Call of Duty 4: Modern Warfare, Impresiones multijugador
Tomamos el marco de la guerra contempor¨¢nea para profundizar en el aspecto multijugador de la consagrada saga con Call of Duty 4.
Toda la expectativa generada alrededor de este juego est¨¢ m¨¢s que justificada. Los chicos de Infinity Ward han roto con el molde que ellos mismos crearon y que ha servido de inspiraci¨®n a toda una remesa de productos basados en su popular primera entrega, d¨¢ndole a este Modern Warfare un necesario soplo de aire fresco sin dejar de lado sus se?as de identidad.
Pero los cambios no se limitan a la ¨¦poca en la que est¨¢ ambientada, ni mucho menos. Tras la cinematogr¨¢fica y prometedora experiencia que tuvimos con el modo campa?a, podemos decir sin miedo a equivocarnos que su equivalente multijugador se erige como el m¨¢s s¨®lido de la saga y como uno de los m¨¢s interesantes a tener en cuenta compar¨¢ndolo con otros lanzamientos venideros.
Las principales variaciones que se han realizado para dotarlo de personalidad propia se asientan sobre su sistema de ranking y en las clases. Como ya hemos visto en juegos como Lost Planet o en la m¨¢s reciente beta de Halo 3, para mostrar nuestro nivel como jugador se nos clasificar¨¢ seg¨²n nuestro rendimiento en el campo de batalla.
?ste estar¨¢ controlado constantemente, puesto que al aumentar la puntuaci¨®n recibiremos el correspondiente mensaje en pantalla. Igualmente existe una barra indicadora que te dir¨¢ c¨²anto te falta para alcanzar el siguiente rango. Progresar es f¨¢cil: tanto si has disparado a alguien -aunque luego le mate otro- como si realizas alg¨²n tipo de muerte especial o si tu equipo gana la ronda recibir¨¢s la correspondiente experiencia.
Conforme se va subiendo de nivel la recompensa se materializar¨¢ en todo un arsenal de armas y habilidades que se ir¨¢n desbloqueando para su uso. Existe tambi¨¦n un sistema de desaf¨ªos que te compensan por usar un arma espec¨ªfica -por ejemplo, matando a 25 enemigos con la escopeta- d¨¢ndote acceso a silenciadores, miras l¨¢ser y dem¨¢s complementos ¨²tiles.
Claro est¨¢, si no existiera la posibilidad de acercarle a tu soldado virtual estas facilidades seg¨²n tu designio, todo esto resultar¨ªa in¨²til. Al principio tendr¨¢s que decantarte por una de las clases predefinidas que existen, pero al avanzar podr¨¢s personalizar la tuya propia.
Cada clase est¨¢ compuesta por un arma principal de varias categor¨ªas a elegir seg¨²n tu gusto, de un arma secundaria -todo pistolas-, granadas y los llamados 'extras' que te dar¨¢n ciertas ventajas adicionales. Hay tres huecos: el primero est¨¢ basado en explosivos -C4, minas claymore o lanzagranadas- y los otros dos en variadas habilidades como la posiblidad de tener m¨¢s punter¨ªa o salud, atravesar m¨¢s f¨¢cilmente paredes con las balas o de realizar unos ¨²ltimos disparos con tu pistola mientras te desangras antes de morir. Eso s¨ª, para evitar la descompensaci¨®n, el uso de mucha artiller¨ªa pesada bloquear¨¢ alguno de ellos; por lo tanto, decidir por qu¨¦ opci¨®n decantarse resulta fundamental.
Los modos de juego se declaran una apuesta cl¨¢sica pero solvente: tenemos el t¨ªpico deathmatch y su variante por equipos, un captura la bandera y un 'buscar y destruir' en el que un bando ha de poner bombas en lugares espec¨ªficos mientras el otro repele el ataque. Hemos jugado en tres mapas diferentes: una peque?a villa rusa abandonada, un almac¨¦n viejo y un peque?o pueblo de Oriente Medio.
Lo primero que notamos cuando nos enzarzamos en batalla fue la fren¨¦tica ambientaci¨®n, producto del continuo martillear sonoro de disparos y explosiones, el aspecto del maltratado terreno por el que nos mov¨ªamos y un control preciso, fluido, tremendamente eficiente. Disparar resulta f¨¢cil e intuitivo, y no se tardan m¨¢s de dos partidas en comenzar a asestar precisos impactos en la cabeza, letales navajazos o lanzar repeledoras granadas.
Adem¨¢s, se han agregado varios elementos con un factor estrat¨¦gico importante. El primero de ellos es el hecho de poder disparar a trav¨¦s de paredes dependiendo del material del que est¨¦n hechas -la madera, por ejemplo, es muy vulnerable-, dando lugar a una sensaci¨®n de inseguridad importante e incitando al continuo movimiento de los jugadores.
Por otro lado, el hecho de matar a muchos rivales seguidos sin perecer te proporcionar¨¢ ayudas importantes a ti y a tus compa?eros. Si acabas con tres enemigos podr¨¢s visualizar al resto de ellos en el radar durante un tiempo limitado -normalmente s¨®lo les detectas cuando disparan-; cinco te dar¨¢n la posibilidad de dirigir un letal ataque a¨¦reo a cualquier posici¨®n del mapa y siete te proporcionar¨¢n un helic¨®ptero que durante unos pocos minutos desatar¨¢ un infierno.
La conjugaci¨®n de todo lo descrito tiene como resultado una experiencia que si bien no se muestra rompedora en su propuesta, s¨ª que es tremendamente adictiva, con un toque personal y diferenciativo en comparaci¨®n con otros juegos similares. Por supuesto, el rendimiento est¨¢ a la altura de las espectativas, y pese a ser una beta no hemos sufrido ninguna ralentizaci¨®n aun en partidas para doce o catorce jugadores.
Una vez m¨¢s Call of Duty 4 nos vuelve a dejar con la miel en los labios. La ambici¨®n y las ganas de poner el list¨®n a¨²n m¨¢s alto que rezuma lo que hemos podido probar hasta ahora s¨®lo nos hacen pensar qu¨¦ nos esperar¨¢ cuando en noviembre aterrice Modern Warfare, de una vez por todas, en nuestro pa¨ªs.
Call of Duty 4: Modern Warfare
- Acci¨®n