Masters del universo

Los party-games han sido un g¨¦nero muy cotizado y muy tenido en cuenta por los usuarios, sobre todo desde el boom que supuso Mario Party. Han sido numerosos los intentos de intentar igualar las altas cotas de diversi¨®n que proporcionan los personajes de Nintendo. Y lo cierto es que algunos llegan a hacerse un hueco, como fue el caso de Fuzion Frenzy para la primera Xbox, muy bien valorado por los usuarios.

La esperada y ansiada segunda parte llega al fin para Xbox 360, aunque al principio estaba planeada para la m¨¢quina anterior. Para ella se ha contado con Hudson Soft, encargada de los propios Mario Party, y tambi¨¦n de aut¨¦nticas maravillas del multijugador como Saturn Bomberman. Desgraciadamente, el resultado se asemeja m¨¢s a lo que vimos en otro juego co-desarrollado por la compa?¨ªa con Sega, Sonic Shuffle.

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En el juego de mesa de Sonic fallaban muchas cosas, y cierto es que Fuzion Frenzy 2 no falla en tantas. Sin embargo, el principal problema est¨¢ en el mismo punto: el juego tiene una importante capacidad de diversi¨®n, pero le falta dinamismo y puede provocar con el tiempo una nada interesante sensaci¨®n de repetici¨®n y aburrimiento, acentuado si se disfruta en solitario.

El juego admite cualquier n¨²mero de jugadores entre uno y cuatro, siendo controlados por la m¨¢quina los que queden libres, pero siempre habr¨¢ cuatro contendientes. Tambi¨¦n se podr¨¢ seleccionar a cu¨¢ntas rondas se deben ganar para adjudicarse el torneo: el que m¨¢s puntos consiga en un planeta, tendr¨¢ un round, y as¨ª hasta que uno de los jugadores alcance la cifra determinada, sin repetirse planetas.

Habr¨¢ seis personajes a elegir, cada uno con un color diferente, y los planetas ser¨¢n siete: Tierra, M¨¢quina, Divermundo, Eternidad, Humedad, Car¨¢mbano y Brasas. Cada uno goza de una media de cinco minijuegos m¨¢s un par adicionales secretos, que est¨¢n relacionados con las caracter¨ªsticas de cada planeta (Por ejemplo, en Car¨¢mbano ser¨¢ el hielo o en Eternidad la gravedad).

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En cada planeta se disputar¨¢n cuatro pruebas m¨¢s un enfrentamiento directo entre los participantes. En cada una, el ganador se lleva diez puntos, seis el segundo, cuatro el tercero y dos el ¨²ltimo, y el que m¨¢s puntos totales tenga al final se har¨¢ con la victoria de ese planeta. A?adiendo inter¨¦s al torneo est¨¢n las tarjetas, que se pueden jugar antes de una prueba.

Las hay que multiplican por 2, 4 y 6 la puntuaci¨®n que obtengamos, permitiendo obtener victorias inesperadas a¨²n quedando en ¨²ltimo lugar. Hay m¨¢s tarjetas que sirven, por ejemplo, para evitar que uno sume su tarjeta multiplicadora. Ser¨¢n limitadas, y en cada planeta se podr¨¢n adquirir nuevas, aunque no podremos tener m¨¢s de cuatro al mismo tiempo.

La ventaja de la tarjeta es que permite que no todo depende de la habilidad de los usuarios, d¨¢ndole la opci¨®n a los menos expertos a los mandos poder aprovecharse de un minijuego que se le d¨¦ bien para abrir brecha (la victoria en un minijuego da derecho a escoger el siguiente). Sin embargo, a los que quieran un duelo de habilidad se ver¨¢n lastrados por la cierta incertidumbre e injusticia que se puede dar con las tarjetas, destronando al justo vencedor en el minijuego.

Los minijuegos son muy variados, y tambi¨¦n hasta cierto punto irregulares. Los hay muy buenos, realmente entretenidos y completos, pero hay otros que resultan algo incomprensibles o poco intuitivos. Algo l¨®gico al haber m¨¢s de cuarenta, no pod¨ªan estar todos al mismo nivel, pero su corta duraci¨®n general provoca que el elevado n¨²mero de ellos acabe resultando escaso.

Aparte del modo Torneo en el que nos hemos centrado hasta ahora, como principal atractivo del t¨ªtulo, podremos disfrutar de los minijuegos de forma separada o Personalizar nuestros propios torneos, seleccionando los minijuegos que queremos que formen parte del mismo y sin la parafernalia del plat¨® central ni la divisi¨®n de planetas ni el uso de las tarjetas, es decir, m¨¢s directo y como nosotros queramos.

El punto m¨¢s fuerte del juego radica en sus modos multijugador, tanto en una misma consola como a trav¨¦s de Xbox Live, donde la diversi¨®n puede ser ilimitada. Si bien jugando solo puede acabar resultando aburrido tras unas cuantas partidas, al enfrentarnos a tres amigos la capacidad de diversi¨®n se multiplica hasta cotas insospechadas.

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Gr¨¢ficamente es demasiado sencillo, ya que los escenarios cerrados de los minijuegos tampoco permiten mucho m¨¢s. Modelados correctos, efectos de luz aceptables y animaciones de personajes sencillas y bien llevadas, pero nada que nos sorprenda especialmente ni nos d¨¦ la sensaci¨®n de ser de nueva generaci¨®n. Si bien es cierto esto no es imprescindible para un buen juego, se nota que Fuzion Frenzy 2 intentaba algo m¨¢s y no lo ha conseguido.

El apartado sonoro es bastante nefasto, con melod¨ªas aburridas y repetitivas. El doblaje, en ingl¨¦s, es horrible, y tras unos pocos minutos de juego el presentador y comentarista resultar¨¢ insufrible. Por fortuna, sus intervenciones se pueden saltar, aunque no siempre, como por ejemplo en medio de los enfrentamientos, donde no para de hacer comentarios que, adem¨¢s, se repiten constantemente.

La jugabilidad es perfecta. Los personajes (o los veh¨ªculos que utilizamos) responden de forma muy precisa, pudiendo realizar los movimientos que queremos en cada momento. Los minijuegos est¨¢n descompensados, con algunos tremendamente divertidos y otros que caen r¨¢pidamente en el tedio, pero a pesar de todo el multijugador es m¨¢s que interesante y divertido.

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