[E3] Ace Combat 6: Fires of Liberation, Impresiones

El E3 poco a poco va dando sus frutos. Tras la conferencia de Microsoft, la compa?¨ªa puso anoche en disposici¨®n de los usuarios una demo de la sexta entrega de Ace Combat, en su primer exponente de la nueva generaci¨®n. Os ofrecemos nuestras impresiones.

Como bien demostr¨® durante su conferencia, Microsoft conf¨ªa todas sus bazas de cara al pr¨®ximo a?o en sus sagas m¨¢s emblem¨¢ticas, ya sean adquiridas a golpe de talonario o por creaci¨®n propia. Namco ha sido una de las muchas compa?¨ªas que han cedido ante las bondades t¨¦cnicas de X360, como bien confirmar¨ªa el anuncio de exclusividad de Ace Combat 6 para la consola de Bill Gates.

Tal y como se anunci¨® hace unos d¨ªas, la demo oficial de esta sexta entrega fue publicada en el bazar Live! Hace algunas horas. Tras una larga y ardua lucha frente a los altibajos de un servidor previsiblemente colapsado, finalmente hemos podido catar el sabor del simulador de vuelos m¨¢s esperado para la consola de Microsoft.

Comienza la guerra
Namco ha invertido largo tiempo en solucionar los problemas de anteriores versiones y, especialmente, en moldear un nuevo esquema de juego para el aficionado. Ace Combat es una de esas muchas sagas en las que la originalidad destaca por su ausencia, algo que poco a poco ha ido degradando la sorpresa que, por ejemplo, produjo en su d¨ªa la versi¨®n japonesa de ?Atmosphere', la tercera entrega de la serie que por motivos comerciales lleg¨® a Europa con un s¨®lo CD y la base argumental extirpada.

Sea como fuere, la demo no ofrece grandes concesiones al usuario. Men¨²s vac¨ªos, sin opciones, dos modos de juego y una misi¨®n ¨²nica encargada de introducir la trama, de nuevo enfocada en un conflicto b¨¦lico ficticio entre dos grandes facciones. Pese a esto, la demostraci¨®n parece m¨¢s dirigida hacia el aspecto gr¨¢fico y jugable que a cualquier otro.

Tras una poderosa introducci¨®n en los que varios cazas despegan de un carguero, tomamos el control de nuestra unidad de ataque, ayudada tan s¨®lo por un compa?ero inexperto. El control del caza es casi id¨¦ntico al de la quinta entrega; con el stick izquierdo controlamos la direcci¨®n, mientras que con el derecho podemos rotar la c¨¢mara a nuestro antojo. Los gatillos aumentan o disminuyen la velocidad, y con los botones disponemos de las armas principales; misiles aire-tierra, aire-aire, un ca?¨®n y poco m¨¢s.

Toma de contacto
Una vez dominados los controles b¨¢sicos, nuestro primer objetivo consiste en eliminar la amenaza terrorista que ataca nuestro pa¨ªs por motivos desconocidos. Un enorme escuadr¨®n -sobre el que no tenemos control alguno- nos acompa?a en la batalla, al tiempo que nuestro ayudante se comunica incesantemente con los t¨ªpicos mensajes producto de nerviosismo o para indicarnos la posici¨®n de un enemigo o compa?ero. La radio es, como podr¨¦is ver, un elemento que se plantea como indispensable para entender qu¨¦ acci¨®n realizar en cada momento.?

Varios helic¨®pteros y aviones enemigos junto a otras unidades de tierra forman parte de nuestro objetivo primordial. Darles caza es tarea sencilla; nada o poco ha cambiado en este sentido con respecto a versiones pasadas. Una vez eliminados todos los blancos, la situaci¨®n dar¨¢ un giro inesperado con el ataque masivo de misiles procedentes de una nave enemiga. A medida que nuestros compa?eros van cayendo, nuestro comandante nos obliga a retirarnos hacia el oeste, previendo un contraataque inmediato tras nuestro aterrizaje. Una escena CGI finaliza la demo, produciendo al tiempo una extra?a sensaci¨®n de deja v¨²; esto no es lo que esper¨¢bamos, ya lo hemos vivido antes.?

El para¨ªso a medio camino
El tercio cambia bruscamente al hablar del apartado gr¨¢fico. La jugabilidad se mantiene casi intacta, uno de los apartados que a priori deber¨ªan experimentar un cambio dr¨¢stico; no en vano era lo prometido por Namco. Pero, ?y gr¨¢ficamente? Partiendo de la base de que estamos ante una demostraci¨®n, m¨¢s bien poco. Tras la escena inicial generada con el propio motor gr¨¢fico del juego, las expectativas eran muy altas. Y, en cierto modo, se ha conseguido ¨¦se esplendor gr¨¢fico que esper¨¢bamos. En cierto modo, decimos.

Los cazas presentan un dise?o espectacular, con todos y cada uno de los detalles del funcionamiento del aparato calculados al mil¨ªmetro. Al acelerar o frenar, la combusti¨®n del motor que vemos en la parte trasera es casi perfecta, muy superior a cualquier otra cosa que hayamos visto antes en el g¨¦nero. Se han a?adido tambi¨¦n nuevos efectos apreciables, como la capa nubosa al traspasar ciertas velocidades o al realizar un movimiento brusco. Las armas se ven mejor y suenan mejor. El sonido es precisamente otro aspecto muy importante para la inmersi¨®n que se ha tenido muy en cuenta, nuevamente con los efectos de los motores reales, incluso a la hora de disparar el ca?¨®n o los misiles.

Era obvio que Namco iba a profundizar mucho en tratar con el mayor realismo posible los cazas y todo el campo de batalla a¨¦reo. En cambio, la superficie que representa la ciudad, como en casi todos los simuladores, siempre se ha descuidado en pos de no saturar el motor gr¨¢fico y as¨ª evitar ralentizaciones. Con la llegada de la nueva generaci¨®n esper¨¢bamos un mayor realismo en los edificios y otras texturas, pero la realidad es bien distinta. Todos los elementos ?secundarios' quedan a a?os luz de lo que anteriormente coment¨¢bamos, muchas veces es dif¨ªcil saber exactamente hacia d¨®nde disparar si nuestro objetivo es un tanque o un convoy.

Poco, o casi nada
Una misi¨®n de para poco, casi nada. Una peque?a base argumental es suficiente para imaginar que Ace Combat 6 ser¨¢, en resumidas cuentas, m¨¢s o menos lo mismo que sus antecesores. Ya en lo que ata?e a la jugabilidad y al aspecto gr¨¢fico, parece que la saga sigue completamente estancada en el mismo concepto sobre el que lleva girando ya muchos a?os. Obviamente no es un juicio general, sino una primera impresi¨®n sobre una demo que nos ha causado un muy mal sabor de boca.

Sea cual sea el caso, no queda m¨¢s remedio que esperar a una futura demostraci¨®n o bien a nuestro futuro impresiones con la edici¨®n americana, prevista para oto?o de este mismo a?o, en la que s¨ª disfrutaremos de una versi¨®n definitiva que poder juzgar abiertamente. Mientras tanto, nos quedamos con muchos detalles positivos a la espera de que se pulan los reci¨¦n citados defectos. Adem¨¢s, nunca se puede menospreciar el modo Live!, del que esperamos poder disfrutar en poco tiempo.