Vuelve el hielo. Vuelve la NHL.

EA Sports ha llevado desde hace m¨¢s de trece a?os la batuta en el hockey deportivo, ofreciendo a?o tras un a?o -salvo desafortunadas excepciones- una buena dosis de simulaci¨®n y calidad gr¨¢fica, un loable esfuerzo que se ha ganado la confianza de la comunidad de aficionados al deporte y sobre todo el agradecimiento por parte de los pa¨ªses en los que la NHL es poco menos que un show, repleto de golpes y agresiones brutales que alarman al p¨²blico en general, ignorante y sin inquietudes. Qu¨¦ le vamos a hacer.

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Pero siguiendo el hilo, quiz¨¢s lo que m¨¢s llame la atenci¨®n en el caso concreto de los juegos de NHL es a todas luces la rivalidad que progresivamente ha ido naciendo entre EA y 2k, estos ¨²ltimos responsables del juego que hoy analizamos. Si bien es cierto que en lo que respecta a la jugabilidad esta situaci¨®n podr¨ªa ser f¨¢cilmente comparable a la del deporte rey, ya de sobra conocidos por todos, en lo que entra?a al resto de opciones ambas compa?¨ªas ofrecen innumerables opciones y posibilidades de cara al disfrute multijugador, o, incluso, especialmente en el caso de 2k, elaborando una campa?a principal como managers de pura cepa de un equipo de hockey.

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Entonces, ?qu¨¦ es exactamente lo que diferencia una saga de otra? A grosso modo, 2k siempre ha optado por crear un ambiente m¨¢s propio de la simulaci¨®n, enfocando su juego hacia las jugadas colectivas y premiando el esmero en los breakaways -fugas 1vs1- y, en definitiva, en todo lo que tenga que ver con emular en la mayor medida de lo posible lo que los jugadores recrean sobre la pista. La accesibilidad de los controles, la rapidez de aprendizaje y la enorme facilidad para ganar un partido sin ser expertos son algunas de las bazas caracter¨ªsticas de la saga, ali?adas con un papel bastante representativo de los modos online.

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EA ha salido fuertemente criticada en algunas temporadas por olvidarse de los resultados ?cre¨ªbles' y por apostar por un estilo mucho m¨¢s arcade que el de 2k. Para solventar este peque?o contratiempo, la compa?¨ªa canadiense ?innov¨®' el sistema de control la pasada temporada incluyendo el ?Pro Stick', mediante el cual controlamos a nuestro antojo el stick de los jugadores. Muchas posibilidades para un control mal conseguido, pero muy interesante de cara al futuro. Y efectivamente, as¨ª ha sido.

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La IA rival tambi¨¦n ha mejorado ostensiblemente con respecto a la pasada temporada, los roosters han sido actualizados, contamos con la posibilidad de desbloquear equipos legendarios y, lo que es m¨¢s importante, los disparos a puerta se han modificado para que los onetimers -disparos ?al primer toque' tras recibir un pase- no sean la ¨²nica salida viable a la hora de anotar un gol. Un defecto que el Pro Stick soluciona por inercia.

Apartados t¨¦cnicos

NHL 2k8 deja claro desde un principio que apuesta por la jugabilidad pasando a un segundo plano el aspecto gr¨¢fico, bien elaborado pero algo por debajo de lo que esperamos de la nueva generaci¨®n. La gama de color que se emplea para el juego es notablemente m¨¢s oscura que la de un NHL de EA, evitando as¨ª los reflejos del hielo y la -casi irreal, por exagerada- claridad deslumbrante de una pista helada. Los movimientos de los jugadores han sido correctamente puestos en escena, el juego se mantiene estable en todo momento sin bajones en el framerate. Todo como era de esperar, salvando el detalle de las texturas y de los propios jugadores durante los partidos; poca definici¨®n que no hace justicia a las trabajadas expresiones y a los asombrosos parecidos con los deportistas de carne y hueso.

No quita esto que los men¨²s y la interfaz en general sea ¨¢gil y luzca, dentro de lo que cabe, medianamente bien, acompa?ada por un a banda sonora interesante de tendencia pop-rock, nada muy destacable a priori. Juntos a los efectos especiales y dem¨¢s minucias, los comentaristas son a todas luces el punto m¨¢s llamativo de este apartado, con una locuci¨®n bastante fluida de la que buena cuenta deber¨ªan tomar otras compa?¨ªas. En ingl¨¦s con acento americano, claro est¨¢, y muy interesantes siempre y cuando nos interesen las peque?as minucias que estos se?ores se cansan de repetir a lo largo de los partidos.

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Los movimientos especiales que realizan los jugadores, as¨ª como las animaciones de los porteros y del p¨²blico en general mantienen la armon¨ªa con el resto de elementos, suficiente por otro lado para crear una ambientaci¨®n digna de elogio en el que los c¨¢nticos del p¨²blico son probablemente una de las curiosidades m¨¢s a tener en cuenta: realmente consiguen ponernos en tensi¨®n o animarnos seg¨²n el punto en el que se encuentre el partido. Un punto muy a favor de 2k.

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Jugabilidad

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Con el Pro Stick como protagonista, podamos dar sentado desde un principio que si hay algo nuevo en la jugabilidad de este NHL es el comportamiento del puck, reajustado en torno al control del stick para que los movimientos no sean artificiales o poco realistas. Se ha conseguido suavizar al m¨¢ximo todo el engranaje de juego, pero no subsanar algunos defectos que la franquicia viene arrastrando desde hace algunas temporadas, l¨¦anse los golpes de ensue?o, pr¨¢cticamente imparables cuando la m¨¢quina as¨ª lo decide. Por fortuna los onetimers ya explicados anteriormente s¨ª que se han moderado, con lo que esto conlleva.

Ahora el ritmo de juego es mucho m¨¢s alto, casi sin pausas en niveles avanzados de dificultad y con un peso tremendo en las alineaciones y t¨¢cticas que hayamos confeccionado antes de cada partido, o si se tercia tambi¨¦n durante el encuentro. Podemos elegir que sea la propia m¨¢quina la que se encargue de dirigir todo lo relacionado con la parte t¨¢ctica para simplemente disfrutar del juego, o viceversa simulando los partidos. En cualquier caso los resultados son competentes, y pese a alg¨²n que otro golpe de suerte marcar un gol nos costar¨¢ m¨¢s de un suplicio. Como ya explicamos, los porteros han aprendido a hacer su trabajo.

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Sum¨¢ndose al uso del Pro Stick nos encontramos con los movimientos especiales de cada jugador y equipo, una r¨¢pida combinaci¨®n de botones que nos permite emplear alguna peripecia de McDonald, Federov, Sykora y compa?¨ªa para batir con facilidad al portero. Para lograrlo lo primero y fundamental es un breakaway, algo que os adelantamos no es nada, pero nada sencillo -m¨¢s, en cualquier caso, que en un NHL de EA-. Pocas novedades que junto al aumento de la IA ofrecen una buena experiencia dentro de la pista, muy similar a un partido real.

Modos y m¨¢s modos de juego...

Con el modo ?franchise' como principal valuarte, el juego sigo apostando por un n¨²mero m¨¢s que aceptable de modos y torneos, adem¨¢s de otorgarnos los cotidianos bonus que pasan por conseguir equipos de hockey legendarios hasta rellenar las vitrinas de nuestro club. Como coment¨¢bamos, el modo principal viene acompa?ado de una decena de opciones tanto a nivel t¨¢ctico como econ¨®mico, manejando las fichas de los jugadores, discutiendo con ellos mismos el precio de los contratos, insistiendo para llev¨¢rnoslo al huerto...

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Con todo, el modo online se convierte en un extra de lujo que amplia dr¨¢sticamente la vida del juego, una vez m¨¢s repleto de ligas y torneos para disputar entre amigos u otros compa?eros ?virtuales'. Sin mayores percances a la hora de conectarnos, lo ¨²nico que podemos reprochar es la dificultad para encontrar un rival y el posterior baj¨®n en los partidos, todo ello con un ping supuestamente envidiable. Nada que impida el disfrute de los partidos.

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