MotorStorm, Impresiones

Bienvenidos a Monument Valley, en pleno desierto de Arizona. Bienvenidos al festival de carreras m¨¢s rave y brutal que se recuerda desde Destruction Derby o Burnout. Motos, camiones, WRC, ATV o buggies, todos en la carretera, sin reglas y con un ¨²nico ganador. Tragar¨¢s barro...

MotorStorm arranca con quietud. Lo hace con una meditada y reflexiva secuencia que a modo de panor¨¢mica fotorrealista ofrece las vistas de un valle rocoso, un valle que podr¨ªa ser cualquiera de todos los que pueblan el desierto del medio oeste americano. Unas palabras evocadas con voz profunda a cargo de un indio nativo apelan al nuevo tipo de guerrero que visita esas tierras para combatir contra "el silencio milenario". Escasos segundos m¨¢s tarde, una caravana compuesta por todo tipo de veh¨ªculos motorizados irrumpe en escena como un vendaval. Es el nuevo tipo de guerreros descritos por el nativo navajo, que vienen dispuestos a retar y derrotar a este milenario Monument Valley como mejor saben hacerlo; atraves¨¢ndolo y marc¨¢ndolo con sus neum¨¢ticos de todas las maneras posibles.

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Y es que este nuevo t¨ªtulo de Evolution Studios, creadores de la serie WRC, recrea todo el despliegue que un festival de carreras con tintes rave lleva impl¨ªcito. Esto se apreciar¨¢ mejor en las cinem¨¢ticas que acompa?an a MotorStorm -que muestran exhibiciones, conciertos, montaje de los circuitos o panor¨¢micas-, mientras que el juego se centra, como no pod¨ªa ser de otro modo, en las vibrantes y muchas veces brutales carreras de las que se adelanta un peque?o anticipio en las escenas que acompa?an a los men¨²s. Para correr en este festival es necesario tener un ticket, cada uno de los cuales da acceso a ocho carreras diferentes del total de 65 pruebas, con sus propias reglas, trazado, m¨¢quinas y comportamiento de los pilotos.

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Las primeras partidas con MotorStorm evocan sensaciones que desde la lejan¨ªa recuerdan en cierta manera a ese gran t¨ªtulo que acompa?¨® los primeros pasos de PlayStation y que fue Destruction Derby; no se trata tanto de destrozar al rival, si no de competir por ganar una carrera quit¨¢ndonos del medio a los rivales y haci¨¦ndolos colisionar contra cualquiera de los miles de accidentes geogr¨¢ficos que rodean al circuito.

En este sentido MotorStorm recoge parte de la herencia que ha dejado en esta generaci¨®n pasada Burnout. Para cada impacto que suframos tendremos una repetici¨®n a c¨¢mara lenta en la que apreciaremos el choque en toda su fatalidad mientras el veh¨ªculo se hace trizas y el piloto salta por los aires con una f¨ªsica ragdoll basada en Havok que interactua con el entorno de la misma forma que lo hacen los veh¨ªculos. Tampoco pod¨ªa olvidarse del elemento que Criterion elev¨® hasta lo imprescindible: un turbo, incluido en todos los veh¨ªculos y controlado por calentamiento.

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"Este nuevo t¨ªtulo de los creadores de la serie WRC recrea todo el despliegue que un festival de carreras con tintes rave lleva impl¨ªcito"

El escenario es un factor muy importante en MotorStorm. Discurrir sobre circuitos que comparten las mismas caracter¨ªsticas geogr¨¢ficas requiere que la ambientaci¨®n sea capaz de dar una sensaci¨®n de variedad. Los casi 400 kil¨®metros cuadrados de este parque natural de Monument Valley, situado en Utah, cerca de la frontera con Arizona, y el ingenio de Evolution dise?ando los circuitos intentar¨¢n que as¨ª sea. Desde el desarrollo se ha querido dar un toque espont¨¢neo y natural a todos los acontecimientos que suceden: "el objetivo es recrear completamente un lugar vivo, que existe realmente y donde se realiza un festival de carreras".

Para documentar las localizaciones, se grabaron desde helic¨®ptero cerca de 50 horas de video HD, material que seg¨²n el equipo han logrado explotar gracias a la experiencia aprendida con WRC: "una ¨²nica localizaci¨®n ofrecer¨¢ la variedad que 16 paises mostraron en un juego de rallies". En la teor¨ªa, esto ser¨¢ posible apoy¨¢ndose en m¨²ltiples rutas, trazados y opciones. Precisamente esos recorridos, muchas veces enrevesados, acrob¨¢ticos y buscando manifiestamente la colisi¨®n, ver¨¢n como una gran caravana de m¨¢quinas radicalmente opuestas compiten por llegar los primeros a la meta. Siete clases en total; Rally Cars, Motos, ATVs, Buggies, Camiones, Big rigs y Mud Pluggers -estos ¨²ltimos, veh¨ªculos 4x4 y muy en la l¨ªnea de los todoterreno del Dakar-. Inicialmente tenemos apenas dos m¨¢quinas por categor¨ªa -personalizables con varios skins para cada una- pero podemos desbloquear el cat¨¢logo completo mediante el habitual procedimiento de ganar carreras.

El comportamiento de los dem¨¢s pilotos hacia el jugador est¨¢ determinado por el veh¨ªculo que elige. Por ejemplo, si escogemos pilotar una de las veloces motocicletas, el resto de rivales intentar¨¢n explotar nuestra d¨¦bil resistencia a las embestidas, en cambio, si escogemos competir con un cami¨®n, la estrategia que emplear¨¢n los dem¨¢s ser¨¢ evitarnos y poner la m¨¢xima distancia entre nosotros. Por ello sus creadores mantienen que "cada carrera es un desafio ¨²nico". Y s¨ª, en cada carrera compiten un c¨®ctel de veh¨ªculos determinado por las reglas marcadas en el ticket, algunas, retos aut¨¦nticamente malvados para motivar al jugador. ?C¨®mo vas a ganar una carrera llena de camiones con una simple motocicleta?.

Tambi¨¦n tendremos que tener presente que dentro de cada circuito hay diferentes tramos que pueden escogerse y que benefician m¨¢s a un tipo de m¨¢quna que a otra. Si corremos con un coche de rally nos veremos obligados a escoger siempre la opci¨®n m¨¢s limpia, m¨¢s comoda -que es la mas larga normalmente-para que nuestro veh¨ªculo pueda explotar todas sus posibilidades. De otra forma, estaremos capando su rendimiento.

"Presionando el bot¨®n de turbo nuestro veh¨ªculo saldr¨¢ propulsado a velocidades de v¨¦rtigo, pero tiene un precio: la temperatura del motor"

Precisamente en el rendimiento es fundamental el turbo. Presionando el bot¨®n correspondiente nuestro veh¨ªculo saldr¨¢ propulsado a velocidades de v¨¦rtigo, pero tiene un precio. ?ste no requiere que proyectemos a los rivales contra las rocas, ni que realicemos derrapes, ¨²nicamente est¨¢ ligado a la temperatura del motor. Si sobrepasamos los puntos rojos de la barra que aparece junto al indicador de velocidad, simplemente explotar¨¢. Su gracia est¨¢ en saberlo dosificar y utilizarlo puntualmente en rectas, apoyando curvas muy cerradas para vencer a la inercia o antes de pasar por encima de uno de los espectaculares saltos que propician las diversas rampas instaladas en los circuitos.

Tanto si explota como si acabamos empotrados contra alg¨²n saliente o accidente geogr¨¢fico, se activar¨¢ una secuencia a c¨¢mara lenta en perfecto bullet time que gracias a una c¨¢mara libre nos permitir¨¢ deleitarnos con la fatalidad desde diversos ¨¢ngulos. Despu¨¦s de esto, volveremos a pista, penalizados con los segundos que tarda el veh¨ªculo en ponerse en circulaci¨®n y con un efecto discutible en el que ¨¦ste aparece revestido de un color blanco transparente para seguidamente solidificarse con un parpadeo. El regreso a la carrera se hace con el coche intacto, aunque pueden sufrirse desperfectos a lo largo de la carrera. Los m¨¢s vulnerables a acabar hechos a?icos son las motocicletas y los ATV, aunque sus pilotos, manejabilidad al margen, tienen la posibilidad de dar pu?etazos y de mofarse de los rivales.

La IA de MotorStorm es, junto  a su completo apartado gr¨¢fico, uno de los pilares fundamentales del juego. Tiene un acercamiento diferente a lo que se ha hecho hasta ahora: los pilotos no s¨®lo intentan competir para quedar los primeros como ose hace hasta ahora, si no que por sus acciones y reacciones, simulan una aut¨¦ntica carrera real que bien podr¨ªa salir de un gui¨®n de Hollywood.

"La IA tiene tres metas: motivar al jugador, ganar la carrera y divertir". Estas tres directrices hacen que en conjunto, disputar una carrera de MotorStorm tenga m¨¢s trasfondo que la CPU contra el jugador "cada carrera es un microcosmos de pilotos intentando conseguir la victoria, atacando y contraatac¨¢ndose y ante todo, buscando la espectacularidad de los especialistas en sus movimientos".

En nuestra visita a Liverpool, sede de Evolution Studios, pudimos profundizar m¨¢s en este punto, charlando con el responsable de la IA de MotorStorm, y realmente, todo es mucho m¨¢s complejo de lo que parece a simple vista: la IA reacciona contra nosotros dependiendo de una gran cantidad de variables como pueden ser posici¨®n en la carrera, tipo de veh¨ªculo, si hay otros coches cerca y del tipo que son, la velocidad que llevamos o la orograf¨ªa.

"Los pilotos no s¨®lo intentan competir para quedar los primeros: por sus acciones y reacciones, simulan una aut¨¦ntica carrera real muy cercana a la experiencia multijugador"

Todo este c¨¢lculo de variables se realiza por el llamado "gag system". Tuvimos ocasi¨®n de correr una vuelta con este sistema desactivado; no difer¨ªa de un t¨ªtulo normal y corriente de conducci¨®n donde los pilotos van cada uno a su faena y donde se centran en quedar primeros realizando impolutamente el tratado. Al activar el sistema, el cambio fue sorprendente: aparecieron de repente decenas de acciones e interacciones en carrera dando una sensaci¨®n de "todos contra todos" y en definitiva, de microcosmos.

En total, la IA de MotorStorm es capaz de realizar m¨¢s de 300 acciones diferentes. "Mucha gente se ha centrado en la nueva generaci¨®n en hacer los coches m¨¢s brillantes, con texturas y reflejos HD. Nosotros no quer¨ªamos eso, ten¨ªamos claro que quer¨ªamos utilizar este potencial en definir la nueva generaci¨®n desde un punto que no fuera el visual. La IA refleja perfectamente esas intenciones; puedes experimentar las mismas sensaciones enfrent¨¢ndote contra ella que jugando online. Te ataca, va a por ti., te cierra el paso, te impide que te escapes e incluso te amenaza cuando pasa cerca tuya llev¨¢ndose el dedo al cuello y cercen¨¢ndolo".

En el apartado gr¨¢fico, MotorStorm resulta simplemente espectacular. Poco nos equivocar¨ªamos si lo calificamos como el m¨¢s vistoso de todos los t¨ªtulos de la primera hornada de PS3, por encima de Resistance o Ridge Racer. Aunque es cierto que ha sufrido varios reajustes, el nivel final es excepcional; velocidad -aunque no alcanza 60 frames por segundo-, fluidez, escenarios fotorrealistas, veinte coches en pista, gran cantidad de efectos blur y part¨ªculoas y especialmente, barro, mucho barro salpicando por doquier. El tono de rave ha sido contemplado en el aspecto sonoro, ya que se cuenta con pistas licenciadas de bandas que encajan a la perfecci¨®n en esta tem¨¢tica: Nirvana, Primal Scream, Slipknot, Pendulum, Wolfmother o Every time I Die.

El juego soporta tambi¨¦n control con el Sixaxis; se abandona toda funci¨®n del anal¨®gico y la inclinaci¨®n del mando de izquierda a derecha determina el grado de giro del veh¨ªculo, mientras que los gatillos se vuelven a emplear como acelerador y freno. De inicio resulta excesivamente exigente, muy sensible y hasta inc¨®modo, pero es cierto que el control mejora con la pr¨¢ctica hasta el punto de resultar diferente, divertido e incluso "m¨¢s preciso que el tradicional" unas pocas carreras despu¨¦s, aunque hay que invertir tiempo y paciencia en ello.

La versi¨®n japonesa de MotorStorm no incluye multijugador ni modo online en su versi¨®n japonesa, lo cual es un grand¨ªsimo handicap, pero desde el estudio se ha prometido que para su debut europeo y americano -tras su retraso-, supuestamente en marzo, el multijugador acabar¨¢ resolvi¨¦ndose mediante juego online y aumentar¨¢n las posibilidades mediante descarga de contenido; nuevos tickets, circuitos, skins y veh¨ªculos a los que ya pudimos echar un ojo en nuestra visita a las oficinas.