Command & Conquer 3 Tiberium Wars

Probablemente mucho de lo que entendemos hoy como estrategia en tiempo real (ETR) fue establecido por juegos como el C&C original, con algunas aunque honrosas salvedades (hay que agradecer tambi¨¦n a Warcraft o Starcraft su popularidad). T¨ªtulos como el estupendo Warhammer 40K: Dawn of War comparten mucha de la filosof¨ªa que hizo famoso al juego publicado por Virgin hace m¨¢s de 10 a?os: recolecci¨®n de recursos, construcci¨®n de una base, evoluci¨®n de tecnolog¨ªas, desarrollo de un ej¨¦rcito y aniquilaci¨®n del enemigo. Esa es la base de los juegos de estrategia r¨¢pida que sigue funcionando hoy d¨ªa.

Pero para que un juego funcione hacen falta algunos ingredientes que a?adir a la mezcla y que Tiberium Wars promete incluir. En primer lugar es agradable contar con una historia que soporte con un m¨ªnimo de credibilidad los motivos por los que vamos a pelearnos en el mapa; en este caso, en el a?o 2047 dos facciones (los GDI y los Nod, hablaremos de ellos m¨¢s adelante) se encuentran enfrentadas por un recurso que puede ser a la vez la salvaci¨®n y la perdici¨®n de la Tierra, y sobre el que gira el argumento del juego: el Tiberium.

Su capacidad energ¨¦tica va a la par con su capacidad de polucionar el planeta; y cuando la guerra se encuentra en su epicentro, aparece una tercera raza alien¨ªgena que goza de cierta afinidad con el Tiberium, los Scrin. Para familiarizarnos con las razas, se ha dispuesto de una campa?a principal que acoger¨¢ una buena cantidad de misiones para disputar seguramente con todas las facciones, cosa que supone un paso adelante ya que sus predecesores entregas quedaban un poco flacas en ese aspecto.

El tercero de los puntos importantes que hace triunfar a un ETR, y para muchos es el factor clave por encima de cualquier otro, es el balance entre las razas que vayan a pelear entre s¨ª. Es vital la construcci¨®n de un sistema uniforme que permita a distintos jugadores disfrutar de una misma experiencia de juego al mismo tiempo que les sea posible desarrollar su propia estrategia: ya sea bien un jugador defensivo u ofensivo, que guste del micromanejo o de comandar masivamente sus tropas? todos tienen que tener cabida para abarcar al mayor n¨²mero de participantes posibles.

Y por ¨²ltimo, otro de los factores clave que puede determinar el ¨¦xito de un ETR es la forma en la que el programa nos acerca al manejo de nuestro ej¨¦rcito: la interfaz. Ah¨ª precisamente es donde el equipo desarrollador de C&C3 ha intentado poner mucho ¨¦nfasis, procurando aunar los aspectos cl¨¢sicos de los anteriores Command & Conquer y sintetiz¨¢ndolos con la evoluci¨®n a?adida de Generals, cosa que podemos apreciar en buena parte con los pantallazos que vienen adjuntos a este avance.

Es por eso que se ha decidido mantener la barra lateral, que permite un control exhaustivo y r¨¢pido a nuestra flota sin tener que depender de memorizar los accesos directos o asignar n¨²meros a los edificios clave de nuestra base. De este modo es posible no tener que apartar la vista del combate mientras que al mismo tiempo se controla eficientemente nuestras colas de producci¨®n, suministros, unidades, acceder al minimapa, composici¨®n de cada grupo de unidades, puntos de salud, mejoras de cada soldado, puntos d¨¦biles y fuertes, comandos b¨¢sicos de movimiento y ataque, etc.

El GDI cuenta con infanter¨ªa especializada, desde tropas de avance ligero hasta expertos francotiradores capaces de acabar en segundos con un escuadr¨®n enemigo. Pero tal vez donde m¨¢s solidez muestre esta autodenominada '¨²ltima esperanza de la humanidad' sea en su fabricaci¨®n de tanques, desde su variedad m¨¢s ligera orientada a t¨¦cnicas de ataque y retirada o los m¨¢s duros y vers¨¢tiles 'mammoth' con gran cantidad de puntos de vida destinados a soportar fuego enemigo intenso.

Tampoco est¨¢ mal dotada de unidades a¨¦reas, como las unidades de ataque Orca y Firehawk, demostrando que el GDI es probablemente la facci¨®n con mejor balance en conjunto de las tres en discordia. Si a eso le unimos la sorprendente facilidad de expansi¨®n gracias a sus bases de dispersi¨®n r¨¢pida y su impresionante avatar, el Juggernaut (unidad de artiller¨ªa m¨®vil casi imparable), tenemos argumentos suficientes que contrarrestan a aquellos que limitan los GDI a los jugadores menos habilidosos ya que, en las manos correctas, estamos seguros de que ser¨¢ una facci¨®n muy dif¨ªcil de batir.

Dado que la Hermandad Nod se nutre de habitantes del tercer mundo, es con diferencia la primera facci¨®n capaz de sacar tropas de ataque sobre el mapa, aunque con escasa capacidad y peor equipadas. Pero su naturaleza encubierta les permite desplazarse por el mapa con muchas posibilidades de no ser vistos (con incluso un tanque invisible), y su dependencia en el tiberium les ha permitido desarrollar todo tipo de armamento altamente capaz aunque inestable. Las tropas de Nod sacrifican gratamente su vida a cambio de conseguir bajas en la facci¨®n enemiga y no dudan en emplear armamento t¨®xico o nuclear.

Las tropas de ataque Nod no se limitan a la infanter¨ªa, sino que cuentan con una cantidad considerable de tanques acorazados con lanzallamas, unidades de bombardeo aire-tierra, lanzamisiles de largo alcance y, por supuesto, su propio avatar. El avatar de los Nod es capaz de recoger el armamento de un veh¨ªculo y apropi¨¢rselo, con lo que hay un amplio margen para que configuremos nuestra ¨²ltima arma de destrucci¨®n en masa; el coste, sin embargo, es muy alto y no ser¨¢ sino al disputar partidas largas cuando tendremos acceso y podamos disfrutar de este tipo de unidades.

Su infanter¨ªa se divide en unidades de acci¨®n r¨¢pida y otras m¨¢s pesadas de corto alcance, aunque ambas combinadas suponen un problema para el enemigo. Mientras que los Scrin deben sobrevivir con relativamente d¨¦biles unidades al principio, a medida que se progresa en los ¨¢rboles tecnol¨®gicos se observa como crece su capacidad ofensiva a trav¨¦s de la mayor variedad de tanques de todas las razas y, tal vez, los m¨¢s poderosos. Aunque la producci¨®n de estas unidades y edificios es cara (aunque no se producen, se teletransportan desde otra dimensi¨®n estilo Protoss o como en Dawn of War), lo cierto es que marcan la diferencia en el juego.

El avatar Scrin es traer a la nave nodriza, capaz de asimilar una base entera provocando un agujero negro sobre el enemigo, siempre escudada de sus correspondientes hordas de cruceros de ataque (tambi¨¦n curiosamente parecidos al crucero Protoss de Starcraft) o de sus tanques con capacidades tierra-aire. Los Scrin, probablemente, son la raza m¨¢s complicada de maniobrar de las tres pero seguramente tambi¨¦n la m¨¢s poderosa en las manos adecuadas.

Es obvio que habr¨¢ que ver c¨®mo se comportan las tres razas en el multiplayer del juego, que con toda seguridad ser¨¢ la base de la que constar¨¢ Command & Conquer 3, y muy probablemente tendr¨¢ que retocarse con futuros parches a medida que los programadores vean como evolucionan las partidas online. Partidas que podr¨¢n jugarse como viene siendo habitual a trav¨¦s de la red, y hay previsto un sistema de modo espectador para que cualquiera pueda observar c¨®modamente como se apalean los mejores jugadores del mundo.

Tenemos mucho inter¨¦s en comprobar como se van a manejar los cambios en la UI, junto con el hecho de controlar los suministros como la electricidad (los edificios se crean m¨¢s lentamente con poca electricidad), poder vender edificios para recuperar parte del coste, el capturar unidades enemigas para repararlas y utilizarlas en su contra, el nivel de micromanejo que puede necesitar cada raza? Y tras echar un vistazo a las pantallas y videos que hay en la red, lo cierto es que la ansiedad por tenerlo aumenta bastantes enteros.

Aunque es cierto que en los avances siempre se suelen generar muchas expectativas que luego en demasiadas ocasiones se nos destruyen, el inter¨¦s que despierta Command & Conquer 3: Tiberium Wars es real y creemos que est¨¢ fundamentado en la experiencia de sus desarrolladores. Mientras estamos a la espera de poder recibir una versi¨®n de prueba para ofreceros las impresiones pertinentes, esperamos haber satisfecho vuestra curiosidad con nuestro avance y tan pronto como tengamos nuevo material os haremos llegar nuestra opini¨®n al respecto. Hasta entonces, solo queda tener paciencia.