprimir terror en el videojuego. Y es que a veces por culpa de esta oscuridad, que s¨®lo ser¨¢ destruida por la luz de los fugaces rel¨¢mpagos o la linterna, veremos nuestros ojos reflejados en pantalla. Un detalle anecd¨®tico, s¨ª, pero que a este redactor le cost¨® un sobresalto.

La edici¨®n de modelos en enemigos resalta, aunque tambi¨¦n puede llegar a pecar en exceso de repetitiva. No existen ni mucho ni pocos enemigos, simplemente el n¨²mero est¨¢ndar para cumplir. Veremos desde muertos vivientes a pecho descubierto hasta cabezas parlantes voladoras. Los jefes de nivel, en cambio, s¨ª ofrecen un dise?o mucho m¨¢s trabajado y original, teniendo siempre un toque gore, de serie B, que imprime mayor terror al t¨ªtulo.

El apartado visual lo cierran escenas cinem¨¢ticas pregrabadas y cargadas en forma de v¨ªdeo a una calidad adecuada. Estas peque?as pel¨ªculas emplean el motor gr¨¢fico del juego, aunque a primera vista parecen incluir alg¨²n tipo de mejora t¨¦cnica, especialmente en los modelados de los personajes.

La otra cara de este hospital viene dada por el trabajo sonoro del Renegade Kid, que puede ser calificado como notable y hasta casi sobresaliente. La ambientaci¨®n terror¨ªfica gana puntos gracias a la m¨²sica, siempre acordes de piano lentos, pausados e intrigantes. La presencia de voces al entrar en ciertas estancias, sonidos met¨¢licos -muy Silent Hill-, etc., sirven para introducir al jugador en el juego y crear tensi¨®n.

Terror subjetivo

Sobrevivir a lo largo de los cap¨ªtulos que ofrece Dementium The Ward s¨®lo ser¨¢ posible investigando por el complejo y acabando con enemigos, entre ellos los jefes de escenario. En pocas palabras, Renegade Kid no da la opci¨®n de huir; hay que enfrentarse dr¨¢sticamente a los miedos del protagonista, uno tras otro y sin pausa.

El control del personaje, siempre en primera persona, se realiza a trav¨¦s de la cruceta. Pulsando una direcci¨®n andamos; haciendo indicando dos veces la trayectoria corremos. Desde la pantalla t¨¢ctil controlamos la vista, que servir¨¢ para dirigir la mirada del protagonista y apuntar con armas. Disparar y activar objetos -linterna- se ejecuta pulsando el gatillo 'L', mientras que con 'R' podemos intercalar r¨¢pidamente entre el arma actual y el ¨²ltimo objeto seleccionado.

Ampliar

En la pantalla t¨¢ctil tambi¨¦n tendremos acceso al bloc de notas, para escribir como en The Legend of Zelda Phantom Hourglass, al mapa, al men¨² de objetos y a las opciones. La vida quedar¨¢ reflejada en el centro de la pantalla mediante un monitor cardiovascular que cambiar¨¢ de color a medida que sufrimos da?o, adem¨¢s de percatarnos de nuestro estado oyendo estresantes latidos de coraz¨®n.

Desde la pantalla t¨¢ctil tambi¨¦n tendremos que interactuar con el entorno abriendo puertas y recogiendo objetos, adem¨¢s de resolver acertijos. Apuntar claves y mensajes grabados en sangre en la pared, tocar un piano, buscar llaves, etc. son algunos ejemplos. La resoluci¨®n de los acertijos que hemos podido ver no es complicada, y generalmente se encuentra su respuesta si no en la misma habitaci¨®n, s¨ª en las proximidades. 

Por ¨²ltimo, y al final de algunos cap¨ªtulo, tendremos que hacer frente a jefes de nivel, que derrotaremos usando todo el arsenal disponible. Es muy recomendable reservar munici¨®n para estos casos, pues los combates guardan cierto toque arcade -disparar sin ton ni son- y la munici¨®n no es que abunde demasiado. Incluso as¨ª, la dificultad en estos combates no ser¨¢ alta.

Impresiones

Ampliar

Ampliar