La f¨¢bula del Chocobo m¨¢gico

Fiel al modus operanti de la mitad de las compa?¨ªas del sector de los videojuegos, Square Enix sabe exprimir el jugo a cualquier elemento que tenga algo que ver con su saga n¨²mero uno. Despu¨¦s de pasar por varias consolas en todo tipo de g¨¦neros, Chocobo da el salto a NDS en una curiosa y entra?able aventura con toques de RPG que ha conseguido puntuaciones muy notables por parte de la prensa norteamericana.

Nunca es f¨¢cil tomar muy en serio a un animal similar a un avestruz pero de frondoso pelo amarillo, con personalidad muy semejante a la equina, tal es su utilidad para desplazarnos sobre ¨¦l de un lugar a otro. De ah¨ª que normalmente los jugadores tengan cierto recelo a la hora de adquirir un cartucho protagonizado por tal ser vivo, adem¨¢s de l¨®gico handicap de contar siempre con la posibilidad de ser un producto basura destinado a la recaudaci¨®n de dinero a costa del aficionado ignorante.

Mezclando g¨¦neros

De cara a ofrecer un t¨ªtulo que presentase algo m¨¢s que un planteamiento gen¨¦rico, Square Enix ha optado por mezclar varios g¨¦neros distintos y darles forma mediante el motor gr¨¢fico de FFIII, suerte que han compartido tambi¨¦n las nuevas adaptaciones de Cristal Chronicles y FFIV. J-RPG. Por extra?o que pueda parecer, aunque el sistema gr¨¢fico sea t¨ªpico de un RPG, Chocobo Tales no puede ser considerado como tal.

Un gran n¨²mero de personajes secundarios y de otros gui?os a los cl¨¢sicos de la propia compa?¨ªa japonesa forman parte del abanico de posibilidades que ofrece Final Fantasy Fables se a¨²nan adem¨¢s con un gran n¨²mero de cuentos tradicionales que se ven alterados para introducir a nuestro querido Chocobo en ellos. Sin la necesidad de subir niveles y con numerosos objetivos para cumplir, nos embarcamos en uno de los mejores productos de la empresa de Yoichi Wada.

?rase una vez...

Todo comienza en una peque?a aldea en un lugar cualquiera. Una encantadora muchachita prepara a varios Chocobos para leerles un cuento como cada tarde, cuando de s¨²bito un alterado y nervioso compa?ero llega al pueblo con un curioso presente; un libro misterioso. Tras abrirlo, un mago negro lee algunas frases en alg¨²n idioma extra?o, desatando la caja de Pandora. Al parecer se trata de un libro que encierra en sus hojas un poderoso encanto atrapando a un demonio con ganas de venganza.

Sin quererlo ni comerlo, los habitantes de Chocobolandia desaparecen, convirti¨¦ndose en cartas algunos de ellos. S¨®lo quedamos los dos magos y nosotros, el h¨¦roe, un Chocobo despistado pero muy querido por todos que tendr¨¢ que probar su val¨ªa descubriendo las razones por las cuales se ha desatado tal mal, a la par que rescata a sus amigos y conoce nuevos personajes que le ayudar

El mundo multicolor

Lo primero que llama la atenci¨®n al comenzar la partida es el enorme artwork que nos da la bienvenida; un cartel amarillo chill¨®n con los rasgos de un Chocobo que se ha empleado como portada para la versi¨®n europea. A continuaci¨®n, varios modos de juegos entre los que destacamos el arcade, el modo historia y por supuesto el multijugador, algo simple pero bien pensando para disputar algunas partidillas con nuestros amigos.

Una vez en materia, vuelve a resultar llamativo un elemento bastante gratificador; el apartado gr¨¢fico. Ya os comentamos al comienzo del texto que SE ha optado por emplear el motor gr¨¢fico de FFIII que hasta el momento tan buenos resultados les ha dado. Siendo as¨ª, los personajes son b¨¢sicamente iguales que los del RPG de Nintendo DS, con una paleta completamente distinta de colores entre los que destacan los calientes, ya sean el amarillo, verde o el azul.

Hay Chocobos de todos los colores, las figuras que pasean por el pueblo y lugares colindantes son igual de interesantes que los personajes principales, al igual que los pocos pero impresionantes monstruos a los que nos enfrentamos. Tampoco es conveniente pensar equivocar al lector, pues si bien es cierto que el aspecto gr¨¢fico general luce francamente bien, tambi¨¦n lo es que en NDS hemos visto cosas mejores a d¨ªa de hoy.

El aspecto infantil buscado aprop¨®sito viene muy a juego con la personalidad que sus creadores nos han querido vender desde un principio, aunque como explicaremos a posteriori el cartucho est¨¢ plagado de gui?os hacia los cuentos cl¨¢sicos, as¨ª como a otras aventuras marca de la casa. Cada historia alterada guarda en sus adentros una moraleja muy interesante tanto para el aprendizaje de los m¨¢s peque?os como para los mayores de la casa.

Simples pero bien realizados

De cara a manejar nuestro personaje contamos con distintas c¨¢maras o modos de juego distintos; mientras que exploramos los distintos parajes por los que transcurre la historia vemos c¨®mo transcurre la acci¨®n mediante la c¨¢mara isom¨¦trica. Una vez pasemos a disputar los minijuegos, estos se construyen mediante el 'comic-style' que comentamos otrora. Cada cuento se relata en forma de maqueta, un estilo muy simple pero eficaz que de paso anda acorde con el estilo desenfadado de los propios relatos.

Los minijuegos en s¨ª son muy variados y cada uno cuenta que su propio sistema gr¨¢fico; algunos optan por un estilo m¨¢s humilde, mientras que otros m¨¢s largos son prueba de que no todos los minijuegos han de ser descuidados por naturaleza. Tan s¨®lo podr¨ªamos achacar la falta de calidad / variedad en algunas texturas al resumen general del apartado, pese a que en regla general luce un aspecto m¨¢s que notable y muy acorde con el tipo de juego que representa. 

Cartas y minijuegos

Cuando nos familiaricemos con el sencillo control del Chocobo pasaremos a ir descubriendo los diferentes libros desperdigados por el mapa con el fin de superar las pruebas que nos indican y as¨ª obtener cartas para luego emplearlas contra los malos finales, a los que haremos frente cada cierto tiempo. Del mismo modo ser¨¢ menester completar debidamente cada uno de los retos, pues gracias a ellos conseguiremos alterar algunos elementos en el pueblo para poder continuar nuestra aventura, rescatar amigos convertidos en cartas para que estos nos regalen nuevas cartas u objetos o simplemente nos ayudar¨¢ a completar el juego al 100%.

Cada nuevo libro que descubramos constar¨¢ de un minijuego en particular que ira variando seg¨²n el nivel en el que nos encontremos. Dependiendo del tipo de reto en el que consista podremos disputar un modo historia y/o arcade. El primero es el que hemos comentado anteriormente en el que conseguimos nuevos objetos y desbloqueamos secretos en el pueblo; estrictamente necesario para seguir avanzando. El segundo es solamente ¨²til para obtener nuevas cartas tratando de obtener el mejor tiempo o resultado en las pruebas.

Hay minijuegos de todos los estilos, algunos nos invitan a disputar carreras, a realizar saltos imposibles, competir al ritmo de la m¨²sica o incluso a cocinar. La mayor¨ªa de ellos son cortos, de modo que podremos disfrutar de algunas partidas y guardar la partida empleando un tiempo muy reducido. Esto demuestra que se ha tenido en cuenta el tipo de jugador que emplea la consola en el metro o en la guagua, algo que en muchas ocasiones olvidan los programadores.

Junto a la obtenci¨®n de cartas y desbloquear nuevos pasajes para continuar la historia, otra de las recompensas que obtenemos al completar los niveles de los minijuegos son los fragmentos alterados de los cuentos. Divididos en tres segmentos, cada uno de ellos nos narra un relato corto en el que var¨ªa el desenlace y en ocasiones tambi¨¦n el cuerpo. Su mayor atractivo reside en ser versiones c¨®micas protagonizadas por personajes caracter¨ªsticos dentro de la saga Final Fantasy, como el gato Cait Sith, un Moogle disfrazado de superh¨¦roe o la invocaci¨®n Tit¨¢n.

Barajemos...

En ciertos momentos de la aventura nos veremos obligados a disputar un combate con las cartas que hayamos obtenido en los distintos minijuegos o por el mapeado. Cada carta var¨ªa entre s¨ª dependiendo de la rareza de la misma, y como es t¨®nica habitual en los juegos de cartas, todas ellas cuentan con sus atributos particulares y personales, pertenecen a un elemento en concreto y disponen de cuatro casillas en las que aparece un signo de ataque o de defensa, pudiendo tambi¨¦n aparecer vac¨ªo.

Estos factores son los determinantes de cara a elegir nuestra parilla de cartas, pues en un comienzo s¨®lo podremos elegir entre tres por cada turno. Al elegir una de ellas dispondremos sobre el ?tablero' ficticio tantas opciones de ataque / defensa seg¨²n las propiedades del naipe. Si nuestro enemigo cuenta con una ficha de ataque en la parte superior y nuestra carta tiene vac¨ªo ese hueco recibiremos da?o. Cuando se acaba la barra de HP del personaje y por ende el combate, todav¨ªa disponemos de la opci¨®n de repetir el combate, por lo que la partida nos pone las cosas f¨¢ciles.

?F¨¢cil?

Esto es muestra de que Chocobo Tales no es precisamente una aventura que digamos complicada, basando su peculiar sistema en un sencillo esquema que se limita a obtener la m¨¢xima puntuaci¨®n en cada libro m¨¢gico que descubrimos para obtener las mejores cartas y as¨ª disponer con rapidez del enemigo que nos ataque. Es un sistema divertido pero muy elemental para los que sean expertos en el g¨¦nero de las cartas.

Ser¨ªa un error considerar este Chocobo como un RPG, puesto que no hay ning¨²n elemento salvo el gr¨¢fico que nos indique que estamos ante un t¨ªtulo del g¨¦nero. Los combates son muy espor¨¢dicos y los minijuegos son el mayor aliciente que encontramos en el cartucho. El apartado sonoro acompa?a a incrementar esa sensaci¨®n de que estamos ante un producto pensado para todo tipo de p¨²blicos; melod¨ªas alegres, algunos remixes de temas presentes en otros FF y poco m¨¢s. Los efectos sonoros dan la pega, cumplen sin m¨¢s.

La utilidad de la doble pantalla es otro elemento muy destacable, en todo momento el stylo hace mejor funci¨®n que la cruceta digital, adem¨¢s de que la mayor¨ªa de los minijuegos nos obligan a coger el l¨¢piz por obligaci¨®n. Cuando nos acostumbremos al control ser¨¢ un aut¨¦ntico placer disfrutar una y otra vez de nuestros retos favoritos. La pantalla superior cumple el mismo papel que la t¨¢ctil, y su utilidad se ve perfectamente implementada en todas las facetas del juego, especialmente en los minijuegos. El multijugador tambi¨¦n destaca gracias a ofrecernos la posibilidad de disfrutar de los combates o de los minijuegos con m¨¢s compa?eros, siempre y cuando dispongamos de un cartucho por consola.