[CP] Editorial Campus Party
Nuestro equipo levanta el campamento y regresa a la redacci車n haciendo balance de una nueva Campus, una en la que se siguen manteniendo los valores con los que naci車 el evento a pesar de haber contado con m芍s de 8.100 personas.
Hace justo un a?o, desde este mismo lugar coment芍bamos las impresiones que nos caus車 el d谷cimo aniversario de la que es quiz芍s la Party m芍s importante de Espa?a, con permiso de la Euskal, por supuesto. En aquella columna resalt芍bamos c車mo la Campus hab赤a concentrado la actualidad del videojuego en Valencia durante su celebraci車n y que a pesar de la expectaci車n generada por la celebraci車n del decenio, la semana hab赤a transcurrido como una Campus m芍s.
La d谷cima edici車n reuni車 un buen pu?ado de actividades relacionadas con el mundo de los videojuegos, en cambio este a?o se han reducido a las presentaciones que Electronic Arts ha realizado. Sony ha hecho acto de presencia con tan s車lo algunas consolas en el pabell車n 1, a pesar de ser una de las impulsoras de este evento en 2004. Nintendo se ha limitado a montar un stand en el pabell車n de ocio, en la linea de otros a?os. La decepci車n ha venido de la mano de Microsoft, quien hab赤a apostado por la semana valenciana, mostrando hace tres a?os su Xbox 360 a los campuseros, o el Gears of War la edici車n pasada. Esta vez, ni tan siquiera se han montado consolas para jugar, la aparici車n de Microsoft se ha centrado en un stand en la zona ocio sin ninguna referencia a su m芍quina.
Las competiciones este a?o han ocupado un claro segundo plano con una escasa afluencia de p迆blico en general. El a?o pasado el escenario principal estaba situado en el pabell車n de ocio, junto a las dem芍s zonas de competici車n y, pese a que se encontraban alejados de los puestos, se incit車 a la gente a acudir con diversos reclamos, como por ejemplo la visita de los comentaristas de una televisi車n nacional a la final del PES.
Esta edici車n situaron las competiciones junto a los ordenadores, dentro de la zona de juegos, para acercarlas a los campuseros, pero el efecto ha sido el opuesto al deseado. Con lo f芍cil que resultaba llamar por megafon赤a cada vez que se iniciase una final, 谷stas han ido sucedi谷ndose de forma totalmente desapercibida y muy pocos se acercaban a ver qu谷 estaba ocurriendo. Del mismo modo ha ocurrido con otras conferencias y presentaciones.
Como ejemplo m芍s claro, podemos volver a mencionar el PES. Una de las finales tradicionalmente?m芍s populares se ha celebrado a las cinco y media de la tarde con una gran carencia de p迆blico, mientras que por la noche eran todo un 谷xito las de Guitar Hero, Tekken o Counter Strike, claramente por tener lugar en el prime time.
Una buena noticia ha sido el aumento de campuseras que este a?o han supuesto el 12% de los asistentes. Poco a poco las mujeres van entrando en este mundo rompiendo las barreras que los prejuicios hab赤an creado. La organizaci車n se ha comprometido con las campuseras a trabajar para que el n迆mero de chicas aumente al a?o siguiente organizando actividades que puedan ser de su inter谷s, una buena iniciativa, sin duda.
La Campus Party siempre ha sido un gran evento y este a?o no ha sido menos, lo que la hace grande de verdad es la convivencia, la gente, el poder verle las caras a quienes durante el a?o lees en correos o por programas de mensajer赤a. La posibilidad de reunirse con los amigos virtuales, unido al extraordinario ambiente hacen de la Campus un lugar fant芍stico. Sin embargo se echa en falta algo m芍s, un esfuerzo de la organizaci車n por crear m芍s y mejores contenidos; hacen falta cosas como la actuaci車n de Video Games Live, algo que diferencia claramente una edici車n de otra, algo que las haga diferentes, que nos quite a los veteranos la sensaci車n de estar viviendo lo mismo cada a?o.