Ligeramente helado

Uno de los t¨ªtulos m¨¢s esperados de Xbox 360 de principios de a?o cosech¨® un ¨¦xito moderado entre la cr¨ªtica y el p¨²blico, probablemente incluso mayor entre los primeros que entre los segundos. En espera de la llegada de la primera hornada de aut¨¦nticos productos DirectX 10 para Windows Vista, la versi¨®n PC de Lost Planet distribuy¨® hace escasas semanas la demo de dos de sus niveles tanto para los equipos con XP como para el nuevo sistema operativo reci¨¦n salido de los hornos de Microsoft. Hoy, con el juego completo en las manos, lo exprimimos en el an¨¢lisis.

T¨¦cnicamente un juego de disparos en primera / tercera persona, Lost Planet narra las peripecias de Wayne Holden, un joven que es recatado de una muerte segura con profundas lagunas en su memoria y en un planeta casi desprovisto de vida humana en el que s¨®lo quedan unos pocos piratas y una corporaci¨®n con fines misteriosos. Eso sin contar con los extra?os seres alien¨ªgenas que son los que han impedido colonizarlo con ¨¦xito y que desde luego nos pondr¨¢n las cosas m¨¢s que dif¨ªciles.

Sin embargo, Lost Planet no es una lucha equilibrada; nuestro mayor enemigo son las condiciones de total hostilidad del planeta debido a su extremadamente baja temperatura, que nos obliga a estar continuamente alerta para que el calor vital de nuestro traje de supervivencia no se agote y buscando sin cesar nuevas fuentes de T-ENG con las que alimentar las necesidades energ¨¦ticas termales de nuestro soporte de vida. La vida en el hielo perenne de EDN III no es f¨¢cil, est¨¢ claro.

Y as¨ª, en el transcurso de una docena de misiones, afrontaremos los niveles de los que consta el juego mientras el argumento gira a nuestro alrededor de forma m¨¢s o menos predecible. Matando todo tipo de humanos y aliens de gran tama?o, conduciremos a Wayne durante alrededor de las 7 horas que dura la campa?a principal del juego en su modo de dificultad normal, y a trav¨¦s de escenarios repletos, por encima de todo, de hielo y nieve.

Aunque no del todo original, es menester aplaudir la propuesta de Capcom tratando de variar un poco el mercado de los juegos de acci¨®n en tercera y primera persona. El resultado no es ¨®ptimo, en especial la versi¨®n de PC que no est¨¢ (en el 90% de los casos) a la altura de su hom¨®loga de consola. Y decimos en la mayor¨ªa de los casos porque no es poco el equipo que requiere para hacer correr el juego en Dx10 y que mantenga un rendimiento decente sin esos ocasionales bajones de framerate que sufre en determinados picos de carga gr¨¢fica.

Abanderado por la propia Capcom como el primer juego de acci¨®n verdaderamente de nueva generaci¨®n, lo cierto es que su inmensa cantidad de efectos en pantalla no consiguen ocultar una jugabilidad que en este caso, por sencilla, no significa que sea superior. Lost Planet lleva al jugador sobre ra¨ªles por sus niveles y, en el mejor de los casos, presenta una brillante escenograf¨ªa de entretenimiento que probablemente pasar¨¢ inocua a trav¨¦s de nuestras mentes. Y aunque eso tal vez signifique mucho para otros t¨ªtulos, le sabe poco a este.

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Como buena parte del juego la pasaremos sobre un paisaje nevado, se ha puesto mucho hincapi¨¦ en intentar construir un modelo bastante realista del clima. Hay literalmente montones de efectos simult¨¢neos en pantalla que lucen verdaderamente bien: los propios copos cayendo azotados por el viento, los reflejos de la luz sobre las distintas superficies que existen, la definici¨®n y comportamiento de las sombras sobre esas superficies, el buen uso del motion-blur para a?adir ese efecto de mayor y m¨¢s veloz movimiento en los Akryd?

Lo cierto es que no solamente los exteriores est¨¢n m¨¢s que correctamente realizados sino que los interiores tambi¨¦n: en ocasiones podemos asistir a escenas que se desarrollan dentro de edificios abandonados o cavernas en las que, aparte de mejorar el framerate, disfrutamos de mayor contraste de colorido y tambi¨¦n de algunas explosiones con miles de part¨ªculas volando por toda la pantalla que se combinan con los destellos de las armas al disparar o del polvo al caminar por el suelo seco.

En Lost Planet suceden muchas cosas simult¨¢neamente, y el motor gr¨¢fico se tiene que encargar en ocasiones de poner docenas de enemigos en pantalla con sus correspondientes miles de pol¨ªgonos; mientras, descargamos toneladas de munici¨®n desde nuestro andador o a pie. En ese sentido, el t¨ªtulo de Capcom es simplemente espectacular. De acuerdo que es exigente con los requisitos, pero es que hay veces en que uno tiene la sensaci¨®n de que no se ha escatimado en nada para mostrarlo en pantalla: no hay m¨¢s porque no cabe m¨¢s.

De todas las animaciones, incluida la del gancho retr¨¢ctil que incorpora el protagonista, nos quedamos sin duda con algunas de los alien¨ªgenas. Todo y que las humanas gozan de bastante naturalidad, aunque debe admitirse que hay algo raro en los andares, la primera vez que aparece una 'ara?a' Akryd es de quedarse boquiabierto. Se ha intentado dotar de buenas dosis de credibilidad a los enemigos extraplanetarios y lo cierto es que en algunos casos se ha conseguido con gran acierto, desde aquellos m¨¢s peque?os hasta los grandes jefes que ocupan m¨¢s de una pantalla.

A nivel de sonido, nada que objetar; Lost Planet hace bien su papel de desplegar una grand¨ªsima cantidad de efectos y jingles que en ocasiones consiguen estremecer. El peque?o temblor que sucede antes de la salida a escena de un 'Chryatis' del suelo, el rodar de los grandes 'Dongo' que nos atacan como si fueran bichos-bola o simplemente el caminar pesado de nuestros 'Vital Suits' con armadura. Todo coregrafiado con buen gusto aunque, en nuestra versi¨®n, en ingl¨¦s.

Es por eso que el dise?o de los niveles est¨¢ bien conseguido pero es extraordinariamente lineal. Hay que ir de A hacia B sin preguntarse mucho el por qu¨¦; y ni tan siquiera el argumento, tras los dos primeros giros, llega a importar mucho. Avanzamos, matamos todo lo que hay por delante, acabamos con el jefe final y punto. Incluso no exige demasiada habilidad hacerlo en la dificultad que viene por defecto, aunque al nivel m¨¢s alto ya sea otra cosa.

La realidad es que no hay mucho que pensar a lo largo de las fases, incluso no hay una exagerada escasez de munici¨®n. Realmente hay muchas armas disponibles para acabar con los enemigos: fusiles de asalto, escopetas, rifles de francotirador, lanzamisiles? Solamente podemos llevar dos de ellas al mismo tiempo, con lo que hay que tener en cuenta este aspecto. Eso s¨ª, no desaparecen y siempre podemos volver a por ellas. Pero tambi¨¦n disponemos de otras opciones para afrontar el combate.

En teor¨ªa, la inclusi¨®n del garfio deber¨ªa aportar la posibilidad de nuevas estrategias t¨¢cticas para el jugador; en la pr¨¢ctica utilizamos el artilugio solamente cuando es necesario: para llegar a un punto al que no alcanzamos saltando o para evitar caernos de un borde. Tambi¨¦n para conseguir ventajas para el rifle de francotirador es factible o podemos usarlo para acercarnos velozmente a los enemigos, pero en realidad aunque puede ser de mucha utilidad, dista bastante de ser imprescindible.

Derrotar a los enemigos humanos es realmente simple: basta meterles m¨¢s plomo que no recibirlo. Los Akryd requieren una estrategia ligeramente distinta ya que son extremadamente resistentes en todo el cuerpo excepto en un punto d¨¦bil que se revela en determinadas condiciones: despu¨¦s de su ataque principal, golpeando alg¨²n punto en concreto o simplemente consiguiendo ponernos r¨¢pidamente a su espalda. Cuando se unen varios enemigos del mismo tipo o distintos, Lost Planet resulta fren¨¦tico por momentos, aunque suele durar poco.

Destruir a los enemigos atizando su punto d¨¦bil es important¨ªsimo porque sueltan su dosis de 'calor'. Como avanzamos anteriormente, el calor lo absorbemos con nuestro traje y nos proporciona mayor esperanza de vida pero no solamente contra el fr¨ªo, tambi¨¦n contra los ataques de los enemigos que no nos quitan ?vida' propiamente dicha sino energ¨ªa t¨¦rmica. Esta energ¨ªa tambi¨¦n la podemos obtener del entorno o bien destruyendo veh¨ªculos, dep¨®sitos repartidos por el mapeado, etc.

El cat¨¢logo de herramientas de destrucci¨®n se completa con la capacidad de subirnos y utilizar andadores b¨ªpedos, una especie de armaduras o mechs al estilo de Alien: el Regreso. Hay de varios tipos, resistencias y habilidades? pero una cosa est¨¢ clara: cuando aparecen no est¨¢n all¨ª por casualidad. Ahora bien, la verdad es que van armados a juego con lo que se espera de ellos y tienen una resistencia a los impactos enemigos mucho mayor de lo habitual. La sensaci¨®n de impunidad que se tiene abatiendo a los enemigos desde un mech de estos es sencillamente brutal.

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Si nos cansamos de ir subidos al trasto siempre podemos bajar y arrancar una de las armas que lleva pegadas a los laterales para usarla a modo gatling mientras caminamos. Limita mucho nuestra movilidad, est¨¢ claro, pero queda impecable en las fotos. Y la potencia de fuego extra nunca viene mal, especialmente porque no siempre podemos impactar en la zona d¨¦bil de nuestros adversarios y nos vemos obligados a descargar plomo incluso en las partes menos receptivas a los disparos.

En cierto sentido, la mec¨¢nica de juego es de la vieja escuela: los enemigos tienen un patr¨®n de movimientos muy definido que en el momento en el que se le coge el truco es bastante sencillo de ejecutar. Ocasionalmente podemos vernos rodeados de bichos y ver como nuestra energ¨ªa baja peligrosamente pero raramente nos sentiremos amenazados con la derrota a lo poco que dominemos los mandos. El control, por cierto, es bastante preciso y se juega perfecto incluso a bajas sensibilidades del rat¨®n.

Pero algo le falta a Lost Planet; echa de menos mucha mayor profundidad, variedad, dificultad, durabilidad, rejugabilidad, posibilidades? No es que sea un engorro jugarlo, pero sencillamente le falta ese 'algo' que necesitan los buenos juegos para convertirse en excelentes. Le falta gancho, le falta incluso algo de ambici¨®n. Tiene un apartado t¨¦cnico a la altura de esa ambici¨®n, pero no se ve secundado por un desarrollo acorde. Y no es porque lo que haga no lo haga bien, es porque este Lost Planet no da m¨¢s de s¨ª.

El multiplayer es bastante est¨¢ndar en todos los sentidos, si bien puede resultar entretenido con m¨¢s de una docena de jugadores simult¨¢neamente y en Deathmatch. Existen otros modos de juego, como el de cazador y presa (en el que debemos perseguir a un solo personaje) u otro en que se trata de aglutinar la mayor cantidad de energ¨ªa t¨¦rmica, pero en realidad se nos antoj¨® bastante est¨¢ndar en cualquier caso. Y con alg¨²n que otro problema de rendimiento, adem¨¢s.

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