La quinta entrega de Wild Arms llega a PlayStation 2 con un claro objetivo: recuperar la fidelidad de los que se sintieron defraudados por las ¨²ltimas incursiones de la saga. Se aproxima el que pretende ser el mejor juego de la franquicia de Sony...
La quinta entrega de Wild Arms llega a PlayStation 2 con un claro objetivo: recuperar la fidelidad de los que se sintieron defraudados por las ¨²ltimas incursiones de la saga. Se aproxima el que pretende ser el mejor juego de la franquicia de Sony...
Wild Arms: The Vth Vanguard (PlayStation 2)
Wild Arms se ha convertido por m¨¦ritos propios en una apreciada saga por los usuarios de las m¨¢quinas de Sony. Dos exitosas entregas de gran calidad en PSX le avalan, a pesar de que las entregas que han visto la luz para PS2 no llegaban a alcanzar los mismos niveles, aunque no se trataba en absoluto de malos juegos. La quinta entrega no se ha hecho esperar, con una clara intenci¨®n: ser el Wild Arms que desde siempre quisieron lanzar en la 128 bits de Sony.
Con ya diez a?os sobre sus espaldas, la esencia del juego se mantiene inalterada en esta nueva incursi¨®n. Esto se hace notar desde los primeros compases del juego, donde se nos acerca una vez m¨¢s a algunos de los elementos clave de la saga: las Arms, los Golems y la leyenda de Johnny Appleseed. Y por supuesto, el aspecto de western americano que en la versi¨®n japonesa se respet¨® incluyendo los textos del juego en ingl¨¦s.
Wild Arms: The Vth Vanguard (PlayStation 2)
Wild Arms: The Vth Vanguard (PlayStation 2)
Cuenta adem¨¢s con el importante punto a favor de los di¨¢logos bien llevados y simp¨¢ticos entre personajes. Din¨¢micos, simp¨¢ticos y agradables, nos permitir¨¢n conocer m¨¢s a fondo a los h¨¦roes y su personalidad, dot¨¢ndoles de un importante trasfondo. Estas conversaciones tendr¨¢n lugar mediante expresivos modelos en 3D de los protagonistas sobre cajas de texto t¨ªpicas.
Wild Arms: The Vth Vanguard (PlayStation 2)
Wild Arms: The Vth Vanguard sigue la tendencia de la saga, con m¨¢s acci¨®n y puzzles. De este modo, cuando no estemos enzarzados en una batalla, el juego tiene aspecto de plataformas al tener que realizar muchos saltos y acrobacias para superar los obst¨¢culos que surjan a nuestro alrededor. Una propuesta que evita que el juego caiga en la monoton¨ªa y ofrece el doble de retos a lo largo de la aventura.
Wild Arms: The Vth Vanguard (PlayStation 2)
El otro elemento clave, los combates, vuelven ser aleatorios, y se recuper¨® tambi¨¦n el sistema HEX para movimientos dentro del campo de batalla. Nuestro men¨² de comandos ser¨¢ b¨¢sico para seleccionar todas las acciones que queramos realizar, aunque son bastante b¨¢sicas: defensa, moverse, atacar, disparar, usar objeto, fuerza (ataques especiales), magia, analizar y opciones.
Wild Arms: The Vth Vanguard (PlayStation 2)
Un elemento adicional son unas zonas especiales en las que podremos cambiar a nuestros personajes, con el fin de no sacrificar in¨²tilmente a alguien moribundo y combatir con otro en plena forma. El mapa del mundo nos deja s¨®lo con la opci¨®n de 'b¨²squeda', algo que tambi¨¦n hereda de anteriores entregas, pero en esta ocasi¨®n limitado a encontrar tesoros en vez de zonas y lugares.
Wild Arms: The Vth Vanguard (PlayStation 2)
T¨¦cnicamente, el juego promete estar al nivel que se espera, e incluso algo por encima. Los gr¨¢ficos son realmente llamativos, con modelados muy bien creados, y un excelente dise?o de personajes, escenarios y situaciones. El acabado general del juego es digno de menci¨®n, ya que se hace agradable a la vista y facilita al usuario el inter¨¦s por disfrutar de este nuevo Wild Arms.
Wild Arms: The Vth Vanguard (PlayStation 2)
En cuanto al apartado sonoro, pese a que la compositora habitual de la saga no estuvo directamente relacionada con esta entrega (pese a tener cr¨¦ditos por tres canciones en la misma), el juego promete ofrecer una excelente banda sonora, que puede llegar a destaparse como la mejor de la saga. Lo confirmaremos o desmentiremos con la versi¨®n final, pero lo que hemos escuchado de momento nos ha dejado gratamente sorprendidos.