Autopsia: Nights into Dreams

Para nadie es desconocida, ya a estas alturas, la amarga historia de Sega, as¨ª como la muerte prematura de sus dos ¨²ltimas m¨¢quinas: Dreamcast y Saturn. Pero tambi¨¦n es bien sabido por todos que ambas gozaron de un excelente cat¨¢logo plagado de peque?as joyas l¨²dicas que tal vez pasaron desapercibidas en su momento pero que, a d¨ªa de hoy, son cl¨¢sicos muy buscados.

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Es el caso del t¨ªtulo ante el que nos encontramos hoy, Nights into Dreams. Una peque?a fantas¨ªa llena de colorido y con una historia amable que se alejaba de los t¨®picos y se desmarcaba con una idea at¨ªpica pero directa al coraz¨®n del jugador. Nights est¨¢ de actualidad porque m¨¢s de diez a?os despu¨¦s llegar¨¢ una muy esperada y ansiada secuela para Wii, convirti¨¦ndose este en el momento de recordar este cl¨¢sico de Sega.

Parece mentira que hayan pasado ya tantos a?os cuando este juego se ha mantenido grabado en nuestra memoria como si hubiese sido ayer el d¨ªa en el que llegamos al final del mismo por primera vez. Mucho ha cambiado el mercado durante este tiempo, pero lo que un d¨ªa result¨® m¨¢gico de Nights se mantiene intacto, o incluso se ha potenciado.

Hablamos de un t¨ªtulo que en su ¨¦poca se vio eclipsado por dos monstruos como lo fueron Super Mario 64 para Nintendo 64 y Crash Bandicoot para PlayStation. El poco ¨¦xito de la consola de Sega se resent¨ªa en el lanzamiento de sus mejores t¨ªtulos, a¨²n cuando estos ofrec¨ªan una calidad tan elevada o una experiencia de juego ¨²nica en todos los sistemas.

De hecho, ya en su ¨¦poca las reacciones fueron muy diversas, y aunque la prensa especializada lo alab¨® por lo general, tambi¨¦n recibi¨® algunas cr¨ªticas no tan favorables. Fue uno de los eternos problemas de Sega, que era una compa?¨ªa adelantada a su tiempo, como bien demuestra el hecho de que las arriesgadas apuestas de sus m¨¢quinas triunfar¨ªan con el tiempo en otras plataformas de la competencia.

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Nights era un juego muy especial, y tal vez en su momento no lleg¨® a cuajar entre el gran p¨²blico, a pesar del m¨¢s que evidente ¨¦xito de ventas entre los usuarios de Saturn. Pero el tiempo pone a cada uno en su lugar, como bien demuestra el caso de Edge, que en su momento en el a?o 96 otorg¨® a Nights un 8/10, pero ya en octubre del a?o 2003 lo incluy¨® en su Top 10 de juegos de plataformas.

A d¨ªa de hoy, la fantas¨ªa de Yuji Naka y Takashi Iizuka es uno de los t¨ªtulos que se recuerdan con m¨¢s cari?o por los usuarios, y no s¨®lo por aquellos que tuvieron una Saturn. Nights into Dreams es uno de esos cl¨¢sicos que destaca sobre los dem¨¢s gracias a su universo ¨²nico, su original propuesta jugable y la excelente factura t¨¦cnica de la que hac¨ªa gala en su ¨¦poca.

Claire es una apasionada del canto que acude a una audici¨®n para un importnate musical conmemorativo del centenario de la ciudad de Twin Seeds. A pesar de haber superado la primera prueba, al llegar la segunda los nervios se apoderaron de ella y fue incapaz de demostrar su buen nivel musical a los jueces presentes en aquella sesi¨®n. Esa noche, atormentada por la situaci¨®n, las pesadillas aprovecharon la recreaci¨®n del momento para acabar con su mente; Claire empieza a correr huyendo de sus fantasmas y se encuentra a Nights.

Elliot es un chico apasionado del baloncesto, que no se le da en absoluto mal, aunque una tarde unos chicos mayores le dejaron en rid¨ªculo delante de todo el mundo. Esa noche, los espectros del mundo de las pesadillas recrear¨ªan el momento de su humillaci¨®n en un recuerdo oscuro del que Elliot escapa de forma desesperada, para acabar en el mundo de los sue?os junto a Nights.

Y en ese mundo de los sue?os, que responde al nombre de Nightopia, se encuentra el v¨ªnculo com¨²n de ambos j¨®venes, Nights. Nightmaren (habitante del mundo de los sue?os) ¨²nico en su especie, pues fue creado por Wizeman para que fuese su mano derecha, pero las constantes protestas y levantamientos de Nights contra su creador le llevaron a ser confinado en una jaula.

Gracias a la ayuda de Claire o Elliot, Nights pod¨ªa abandonar su jaula y adentrarse en los escenarios ayudando a los j¨®venes a recuperar sus vitalidades robadas por los esbirros de Wizeman. De este modo, se produc¨ªa una relaci¨®n de inter¨¦s a la par que de amistad, en la que todos se ayudan en pos de un bien com¨²n que repercute en lo mejor para uno mismo y para los dem¨¢s.

Nights vuela, y los escenarios est¨¢n plagados de elementos que permiten mil y una acrobacias, convirtiendo el juego en algo ¨²nico, un festival de piruetas y giros imposibles que resultaba realmente atractivo a la vista. Infinidad de modos de hacerse con las bolas azules, pero cuanto m¨¢s espectacular, mejor puntuaci¨®n para el nightmaren.

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Esta sencillez no s¨®lo permit¨ªa que cualquier usuario se acercase al juego sin problemas, sino que adem¨¢s enganchaba lo suficiente para incitar a conseguir mejores puntuaciones. El mundo 3D de Nights no pod¨ªa estar completo sin un mando de control a la altura, y acompa?ando al juego Sega lanz¨® un pad con stick tridimensional que permit¨ªa un control ¨®ptimo de Nights, ideal para realizar los trucos m¨¢s enrevesados y alcanzar las notas m¨¢s elevadas con mayor facilidad.

Nightopia es un lugar plagado de colorido, una recreaci¨®n ideal de lo que podr¨ªa ser el mundo de los sue?os, que el Sonic Team supo plasmar con tanto acierto en esta obra. Entra?ables habitantes volando alegremente ajenos a lo que acontece, arcoiris y destellos de color en cada movimiento, enemigos de dise?o amable... y por supuesto, si Nights recibe mucho da?o y se convierte de nuevo en Clarie o Elliot, el terrible despertador que persigue a los j¨®venes amenazando con devolverles a la cruda realidad con sus pesadillas intactas.

Aunque pueda sonar muy t¨®pico, Nights es la magia convertida en elemento l¨²dico digital. Pocos juegos incluyen en s¨ª tantos aspectos llamativos, tan bien llevados, en un mundo tan amable y lleno de carisma. Elliot y Claire disfrutan de aventuras separadas, pero al acabar la de ambos, sus caminos se unen en un hermoso final que deja la puerta abierta a una bella historia de amor que parec¨ªa imposible.

Todo en Nights resulta atractivo, aunque diez a?os despu¨¦s el apartado que m¨¢s se puede resentir, claro est¨¢, es el visual. A pesar de ser un t¨ªtulo t¨¦cnicamente impecable en Saturn, no todos los usuarios est¨¢n acostumbrados a unas tres dimensiones tan 'sucias' como las que se muestran en este t¨ªtulo. A pesar del colorido y la belleza, no se pueden ignorar las pixelaciones y las formaciones del escenario a poca distancia del personaje.

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La banda sonora fue muy elogiada en su momento, y es que por lo general uno de los puntos fuertes de Sega es el mimo y el cari?o que imprime a las composiciones musicales de sus obras. Algo que se observa en la saga Sonic, en los Phantasy Star, en los m¨¢s recientes Shenmue, y no iba a ser menos este Nights, con una melod¨ªa principal muy cuidada, suave a la par que llena de vida, que resulta ideal para el mundo que se representa.

Por si todo esto fuera poco, los enfrentamientos con los enemigos finales, de dimensiones considerables y encarnaciones puras de las pesadillas m¨¢s horribles, eran realmente atractivos. Destaca sobre todos Reala, de aspecto similar a Nights, que una vez acabado el juego permit¨ªa el enfrentamiento para dos jugadores entre Nights y Reala, elevando la vida del juego y ofreciendo una muy atractiva alternativa.

La gran particularidad radicaba en que, gui¨¢ndose por el reloj interno de la consola, seg¨²n la fecha del a?o que fuese, el aspecto del juego cambiaba adecu¨¢ndose a la ¨¦poca. El resultado siempre era satisfactorio, e implicaba al usuario a esperar a tal o cual fecha a ver si algo cambiaba en Nightopia (o, para los m¨¢s impacientes, se pod¨ªa cambiar el reloj interno de Saturn).

En Sonic Adventure de Dreamcast, en la zona del casino, hay un pinball de Nights en el quepodemos disfrutar de un vuelo por los cielos de Nightopia realmente satisfactorio, que hac¨ªa so?ar con lo que podr¨ªa ser un Nights de la por aquel entonces 'nueva generaci¨®n'. Phantasy Star Online Episode 1&2 de GameCube inclu¨ªa juegos para GBA, ChuChu Rocket Puzzle, Puyo Pop y Nights into Dreams Score Attack.

Este ¨²ltimo ven¨ªa a ser como una demo de lo que podr¨ªa haber sido Nights en la port¨¢til de Nintendo, y debemos reconocer que ha sido una pena, ya que tan s¨®lo esta peque?a muestra se coloca entre lo mejor que se puede disfrutar en GBA. Tambi¨¦n llegar¨ªa a PlayStation 2 en forma de minijuego para el Eye Toy con Sega SuperStars.

Su ¨²ltima incursi¨®n ser¨ªa a trav¨¦s del juego Sonic Riders, en el que Nights es un personaje jugable junto a otras creaciones cl¨¢sicas de Sega. Como se puede observar, ha sido una obra recurrente en estos diez a?os y medio de vida, siempre presente en la mente del usuario, por lo que el reciente anuncio de una secuela para Wii se ha recibido de la mejor manera posible.

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Para esta esperada secuelta, a falta de Yuji Naka est¨¢ Takashi Iizuka, quien ya particip¨®, bajo la batuta del primero, en el Nights original, por lo que la esencia se deber¨ªa mantener sin demasiados problemas. Adem¨¢s, las palabras suenan alagadoras cuando dicen que si no se realiz¨® antes la secuela se debi¨® a que esperaban el momento ideal para poder explotar al m¨¢ximo el sistema de juego. Falta ver lo que el mando de Wii puede ofrecer con un t¨ªtulo tan acrob¨¢tico.

La sencillez y la magia que desborda el colorido mundo de los sue?os es para disfrutar una y otra vez sin cesar; y es que por mucho que hayamos conseguido todos los r¨¦cords en el juego, cada poco tiempo se agradece una amable partida de Nights y dejarse llevar por la corriente visual y jugable de esta peque?a joya l¨²dica por la que no pasan los a?os. Un claro ejemplo de que, a veces, lo sue?os se hacen realidad...

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