Taxistas de otra ¨¦poca

?Gr¨¢ficos
La versi¨®n para PSP de Crazy Taxi parece ser un port p¨ªxel-perfect de sus hom¨®logos de Dreamcast. Gr¨¢ficamente el juego luce a primera vista demasiado sencillo: falto de carga poligonal y con unas texturas planas y simples. A pesar de esto, a la velocidad que va el juego y el tipo de g¨¦nero al que pertenece, en primera instancia puede parecer suficiente. Pero la realidad es bien distinta. El Pop up no s¨®lo est¨¢ presente en casi todos los veh¨ªculos que est¨¦n a media distancia, sino que tambi¨¦n lo hay en algunas curvas y cambio de rasante, de manera que puede afectar a la jugabilidad. No ser¨¢ ni una ni dos las veces que el usuario perder¨¢ tiempo en hacer una maniobra para corregir un camino en el que, de golpe y porrazo, aparece un edificio.

Y es que si esquivar veh¨ªculos en contra direcci¨®n ya es suficientemente entretenido -arriesgarse vale dinero- salir entero de un edificio que se cruza en tu camino complica m¨¢s las cosas. Este fallo, al menos en la versi¨®n review del juego, no viene solo. Las texturas fantasmas tambi¨¦n hacen acto de presencia para darle m¨¢s emoci¨®n, por decirlo de alguna manera, a nuestro periplo por las calles de la ciudad. Texturas negras al fondo que se convierten, de golpe, en bonitos campos de c¨¦sped y bancos de madera; carreteras que dejan de serlo para transformarse en circuitos celestiales -en los que los veh¨ªculos circulan por encima de nubes y el cielo azul- acaban por molestar, y bastante, cuando en partidas de tres minutos estas texturas fallan m¨¢s de una o dos veces. Incomprensible. El juego es veloz y la tasa de frames se mantiene estable la mayor parte del tiempo, aunque en alg¨²n momento puntual hay alg¨²n tir¨®n.
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Sonido
La m¨²sica es ideal para el ritmo fren¨¦tico que conlleva Crazy Taxi. El Rock m¨¢s ca?ero, aun ser acertado, puede cambiarse por la m¨²sica que nosotros deseemos. De esta manera, en el men¨² de opciones podremos elegir nuestra m¨²sica guardada en la memory stick para que nos acompa?e en nuestro viaje. Eso s¨ª, s¨®lo estar¨¢ disponible en el momento de jugar la partida, ya que cuando esta acabe o cuando estemos por los men¨²s la m¨²sica ser¨¢ otra vez la del juego.

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El sonido FX no es nada del otro mundo. Algunos gritos, el derrapar de las ruedas y los choques con edificios o coches cumplen sin m¨¢s su funci¨®n. Destacar que el motor del taxi es mon¨®tono y no mejora a mayor velocidad a no ser que se utilice el turbo, con el que por un momento parece que deja de ir al ralent¨ª. Las voces, todas en ingl¨¦s -con subt¨ªtulos al castellano- son sencillas y no aportan mucho, aparte de las t¨ªpicas frases que ya acompa?aban las versiones originales de la recreativa y el constante "Taxi! Taxi!" que no parar¨¢ de escucharse hasta que encuentres alg¨²n cliente.
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Jugabilidad
El motor central del juego y el motivo principal por el que este juego puede interesar, o por el contrario, acabar de enterrar sus opciones de compra. Crazy Taxi: Fare Wars es un UMD que trae consigo dos arcades brutales como son las dos primeras entregas de esta saga. El juego es sencillo y adictivo, ideal para partidas cortas. Con el stick o la cruceta controlamos la direcci¨®n del veh¨ªculo. Los gatillos sirven para acelerar y para frenar (R y L respectivamente) y con los botones X y redonda cambiaremos a marcha atr¨¢s y adelante. En Crazy Taxi 2, adem¨¢s, podremos utilizar el tri¨¢ngulo para dar un Crazy Hop -salto- con el que pasar por encima de obst¨¢culos y veh¨ªculos para ganar m¨¢s pasta.

Y es que el sistema de juego es totalmente de recreativa: Ir llevando pasajeros a su destino de la mejor manera posible, haciendo piruetas, saltando, derrapando, y con el menor tiempo posible para ganar m¨¢s dinero y tener m¨¢s tiempo antes que termine la partida. Cuando est¨¢ acaba, inscribiremos nuestro nombre en el r¨¢nking seg¨²n el dinero conseguido y se acab¨®. Tambi¨¦n est¨¢ la opci¨®n de jugar, en lugar de empezar con X tiempo e ir ampli¨¢ndolo a medida que hacemos encargos, hacer con un tiempo predeterminado, 3, 5 o 10 minutos, el mayor n¨²mero de viajes.
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Este sistema de juego es r¨¢pido y permite disputar peque?as partidas para mejorar nuestros r¨¦cords, algo que a priori parece un acierto para una consola port¨¢til. Pero lo cierto es que el juego puede hacerse mon¨®tono cuando se ha investigado palmo a palmo toda la ciudad. Aun as¨ª, el aumento de dificultad de tiempo o la densidad de tr¨¢fico pueden darle un poco m¨¢s de vida al juego, aunque tampoco es, una vez pillado el truco, un reto conseguir buenas puntuaciones con niveles de dificultad mucho m¨¢s exigentes que el predeterminado. Otro a?adido es la variedad de taxistas a elegir, aunque estos no ofrecen nada rese?able aparte de unas vestimentas curiosas.