Salvar al cerdito Wilbur

La telera?a de Carlota es una curiosa y fiel adaptaci¨®n del entra?able libro infantil de E. B White, no tan popular en Europa como en Norteam¨¦rica, aunque igualmente atractiva para los m¨¢s peque?os de la casa. El film, protagonizado por un valiente cerdito y por Dakota Fanning, a la que recordar¨¦is por pel¨ªculas como La guerra de los Mundos o El fuego de la Venganza, no ha obtenido un ¨¦xito especialmente llamativo en Estados Unidos, aunque s¨ª ha cosech¨® buenas cr¨ªticas por el particular sentido de la historia.

En ella, un residente de una peque?a granja, el cerdito Wilbur, descubre que va a ser sacrificado. Desesperadamente tratar¨¢ de convencer al propietario de la finca para que abandone la idea. Para conseguir este arduo objetivo contar¨¢ con la ayuda de otros animales de la granja; caballos, patos, ratones..., y, por supuesto, la inestimable ayuda del personaje que bautiza el libro; Carlota, una inteligente y ¨¢vida ara?a que siente por Wilbur un cari?o especial.

Del mismo modo que en Babe: el cerdito valiente, el susodicho ten¨ªa que conseguir superar decenas de obst¨¢culos para conseguir su salvaci¨®n, Wilbur tendr¨¢ que saltar por innumerables plataformas, hacer frente a molestos ratones y p¨¢jaros, ocultarse para no ser visto por el mal¨¦fico t¨ªo, incubar huevos e incluso recoger cr¨ªas de ara?a. Todo ello con un apartado gr¨¢fico que apenas difiere entre s¨ª en lo que respecta a las dos versiones que hoy analizamos.

Gr¨¢ficos y Sonido

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Siguiendo el esquema gen¨¦rico en lo que a adaptaciones se refiere, controlaremos a Wilbur por fases que representan la granja y sus distintas habitaciones ocultas, algunos paisajes rurales e incluso interactuaremos con algunos personajes de carne y hueso tristemente puestos en escena, muy lejos de su apariencia real. Todo el entramado est¨¢ bien llevado a cabo, siempre sin grandes alardes t¨¦cnicos. Colorista, pero no llamativo, simplemente suficiente para ponernos en una escena lo m¨¢s semejante a la pel¨ªcula posible.

Scroll lateral, gr¨¢ficos totalmente en 2D, sprites trabajados, coloristas, entornos divertidos pero aburridos a la larga. As¨ª se podr¨ªa definir el apartado gr¨¢fico general del juego, una versi¨®n ligeramente mejorada de lo que tan acostumbrados estamos a ver en GBA. Tanto es as¨ª, que a la hora de efectuar comparaciones la NDS sale peor parada que su antecesora. Un suavizado de texturas, algo m¨¢s de calidad general en lo que a escenarios se refiere y poco m¨¢s.

Por otro lado, el apartado sonoro imita las canciones compuestas por Danny Elfman para la cinta original, aunque sin apartarse de los clich¨¦s t¨ªpicos de una adapataci¨®n de pel¨ªcula; las canciones comienzan a ser repetitivas a diez minutos de comenzar a jugar, hay poca variedad, optando siempre por repetir una misma melod¨ªa en casi todos los escenarios con ligeros cambios. Cambios que veremos en escena cuando la historia es narrada a trav¨¦s de escenas propias de la pel¨ªcula.

En este sentido es curioso que, pese a que el aspecto de dichas im¨¢genes est¨¢ a a?os luz de la versi¨®n de GBA en lo que a calidad gr¨¢fica se refiere (m¨¢s resoluci¨®n, apenas se distinguen los p¨ªxeles, etc.), las compa?¨ªas desarrolladoras sigan optando por utilizar este sistema tan poco atractivo para el jugador, que lejos de procurar convertirse en un objetivo - conseguir todas las p¨¢ginas que ilustran la historia es una de las opciones secundarias de la aventura - es m¨¢s bien un aliciente 'cutre'.

De resto poco m¨¢s. Destacar el horroroso aspecto que lucen los seres humanos en el juego y la simpleza general de una aventura que, por otro lado, tampoco requer¨ªa mucho m¨¢s de lo que SEGA ha puesto finalmente en escena.

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Jugabilidad

Del mismo modo que en el apartado t¨¦cnico La telera?a de Carlota es un t¨ªtulo bastante simple y sencillo, la jugabilidad y las distintas opciones que tendremos a mano en la aventura son las m¨¢s comunes dentro de las adaptaciones de pel¨ªculas. Con Wilbur tendremos que saltar por cajas, bloques que se rompen a poco de posarnos encima de ellos, tirar de cuerdas para levantar pesadas cajas infranqueables, evadir a algunos animales non-gratos y pedir los auxilios de Fern para recuperar algo de energ¨ªa y guardar nuestros avances.

En cada una de las diecis¨¦is fases que recorreremos tendremos que buscar distintos elementos; desde los ya mencionados huevos para incubar o cr¨ªas de ara?a hasta distintas letras para completar palabras clave, localizaciones ocultas en las que desbloquearemos los doce minijuegos - cinco en la versi¨®n de GBA -, ataques especiales para evitar a nuestros mal¨¦volos enemigos y poco m¨¢s. Wilbur es capaz de caminar de forma silenciosa - aunque bastante c¨®mica -, de agarrarse de plataformas e incluso de romper tablas de madera para poder continuar avanzando.

Conseguir los objetivos que nos indican al comenzar cada fase nos ser¨¢ recompensado mediante las ya mentadas im¨¢genes est¨¢ticas que narran la historia de la aventura. Esta opci¨®n, junto a los minijuegos, se convierten por m¨¦ritos propios en los elementos m¨¢s interesantes del cartucho gracias a su originalidad y capacidad de engancharnos sin darnos cuenta. Entre los doce minijuegos desbloqueables encontraremos de todo tipo; desde puzzles hasta simples juegos de ir uniendo n¨²meros. El principal objetivo de los mismos es el empleo de la pantalla t¨¢ctil, raz¨®n por la cual la GBA se ha visto mermada de su gran mayor¨ªa.

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Con respecto al uso de la pantalla t¨¢ctil, mientras que en la pantalla superior encontramos a nuestro personaje, en la inferior tendremos a nuestra disposici¨®n un mapa cuya utilidad es m¨¢s bien cuestionable. Sea como fuere, lo cierto es que los atributos de la NDS no est¨¢n olvidados, como bien demuestra el hecho de poder despertar a Wilbur al comienzo de cada fase llam¨¢ndole por su nombre. Si bien es cierto que tambi¨¦n podemos utilizar un bot¨®n para cumplir este fin.

El ejemplo m¨¢s evidente de dichos recursos en NDS es el papel de Dakota Fanning en videojuego, pues mientras que en una versi¨®n podremos utilizar la pantalla t¨¢ctil para lavar o acariciar a Wilbur, en GBA este proceso se realiza de forma autom¨¢tica, relegando por completo el papel de Fern dentro del juego.

NDS / GBA

Como bien venidos explicando a lo largo del reportaje, aunque ambas versiones son pr¨¢cticamente id¨¦nticas en lo que a desarrollo de la aventura se refiere, s¨ª que encontraremos algunas diferencias entre ellas. A modo de resumen de lo ya comentado; mientras que en la edici¨®n de NDS encontramos doce minijuegos, en GBA ¨¦stos se limitan a cinco, a raz¨®n del uso de la pantalla t¨¢ctil. El aspecto gr¨¢fico es casi id¨¦ntico, al igual que el sonoro, aunque el cartucho utiliza algo m¨¢s el potencial t¨¦cnico de la NDS que de GBA. Ambos son, se mire como se mire, dos juegos casi calcados entre s¨ª.

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