Gods and Heroes: Rome Rising
Rome Rising nos permitir¨¢ encarnar a un h¨¦roe de la antiguedad y enfrentarnos, solos o con otros jugadores, a criaturas mitol¨®gicas de igual a igual. Prep¨¢rate para vivir en la Roma cl¨¢sica, emula los grandes hechos de la antig¨¹edad.
La compa?¨ªa Perpetual Entertainment est¨¢ preparando su segundo gran proyecto en el g¨¦nero de los juegos online. Rome Rising nos permitir¨¢ encarnar a un h¨¦roe de la antiguedad y enfrentarnos a criaturas mitol¨®gicas de igual a igual. Prep¨¢rate para vivir en la roma cl¨¢sica.
Code¨¢ndose con los grandes
Pese a que el bagaje de Perpetual es todav¨ªa escaso, la compa?¨ªa promete grandes cosas con este Gods & Heroes a tenor de lo visto en videos y presentaciones. En primera instancia podr¨ªa parecer que hablamos de un juego online m¨¢s, con pocas o nulas novedades respecto a los otros representantes del g¨¦nero. Al profundizar en el sistema de juego, del que hablaremos posteriormente, la opini¨®n cambia radicalmente para ofrecer una visi¨®n bastante esperanzadora sobre el impacto del juego. Planteado por la compa?¨ªa como una posible saga, Rome Rising ser¨ªa s¨®lo la punta del iceberg de lo que pretenden conseguir a posteriori. A tenor de las declaraciones de los desarrolladores parece m¨¢s que probable que surjan expansiones basadas en otras culturas antiguas. Adem¨¢s de para potenciar la variedad en el juego, estas expansiones contar¨ªan con a?adidos de peso, como un modo PvP de entidad, ya que en Rome Rising se han enfocado todos los esfuerzos hacia el PvE.
As¨ª, lo que el jugador encontrar¨¢ es una potente l¨ªnea de desarrollo argumental, envuelta en varios centenares de misiones de todo tipo. A los encargos habituales en el g¨¦nero (de los que parece que resulta imposible huir) habr¨¢ que sumar misiones de gran calibre y dificultad, enormemente integradas en el origen heroico de los personajes. La apuesta de Perpetual se basa casi totalmente en ofrecer un apartado de aventura solvente, dejando de lado el combate entre jugadores en esta primera aproximaci¨®n a la futura serie de juegos. A primera vista parece que el t¨ªtulo es un firme candidato a situarse en la vanguardia del g¨¦nero durante el pr¨®ximo a?o, entrando en liza con los grandes que est¨¢n por llegar. Actualmente, Rome Rising se encuentra en fase de beta y poseer¨¢ una cuota mensual para acceder al juego definitivo.
H¨¦roes de la antig¨¹edad
El rol del jugador ser¨¢ el de encarnar a un personaje descendiente parcialmente de los dioses, los h¨¦roes de la Roma y Grecia cl¨¢sicas. La trama nos llevar¨¢ a entablar conflicto con otras culturas de la Europa y Asia del a?o 300 antes de cristo, pero tambi¨¦n a inmiscuirnos en las tirantes relaciones entre deidades. Por otro lado, criaturas mitol¨®gicas har¨¢n acto de aparici¨®n para ponernos las cosas dif¨ªciles, por lo que no ser¨¢ raro contemplar combates contra gorgonas, titanes, minotauros o hidras. La escala de los enemigos ser¨¢ proporcional a la mitolog¨ªa, lo que en el caso de los titanes nos har¨¢ enfrentarnos con enemigos que pueden llegar a triplicar la altura de nuestro personaje. Para solventar estas situaciones, el combate el equipo y el apoyo de los seguidores ser¨¢ fundamental, adem¨¢s de uno de los pilares b¨¢sicos de la jugabilidad en Rome Rising.
Las posibilidades para el jugador pasan por la elecci¨®n de nuestro avatar entre seis clases, soldado, gladiador, m¨ªstico, sacerdote, explorador y n¨®mada. Las habilidades de nuestro alter-ego se ir¨¢n mejorando seg¨²n asciendan los niveles de experiencia, de la forma habitual en el g¨¦nero. Por otro lado, quiz¨¢ lo m¨¢s llamativo de este proyecto es la influencia de los dioses en todo el apartado jugable, que en este caso obligar¨¢ al jugador a elegir su afiliaci¨®n entre uno u otro, seg¨²n el personaje seleccionado. En total, el pante¨®n contendr¨¢ doce deidades, que honrar¨¢n con sus poderes a nuestro h¨¦roe seg¨²n completemos encargos para ellos y les rindamos tributo con nuestras acciones. Estos poderes resultan un completo ¨¢rbol de desarrollo de poderes, que har¨¢n que dos personajes con la misma clase base puedan llegar a ser totalmente distintos en el campo de batalla.
Por los dioses
El contar con la fidelidad hacia un dios nos llevar¨¢ hacia recursos argumentales interesantes, como encontrarnos de bruces con los seguidores de un dios rival. Los poderes otorgados por nuestros patrones celestiales no ser¨¢n acciones de peque?a entidad, si no devastadoras herramientas para causar el caos y la destrucci¨®n en las filas enemigas. A tenor de lo visto, se ha buscado la espectacularidad en todos y cada uno de estos regalos divinos, haciendo que desarrollar estas habilidades sea algo enormemente grato para el jugador. A la par, visualmente nos encontraremos con espectaculares efectos y animaciones, muy acordes con la singularidad de los poderes invocados. Dejando de lado el desarrollo del personaje, la influencia del pante¨®n tendr¨¢ efecto en las misiones, donde har¨¢n acto de presencia los encargos de los dioses.
Estos encargos ser¨¢n misiones con una enorme carga de esfuerzo, que requerir¨¢n tiempo y buen hacer para llevarlas a cabo correctamente. Se salen de lo com¨²n por tratarse de preocupaciones de ¨ªndole divina, que nuestro propio dios nos solicitar¨¢ por necesidad o por simple regocijo personal. Sea como fuere, llevarlas a cabo nos obligar¨¢ afrontar grandes retos, ya sea derrotando a una enorme bestia o lidiando con un gran n¨²mero de enemigos. Las recompensas a estas misiones vendr¨¢n en forma de puntos de fidelidad, con los que mejorar nuestras recompensas divinas y hacer a¨²n m¨¢s mort¨ªfero a nuestro h¨¦roe. Por otro lado, el juego poseer¨¢ un sistema de instancias orientado a la realizaci¨®n de misiones en grupo y con una duraci¨®n m¨¢xima prevista de unas dos horas. En estas zonas se podr¨¢n cumplir encargos m¨¢s mundanos, adem¨¢s de acceder a conseguir nuevos seguidores.
No sin mis compa?eros
El otro gran baluarte del juego se basa en el sistema de compa?eros o seguidores, los denominados mininos. El sistema de combate en grupo nos permitir¨¢ contar en las fases avanzadas con hasta cuatro personajes controlados por la IA del juego y que nos har¨¢n las veces de guardaespaldas. Muy al estilo de los h¨¦roes de Guild Wars, los seguidores podr¨¢n ser manejados de forma bastante rudimentaria, d¨¢ndoles instrucciones b¨¢sicas o situando su nivel de agresividad entre varios estados. La gran apuesta en este aspecto es que cada jugador podr¨¢ llevar sus compa?eros a la batalla, haciendo que un grupo de jugadores pueda contar con un buen n¨²mero de seguidores como apoyo. Con este sistema podremos contar con numerosos grupos de personajes para lidiar con los mayores desaf¨ªos del juego.
El sistema de seguidores nos permitir¨¢ conseguir m¨¢s de un centenar de personajes, totalmente distintos unos de otros, con nombre y personalidad propia. Este sistema roza casi el coleccionismo, ya que iremos consiguiendo nuevos secuaces al realizar encargos o como premio por nuestra devoci¨®n a los dioses. Encontrar una formaci¨®n adecuada a nuestros gustos no parece dif¨ªcil ante tal despliegue de combatientes, lo que nos dejar¨¢ bastante libertad para combinar las habilidades de dichos personajes con la de nuestro h¨¦roe. De momento, este es uno de los elementos m¨¢s interesantes de Rome Rising, en el que no encontraremos la faceta conocidad como crafting, por expreso deseo de los desarrolladores. Seguid atentos en los pr¨®ximos meses para leer nuestras primeras impresiones con la beta.
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