Escasez de ox¨ªgeno

Una vez m¨¢s, se repite la historia: el h¨¦roe por accidente debe salvar al mundo de una terrible amenaza que, silenciosa, se cierne sobre nosotros. O mejor habr¨ªa que decir bajo nosotros, ya que el cuartel general del enemigo, la poderosa United Arms, se encuentra en lo m¨¢s profundo del oc¨¦ano.

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Jack Hard es un marine retirado que ahora se dedica a cazar tesoros sumergidos. Un extra?o encargo por parte del misterioso Hammerson es el punto de partida para Red Ocean. La inmersi¨®n tiene como objetivo localizar un submarino hundido durante la Segunda Guerra Mundial, cerca de las Islas Corvo.

Los submarinistas vislumbran lo que parece ser el objetivo buscado, pero de pronto, los acontecimientos se precipitan. Jack pierde de vista a su cliente y se adentra en lo que parece ser una base militar y cient¨ªfica. Pronto descubre que Hammerson ha sido asesinado y que un misterioso hombre se comunica por radio con ¨¦l. Hora de recordar sus tiempos en la mili.

Red Ocean es un shooter en primera persona bastante convencional. Realmente hay muy poca cosa m¨¢s all¨¢ de avanzar eliminando todo lo que se mueva. Lo m¨¢s gratificante del juego radica en una atm¨®sfera opresiva bien recreada, gracias a un decente motor gr¨¢fico que llena y vac¨ªa de agua las localizaciones de la base enemiga. De pronto debemos correr para desactivar una alarma y no alertar a los enemigos, y al instante la habitaci¨®n se llena de agua y la ¨²nica salida es bucear hasta encontrar una fuente de ox¨ªgeno que impida que nos ahoguemos.

La escasa variedad en las misiones a completar, as¨ª como la deficiente inteligencia artificial de los enemigos, que suelen seguir patrones muy limitados, restan bastante inter¨¦s al desarrollo de la acci¨®n, repetitiva hasta la saciedad. La ausencia de un modo multijugador que aporte frescura al conjunto jugable no ayuda a redondear la valoraci¨®n global de Red Ocean. El protagonismo del agua en el juego nos hace recordar al reciente Bioshock. Y si las comparaciones suelen ser odiosas, en este caso lo es a¨²n m¨¢s.

Gr¨¢ficos y Sonido

El juego conf¨ªa su parte visual al motor gr¨¢fico GameBryo, el cual desempe?a un buen trabajo a la hora de recrear los distintos escenarios del juego, a saber: el interior del submarino, la estaci¨®n minera y la planta de energ¨ªa. Entornos industriales bastante arquet¨ªpicos, revestidos por texturas simplemente correctas. El engine logra mejorar bastante la impresi¨®n visual gracias a efectos visuales como la notable utilizaci¨®n de la iluminaci¨®n din¨¢mica o la profundidad de campo, el cual realza el objetivo principal al que apuntamos y difumina el resto.

Con un acabado tenue, oscuro, el estudio de programaci¨®n alem¨¢n logra que el entorno sea opresivo y claustrof¨®bico en ocasiones, sobresaliendo la notable representaci¨®n del agua. Lo mejor ocurre cuando todo se inunda del l¨ªquido elemento, logrando un conseguido efecto de inmersi¨®n. A veces los niveles est¨¢n encharcados, mostrando detalles como las ondas expansivas que se forman tras recibir un proyectil.

En constraste con el escenario, los modelos de los personajes son bastante simplones, aunque hay que mencionar que el motor de f¨ªsicas otorga el t¨ªpico 'rag-doll' a sus animaciones, las cuales tampoco son nada del otro mundo. Existen unos nueve tipos de enemigos diferentes, parecidos entre s¨ª y se movi¨¦ndose de forma demasiado brusca y escasamente real.

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En resumen, no puede decirse que el nivel visual se encuentre con los mejores, aunque tampoco queremos tachar a Red Ocean de lucir un aspecto gr¨¢fico desfasado. En l¨ªneas generales, la sensaci¨®n de estar perdidos en unas instalaciones industriales sumergidas est¨¢ bien resuelta, destacando el agua por encima de todo.

Respecto al apartado sonoro, nos encontramos con un conjunto de efectos de sonido a los que le falta algo de contundencia. Se echan en falta m¨¢s samples que complementen la atm¨®sfera gr¨¢fica, propios de una localizaci¨®n sumergida. Adem¨¢s, las voces -en ingl¨¦s y subtituladas al castellano- que conforman el doblaje no suelen resultar demasiado convincentes.

La banda sonora, aunque no ganar¨¢ ning¨²n Grammy, logra cumplir perfectamente a la hora de acompa?ar a la incesante acci¨®n; y digo incesante porque, como os contaremos m¨¢s adelante, apenas hay tiempo para ser sigilosos en Red Ocean.

Jugabilidad

Manejar a Jack Hard -imaginativo nombre donde los haya- no presenta demasiadas complicaciones, aunque quiz¨¢ se hace un poco molesta la oscilaci¨®n de la pantalla que se produce al caminar con Jack. Quiz¨¢ est¨¦ caminando con aletas en los pies. En cualquier caso, la din¨¢mica del juego es una sucesi¨®n de enfrentamientos con enemigos, que debemos ir superando para avanzar en cada nivel.

Estos enfrentamientos suelen venir cortados por el mismo patr¨®n: escuchamos a un enemigo blasfemar porque nos ha visto, y todos sus compa?eros se ponen en guardia y comienzan a dispararnos. El comportamiento del enemigo se resume en encararnos y avanzar unos pasos hasta un determinado punto, sin dejar de acribillarnos a balazos. Siguen patrones predefinidos: el soldado A siempre estar¨¢ tras una caja, y el soldado B siempre avanzar¨¢ hasta nosotros decididamente. Iniciativa propia igual a cero.

Optar por el sigilo no tiene futuro, ya que, de forma misteriosa, los soldados enemigos siempre nos detectar¨¢n tras acercarnos a una determinada distancia. Al menos podemos hacer uso del entorno, ya que la f¨ªsica del juego nos echa un cable con barriles explosivos y estructuras destructibles que sepultan a enemigos. Este proceso tiende a la monoton¨ªa por el escaso reto que supone para un jugador experimentado en el g¨¦nero.

Por otro lado, nuestro arsenal de armas es bastante completo, aunque resulta de lo m¨¢s curioso que el arma m¨¢s efectiva sea la pistola, la primera de la que disponemos -con permiso del cuchillo- y con una precisi¨®n inmejorable, superior incluso a las de otras armas equipadas con mirilla telesc¨®pica.

Misiones con objetivos t¨ªpicos y lineales, enemigos que no superaron la Educaci¨®n General B¨¢sica... s¨®lo nos queda jugar con el entorno para lograr algo distinto; aqu¨ª se lleva la palma un potente artefacto que encontraremos conforme avancemos en el juego. El rifle de plasma lanza proyectiles que rebotan en las paredes y crean campos de gravedad capaces de limpiar una habitaci¨®n de enemigos, haciendo que sus cuerpos y los objetos que se encuentren en el camino salgan disparados por todas partes.

Poco m¨¢s ofrece Red Ocean, aparte del relativo inter¨¦s de conocer c¨®mo acaba la cruzada de Jack el Duro contra la organizaci¨®n United Arms. Podr¨ªa haberse aumentado el inter¨¦s en el juego con un modo multijugador en el que aprovechar el motor de f¨ªsica del juego y algunas de sus armas. Por desgracia, Red Ocean se limita a su campa?a principal, sin ofrecer demasiadas opciones de rejugabilidad.