Lair

Dragones? la fascinaci¨®n de la humanidad por estos seres mitol¨®gicos viene de largo. En la Europa medieval eran sin¨®nimo de herej¨ªa, rabia y gran calamidad, pero tambi¨¦n simbolizaban el liderazgo, la independencia y la fuerza. En la mitolog¨ªa China son sin embargo representantes de la buena suerte o la sabidur¨ªa. Joseph Campbell, en su libro 'El Poder del Mito' considera que gran parte de la fuerza de la simbolog¨ªa entorno a los dragones viene a ra¨ªz de una asociaci¨®n con la divinidad y la trascendencia, ya que estos seres suponen la uni¨®n de lo terrestre (serpiente) con lo celeste (ave o murci¨¦lago).

A nadie se le escapa que un drag¨®n representa poder, en cualquier mitolog¨ªa o mundo fant¨¢stico que se presente. Incluso en las m¨¢s modestas partidas de Dungeons & Dragons, un drag¨®n siempre suele representar un reto de gran dificultad para los h¨¦roes. Los videojuegos no han permanecido ajenos a esa seducci¨®n que ejerce esta figura, echando mano innumerables veces de la criatura, a veces como enemigo, otras como aliado y garante de la propia fuerza del protagonista. Surcar los aires a lomos de tan magn¨ªfica bestia; aplastar ej¨¦rcitos; triturar enemigos, convirti¨¦ndolos en un amasijo de carne y metal atrapados en las fauces de una criatura que ha sido capaz de disparar la imaginaci¨®n de los seres humanos a trav¨¦s de los siglos.

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La clave de su secreto reside en una gran pasi¨®n por explotar todo el potencial de la m¨¢quina, olvid¨¢ndose de desarrollos multiplataforma o herramientas middleware que no son capaces de interpretar adecuadamente los entresijos de cada m¨¢quina. El propio Julian en entrevistas ha dejado claro este aspecto: "nunca hemos sido un estudio exclusivo de una compa?¨ªa, lo que pasa es que preferimos centrarnos en una plataforma en cada juego, sin conversiones que puedan comprometer nuestro trabajo".

PS3 es el reto perfecto para el estudio. Su intrincada arquitectura y el supuesto potencial de CELL en combinaci¨®n con el chip gr¨¢fico RSX es la clase de trabajo para el que Factor 5 est¨¢ bien preparado. Lair es el resultado de estos esfuerzos. Inspir¨¢ndose en sus anteriores trabajos con Rogue Squadron, pero lejos de la licencia de George Lucas, el estudio ha creado un universo propio -ya de por s¨ª un reto significativo para un estudio que lleva muchos a?os trabajando sobre licencias- en el que los dragones voladores son una de las piezas fundamentales de grandes ej¨¦rcitos.

El protagonista responde al nombre de Rohn, un caballero de la orden "The Burners" en el que cada miembro cuenta con un drag¨®n de combate. El mundo en el que se desarrolla el juego est¨¢ sufriendo los efectos de un calentamiento global desmesurado, por lo que el agua escasea y las zonas f¨¦rtiles empiezan a ser raras, condenando al hambre y a la muerte a millones de personas. En semejante escenario, dos facciones principales luchan por los pocos recursos disponibles: los Asylianos, que conservan algunas de las pocas tierras productivas que quedan, y los Makai, que se han lanzado a una campa?a militar a gran escala para intentar conquistar esos terrenos que pueden ser su ¨²nica opci¨®n de supervivencia. El gui¨®n est¨¢ considerablemente elaborado y ser¨¢ expuesto a trav¨¦s de escenas cinem¨¢ticas generadas por el motor del juego, dando paso a una trama dram¨¢tica que promete no dejar indiferente a nadie.

Los dragones en el mundo de Lair son seres monstruosos, m¨¢s parecidos a dinosaurios que los t¨ªpicos dragones majestuosos usados en otros universos fant¨¢sticos. Pueden surcar los cielos con gran agilidad, lanzar llamaradas por la boca y usar su poderoso cuerpo para  golpear estructuras o aplastar ej¨¦rcitos. No son las ¨²nicas criaturas sobrenaturales que mostrar¨¢ Lair, ya que a lo largo de los diferentes trailers se han podido ver cosas como serpientes o toros gigantes. Tampoco los dragones son siempre los mismos, hay de menor y mayor tama?o, incluyendo aut¨¦nticos colosos alados que seguramente estar¨¢n entre los principales retos del juego.

Como en otros t¨ªtulos de Factor 5, el protagonista es s¨®lo una unidad importante en medio de un campo de batalla. Los choques entre ej¨¦rcitos que se producen son independientes de las acciones del personaje principal, por lo que la acci¨®n se produce siempre de forma independiente. Lo que se proporciona es una serie de objetivos en cada mapa, que hay que cumplir de la forma que se pueda. Algunas misiones consistir¨¢n en liquidar a un n¨²mero determinado de soldados, o evitar que se produzca una brecha en las defensas, pero siempre habr¨¢ un grado de incertidumbre y un margen de mejora. Los inmensos ej¨¦rcitos que se podr¨¢n ver en cada mapa est¨¢n controlados por una IA parecida a la que usan los RTS, por lo que parece que realmente se est¨¢ en medio de una contienda en el que los eventos no est¨¢n prefijados, al menos en parte.

Cada misi¨®n se desarrolla en unos enormes mapas con una gran distancia de visionado. Mientras se desarrolla la lucha del protagonista, otros miles de personajes estar¨¢n al fondo tambi¨¦n peleando. Dragones derribados por catapaultas, soldados luchando a ras del suelo, estructuras siendo derribadas.... Lo m¨¢s impresionante de todo es saber que todas esas acciones no son parte del decorado, sino que son entidades controladas por el motor del juego, lo que implica que cada vez que se repita una misi¨®n, ¨¦sta puede ofrecer algo nuevo. Pese a que la estructura de Lair ser¨¢ fundamentalmente lineal, ya que se quiere dar un gran protagonismo a la trama, durante cada misi¨®n habr¨¢ oportunidades de mejorar la actuaci¨®n, completar misiones secundarias o ayudando a tu propio ej¨¦rcito por placer sin m¨¢s motivo que el de aplastar unas cuantas cabezas.

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Una de las particularidades de de Lair reside en su sistema control, a trav¨¦s del sensor de movimiento Sixaxis. El propio estudio reconoce que apostaron por este sistema incluso cuando no estaban seguros de si Sony acabar¨ªa incluy¨¦ndolo en el prototipo final. El sistema de control reside en que el jinete y la montura son dos seres independientes. El mando responde como una especie de "riendas" de modo, que los giros y movimientos de la montura no se asocian 100% con el mando, sino que hay cierto retardo que refuerza la ilusi¨®n de control sobre la criatura. 

En la pr¨¢ctica, el sistema de control es preciso y permite mover con soltura al drag¨®n en el aire, as¨ª como realizar otras acciones como embestidas o giros bruscos, que se realizan con sacudidas al mando. En el pasado Tokyo Game Show, donde hubo una demo jugable de Lair, se notaron ciertos problemas de los que Factor 5 tom¨® buena nota de cara a mejorarlo para el lanzamiento final en Julio -una de las cosas que han cambiado es el control en tierra, que antes tambi¨¦n se realizaba con el sensor movimiento y no era muy preciso, por lo que se ha habilitado el stick una vez que el drag¨®n toque tierra-.

La forma de controlar al drag¨®n ser¨¢ uno de los grandes retos a los que se enfrentar¨¢ el estudio y un importante test para evaluar la utilidad del Sixaxis en el juego, que hasta ahora ha encontrado pocos t¨ªtulos que lo exploten de la manera en la que se intenta hacer aqu¨ª. Pero tan importante como un buen control es incorporar una buena variedad de movimientos y acciones continuamente para que las misiones y el combate no resulten mon¨®tonos. Ese es un aspecto que parece cubierto, ya que se incorporar¨¢n nuevas mec¨¢nicas a lo largo de todo el juego. Aquellos que ya hayan visto v¨ªdeos habr¨¢n podido comprobar algunos de estos movimientos, como una acci¨®n que permite al jinete protagonista saltar entre dragones, eliminar al jinete contrario y matar a la montura de un golpe en la cabeza mientras su propio drag¨®n lo recoge al vuelo. El combate se desarrolla tanto de forma a¨¦rea como terrestre, ya que es posible aterrizar y usar el poderoso cuerpo de la criatura para triturar al rival- lo que no es posible es desmontarse de la criatura, ¨¦sto no es Dinasty Warrior-.

Aunque la bestia es una unidad temible en el campo de batalla, el enemigo no es manco ni estar¨¢ ah¨ª simplemente para servir de carnaza. Los ej¨¦rcitos est¨¢n bien versados en t¨¢cticas anti-dragones, a los que combaten con catapultas, grandes barriles explosivos que se usan para evitar que las criaturas se lancen en picado contra ellos y, adem¨¢s, otras criaturas monstruosas. Incluso jlos inetes montados a caballo pueden plantear dificultades. Combatir no ser¨¢ el ¨²nico curso de acci¨®n, ya que tambi¨¦n se solicitar¨¢n cosas como derrumbar estructuras o escoltar algo importante para que no sea destruido por el enemigo.

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Lo que har¨¢ brillar a Lair con luz propia desde el principio ser¨¢ sin duda la tecnolog¨ªa que usa. Cada misi¨®n se desarrolla en gigantescos mapas cargados con miles de entidades actuando de forma aut¨®noma, diferentes comportamientos de Inteligencia Artificial seg¨²n la distancia. Nunca un escenario de guerra ha parecido tan realista y cargado como en este t¨ªtulo. Julian Eggebretch declaraba hace poco en una entrevista que la clave de todo resid¨ªa en los SPEs, los siete procesadores que conforman el pilar central de PS3: "empezamos poniendo ah¨ª la f¨ªsica, eso es lo que al menos todo el mundo deber¨ªa hacer, pero luego fuimos incluyendo m¨¢s y m¨¢s cosas: din¨¢mica de fluidos, todas las animaciones, el sistema de colisiones..." El resultado es un motor que genera todo el universo visible al vuelo, sin texturas prefijadas hechas a mano o grandes bloques de contenidos cargados desde la memoria que provoquen tiempos de carga intermedios. Es un sistema muy r¨¢pido que funciona gracias a un sistema de reglas, c¨¢lculos y millones de operaciones efectuadas al momento.

Atendiendo a la informaci¨®n que sale desde el estudio, la cantidad de t¨¦cnicas avanzadas que se usar¨¢ en Lair es simplemente espectacular y e incre¨ªble hace unos meses: f¨ªsica din¨¢mica, din¨¢mica de fluidos, luz de rango altamente din¨¢mico -conocido como HDR-,... todo en tiempo real, incluyendo el renderizado y los efectos volum¨¦tricos de nubes y humos. Adem¨¢s, usando 1080p de forma nativa y con unos 30 FPS fijos, a lo largo y ancho de escenarios que ocupan un territorio de 32 x 32 kil¨®metros cada uno, una aut¨¦ntica proeza tecnol¨®gica.

A pesar de lo interesante que suena esto para los que tienen cierto inter¨¦s en la tecnolog¨ªa, lo que no se escapar¨¢ a nadie es el aspecto de los escenarios, tanto por escala como por grado de detalle. Uno de los puntos concretos que merece m¨¢s atenci¨®n es el agua, que posiblemente nunca haya estado tan fielmente simulada en un videojuego como en Lair. Al contrario que la mayor¨ªa de los juegos, donde el agua es m¨¢s una textura azul que otra cosa, aqu¨ª tiene un comportamiento f¨ªsico realista, lo que se puede apreciar en detalles como el oleaje o las ondas que generan los cuerpos s¨®lidos que se aproximen o la reacci¨®n ante una explosi¨®n en una superficie. El agua, al igual que cualquier otro l¨ªquido en un juego, siempre ha sido generada a trav¨¦s de un sistema de "humo y espejos" que se acercara lo m¨¢ximo posible a la ilusi¨®n de que ah¨ª hab¨ªa realmente un l¨ªquido. Pero cuando se observen como los barcos flotan en el mar en Lair, hasta el menos observador notar¨¢ la diferencia entre la ilusi¨®n y la simulaci¨®n.

Gr¨¢ficos de ensue?o, la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada y una mec¨¢nica de juego variada, todo puesto al servicio de una gran historia. Pero hay m¨¢s, Sony como productora es consciente de que Lair puede ser uno de sus principales embajadores este a?o, por lo que ha puesto pocas cortapisas econ¨®micas para conseguir que los valores de producci¨®n est¨¦n a la altura de la ambici¨®n del estudio. Es por ello que se han permitido el lujo de fichar a John Debney, uno de los compositores m¨¢s valorados ahora mismo en Hollywood (La Pasi¨®n de Cristo, Sin City, El Final de los D¨ªas). Su capacidad para crear composiciones al m¨¢s alto nivel junto su gusto por incluir elementos poco ortodoxos para buscar sensaciones de misterio y esoterismo, lo convierte en un candidato ideal para dar a este t¨ªtulo la personalidad que necesita.

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Al igual que sucede y suceder¨¢ con muchos t¨ªtulos de nueva generaci¨®n, las im¨¢genes que ilustran este art¨ªculo no representan fielmente el sobresaliente aspecto gr¨¢fico del t¨ªtulo, algo que s¨®lo se puede apreciar viendo trailers en alta resoluci¨®n. Pero nadie deber¨ªa tener la m¨¢s m¨ªnima duda de que el trabajo de Factor 5 est¨¢ llamado a convertirse en uno de los puntos ¨¢lgidos en cuanto a salto tecnol¨®gico, y uno de los juegos m¨¢s importantes del temprano cat¨¢logo de PS3.

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