?Sims Crossing?

Los Sims cambian su est¨¦tica y sus h¨¢bitos para adentrarse en un nuevo mundo jugable. Picando en exceso de Animal Crossing, el rey indiscutible del g¨¦nero en Nintendo DS, Electronic Arts se queda a medio camino de la gloria.

Electronic Arts tiene en sus manos desde 2000 una franquicia capaz de mover monta?as. Los Sims llevan dando guerra desde hace a?os, convirti¨¦ndose en el simulador social por excelencia, acaparando la atenci¨®n de millones de jugadores y adentrando en el ocio electr¨®nico a nuevas capas de jugadores antes ajenas al sector. Y estamos hablando, por su puesto, del p¨²blico femenino, que cada vez aumenta m¨¢s su inter¨¦s hacia este divertimento en esencia masculino.

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Si bien Maxis ha sabido conquistar a los jugadores y jugadores de PC con una decena de juegos repartidos entre Los Sims y su posterior secuela, no cabe duda que la desarrolladora tiene desde hace casi una d¨¦cada una asignatura atragantada. Y esa es lanzar una versi¨®n de la serie para consolas que cumpla con las expectativas del p¨²blico especializado y la cr¨ªtica.

En pleno 2007, y con Los Sims 2 dando sus ¨²ltimos coletazos en lo que a expansiones se refiere, Maxis apuesta por una nueva franquicia, MySims, con la que dar un toque de distinci¨®n a la serie y renovar los c¨¢nones establecidos. Desde que pudimos ver y conocer las primeras capturas e informaciones de este t¨ªtulo descubrimos que no se trataba de un Sims al uso, sino de algo diferente.  Ahora, con el juego ya en las tiendas, hemos dedicado horas a este t¨ªtulo tan peculiar. Si quieres descubrir c¨®mo ha acabado el experimento en Nintendo DS contin¨²a leyendo este an¨¢lisis.

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El t¨ªtulo de Nintendo, que fue lanzado en 2005, caus¨® furor entre todo tipo de jugadores, sin tener en cuenta su rango de edad. Y es que aunque la est¨¦tica del simulador atrap¨® a cientos de ni?os y ni?as peque?os, no es raro ver a m¨¢s de un adulto echando unas partiditas en su pueblo virtual. De forma juvenil, pero de fondo maduro, dadas sus incre¨ªbles posibilidades.

El t¨ªtulo que ahora nos ocupa, MySims, bien puede ser definido como un calco de Animal Crossing, al menos en su versi¨®n para Nintendo DS. A grandes rasgos, nos encontramos ante un pueblo virtual, que tendremos que recorrer con nuestro avatar personalizado, d¨¢ndole forma, socializando con sus vecinos y conformando una microsociedad. Veamos por qu¨¦ son tan parecidos ambos t¨ªtulos.

Comenzamos la partida. Tenemos dos espacios para salvar -dos personajes, diferentes pueblos-, una ventaja sobre Animal Crossing. Durante nuestros primeros pasos, damos forma al personaje seleccionando g¨¦nero, configurando sus ropas, peinado, color de ojos, etc. Las opciones de personalizaci¨®n no son muy amplias, pero cumplen. Acto seguido un mensaje nos indica que el barco est¨¢ a punto de zarpar -en Animal Crossing tomamos un taxi- y debemos dar nombre a nuestra ciudad de destino. Una vez all¨ª, topamos con un chico disfrazado de perro -?referencia a Wild World?-, al que perseguimos hasta el Ayuntamiento, lugar en el que conocemos a la alcaldesa de la ciudad, que nos manda nuestra primera misi¨®n: buscar a su nieto.

En la pista de Squash, en la zona norte del mapa, volvemos a encontrarnos con el chaval¨ªn de gorro canino, citado nieto con el que mantenemos la primera toma de contacto con el sistema que emplearemos para establecer relaciones sociales en MySims. A modo de conversaci¨®n, y con clara influencia de las versiones del t¨ªtulo de Maxis para PC, tendremos que tratar con el chico o cualquier otro personaje para solventar problemas y ganarnos su favor o enemistad.

Al iniciarse este tipo de eventos, que no estar¨¢n disponibles de forma libre con todos los personajes, aparecer¨¢ un indicador de simpat¨ªa en la pantalla, seguido de diversos iconos que podremos golpear para llevar a buen t¨¦rmino el coloquio. Podremos conversar, discutir, consolar, llorar, escuchar, etc., acciones b¨¢sicas en el proceso comunicativo que tendremos que adaptar a cada situaci¨®n social y estado de ¨¢nimo. Si arrancamos con buena letra y seleccionamos qu¨¦ decir en el momento oportuno el medidor aumentar¨¢, llen¨¢ndose y garantiz¨¢ndonos el favor del sim; si nos equivocamos pasar¨¢ a odiarnos durante una buena temporada. No hay t¨¦rmino medio.

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Estas conversaciones ser¨¢n el punto ¨¢lgido de MySims, pues nuestro objetivo primario ser¨¢ llenar el pueblo -tosco y solitario- de turistas y nuevos residentes. Para ello, tendremos que exponerles cu¨¢les son los sitios m¨¢s divertidos de la villa, comprender sus problemas y consolarles siempre que sea necesario. Y es que m¨¢s de un visitante ser¨¢ un cascarrabias insociable de mucho cuidado.

Dicho esto, vamos a hablar sobre el resto de la mec¨¢nica de juego de MySims. Como en Animal Crossing, tendremos nuestro propio hogar, que podremos personalizar libremente a?adiendo muebles, suelos, paredes y accesorios. En el pueblo, de mayor tama?o que en el juego de Nintendo, contaremos con diversas zonas, a las que podremos acceder libremente caminando. Cada secci¨®n urbana contar¨¢, adem¨¢s, con tiendas -algunas cerradas al comienzo de la partida-, en las que compraremos objetos.

La libertad de movimiento es amplia, al igual que en el juego de Nintendo, y disfrutaremos de diversos minijuegos y retos para desbloquear objetos y ayudar al vecino, como el juego de Squash de Tom¨¢s, la toma de fotograf¨ªas, la pesca o la fabricaci¨®n de guirnaldas de la florista. Generalmente, estos minijuegos usar¨¢n la pantalla t¨¢ctil, pero algunos quedar¨¢n sorprendentemente exentos de ello, teniendo que recurrir a sistemas de control tradicionales. Y sobre el control, siempre tenemos la posibilidad de controlar al personaje mediante el l¨¢piz, algo especialmente ¨²til a la hora de ubicar objetos y ordenar men¨²s, que por cierto son calcos del inventario de? a ver si lo adivin¨¢is; Animal Crossing. Hasta en el estilo de sus sonidos.

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La din¨¢mica de MySims nos lleva a embarcarnos en una sociedad virtual, relacion¨¢ndonos con todos los habitantes del pueblo y manteniendo un ritmo de vida regulado por las propias preferencias del jugador. Las posibilidades son variadas, pues podemos configurar la villa decor¨¢ndola con plantas, comprando objetos, contentando a los vecinos etc., pero, por desgracia, pierde consistencia por algunos errores que comentaremos a continuaci¨®n.

No podemos olvidar que una de las virtudes de Animal Crossing es la espontaneidad con la que suceden los eventos, casi siempre inesperados por el propio jugador. Situaciones inveros¨ªmiles como ver un OVNI o que un vecino te abandone o d¨¦ un regalo s¨®lo son posibles en el juego de Nintendo. En MySims hay margen para la improvisaci¨®n, pero est¨¢ realmente limitado. Y para muestra, un bot¨®n: los turistas a conquistar aparecer¨¢n sistem¨¢ticamente siempre en posiciones predeterminadas.

En el apartado visual, Electronic Arts ha sabido encontrar el estilo exacto para este tipo de juegos. El dise?o est¨¦tico de personajes -peque?os y cabezones- y entornos es sencillamente el m¨¢s adecuado para el cometido del g¨¦nero. Llega a ser correcto, completo, variado y colorido, con personajes muy simp¨¢ticos a la vista, agradables y hasta resultones. En definitiva, MySims cuenta con un motor correcto, que corre sin problemas bajo la potencia de la port¨¢til de doble pantalla.

Por su parte, los sonidos y melod¨ªas que suenan en MySims son adecuados y correctos a cada situaci¨®n, destacando los ritmos alegres, vivos y r¨¢pidos, aunque tambi¨¦n habr¨¢ tiempo para la tensi¨®n musical -cuando un vecino se enfada- a trav¨¦s de partituras m¨¢s oscuras.

MySims cuenta, adem¨¢s, con ciertas posibilidades multijugador, siempre en red local, de cartucho a cartucho, con las que podremos intercambiar dise?os y regalos entre amigos.

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