TV Giant, Impresiones

Esto es lo que nos proponen Nobilis y RTL Enterprises, convertirnos en un verdadero magnate de los medios de comunicaci¨®n con TV Giant. De momento, la intenci¨®n es alentadora, sobre todo para aquellos hartos de la tan rentable telebasura y dem¨¢s flora televisiva, que quieran fundar su propio canal con contenidos entretenidos y de calidad.

A fecha de hoy, un t¨ªtulo y solamente uno se ha atrevido con este mismo argumento. Hablamos, por supuesto, de aquel maravilloso Mad TV, que saldr¨ªa a la luz en 1991 para regocijo de jugones. Nuestra misi¨®n era gestionar una fren¨¦tica televisi¨®n y dejar a la competencia con menos audiencia que los canales de teletienda. Un verdadero cl¨¢sico que no ha visto heredero hasta nuestros d¨ªas.

Bajo casi las mismas premisas que el juego de Rainbow Arts, tendremos total libertad para dirigir con mejor o peor criterio Entertaiment TV, nombre de la cadena que pasar¨¦is a controlar si os anim¨¢is a aventuraros en el negocio audiovisual. TV Giant es uno de esos juegos que podemos etiquetar como simulaci¨®n econ¨®mica, pero no dej¨¦is que os amedrente la denominaci¨®n, ya que vuestra misi¨®n, lejos de ser el contable de la televisi¨®n, es m¨¢s bien la del responsable de la misma.

En vuestras manos estar¨¢ el establecer la parrilla de programaci¨®n, la compra y venta de series, pel¨ªculas y concursos, o incluso la propia realizaci¨®n de nuevos contenidos. Por supuesto que tendremos que cuidar y engordar nuestra cuenta bancaria para mantener la competitividad y evitar acabar de patitas en la calle, pero nos mantendremos apartados de complicados balances y ratios financieros.

B¨¢sicamente, el juego se divide en zonas diferenciadas en las que podremos llevar a cabo distintas acciones. Por poner ejemplos, en la agencia de publicidad podremos adquirir anuncios para financiar nuestra cadena, o en el estudio de rodaje podremos crear nuevos contenidos, como magazines, concursos o incluso series y pel¨ªculas. En este punto es obligado poner sobre aviso ante lo engorroso del traslado entre zonas.

Ejemplo claro es el de nuestra propia emisora, dividida en varias plantas, donde, si en alg¨²n momento queremos ir de nuestra oficina al archivo de pel¨ªculas, por establecer una hip¨®tesis, tendremos que volver a la recepci¨®n y desde all¨ª tomar el ascensor de nuevo a la planta del archivo. Creemos que un posible grave fallo de jugabilidad que adem¨¢s afectar¨¢ al usuario habitualmente, porque el cambio de una planta a otra es una acci¨®n com¨²n en el juego.

Semana a semana, colocar los contenidos y los anuncios de manera eficiente ser¨¢ la tarea m¨¢s ardua de TV Giant, y por suerte, o por desgracia m¨¢s bien, dispondremos de un asesor el cual, una vez contratado, gustoso estar¨¢ de ayudarnos en tan importante cometido. Desafortunadamente, el criterio de nuestros empleados a la hora de completar la programaci¨®n deja bastante que desear.

Digamos que, por no seguir, no sigue ning¨²n patr¨®n l¨®gico conocido por la humanidad u otras razas semi-inteligentes. Puede que decida emitir todos los episodios de esa serie estrella, que acabamos de comprar con el sudor de nuestra frente, el mismo d¨ªa, de manera que un contenido que bien nos podr¨ªa haber durado meses se esfuma en 7 horas de programaci¨®n. No ser¨¢ raro que acab¨¦is prescindiendo de los servicios de tan desquiciado trabajador. Y es que con amigos como estos...

Adem¨¢s de los diferentes tipos de contenidos ya nombrados, habr¨¢ que tener en cuenta otros atributos, sobre todo en el argumento del contenido. Dependiendo de los gustos de la poblaci¨®n, puede que sea m¨¢s acertado emitir una pel¨ªcula rom¨¢ntica o quiz¨¢s una de acci¨®n. La verdad es que, este apartado, se hace un poco confuso, y rara vez se termina haciendo caso a los bar¨®metros de audiencia.

Sin embargo, hay un aspecto muy interesante, y es el de los horarios protegidos. Cada contenido tiene establecido un c¨®digo de edad, y emitirlo a deshora puede suponer desde que nos confisquen una pel¨ªcula hasta una cuantiosa y preventiva sanci¨®n econ¨®mica. Como al principio nos ser¨¢ imposible clasificar nuestro archivo sin la ayuda de un empleado especializado, tendremos que poner especial atenci¨®n en las clasificaciones por edad.

Un punto muy a favor del juego es la progresi¨®n del mismo. Conforme van avanzando las semanas, se nos van proponiendo nuevos retos por parte de la directiva, como aumentar el porcentaje de audiencia o construir un centro de noticias. De esta manera, lentos pero seguros, iremos dando forma a nuestro proyecto televisivo bajo la atenta mirada del due?o del canal. En el caso de cumplir tales retos, recibiremos unas fr¨ªas felicitaciones, algunas incluso en met¨¢lico.

Supongo que no hace falta decir lo que nos otorgar¨¢n si fracasamos en los desaf¨ªos propuestos. De todas formas, aunque la cadena tenga due?o, seremos nosotros los encargados de contratar personal, ya sea mediante la solicitud de curr¨ªculum a la secretaria del jefe o simplemente haciendo una oferta de trabajo al primero que pase por la calle, textualmente. El jefe se pasear¨¢ todos los lunes para ver si las cosas van bien, y el resto de la semana podremos manejar la televisi¨®n a nuestras anchas.

Atendiendo al apartado visual, TV Giant parece simple. Si bien luce unos modelados de buena calidad y detallados, estos son, m¨¢s bien, est¨¢ticos. Casi no hay movimiento en la mayor¨ªa de las zonas que podemos visitar, excepto cuando nos movemos por el mapa de la ciudad, donde transe¨²ntes y veh¨ªculos mantienen su quehacer diario a pesar de la maravillosa oferta televisiva que emitamos.

En este mapa tambi¨¦n es posible espiar las casas de los habitantes para estudiar sus gustos a la hora de elegir programaci¨®n y, en ocasiones, tendremos que enviar nuestro equipo de noticias a cubrir alg¨²n incidente. Se aprecia el esfuerzo, aunque carente de sentido, puesto que sacrificar interactividad y dinamismo en las zonas realmente importantes del juego en favor de estos aspectos secundarios bastante prescindibles es, cuando menos, una mala idea desde el punto de vista de la jugabilidad.

Sin embargo, siguiendo con el apartado gr¨¢fico, estos son del todo correctos, y cumplen su funci¨®n de manera h¨¢bil, pero hasta ah¨ª llega la cosa. Las estancias est¨¢n ampliamente detalladas, pero la falta de dinamismo convierte las mismas en una serie de pantallas aburridas de las que estaremos deseando salir. Acostumbrados a la evoluci¨®n de los juegos 'tycoon' actuales, bien se podr¨ªa haber creado un verdadero canal de televisi¨®n con sus empleados, plat¨®s y dem¨¢s geograf¨ªa medi¨¢tica, en completo movimiento e interacci¨®n.

Perd¨®n si insisto sobre este punto, porque es realmente la mayor desventaja de TV Giant frente a otros productos de simulaci¨®n econ¨®mica que podemos encontrar, hoy por hoy, en nuestras tiendas y almacenes. Se echa en falta, en esta versi¨®n, que parece ya casi un producto final, ese dinamismo que pose¨ªa aquel Mad TV que nombr¨¢bamos al inicio del texto.

Carreras por el edificio de la cadena buscando que cu?a publicitaria emitir en que descanso una vez nos hab¨ªamos quedado sin ellas. Tambi¨¦n habr¨ªa estado bien disponer de alg¨²n tipo de televisor donde se pudieran ver tanto el nuestro, como los dem¨¢s canales, a¨²n de manera muy burda y simple. Pero aunque parezca una versi¨®n final del juego puede ser que se hagan estos a?adidos antes de su lanzamiento.

Tampoco se  fomenta la competitividad, a pesar de que el t¨ªtulo se nos presenta como una fren¨¦tica guerra de audiencias, ya que nuestros contactos con el resto de canales ser¨¢n muy poco frecuentes. Una vez dicho esto, tambi¨¦n hay que reconocer que el TV Giant tiene su encanto. Quiz¨¢s sea la experiencia de RTL en el mundo de la comunicaci¨®n, quiz¨¢s el buen hacer de los desarrolladores, pero hay ciertos conceptos bastante originales.

Y son estos de los que se podr¨ªa haber sacado mucho m¨¢s partido, como la realizaci¨®n de contenidos propios o los equipos m¨®viles de noticias.  Otras caracter¨ªsticas de calidad que hubieran mejorado el juego, y supongo que a¨²n estamos a tiempo de implementar, habr¨ªan sido esas menudeces como poder personalizar el logotipo y nombre de la cadena, ya tan comunes en la mayor¨ªa de los 'tycoon' que se echan realmente en falta en esta versi¨®n.

Supongo que por el tema de pago de licencias, no se hayan podido utilizar nombres de pel¨ªculas y series reales, as¨ª que no hay nada que criticar en este punto. Sin embargo, parece que la variedad de las mismas es poca, y a menos que consigamos r¨¢pidamente dinero para crear nuestros propios contenidos, acabaremos emitiendo las mismas cintas una y otra vez.

T¨¦cnicamente, el juego no nos pedir¨¢ un equipo demasiado potente Ya sea por la proliferaci¨®n de equipos port¨¢tiles, o bien porque realmente no se quer¨ªan ofrecer gr¨¢ficos mejores, los requisitos de sistema ser¨¢n m¨¢s bien bajos para lo acostumbrado a d¨ªa de hoy.

Esto quiere decir que en ordenadores de hace m¨¢s de media d¨¦cada se podr¨¢ disfrutar de TV Giant. Por otro lado, y a pesar de que la versi¨®n que hemos tenido oportunidad de probar se encuentra a¨²n en ingl¨¦s, hay una fiable promesa de que podremos disponer del juego con todos los textos traducidos al idioma de Cervantes. Sobre las pocas voces que hay durante el transcurso de la partida no hay noticia alguna, as¨ª que no ser¨¢ extra?o que se mantengan en el idioma anglosaj¨®n.

De aspecto engorroso al principio, pero con un amplio abanico de posibilidades, TV Giant es uno de esos juegos a lo que hay que darles una oportunidad, o incluso dos, para aprender a disfrutar del juego. A¨²n no ha llegado el heredero de Mad TV, pero hay que sentirse orgullosos de que comiencen a recuperarse esos grandes conceptos de los que hac¨ªan gala juegos que hace ya unos a?os se han extinguido.