Little Big Planet
Despu¨¦s de Rag Doll Kung Fu, Mark Haley y su estudio se han embarcado en una aventura que les lleva a explorar el campo de las plataformas desde una perspectiva ¨²nica, en la que el jugador es adem¨¢s creador.
Despu¨¦s de Rag Doll Kung Fu, Mark Haley y su estudio se han embarcado en una aventura que les lleva a explorar el campo de las plataformas desde una perspectiva ¨²nica, en la que el jugador es adem¨¢s creador.
Una sencilla prueba: sacad los mu?ecos de vuestra infancia, luego usad un par de libros y soportes para realizar una peque?a construcci¨®n y disponed los mu?ecos en el nuevo escenario; la pregunta es ?hay alguna limitaci¨®n a lo que puedes construir e imaginar con tan simples mimbres? la respuesta es no, porque incluso con tan poca cosa la imaginaci¨®n se activa y comienza a poner en marcha historias. Ahora bien, por mucho que lo desees, los mu?ecos no van a cobrar vida m¨¢s all¨¢ del reino de tu mente. Aqu¨ª es donde entran los videojuegos, capaces de poner en pantalla 'juguetes' perfectamente articulados, s¨®lo que en un escenario predefinido por el creador, sin poder alterar a tu gusto el mundo a su alrededor? hasta ahora.

Little Big Planet puede parecer en un primer momento un t¨ªtulo menor, un juego de plataformas con gr¨¢ficos encantadores pero que no merece la atenci¨®n que reciben las grades producciones. Error. El concepto detr¨¢s de este t¨ªtulo es simplemente revolucionario, ya que no es s¨®lo un peque?o plataformas, sino una potente herramienta de creaci¨®n en la que el jugador puede crear infinidad de escenarios propios, jugar con ellos e invitar a otros a que lo hagan.

Los trabajos previos suelen delatar los intereses de sus autores. Mark Haley era un empleado de Lionhead, que en sus ratos libres empez¨® a trabajar en un peque?o proyecto creativo, una especie de juego de lucha de marionetas en donde los movimientos del luchador no estaban predefinidos sino que cada movimiento era resultado directo de las acciones del jugador. Lo que empez¨® siendo un peque?o entretenimiento cobr¨® vida propia, hasta el punto de que Haley decidi¨® publicarlo a trav¨¦s de Steam bajo el nombre de Rag Doll Kung Fu, que obtuvo un notable ¨¦xito y una gran atenci¨®n medi¨¢tica.

La aventura hizo que Mark Haley decidiera intentarlo por su cuenta y dejar Lionhead, fundando Media Molecule, lanz¨¢ndose a buscar padrinos para sus proyectos. SCE se llev¨® el gato al agua y fich¨® el peque?o estudio para trabajar en t¨ªtulos para PS3, siendo el primer resultado Little Big Planet. Si Rag Doll Kung Fu destacaba porque la animaci¨®n era totalmente controlada por el usuario, creando un peculiar y ¨²nico sistema de lucha, Little Big Planet destaca porque todo est¨¢ controlado por el usuario.

En el comienzo, lo ¨²nico que aparece en este juego es un planeta desierto, con c¨¦sped al fondo y un cielo, nada m¨¢s. Primero es necesario crear un personaje y luego se cuenta con un potente editor con el que puedes crear un mundo a tu gusto con los miles de objetos disponibles o creando los tuyos propios, definiendo su aspecto, tama?o y propiedades f¨ªsicas de una forma sencilla e intuitiva. La libertad creativa es total, puedes incluso hacer fotograf¨ªas, pasarlas al disco duro de PS3 y hacer esas fotograf¨ªas aparezcan como fondo, o como carteles pegados en las paredes? lo que desees.

La clave est¨¢ en el sistema f¨ªsico, ya todos los objetos son s¨®lidos y tienen propiedades. Si lanzas una pelota desde lo alto ¨¦sta rebotar¨¢, si usas algo sobre ruedas en una pendiente, rodar¨¢ hac¨ªa abajo y si tienes estructuras compuestas de peque?as piezas, ¨¦stas saltar¨¢n por los aires ante el impacto. Es lo m¨¢s cercano a un Lego virtual que se ha creado nunca, lo que adem¨¢s se ve favorecido por la perspectiva 2.5D, que ayuda a no desorientarse.
S¨®lo hace ver las fotos para comprenderlo, muchos de los objetos que aparecen en la pantalla han sido creados a mano -s¨®lo hay que fijarse en el castillo o las casas- e incorporados al juego de la forma en el que el usuario ha deseado. El sistema f¨ªsico ayuda a crear la mec¨¢nica de juego ya que toda acci¨®n tiene una reacci¨®n, el ¨²nico objetivo parece que ser¨¢ llegar desde el extremo izquierdo al derecho, como en cualquier plataformas tradicional, pero habr¨¢ infinidad de forma de plantear niveles tanto en lo est¨¦tico como en lo que a construcci¨®n y dise?o se refiere -se pueden construir mecanismos para abrir puertas que necesiten de la coopearci¨®n de varios jugadores, poleas, plataformas m¨®viles, incorporar "power-ups" para poder volar...- .

Adem¨¢s de la creatividad, Little Big Planet abraza firmemente el concepto de comunidad. En primer lugar, la cooperaci¨®n entre jugadores en una partida ser¨¢ fundamental, en el ejemplo definido en la Game Developers Conference se pod¨ªan ver numerosos momentos en los que los jugadores se ayudaban entre ellos para superar los obst¨¢culos, se cog¨ªan entre ellos para ayudarse a subir a sitios altos o para mover objetos grandes. No acaba ah¨ª la cosa, ya que se construir¨¢ toda una red para permitir que los usuarios puedan publicar sus pantallas y ponerlas a disposici¨®n de otros usuarios, que podr¨¢n votar a sus favoritas y comentarlas, creando as¨ª una extensa librer¨ªa en permanente crecimiento.

Todav¨ªa quedan muchas sorpresas entorno a este t¨ªtulo, que primero contar¨¢ con una demo en la red PSN y despu¨¦s tendr¨¢ un lanzamiento en Blu-Ray, lo que indica que no se tiene la intenci¨®n de que sea una peque?a curiosidad dentro del cat¨¢logo de PS3, sino que sea un t¨ªtulo importante que ilustre la filosof¨ªa que Sony est¨¢ intentando imprimir a su m¨¢quina.


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