Pura diversi¨®n

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David Jaffe recordaba una escena de su pasado de jugador: toda una familia reunida alrededor de una pantalla y una consola de videojuegos, una imagen promocional de alg¨²n sistema del pasado, quiz¨¢s un Atari 2600 o un Intellivision. Despu¨¦s de un agotador desarrollo con God of War, al genial dise?ador no le quedaban fuerzas para otro juego ¨¦pico y es ah¨ª cuando apareci¨® la idea m¨¢s b¨¢sica de lo que quer¨ªa hacer: un t¨ªtulo que recreara esa sensaci¨®n.

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El resultado es un juego que brilla con luz propia, un ejemplo perfecto del tipo de ideas que no tienen lugar en las tiendas, entre juegos a 60 euros, pero que tiene todo el sentido del mundo cuando se pueden descargar por el m¨®dico precio de menos de siete euros. A primera vista puede parecer que el contenido es un tanto escaso, un punto que se desarrollar¨¢ a lo largo de este an¨¢lisis, pero lo que hay es un contenido en el que se nota que se ha un puesto un gran mimo para conseguir el efecto deseado.

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Tanto el objetivo del juego como sus mec¨¢nicas son extremadamente sencillas: cuatro coches de polic¨ªa repartidos por un mapa de reducido tama?o intentan atrapar a un ladr¨®n que hay suelto, lo que es muy sencillo ,el problema es que una vez que se captura, hay que intentar llegar a la c¨¢rcel con el criminal para "anotarse el tanto", cosa que a los dem¨¢s coches no les parece nada bien, por lo que intentar¨¢n robar al ladr¨®n para que sean ellos los que lo captures. Cada vez que se produce una captura, el veh¨ªculo se anota puntos, de modo que gana el que al final del tiempo haya acumulado una mayor puntuaci¨®n.

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Robar al ladr¨®n capturado es muy f¨¢cil dado el reducido espacio, ya que para conseguir que el coche rival suelte a su presa s¨®lo hace falta dar una buena embestida, lo que har¨¢ que la presa salga disparada por los aires, momento en el que el m¨¢s listo o atento intentar¨¢ recogerlo y enfilar hac¨ªa la c¨¢rcel. Para complicar las cosas, hay un total de tres objetos especiales que aquellos que no tengan al criminal pueden usar para conseguirlo: un im¨¢n, un martillo y misiles.

Gr¨¢ficos y audio

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A pesar de pasar por ser un juego modesto, los creadores de Calling All Cars demuestran tener un buen sentido art¨ªstico. Los cuatro escenarios, los coches, los veh¨ªculos... todo est¨¢ recreado con la t¨¦cnica Cel Shaded y dotado de una estilo notable, aumentado por los 60 FPS estables y la capacidad de ir a los 1080p. No dejar¨¢ con la boca abierta a nadie con unos gr¨¢ficos inmersivos o espectaculares, pero es un trabajo notable, con una gran personalidad y el que no se han dejado detalles sin pulir.

Quiz¨¢s uno de los detalles m¨¢s destacables es la gran velocidad y suavidad de movimiento que tienen los veh¨ªculos, lo que junto a la gran cantidad de objetos destrozables en el mapa, crea una excelente sensaci¨®n visual, teniendo en cuenta el tipo de juego que es y el uso de la perspectiva a¨¦rea, excelente para tener un plano general, pero que no resulta tan vistosa como otras perspectivas m¨¢s vistosas.

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Sobre la m¨²sica y los efectos de sonido no hay mucho que a?adir, es funcional y acompa?a bien la acci¨®n pero es generalmente irrelevante y ni siquiera trata de convertirse en esa melod¨ªa pegadiza que otros juegos tratan de incorporar cuando sus bandas sonoras no est¨¢n llamadas a la emotividad.

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Jugabilidad

Tal y como ya se ha comentado en el comienzo, la mec¨¢nica es realmente sencilla y cualquiera puede coger los mandos y ponerse de jugar casi de inmediato, ya que es un t¨ªtulo muy intuitivo y que se puede disfrutar tanto en partidas cortas como en una gran sensaci¨®n, ya que no se hace cansado repetir una y otra vez el mismo mapa.

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El dise?o del juego est¨¢ claramente ideado para que el jugador experimente, en muy poco tiempo, sensaciones de triunfo y de frustraci¨®n, lo que conduce inmediatamente a una sensaci¨®n de "pique" constante. Ah¨ª reside la clave de la capacidad de entretenimiento de Calling All Cars, en empujar a los jugadores a picarse en ellos, a que se roben al criminal en el ¨²ltimo segundo cuando ya estaba apunto de "anotar". La comunicaci¨®n, tanto por teclado como por voz, permite que los usuarios puedan soltar sus "caranto?as" de cualquier forma, aunque nada supera la experiencia de jugar cuatro jugadores simult¨¢neamente en la misma habitaci¨®n, ya que es cuando ese sentimiento de sana rivalidad alcanza sus mayores cotas.

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Es posiblemente uno de los mejores t¨ªtulos que hay ahora mismo en PS3 para disfrutarlo entre varios amigos cuando vienen a casa, ya que no es un juego en el que se pueda adquirir un dominio claro sobre los dem¨¢s a base de estar muchas con ¨¦l; por muy experimentado que se sea, el limitado espacio y la simple mec¨¢nica hace que cualquier otro jugador pueda ponerte en apuros.

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Para afianzar esta sensaci¨®n de incertidumbre, las armas que van apareciendo en medio del mapa dan una cierta ventaja a aquellos que est¨¢n tratando de que el portador del ladr¨®n lo suelte. El martillo permite crear una zona de impacto que desestabilizar¨¢ al rival que pille de por medio; el im¨¢n permite robar directamente al ladr¨®n del coche de otro; por ¨²ltimo, los misiles tienen la funci¨®n obvia de dejar fuera de combate a la competencia por unos valiosos segundos. Los objetos son una ayuda, pero est¨¢ claro que desde el estudio no se ha querido que una partida dependa de la suerte que haya tenido uno con los items, de modo que su utilizaci¨®n no es, ni mucho menos, determinante o imprescindible.

De hecho, la estrategia m¨¢s efectiva pasa por la de utilizar el limitado turbo para alcanzar esa velocidad extra que permitir¨¢ "cazar" al rival y darle un buen choque. Una vez que se haya cogido al criminal, el objetivo m¨¢s inmediato es el de ir a la c¨¢rcel para conseguir el punto, pero no es la ¨²nica forma de realizar el trabajo. Durante el desarrollo de una partida es posible que aparezcan furgones o incluso un helic¨®ptero, que te permitir¨¢n dejar al criminal con ellos. Hacer que el helic¨®ptero se lleve al ladr¨®n es merecedor de tres puntos extra sobre lo que se consigue con una entrega normal, pero conseguirlo es realmente complicado.

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Aparte de jugar en multijugador, Calling All Cars incluye un modo individual, que es el ¨²nico medio posible para liberar nuevos veh¨ªculos que utilizar. A Jaffe y su equipo se le ha ido un poco la mano con los rivales, ya que son demasiado buenos, especialmente usando algunas de las armas. No es que sea imposible ni mucho menos, ya que incluso aunque la m¨¢quina maneje de forma impecable ciertos detalles, la habilidad del jugador se puede imponer, pero a veces no se podr¨¢ evitar cierta sensaci¨®n de frustraci¨®n ante algunas de las acciones de la IA.

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El principal problema de Calling All Cars es definitivamente su falta de mapas. Los cuatro disponibles tienen diferentes tem¨¢ticas y permiten partidas muy distintas -por ejemplo, en un mapa con nieve hay ocasiones en la que el acceso a la c¨¢rcel se hiela y hay que buscar otros medios para realizar la entrega- Pero a pesar de su medido dise?o, cuatro se siguen antojando pocos y pronto se hacen repetitivos, pese a que la experiencia de juego siga siendo muy buena. Un mayor n¨²mero de mapas hubiera permitido mayor variedad, tanto gr¨¢fica como jugable, lo que hace que sea una l¨¢stima que los responsables se hayan confirmado con los cuatro mapas presentes, aunque sean muy buenos mapas.

Conclusi¨®n

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Calling All Cars es un t¨ªtulo extremadamente divertido, imprescindible casi si cuentas con cuatro mandos y tres amigos -o m¨¢s- dispuestos a pasarse una tarde divertida. Jugar online tambi¨¦n resulta satisfactorio y s¨®lo el juego contra la m¨¢quina se hace un poco m¨¢s pesado. Su atractivo precio, altos valores de producci¨®n y excelente dise?o lo convierten en una compra m¨¢s que recomendable, s¨®lo lastrada por una evidente falta de contenido.