En nombre de El Salvador

Naves org¨¢nicas que mutan en tiempo real, galaxias inexploradas que esconden peligrosos secretos, y un hombre que busca el n¨²cleo del universo. Si a este c¨®ctel de estrategia en tiempo real le agregamos un excelente precio y unos buenos gr¨¢ficos, al resultado le podr¨ªamos llamar Genesis Rising.

Metamorf Studios se estrena en el mundo de los videojuegos con el t¨ªtulo que ocupa este art¨ªculo, una opci¨®n interesante para los seguidores de la ciencia ficci¨®n y las refriegas espaciales. Sin embargo, el dulce momento por el que est¨¢ pasando el g¨¦nero, con tantos y tan buenos competidores, hacen de este un juego que puede pasar desapercibido por las estanter¨ªas.

Gui¨®n

En un futuro desconocido, las facciones alien¨ªgenas se unieron para acabar con la dividida raza humana del universo. Pero entonces, un h¨¦roe surgi¨® y consigui¨® oponer resistencia al enemigo, mediante una resurgida fuerza cohesiva. M¨¢s tarde, los alien¨ªgenas consiguieron atrapar y matar al h¨¦roe, aunque s¨®lo lograron que la raza humana se levantara con m¨¢s fuerza para acabar con estos seres.

Tres mil a?os m¨¢s tarde, los humanos han conquistado la mayor parte del universo en nombre de su h¨¦roe, ahora considerado el Salvador. Los hombres son ahora tiranos interestelares, y las razas alien¨ªgenas que no muestran obediencia, son eliminadas sin consideraci¨®n alguna. Una religi¨®n se ha creado, con una Iglesia y su Inquisici¨®n, que no muestran piedad con cualquiera que contradiga sus dogmas.

Controlar¨¢s al Capit¨¢n Iconah, hijo de un reputado comandante. Tu misi¨®n ser¨¢ encontrar el n¨²cleo del universo, que parece encontrarse en la ¨²ltima galaxia no conquistada. No faltar¨¢n los encontronazos con otras razas, con tus superiores, y con la Resistencia, un grupo que intenta plantar cara a la dictadura humana. En principio, el argumento es interesante de desvelar, aunque no es nada del otro jueves ni su contenido ni su desarrollo.

Jugabilidad

Como la gran mayor¨ªa de t¨ªtulos de este tipo, lo mejor es comenzar por el tutorial, que consta de tres fases. Aqu¨ª es donde aprender¨¢s lo esencial para arrancar con la campa?a. En esta deber¨¢s cuidar del elemento m¨¢s importante de tu flota: el omnicrucero. Esta nave, controlada por Iconah, es capaz de producir colectores de recursos, cazas peque?os y medianos y laboratorios. Las reservas de sangre aumentan mediante la labor de los colectores de recursos, que toman el rojo l¨ªquido de diversas fuentes, ya sea de estaciones o de cad¨¢veres de naves.

?Sangre? S¨ª, sangre, y este es el factor que diferencia a Genesis Rising de los dem¨¢s de su g¨¦nero. La humanidad ha desarrollado la llamada tecnolog¨ªa org¨¢nica, por la cual las naves se crean a partir de sangre, pudiendo mutar y crecer cual ser vivo. Esta caracter¨ªstica hace que sea muy f¨¢cil, a priori, adaptar una flota a cualquier tipo de enemigo y terreno.

La adaptaci¨®n se realiza utilizando los genes que ir¨¢s recogiendo durante la campa?a, aunque empiezas con dos; uno de corto y otro de largo alcance.  Hay m¨¢s tipos: paralizadores, potenciadores, distorsionadores, habilidades, y objetos especiales. Cada uno tiene su precio en sangre y sus propias caracter¨ªsticas, que ser¨¢n mejores a medida que encuentres versiones posteriores del mismo gen. Hay que tener en cuenta que cada nave tiene un n¨²mero limitado de compartimentos donde colocar los genes. Adem¨¢s, cuando coloques un gen sobre cualquiera de las naves, tarea que se realiza abriendo el laboratorio de genes, ver¨¢s como la nave se modifica desarrollando una especie de m¨²sculo nuevo.

Estos genes har¨¢n que cualquier componente de la flota posea m¨¢s blindaje, m¨¢s velocidad, tenga la capacidad de invadir una estaci¨®n o nave enemiga y hacerla propia, congelar al oponente, crear un escudo sobre una unidad amiga, etc¨¦tera. La potencia y el precio de cada uno de estos genes dependen del nivel de estos. Tambi¨¦n debes saber que cada vez que tomas un gen del enemigo, se crea una plantilla del mismo, mediante la cual podr¨¢s crear tantas r¨¦plicas de ese gen como recursos de sangre poseas.

Ampliar

Los primeros oponentes, La Resistencia, poseen igualmente naves org¨¢nicas, por lo que tendr¨¢s la posibilidad de robar f¨¢cilmente sus genes, as¨ª como recuperar la vida de tus naves absorbiendo su sangre. No obstante, m¨¢s adelante te topar¨¢s con temibles enemigos como los Lapis, cuya flota est¨¢ completamente fabricada a partir de asteroides, o los Cy, que utilizan naves mec¨¢nicas. Con estos ¨²ltimos podr¨¢s pactar acuerdos o incluso comerciar, abriendo el panel de diplomacia. As¨ª, esta raza neutral te ayudar¨¢ enviando parte de su fuerza armada, si lo solicitas pulsando un bot¨®n en la interfaz. La parte de comercio contempla genes y naves, siendo esta la forma m¨¢s pac¨ªfica de conseguir nuevos genes.

Ahora que habl¨¢bamos de la interfaz, debemos comentar que es un apartado bastante mediocre del juego de Metamorf, dando el aspecto de ser un juego de los noventa. Se podr¨ªa haber pulido bastante su dise?o, al igual que el minimapa, que no es todo lo eficaz que deber¨ªa ser. En su favor, podemos decir que se pueden plegar todos los paneles para tener una visi¨®n completa del campo de batalla. Asimismo, faltan detalles como poder seleccionar todas las unidades iguales mediante doble clic en una de estas.

Otro tema que desear¨ªamos ver mejorado con alg¨²n parche es la inclusi¨®n de la pausa t¨¢ctica, que nos permita quitar y poner genes a nuestra flota a nuestro aire. Esta tarea se hace muy complicada en fases avanzadas, donde tendr¨¢s genes de alto nivel que tardan lo suyo en acoplarse y desacoplarse a cada nave. Por si fuera poco, no hay opci¨®n de guardar la partida durante las misiones, pues el juego s¨®lo salvar¨¢ tu progreso al completar la fase. Una decisi¨®n que han tomado los desarrolladores que nos molestar¨¢, especialmente, en niveles en los que haya mucho di¨¢logo. Para m¨¢s inri, no se puede modificar la dificultad por ning¨²n lado.

Para darle un toque de variedad, el t¨ªtulo incluye di¨¢logos 'interactivos', en los que estar¨¢ en tus manos elegir hablar con buenas o malas formas. De esta forma, Iconah se encontrar¨¢, en su propia nave, con diversos personajes, como Juno (el servidor del Obispo), miembros de la raza Cy, o el pirata Fax Chance, entre otros. Con todos ellos entablar¨¢ diversas conversaciones que, aunque nos permitan elegir su desarrollo, acabar¨¢n de la misma forma en su gran mayor¨ªa, dando una falsa sensaci¨®n de libertad. Igual de falsa es la libertad para elegir el camino a seguir en la campa?a pues, aunque es cierto que puedes decidir el orden en que cumples las misiones, finalmente deber¨¢s completarlas todas. Debemos excluir a la ¨²ltima fase, que s¨ª incluye decisiones que se reflejan en el juego.

Con todo, se hace entretenido ir avanzando en la aventura, descubriendo nuevos parajes, enemigos y situaciones. A primera vista, el espacio parece muy mon¨®tono, pero las luces y tonalidades cambian en cada destino, dando as¨ª un toque de color al siempre oscuro entorno estelar. Y, a pesar de que en todas las misiones acabaremos destruyendo naves, los objetivos se cumplir¨¢n de diferentes formas. En ocasiones haremos pactos, en otras se nos unir¨¢ alg¨²n personaje, o tendremos que cambiar de genes sobre la marcha porque el enemigo es completamente diferente a lo visto en anteriores fases. L¨¢stima el problema que explic¨¢bamos m¨¢s arriba con la gesti¨®n de genes, o la dificultad de activar ciertas habilidades de las naves cuando hay en pantalla 30 unidades.

Cuando acabes la campa?a, podr¨¢s jugar en ciertas fases con algunas de las razas alien¨ªgenas. Pero si ya has acabado con todo, lo suyo es intentarlo en el apartado multijugador, donde las facciones a elegir son tres: los militares, la Resistencia y la Inquisici¨®n. Cada una de estos grupos comienza con un determinado dep¨®sito de genes y cuenta con una nave nodriza y habilidades de combate distintas. Todas las facciones pueden adquirir cualquier gen del juego.

Gr¨¢ficos y Sonido

Visualmente, Genesis Rising cumple con las expectativas. El dise?o de las naves org¨¢nicas es muy bueno, dando la sensaci¨®n de que estamos ante seres vivos, mientras que las dem¨¢s unidades mantienen una muy alta calidad, al igual que las estructuras y los personajes en las secuencias de di¨¢logos. Aunque habr¨ªa que preguntarse porqu¨¦ el capit¨¢n Iconah lleva puesta una armadura tan grande dentro de su nave? Los efectos de luces son correctos, mientas que las explosiones, unidas a ciertos movimientos de la c¨¢mara, producen un mayor impacto. Lo mejor, cuando destruyes una f¨¢brica org¨¢nica; un fest¨ªn de hemoglobina.

En cuanto a la banda sonora, ni la tararear¨¢s al apagar el ordenador ni pasar¨¢ a los anales de la historia por su brillante composici¨®n, pero no deja de ser correcta. Tampoco tendr¨¢s problemas porque har¨¢s caso omiso de ella, incluso ni te dar¨¢s cuenta de que es casi la misma canci¨®n en todas las fases. Sobre los efectos sonoros no hay nada especial que comentar, salvo el curioso sonido que producen las naves org¨¢nicas cuando sacan su m¨²sculo succionador, o cuando est¨¢n mutando.

Sin embargo, hay fallos de clipping, naves que se elevan del plano 2D sin venir a cuento (porque, aunque no lo parezca, las naves se mueven en un plano bidimensional), cinem¨¢ticas que terminan, te dejan en el medio de una batalla y la c¨¢mara apuntando a otro lado, textos que aparecen en ingl¨¦s, o algunos que no parecen tener sentido, colectores de recursos que parecen poseer una inteligencia menor que la de Torrente, etc. El primer parche ya ha salido, pero es para la versi¨®n yankee. Esperemos que no tarden mucho en sacar la propia para nuestro idioma.