Una reinvenci¨®n acertada

Hay dos clases de juegos de coches: los pensados para los que les gustan los juegos de coches y los pensados para los que no les gustan los juegos de coches. Los juegos de simulaci¨®n, como son los de tipo Gran Turismo y similares, hacen las delicias de aquellos que buscan la m¨¢xima fidelidad en su ordenador a lo que ser¨ªa una carrera real; por otro lado, juegos como BurnOut o el viejo (y el nuevo!) Out Run son un exponente claro de lo contrario, de un arcade que utiliza los coches como excusa para conseguir emocionar al volante olvidando el aspecto realista.

Quede claro que esta nueva versi¨®n de Colin McRae, que el a?o pr¨®ximo cumplir¨¢ su d¨¦cimo aniversario desde su aparici¨®n en la PlayStation original, est¨¢ pensada para los primeros, pero no exactamente por los mismos motivos. Ha expandido sus posibilidades, a?adiendo nuevas opciones y redise?¨¢ndose casi desde la base; pero sobretodo ha intentado reinventarse, despu¨¦s de las experiencias poco ambiciosas de las ¨²ltimas entregas. Y bajo nuestro punto de vista, el resultado es bastante esperanzador.

No se ha llegado tal vez al nivel que alcanz¨® Colin McRae 2, por lo que supuso en su momento, pero DiRT es sin lugar a dudas uno de los mejores t¨ªtulos de carreras que existe ahora mismo en el PC. Es tremendamente exigente a nivel de hardware, pues alcanzar unas prestaciones similares a las que conseguimos con una Xbox 360 cuesta bastante; hemos realizado pruebas en dos equipos y uno de ellos, un Dual Core con 2 Gb de Ram y una 7800 de gr¨¢fica, no iba muy sobrado moviendo el juego a unos escasos 1024 x 768, con alg¨²n baj¨®n de frames muy ocasional.

Es por eso que un jugador multisistema y que no disponga de un equipo verdaderamente potente deber¨ªa optar, hoy por hoy, por la versi¨®n consolera. Adem¨¢s que DiRT est¨¢ pensado para conducirse con un volante, ya sea un Logitech con Force Feedback (como el nuestro) como con un MOMO o el mismo controlador de la 360. Existen en los foros las configuraciones 'ideales' para estos volantes que aseguran el m¨¢ximo de precisi¨®n, siempre seg¨²n los m¨¢s puristas, para conducir los coches.

Pero por encima de todo, y esto es una informaci¨®n que seguramente estar¨¢n esperando los conocedores de la serie, se ha mejorado la f¨ªsica que mueve el programa. Se ha cambiado casi todo, esta es la verdad, empezando por el nuevo motor gr¨¢fico, el dise?o de los men¨²s, el tipo de pruebas y su cantidad? pero sobretodo el manejo del coche es, sin llegar a un realismo absoluto que nunca pretende, bastante m¨¢s precisa y esto, en un t¨ªtulo que intenta precisamente eso, es muy bueno.

En resumen, y sin querer adelantar acontecimientos, Colin McRae DiRT es un buen juego de coches. No tan s¨®lo ha recuperado la filosof¨ªa original de sus principios sino que, influenciado sin ninguna duda por los TOCA, ha dado un paso adelante en lo que ser¨ªa la saga. Es cierto que hay algunas cosas que se podr¨ªan pulir bastante, pero desde luego es un placer encontrar un producto tan bien presentado, tan bien acabado y que es capaz de satisfacer tanto a los nuevos como a los viejos fans.

El motor gr¨¢fico que mueve el juego es de nueva creaci¨®n y se ha llamado 'Neon'. Como dec¨ªamos antes, el resultado es bastante espectacular a la vez que exigente con el hardware sobre el que se apoya, lo cual no es de extra?ar si tenemos en cuenta todo lo que pone simult¨¢neamente en pantalla; muchos coches, muy bien definidos, con una gran cantidad de efectos de part¨ªculas y por encima de todo una iluminaci¨®n y reflejos que har¨¢n las delicias no solamente del jugador sino tambi¨¦n del espectador que tengamos al lado.

Son m¨¢s de 40 los coches disponibles para los pilotos y todos ellos formados por un n¨²mero impresionante de pol¨ªgonos; pero el hecho destacable es que la geometr¨ªa de todos los veh¨ªculos var¨ªa en funci¨®n de los da?os que reciba. Es decir, que a medida que choquemos, rocemos o nos salgamos del trazado, sufriremos no solamente las consecuencias a nivel de pilotaje sino que el aspecto de los b¨®lidos se ver¨¢ deformado en consecuencia. Parachoques, puertas, ventanas, parabrisas, ruedas, soportes aerodin¨¢micos? incluso el trato que reciben los elementos de decoraci¨®n del escenario merecen un sobresaliente en este aspecto.

Hay 6 c¨¢maras principales a trav¨¦s de las cuales se puede observar la acci¨®n: dos posteriores y 6 frontales, aunque siempre nos moveremos entre dos de ellas en la mayor¨ªa de ocasiones. Las posteriores son las m¨¢s c¨®modas para pilotar, especialmente si buscamos rendimiento y jugamos con teclado y rat¨®n, ya que vemos el veh¨ªculo desde atr¨¢s en tercera persona ofreci¨¦ndonos una perspectiva de carrera excelente tanto de lo que tenemos delante como de lo que nos viene por detr¨¢s.

Las 4 delanteras son indiscutiblemente las m¨¢s espectaculares, ofreciendo la mejor sensaci¨®n de velocidad (la del parachoques es brutal) al tiempo que se aprecia la calidad en las texturas tanto de la tierra como del asfalto; pero ha sido aqu¨ª donde hemos tenido problemas de alg¨²n baj¨®n de la tasa de cuadros, demostrando cu¨¢nto dif¨ªcil resulta mover DiRT a pleno rendimiento, incluso estando lejos a los ¨®ptimos 60 frames por segundo. Esto se agrava especialmente en las carreras con varios veh¨ªculos simult¨¢neamente en pantalla.

Respecto a los efectos de sonido y m¨²sica que acompa?an a DiRT no hay ocasi¨®n para el reproche; el acabado de los temas no es excepcional pero cumple a la perfecci¨®n con su cometido y el buen nivel de los jingles y ruidos de motores, colisiones, derrapes, salidas de pista y dem¨¢s juega un papel importante para determinar la buena inmersi¨®n del conductor en el juego. En este sentido, un notable alto para sus desarrolladores.

Para empezar, el juego nos ofrece una gran cantidad de informaci¨®n en pantalla simult¨¢neamente incluso en las vistas exteriores, y lo hace de forma escueta pero precisa. Tanto la velocidad actual como el tac¨®metro, as¨ª como los distintos indicadores de l¨ªmite de marcha y de revoluciones se encuentran en la parte inferior derecha. Arriba se nos muestran las indicaciones del copiloto o nuestra posici¨®n en carrera y un peque?o mapa, dependiendo de la prueba a disputar. A la derecha una gr¨¢fico de los da?os que sufre nuestro coche y los tiempos.

Existen 6 disciplinas en las que correr: rally (las competiciones cl¨¢sicas que vemos en televisi¨®n), la versi¨®n estadounidense 'raid', un habitual 'head to head' con el que nos enfrentaremos en un circuito de eliminatoria cara a cara simult¨¢neamente con otro piloto, los RallyCross (que se corren en superficies mixtas), la CORR (la competici¨®n en la que correremos con esos buggies tan dif¨ªciles de manejar) y las pruebas especiales cronometradas de escalada, tambi¨¦n de corte bastante americano.

Los modos de juego principales son tres. El Planeta Rally es aquel en el que podremos conducir todos los coches desbloqueados (se desbloquean a medida que progresamos en el modo ?campa?a') en todos los circuitos disponibles, pudiendo disputar carreras ¨²nicas, campeonatos o cronos. El campeonato de rallies, viejo conocido de los seguidores de la franquicia, persigue disputar las pruebas europeas, internacionales o de ambas con el fin de conseguir los t¨ªtulos.

Pero el modo estrella, y valga la redundancia, es el modo 'estrellato'. En este modo, similar a otros disponibles en muchos t¨ªtulos, empezaremos desde abajo con coches de segundo nivel y tendremos que labrarnos la calle a base de podios. Cuantos m¨¢s puntos consigamos, mayor ser¨¢ la cantidad de dinero obtenido y podremos acceder a nuevos veh¨ªculos con los que asaltar nuevos retos; tambi¨¦n se utiliza el dinero para conseguir alguno de los m¨¢s de 150 dise?os disponibles para personalizar nuestros coches.

Correr en DiRT puede que no sea la forma m¨¢s realista de encarar un juego de coches, pero enseguida se le pilla el tranquillo. En bastantes ocasiones, sin embargo y si tiene tiempo uno de preocuparse por estos menesteres, el jugador experto puede darse cuenta de que en muchas ocasiones los veh¨ªculos tienen la sensaci¨®n de deslizarse sobre las pistas o de no responder adecuadamente a la acci¨®n de los frenos o del acelerador.

Aunque se nos ense?an de forma bastante demostrativa las diferentes opciones para conducir (con el freno de mano en los 180, saliendo derrapando estilo Loeb de las curvas m¨¢s dif¨ªciles, etc.) lo cierto es que siempre se tiene una buena sensaci¨®n a los mandos una vez se han superado las primeras salidas de pista y los primeros abandonos. Hace bien ese trabajo DiRT, porque lo que importa muchas veces es que el jugador se sienta c¨®modo conduciendo y debe tratar de vencerle siendo mejor que ¨¦l, no frustr¨¢ndole.

Es cierto que, como ya pasaba en entregas anteriores, los coches tienden a girar sobre su propio eje central en lugar de hacerlo sobre los dos de los neum¨¢ticos, neutralizando el balance de pesos que tan importante es en todo coche. Obviamente los m¨¢s puristas, que denominan a este efecto 'ir sobre ra¨ªles', es algo que les echa para atr¨¢s a la hora de considerar DiRT com un juego ?serio', pero no es menos verdad que esto es siempre en pos de conseguir mayor accesibilidad al gran p¨²blico. Y en efecto lo consigue.

Los m¨¢s escrupulosos pueden escoger entre 5 tipos de dificultad que afectan principalmente tanto a la habilidad de los rivales como a los da?os potenciales que puede recibir nuestro coche. Eso significa que a partir del segundo nivel, el principiante, ya nos podemos quedar tirados en una curva si fallamos el contravolante o si entramos en subviraje. La habilidad para llegar al nivel de 'profesional', en nuestro caso y con toda la honestidad posible, se nos antoja bastante dif¨ªcil.

Existe la posibilidad de modificar nueve aspectos fundamentales de nuestro auto ya sea antes o despu¨¦s de la carrera. Desde modificar la geometr¨ªa de la suspensi¨®n, las relaciones de las marchas o la carga aerodin¨¢mica del coche (modificando el ¨¢ngulo de los alerones) al reglaje de los frenos, todo ello es posible en DiRT. Claro que tambi¨¦n podemos fastidiar en carrera aspectos como la caja de cambios o la refrigeraci¨®n que nos dejar¨ªan virtualmente sin posibilidades de acabar en el podio.

El multiplayer de DiRT es algo escueto, pensando que se podr¨ªan haber implementado mayores y mejores opciones; es posible disputar una partida de Rally por red de ¨¢rea local o bien unirse a una competici¨®n online con, te¨®ricamente, hasta 100 jugadores m¨¢s. Tambi¨¦n se actualizan nuestros tiempos en una base de datos global que registra a los mejores pilotos en cada prueba o cada tramo.