[GC] Condemned 2: Bloodshot, Impresiones
Despu¨¦s de crear una experiencia escalofriante como pocas. Monolith vuelve a la carga con la segunda parte de su thriller psicol¨®gico, Condemned
Despu¨¦s de crear una experiencia escalofriante como pocas. Monolith vuelve a la carga con la segunda parte de su thriller pricol¨®gico, Condemned
Condemned 2 consigue superar a su predecesor. Es algo muy comentado habitualmente, algo que cabr¨ªa esperar, pero algo que cada vez que descubrimos algo nuevo del juego no hace m¨¢s que reafirmarse como una futurible obra maestra del g¨¦nero del survival horror. Si ya el primero es una m¨¢s que atractiva alternativa para los usuarios de 360 y PC, esta segunda entrega puede convertirse en un imprescindible en 360 y PS3.
Seg¨²n la versi¨®n presente en la GC, que se trataba de la versi¨®n de 360, seguimos encarnando a Ethan Thomas, quien, tras los sucesos de la primera entrega, sufre de unos importantes trastornos mentales que le hacen perder la cabeza en m¨¢s de una situaci¨®n. Perseguido por sus fantasmas (que no puntualizaremos para no desvelar el final del original), se ver¨¢ sumido en una nueva pesadilla que parece no tener salida.
La demostraci¨®n empezaba con Ethan tirado en un callej¨®n, con la posibilidad de interactuar con un vagabundo de la zona que se acercaba a nosotros. Esa ser¨¢ la primera gran novedad de esta segunda entrega: en Condemned las calles estaban pobladas s¨®lo por psic¨®patas y enfermos mentales, pero aqu¨ª habr¨¢ gente normal con la que podremos interactuar; un bot¨®n nos indicar¨¢ en pantalla el momento en el que hacerlo.
La reacci¨®n est¨¢ prefijada, siendo del tipo hacerle la pu?eta al mendigo o contestarle hablando, seg¨²n el momento. Esta interacci¨®n no se limita s¨®lo a los personajes humanos, sino tambi¨¦n al escenario; por ejemplo, una luna rota con un televisor en el escaparate, podremos agarrar la antena y sintonizar, aunque lo que resultar¨¢ ser¨¢n m¨¢s pesadillas para Ethan, con ese extra?o l¨ªquido negruzco siempre presente.
A¨²n cuando se mantiene bastante similar, el sistema de combate ofrece ciertas mejoras interesantes. En caso de estar desarmado, ahora Ethan podr¨¢ defenderse con sus pu?os, menos efectivos, pero al menos ya no est¨¢ indefenso. La opci¨®n m¨¢s directa continuar¨¢n siendo las tuber¨ªas, trozos de madera y dem¨¢s elementos del escenario, con los que asestaremos importantes y letales golpes.
Resulta interesante, no obstante, c¨®mo estos objetos ahora valen para algo m¨¢s que para atacar. Se pueden lanzar a los enemigos, d¨¢ndose dos ejemplos curiosos: lanzando una botella de alcohol y usando luego nuestro zapper, el enemigo empezar¨¢ a arder; o si tiramos un objeto a sus pies, tropezar¨¢n y acabar¨¢n en el suelo. Esto dota de una mayor variedad al t¨ªtulo, que ahora ofrecer¨¢ una importante gama de opciones al usuario.
Una vez atontados, podremos acercarnos, al igual que en la primera entrega, s¨®lo que en vez del men¨² de opciones para rematarlos los agarraremos y podremos acabar con ellos contra el escenario, bien meti¨¦ndoles la cabeza en un televisor o bien contra un contenedor, aunque siempre con la opci¨®n m¨¢s r¨¢pida de romperles el cuello.
Ser¨¢ en las investigaciones forenses donde se producir¨¢ el mayor avance con respecto a la primera entrega. Al llegar al escenario de un crimen, el juego nos pedir¨¢ que cumplamos ciertos requisitos, y nosotros mismos deberemos investigar nuestro alrededor con el fin de encontrar lo que se nos solicita. Por ejemplo, para identificar un cuerpo, habr¨¢ que analizarlo y hacerle una foto, o para descubrir la causa de la muerte, estudiar la herida.
La libertad con la que juega Monolith es importante, y el usuario puede optar por hacerle, por ejemplo, una foto a una mesa e intentarla hacerla pasar como la del cad¨¢ver. Por suerte, en el laboratorio no son tontos y nos incitar¨¢n a volverlo a intentar y hacerlo mejor. En esta ocasi¨®n no se dir¨¢ cu¨¢ndo emplear las herramientas de investigaci¨®n, por lo que el jugador tendr¨¢ que ser listo y ¨¢gil a la hora de revisar el terreno y descubrir lo que deber hacer.
El an¨¢lisis del cuerpo que vimos era bastante sencillo, pero nos han asegurado que se volver¨¢n quisquillosos en las investigaciones forenses que compondr¨¢n el t¨ªtulo final, obligando a los usuarios a sacar lo mejor de s¨ª mismos. Seg¨²n lo bien que cumplamos cada una de las tareas se nos otorgar¨¢n diferentes puntuaciones directamente en el juego en una esquina de la pantalla, sin romper el ritmo narrativo.
Otro detalle curioso del juego ser¨¢ la posibilidad de entrar en una especie de arena de entrenamiento, en la que determinaremos nosotros mismos los elementos con los que queremos contar a nuestro alrededor como armas, as¨ª como los enemigos que queremos que salgan. Los resultados se podr¨¢n compartir a trav¨¦s de Xbox Live, donde habr¨¢ r¨¢nkings de los mejores.
T¨¦cnicamente el juego luce un aspecto sublime, elevando lo visto en la primera entrega a la en¨¦sima potencia. Los enemigos parecen realmente org¨¢nicos, muy reales, y sus deformidades y anomal¨ªas en sus facciones resultan ciertamente desconcertantes, sobre todo vistas desde cerca al acercarse para hacer un movimiento final o bien cuando nos embisten y se ponen a poca distancia.
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