Estrategia visionaria

Hace diez a?os, la ya extinta Cavedog Interactive revolucionaba el g¨¦nero de la estrategia en tiempo real con un juego realmente innovador. Por aquel entonces, esta humilde compa?¨ªa norteamericana contaba entre sus filas con un trabajador corriente, una persona que adoraba el g¨¦nero de la estrategia y, como buen aficionado, ten¨ªa en mente m¨²ltiples ideas para mejorarlo. Como se suele decir, la mente de este joven estaba plagada de buenas ideas y s¨®lo necesitaba el soporte correcto para llevarlas a cabo.

En 1997, Chris Taylor desarroll¨® junto a su equipo un t¨ªtulo sobresaliente. Bajo el nombre de Total Annihilation naci¨® uno de los juegos de estrategia en tiempo real m¨¢s aclamados por la cr¨ªtica especializada y los jugadores. Un t¨ªtulo notable, adelantado a su ¨¦poca, que aportaba novedades al g¨¦nero y ofrec¨ªa m¨²ltiples opciones de personalizaci¨®n a los jugadores. Novedades como la producci¨®n en cola o las infinitas posibilidades de juego que brindaba la comunidad, con el desarrollo de nuevas campa?as, unidades y modificaciones para el t¨ªtulo, hicieron de TA un t¨ªtulo de referencia para muchas compa?¨ªas.

El futuro llev¨® a Chris a fundar su propia compa?¨ªa en 1998. Gas Powered Games inici¨® su andadura en el ocio electr¨®nico con la creaci¨®n de una franquicia notable, Dungeon Siege, que actualmente cuenta con numerosas entregas, entre ellas Throne of Agony reci¨¦n llegada a Playstation Portable. Chris lo hab¨ªa vuelto a hacer creando una nueva franquicia de ¨¦xito y formando un equipo de desarrolladores propio. Sin embargo, aquellos jugadores maravillados por la opera prima del desarrollador aclamaban a gritos su secuela.

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Tras a?os de espera, Gas Powered Games present¨® en la pasada edici¨®n del E3 el t¨ªtulo que todos esper¨¢bamos. Supreme Commander es el nombre de este nuevo juego de estrategia en tiempo real que toma como punto de partida lo mejor de Total Annihilation y el buen hacer de Chris y Gas Powered Games. Han sido casi diez a?os, pero la espera ha merecido la pena. Muchos ya se atreven a proclamarlo como el sucesor espiritual de Total Annihilation. Nosotros, tras jugar al t¨ªtulo durante m¨¢s de cuarenta horas y entrevistar al padre de la criatura, ya conocemos el resultado final de la ¨²ltima obra de Taylor. Acomp¨¢?anos con este an¨¢lisis si quieres conocer las virtudes de este juego que sentar¨¢, al igual que su antecesor hace una d¨¦cada, las bases del futuro de la estrategia.

A r g u m e n t o

La tecnolog¨ªa desarrollada por el ser humano ha avanzado r¨¢pidamente y la evoluci¨®n de las nuevas formas de comunicaci¨®n y transporte ha permitido al hombre, entre otras cosas, viajar por la galaxia. Esto es posible gracias al "Quatum Network", un sistema de transporte interestelar capaz de abrir puertas en toda la galaxia. El ser humano, por nacimiento, cuando descubre nuevos horizontes siempre trata de conquistarlo, independientemente del coste y las consecuencias que traiga consigo la conquista. As¨ª, la humanidad ha viajado durante siglos por el universo colonizando planetas, desarrollando nuevas tecnolog¨ªas y formalizando nuevos asentamientos de humanos, que se distanciaban, cada vez m¨¢s, de sus hermanos de sangre residentes en la tierra.

Como resultado, el universo cuenta ahora con tres facciones que desde hace m¨¢s de mil a?os est¨¢n inmersas en un combate sin descanso para defender sus intereses. La Unite Earth Federation (UEF), facci¨®n ¨ªntegramente humana, es una confederaci¨®n formada por los supervivientes de la tierra que, tras ser destrozada por las guerras, acab¨® convirti¨¦ndose en un lugar inhabitable. Ahora, conocedores de que este conflicto tiene sus or¨ªgenes en el colonialismo, tratar¨¢n de pacificar a toda costa el universo.

El mestizaje entre una raza alien¨ªgena y humanos di¨® lugar a la segunda civilizaci¨®n, los Aeons. Tras llegar al planeta Seraphin, hombres y mujeres de la tierra comenzaron a convivir en paz con esta raza alien¨ªgena, cultivando un mismo saber y culto religioso hacia lo que este pueblo llama "the way". Los humanos terrestres, que ven en esta civilizaci¨®n un grave peligro, atacaron el planeta destroz¨¢ndolo y extinguiendo por completo a la raza alien¨ªgena. Ahora, los ¨²nicos supervivientes, herederos humanos de ¨¦stos, reutilizar¨¢n saber y tecnolog¨ªa para extender su sagrada cultura por todo el universo y acabar de una vez por todas con esta guerra milenaria. 

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La tercera civilizaci¨®n en discordia, la naci¨®n cybran, est¨¢ conformada por la hibridaci¨®n entre raza humana y tecnolog¨ªa lograda mediante un experimento realizado por Dr. Gustaf Brackman en la tierra. La UEF utilizar¨¢ el sorprendente descubrimiento del cient¨ªfico para alcanzar sus propios prop¨®sitos esclavizando colonias artificiales de cyborgs. Su creador, tras a?os de lucha y mejoras en su tecnolog¨ªa, siempre realizadas de manera clandestina, abandonar¨¢ la tierra con un grupo de rebeldes con el ¨²nico objetivo de liberar a todos sus compatriotas aprisionados en colonias de toda la galaxia.

Resumiendo mucho y dejando a un lado detalles como los personajes de cada facci¨®n, ¨¦ste es el hilo argumental de Supreme Commander. El jugador se pondr¨¢ en la piel de una de las tres facciones disponibles, todas de origen humano, pero con intereses muy diferentes. Cada bando del conflicto posee su contexto propio y su historia perfectamente explicada en el manual del juego. Estamos ante un universo complejo de corte futurista, digno de cualquier pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n, pero igualmente real y cercano para nosotros, pues presenta la l¨®gica que sigue cualquier conflicto b¨¦lico actual: diferentes facciones en guerra defendiendo cada una sus intereses econ¨®micos, pol¨ªticos o religiosos. Y aqu¨ª es donde entramos nosotros con la misi¨®n de finalizar la guerra de una vez por todas.

G r ¨¢ f  i c o s

En el terreno visual, Supreme Commander presenta un acabado sobresaliente. Gas Powered Games ha desarrollado un notable motor gr¨¢fico que se adapta perfectamente a la propuesta de juego. Se necesitaba un motor espectacular que pudiera mover un n¨²mero considerable de unidades con todo nivel de detalle y lo han conseguido a la perfecci¨®n.

En primer lugar, el jugador encontrar¨¢ gran variedad de escenarios y localizaciones, con todo tipo de ecosistemas naturales, como bosques, zonas nevadas, planetas des¨¦rticos o islas con abundante vegetaci¨®n. M¨¢s de cinco ecosistemas diferentes que aparecer¨¢n en funci¨®n del planeta en el que nos encontremos y de la misi¨®n que estemos desarrollando. Adem¨¢s, cada escenario est¨¢ recreado con todo lujo de detalles: ¨¢rboles y rocas, todos destructibles y modelables mediante la acci¨®n de nuestras tropas que al pasar o disparar desolar¨¢n el escenario, especialmente nuestro comandante, con su espectacular y destructiva entrada en escena al comienzo de la partida, y las unidades de mayor tama?o, como el coloso y la ara?a met¨¢lica.

Por otro lado, no podemos olvidar el m¨¢s que considerable tama?o de los escenarios. Gracias al sistema de zoom, el juego puede contar con escenarios inmensos, de una extensi¨®n nunca vista antes en el g¨¦nero. Kil¨®metros y kil¨®metros de llanuras, desiertos y mares a nuestra entera disposici¨®n para preparar todo tipo de estrategias. Entornos preparados expresamente para albergar combates impresionantes, que es, sin lugar a dudas, la prioridad de este t¨ªtulo.

El modelado de las unidades est¨¢ muy trabajado. Cada facci¨®n posee sus propias unidades, todas con dise?os ¨²nicos y diferentes entre s¨ª. El nivel de detalle que presentan es bastante alto, con dise?os siempre futuristas y tecnol¨®gicamente muy avanzados. Los edificios  tambi¨¦n juegan con modelados elaborados, que dejan el pabell¨®n a la altura de las circunstancias. Para mejorar m¨¢s si cabe este despliegue de medios, el engine gr¨¢fico soportar¨¢ la friolera de 500 unidades en pantalla, cifra ¨ªntegra ya que cada unidad ocupar¨¢ ¨²nicamente un espacio f¨ªsico en nuestra poblaci¨®n.

El juego cuenta, adem¨¢s, con excelentes efectos como sombras en tiempo real y filtros que suavizan los modelados y el entorno, aumentando, m¨¢s si cabe, el nivel de detalle. Aunque pueda parecer un poco contradictorio, Supreme Commander no necesita demasiada m¨¢quina para funcionar. Bien es cierto que si queremos jugar a resoluciones altas y con todo nivel de detalle tendremos que hacernos con un buen equipo. Sin embargo, ejecutar el programa en ordenadores de gama media, siempre que sobrepasen los requisitos m¨ªnimos, no supondr¨¢ mucho problema, m¨¢s si tenemos que en cuenta el elevado n¨²mero de opciones configurables - texturas regulables, filtros desactivables, supresi¨®n del fondo del escenario, etc.- para mejorar la tasa de im¨¢genes por segundo.

Por otro lado, las cinem¨¢ticas, escenas que presentar¨¢n a los peronajes, narrar¨¢n la historia y nos introducir¨¢n en este universo, se presentan con un dise?o muy trabajado. Basta con arrancar el juego para disfrutar de una notable escena de introducci¨®n que nos sit¨²a ante el conflicto b¨¦lico y las tres facciones. Adem¨¢s, durante la partida tambi¨¦n disfrutaremos de las animaciones de los personajes, que se mostrar¨¢n en peque?os recuadros cada vez que tengamos comunicaci¨®n con ellos.

M ¨² s i c a   y   e f e c t o s

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En dos palabras: Jeremy Soul. Un compositor perfecto para un videojuego sobresaliente. Tras realizar un trabajo excepcional en t¨ªtulos como Guild Wars y Oblivion, Jeremy, que ya trabajo con GPG elaborando la banda sonora de Dungeon Siege, vuelve a la escena con un trabajo soberbio. Melod¨ªas ¨¦picas, tranquilas y cargadas de acci¨®n, que entran en escena seg¨²n c¨®mo se est¨¦ desarrollando la acci¨®n. Temas trepidantes para nuestros o¨ªdos que apoyan el transcurso de la acci¨®n de una manera perfecta.

Muy variados y numerosos son tambi¨¦n los efectos sonoros. Cada unidad cuenta con sus sonidos propios. En el campo de batalla, especialmente en los momentos m¨¢s intensos, que no ser¨¢n pocos, oir¨¢s disparos y explosiones de manera continuada, as¨ª como aviones estrell¨¢ndose contra la tierra, ¨¢rboles cayendo, etc. 

Y no podemos olvidar las voces, elemento que nos ayudar¨¢ a conocer el argumento y saber cu¨¢l es nuestra misi¨®n. En primer lugar, recibiremos las ¨®rdenes de nuestros superiores que, una vez estemos en el campo de batalla, continuar¨¢n comunic¨¢ndose con nuestro comandante para ofrecer nuevos datos y detalles sobre la misi¨®n. Adem¨¢s, siempre recibiremos transmisiones externas de otros personajes como los comandantes enemigos, que tratar¨¢n de intimidarnos con tono amenazante. THQ se ha encargado de localizar completamente al castellano este t¨ªtulo.  

J u g a b i l i d a d

Sin lugar a dudas,  la jugabilidad es el apartado m¨¢s importante a la hora de valorar Supreme Commander. El t¨ªtulo de Chris Taylor vuelve a revolucionar el g¨¦nero gracias a las suculentas novedades que incorpora. Algunas derivan directamente de Total Annihilation, otras nacen de la nada, pero, independientemente de su origen, estamos seguros de que cuando juegues a Supreme Commander no volver¨¢s a ver el g¨¦nero con los mismos ojos. Taylor ha vuelto a marcar la diferencia con este t¨ªtulo que act¨²a como punto y aparte dentro del g¨¦nero.

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Supreme Commander ofrece dos modos de juego para un jugador, el modo campa?a y el modo escaramuza. El primero de ellos, desarrolla el hilo argumental a trav¨¦s de misiones que variar¨¢n en funci¨®n de la facci¨®n que seleccionemos. En todas estas misiones, no habr¨¢ un ¨²nico objetivo principal sino varios que se ir¨¢n desbloqueando a medida que avances en la partida. Cada vez que completas un objetivo con ¨¦xito, el mapa se expande y aparecen nuevos enemigos y objetivos. El tiempo que nos llevar¨¢ completar este modo de juego con las tres facciones depender¨¢ de nuestras habilidades como jugador, pero a buen seguro el n¨²mero de horas empleadas no ser¨¢ menor a 30, teniendo en cuenta que algunas misiones nos ocupar¨¢n m¨¢s de tres horas entre estrategia y estrategia.

En general, nos encontramos ante un modo campa?a bastante completo, que narra el hilo argumental de una forma m¨¢s que correcta y mantiene al jugador siempre a la expectativa. Adem¨¢s, los tres niveles de dificultad disponibles aumentar¨¢n la rejugabilidad de este modo de juego. En este punto, hay que tener en cuenta que se trata de un t¨ªtulo de dificultad elevada hasta en el modo "f¨¢cil", sobre todo cuando nos encontremos en las ¨²ltimas misiones de cada una de las tres razas. Chris Taylor ha desarrollado un t¨ªtulo muy estrat¨¦gico, que requiere atenci¨®n por parte del jugador por lo que quiz¨¢s los jugadores menos experimentados en el g¨¦nero encuentren la dificultad un poco elevada.

El segundo modo de juego para un jugador, el modo escaramuza, nos permite jugar partidas r¨¢pidas. Seleccionamos el mapa, el nivel de dificultad, una de las tres facciones, el n¨²mero de comandantes controlados por la IA, etc., y comenzamos a jugar. ?ste es el modo de juego ideal para cuando necesitas jugar una partida sin complicaciones y no tenemos acceso a la red para jugar en multijugador, toda una delicia sobre la que hablaremos con detenimiento en los pr¨®ximos p¨¢rrafos.

Una vez presentados los dos modos de juego principales vamos a detenernos en la din¨¢mica de juego que ofrece este Supreme Commander. A simple vista, este t¨ªtulo puede parecernos el t¨ªpico juego de estrategia. Sin embargo, nada m¨¢s que adentrarnos en la primera partida descubriremos que se trata de un juego que presenta un concepto de juego realmente innovador. El juego nos mete en la piel de un gigante met¨¢lico, el comandante supremo, una unidad militar de alta tecnolog¨ªa que controlaremos para cumplir todas las misiones. Como comandante, podr¨¢s construir edificios, defender tu base e incluso, si eres un jugador atrevido, atacar al enemigo. ?sta es la unidad m¨ªnima y m¨¢s importante de nuestra econom¨ªa y, por tanto, hay que salvaguardar su integridad a toda costa, ya que si el comandante es eliminado la partida finalizar¨¢ autom¨¢ticamente.

Tras la entrada triunfal de nuestro comandante en el escenario, tendr¨¢s que comenzar a recolectar dos recursos, masa y energ¨ªa, que ser¨¢n el resorte de tu econom¨ªa. El primero de ellos, la masa, puede ser extra¨ªda directamente del subsuelo construyendo extractores en las localizaciones prefijadas. La energ¨ªa tambi¨¦n puede obtenerse de la misma forma, aunque no en todos los escenarios podremos construir plantas energ¨¦ticas. Para solventar este peque?o problema, siempre podr¨¢s convertir masa en energ¨ªa y viceversa, mediante la utilizaci¨®n de generadores varios. Mantener el sistema econ¨®mico estable y con super¨¢vit de recursos es requisito indispensable para ganar la partida. Si falla alguno de los dos recursos, adem¨¢s de no poder convocar m¨¢s unidades, perder¨¢s velocidad a la hora de desarrollar tecnolog¨ªas o construir edificaciones.  Por ello, tan vital es atacar al enemigo como proteger nuestras fuentes de recursos.

El siguiente paso es construir con nuestro comandante edificios para la creaci¨®n de unidades. As¨ª, podremos edificar tres tipos de bases distintas; la naval, la a¨¦rea y la terrestre. Una vez hecho esto, adem¨¢s de tener acceso a las unidades b¨¦licas, podr¨¢s generar ingenieros que te ayudar¨¢n en las labores de construcci¨®n. Cada edificio posee diversas tecnolog¨ªas que nos permitir¨¢n crear unidades m¨¢s potentes e iremos desbloqueando a medida que desarrollamos nuestra base. Por otro lado, es muy recomendable, por no decir obligatoria, la construcci¨®n de armas de apoyo, como ca?ones antia¨¦reos y terrestres, o en niveles m¨¢s avanzados, las defensas anti bombas nucleares.

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Cuando nuestra econom¨ªa encuentre estabilidad y tengamos ya los edificios b¨¢sicos construidos comenzar¨¢ la acci¨®n. Supreme Commander ofrece tres frentes de batalla: tierra, mar y aire, todos complementarios entre s¨ª. Para acabar con un enemigo hay que emplear diferentes tipos de unidades a la vez. Por ejemplo, si necesitas romper las barreras de su base tendr¨¢s que usar la artiller¨ªa pesada de tierra para acabar con las defensas antia¨¦reas que impiden el paso a tus aviones bombarderos. Si lo prefieres, en vez de penetrar por la tierra asaltar a tu rival desde el mar con submarinos apoyados por aviaci¨®n.

Cada facci¨®n tiene sus unidades propias, todas con caracter¨ªsticas militares diferentes entre s¨ª. No obstante, el juego, gracias al excelente balance entre las facciones, no presenta claros ganadores en las batallas como puede ocurrir en otros t¨ªtulos. En Supreme Commander no hay una facci¨®n m¨¢s poderosa que otra, simplemente hay jugadores mejores y jugadores peores. Da igual qu¨¦ facci¨®n elijas mientras tengas claro qu¨¦ estrategia usar. Y olv¨ªdate de ganar la partida creando unidades por doquier: aqu¨ª se premia la estrategia.

Pero a estas alturas del an¨¢lisis muchos pensar¨¦is que esto es lo b¨¢sico que cualquier t¨ªtulo de estrategia en tiempo real debe ofrecer. Sin embargo Supreme Commander va a m¨¢s aportando novedades al g¨¦nero. La primera innovaci¨®n que encontramos es la posibilidad de dar diversas ¨®rdenes a nuestras unidades con un par de clicks. Pulsando la tecla "may¨²sculas" podremos hacer que un ingeniero inicie una cola de construcci¨®n, un comandante construya varios extractores en todo el mapa, un grupo de aviones patrulle siguiendo una ruta marcada a nuestro antojo, unos bombarderos ataquen de manera estrat¨¦gica diversos puntos, unos tanques sigan un camino alternativo -siempre marcado por el jugador- para esquivar una posible emboscada, etc. Esta caracter¨ªstica ofrece infinitas posibilidades  a la hora de jugar y, sobre todo, acaba con el arcaico y limitado sistema de construcci¨®n que nos obligaba a estar siempre pendientes de las unidades.

La segunda gran novedad de Supreme Commander es el sistema de zoom implementado. Utilizando la rueda del rat¨®n podemos conseguir una vista total del mapeado desde una perspectiva a¨¦rea. Aqu¨ª visualizaremos todas nuestra unidades mediante iconos que podremos seleccionar para seguir marcando rutas de comportamiento y ¨®rdenes, tal y como si estuvi¨¦ramos en el campo de batalla. Al igual que podemos alejar el plano, tambi¨¦n podemos acercarlo hasta la batallla tanto como queramos. Este sistema de zoom es un invento excepcional, que nos permite preparar las estrategias desde una perspectiva privilegiada, nunca vista antes en el g¨¦nero. Toda una delicia para los seguidores de la estrategia.

Al sistema de zoom hay que sumar la versatilidad que ofrece la c¨¢mara que puede ser rotada en cualquier direcci¨®n. Adem¨¢s, tambi¨¦n podr¨¢s inclinarla a tu gusto pulsando la tecla "espacio", cambiando de una perspectiva a¨¦rea a una visi¨®n lateral que mostrar¨¢ con todo nivel de detalle el mapeado, las unidades y el horizonte, todo con una distancia de dibujado sobresaliente. Otro punto a destacar de Supreme Commander es la notable inteligencia artificial. Cada unidad tiene sus propios patrones de comportamiento que alterar¨¢ en funci¨®n de la situaci¨®n.

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Y las novedades no terminan aqu¨ª. Supreme Commander es el primer t¨ªtulo de estrategia que permite la utilizaci¨®n de dos monitores a la vez para visualizar la acci¨®n. Mediante esta atractiva caracter¨ªstica, podr¨¢s ver a tus tropas en un monitor mientras que en otro visualizas el mapa al completo, observando, por ejemplo, c¨®mo est¨¢ desarroll¨¢ndose el transcurso de la guerra. Y por supuesto, podr¨¢s organizar y dar ¨®rdenes a tus tropas o alterar la c¨¢mara en cualquiera de las dos pantallas. Bien es cierto que para hacer uso de esta singular funcionalidad vamos a necesitar dos tarjetas gr¨¢ficas y un equipo bastante potente, algo que no todos los jugadores podr¨¢n permitirse. Una vez m¨¢s, Chris Taylor se ha adelantado a su tiempo con una innovaci¨®n que abrir¨¢ nuevos horizontes en el g¨¦nero.

Por ¨²ltimo, hay que resaltar la excelente interfaz del t¨ªtulo. Todas las acciones est¨¢n ubicadas en la pantalla de una manera ordenada y correcta permiti¨¦ndole al jugador ejecutar todos los comandos de forma r¨¢pida y sin complicaciones. En la zona inferior de la pantalla encontrar¨¢s todas las funciones disponibles, as¨ª como la posibilidad de disponer de un minimapa del escenario que podr¨¢s ajustar acercando y alejando el plano como si fuera la pantalla principal. Esto nos permitir¨¢, entre otras cosas, visualizar dos frentes de batalla simult¨¢neamente.

M u l t i j u g a d o r

El modo multijugador de Supreme Commander convierte al t¨ªtulo de Gas Powered Games en una de las grandes apuestas del a?o. Toda la jugablidad de las partidas y las infinitas estrategias se multiplican al conectarnos a GPNet, la plataforma de juego que la compa?¨ªa ha desarrollado especialmente para este t¨ªtulo. Ya cuando estuvimos en Paris, Chris nos adelant¨® ciertos detalles sobre c¨®mo iba a desarrollarse el futuro de la plataforma. Ahora, tras haber jugado partidas en red y conocer el funcionamiento de la plataforma -que ha servido de excelente soporte para la beta multijugador- estamos seguros de que lograr¨¢ cumplir todos los objetivos.

El modo multijugador se presenta como la indiscutible estrella de Supreme Commander. Con ¨¦l, los jugadores encontrar¨¢n una m¨¢s que sobresaliente forma de aumentar la durabilidad del t¨ªtulo. Las partidas en red se hacen extremadamente entretenidas gracias a su jugabilidad, la velocidad del juego y las m¨²ltiples posibilidades a la hora de hacer frente al ej¨¦rcito rival.

GPNet nos permite, adem¨¢s de hospedar partidas, leer noticias, descargar actualizaciones y visualizar rankings de jugadores para seleccionar cu¨¢les son los rivales m¨¢s apropiados en funci¨®n de nuestra destreza. El futuro de la plataforma estar¨¢ plagado de novedades como un sistema de descarga de repeticiones o la posibilidad de presenciar en directo partidas multijugador.

A gusto del jugador

Gas Powered Games sabe muy bien que brindar al jugador la posibilidad de modificar contenidos en el juego es garante de ¨¦xito. Ya lo hizo con Total Annihilation, t¨ªtulo que actualmente cuenta con todo tipo de mods, razas, campa?as, mapas y unidades creadas expresamente por los jugadores. En aquellos a?os, cientos de jugadores supieron aprovechar esta posibilidad y se consolid¨®, como ha pasado con otros t¨ªtulos como Half Life, una verdadera comunidad de modders.

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Parece incre¨ªble que incluso antes de que GPG lance oficialmente las primeras herramientas de modificaci¨®n, ya existan jugadores que desarrollen mapas para este t¨ªtulo. De hecho, durante las semanas que ha durado la beta multijugador han aparecido nuevos mapas, entre ellos una recreaci¨®n del planeta tierra a una extensi¨®n de 80 km x 80 km. Por otro lado, las modificaciones no estar¨¢n limitadas a la creaci¨®n de mapas, mods, y campa?as: pronto podremos crear unidades y personalizar incluso nuestros propios comandantes.

C o n c l u s i ¨® n

El g¨¦nero de la estrategia tiene en Supreme Commander un nuevo exponente. THQ y Gas Powered Games lanzan en este a?o 2007 un t¨ªtulo que sentar¨¢ c¨¢tedra en el g¨¦nero.

Gr¨¢ficamente, Supreme Commander presenta un acabado sobresaliente, con escenarios inmensos y visualmente atractivos, unidades detalladas y diversas, y un motor gr¨¢fico espectacular optimizado a la perfecci¨®n. En el terreno sonoro destacan los temas musicales ¨¦picos made in Jeremy Soul y los efectos perfectamentes adaptados a la acci¨®n.

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Sin lugar a dudas, el apartado que se lleva la palma en Supreme Commander es su jugabilidad. Se trata de un t¨ªtulo muy entretenido, que ofrece una durabilidad considerable y m¨²ltiples modos de juego. Y para convertirlo en un plato de gusto, Chris Taylor ha aportado todo su ingenio con un soberbio plantel de novedades jugables: el excelente sistema de zoom, la creaci¨®n de rutinas m¨²ltiples o la ingeniosa e innovadora utilizaci¨®n simult¨¢nea de dos monitores. A todo esto hay que sumar las entretenidas partidas multijugador y las posibilidades de personalizaci¨®n.

Supreme Commander es un t¨ªtulo altamente recomendable, por no decir obligatorio, para todos los amantes de la estrategia en tiempo real. El buen hacer de Gas Powered Games y la necesaria dosis de novedad que aporta el t¨ªtulo al g¨¦nero son suficientes razones como para justificar la compra de este excelente t¨ªtulo.  

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