Imperivm Civitas, Impresiones

La saga Imperivm contin¨²a su crecimiento. Si est¨¢s cansado de duras y largas batallas, rel¨¢jate en un puesto m¨¢s tranquilo, el de gobernador de alguna de las ciudades reci¨¦n conquistadas por Roma. Usa tu buen juicio y habilidades como administrador para prosperar.

Si hay tres letras que pudieran definitir la serie Imperivm hasta hoy d¨ªa ser¨ªan claramente RTC, o Real Time Conquest, como definen al estilo de juego que implementa. Es decir, no se trata de construir y recolectar recursos para poder atacar a nuestros enemigos, sino que alcanzamos la victoria conquistando sus edificios.

Afrontando esta nueva entrega, los chicos de Haemimont decidieron crear un nuevo motor gr¨¢fico para adaptarse a los tiempos que corren. De este modo, daban un importante salto desde "Las conquistas de Roma" a la siguiente versi¨®n, totalmente en tres dimensiones.

Pero cuando FX Interactive vio el nuevo apartado visual que podr¨ªa tener el pr¨®ximo Imperivm, tuvieron la idea de ir m¨¢s all¨¢ y crear un nuevo juego que hiciese uso de ¨¦l. De este modo, naci¨® Civitas, en el que abandonamos las guerras para centrarnos en la labor de llevar adelante el d¨ªa a d¨ªa de una ciudad, gestionando cuestiones como el urbanismo, la econom¨ªa o los problemas sociales.

De todos modos, los aficionados a los cl¨¢sicos Imperivm no deben tampoco alarmarse, puesto que la saga no va a continuar as¨ª de ahora en adelante, sino que se van a abrir dos v¨ªas distintas, una que seguir¨¢ denomin¨¢ndose RTC y otra que avanzar¨¢ por el mismo camino que va a fijar Civitas.

La estrategia, junto a las aventuras gr¨¢ficas o las plataformas, ha sido siempre uno de los g¨¦neros m¨¢s reticentes a dar el salto a las tres dimensiones y ello lo demuestra, por ejemplo, la tardanza en aparecer un Age of Empires tridimensional. En Civitas el avance es muy importante y muestra un motor s¨®lido una libertad de c¨¢mara que permitir¨¢ tanto a los jugadores tradicionales como a los que sacan provecho de ella el encontrar la perspectiva perfecta.

Lo m¨¢s caracter¨ªstico del apartado visual es lo eficiente que resulta en cualquier equipo medio mostrando incluso un nivel elevado de detalle aunque quiz¨¢ con alg¨²n filtro desactivado. En una visita previa a las oficinas de FX Interactive pudimos ver el juego a m¨¢s de 2000 p¨ªxeles de alto de resoluci¨®n en panor¨¢mico y hubo una ¨²nica ciudad de una extensi¨®n inmensa que llegaba a tener alguna ralentizaci¨®n. Nosotros hemos expermientado tanto a 1024x768 como a 1200x800 en varios ordenadores y ha respondido correctamente, detectando autom¨¢ticamente la mejor configuraci¨®n.

Obviamente, esto no se consigue por arte de magia y adem¨¢s de optimizar, hay que reducir la cantidad de informaci¨®n que se muestra por pantalla. Mientras que el nivel de texturas es muy bueno, los modelados y algunos efectos est¨¢n algo m¨¢s reducidos, pero cumplen suficientemente y no exigen un equipo de ¨²ltima generaci¨®n.

Las melod¨ªas incluidas son las t¨ªpicas de esta clase de juegos, largos temas instrumentales con algunos sonidos de la naturaleza incluidos y muy relajantes. Por otra parte, los efectos son correctos, no hay nada especialmente rese?able respecto a ellos.

El juego estar¨¢ totalmente traducido y doblado a nuestro idioma y destaca el buen hacer del narrador, mientras que entre los aldeanos que encontraremos habr¨¢ un poco de todo, como en todo buen pueblo que se precie.

Nosotros tenemos el papel de gobernadores o alcaldes, pero no tenemos soldados a nuestro cargo, es decir, no le podemos decir a un aldeano que vaya a tal o cual sitio sino que cada uno vive su propia vida. Nuestra labor radica en construir edificios e infraestructuras para lograr que la ciudad prospere, manteniendo control sobre el urbanismo y la econom¨ªa.

Todo est¨¢ unido y relacionado entre s¨ª y por eso se ha implementado un sistema de influencia. Por ejemplo, una casa tiene un cierto radio de relaci¨®n con otros edificios, y supongamos que dentro de ¨¦l hay una granja. Si el habitante de esa casa est¨¢ desempleado y hay un puesto libre en la granja, pasa a trabajar all¨ª. Pero si la granja estuviera m¨¢s all¨¢ del radio de influencia, no podr¨ªa optar a ocupar esa vacante.

Tambi¨¦n podemos encontrar edificios con radios diferentes. Un altar aporta prestigio a las construcciones m¨¢s cercanas, subi¨¦ndolas de categor¨ªa, pero cubre un ¨¢rea mucho m¨¢s amplia de gente que puede ir a rezar a ¨¦l. Hay varios efectos que pueden causar edificios como los templos, por ejemplo el de Neptuno permite construir fuentes cerca aunque no haya un lago o un acueducto en las proximidades o el de Fortuna nos aporta m¨¢s impuestos por parte de los habitantes de su zona de influencia.

Hay varias categor¨ªas de construcciones como pueden ser edificios y servicios p¨²blicos (templos, termas, herborister¨ªas, prefecturas...), relacionados con la alimentaci¨®n (pesquer¨ªas, vi?edos, carnicer¨ªas, granjas...), con otro tipo de explotaciones (minas, canteras, serrer¨ªas, carpinter¨ªas...), monumentos (estatuas, arcos del triunfo, coliseos), etc.

Hemos de entender las ciudades que creamos como un ente vivo por s¨ª mismo, lleno de peque?os detalles que hacen que funcione en un sentido o en otro. Cada ciudadano tiene su nombre y apellidos, un lugar donde vive, quiz¨¢ un trabajo, una edad, una familia, etc. No se puede construir ning¨²n edificio que requiera mano de obra sin alguien cerca que pueda acudir all¨ª. Tampoco podemos poner un trigal en una punta de la ciudad y una tahona, que transforma la harina en pan, en la otra punta, etc. Son much¨ªsimos los ejemplos que podr¨ªan ponerse.

Por ello hay que tener cuidado con ciertas cuestiones b¨¢sicas como el agua o el transporte de materias. En algunas ciudades nos encontramos con acueductos que podemos ampliar para llevar fuentes a todas las zonas, imprescindibles para que la gente se asee y para poder extinguir incendios. En otras, es necesario edificar cerca de zonas con agua como un r¨ªo o un lago.

Respecto a las materias, como ya hemos comentado, hay ciertas labores que est¨¢n comunicadas, como puede ser una ganader¨ªa y una carnicer¨ªa y que por tanto han de estar cerca. Un modo de evitar este inconveniente es utilizar almacenes, de modo que todo lo que se lleva a un almac¨¦n est¨¢ disponible autom¨¢ticamente en el resto, pero no en todas las ciudades es posible levantarlos.

Otro elemento muy importante a tener en cuenta son los esclavos, puesto que son la base de todo. Cada vez que mandamos construir un edificio o es necesario llevar una materia de un lugar a otro, hay una cuadrilla de esclavos en el proceso y si est¨¢n saturados de trabajo, es imposible funcionar, provocando que algunos edificios no reciban los recursos que necesitan y que algunas construcciones se queden paradas. El modo de adquirir m¨¢s esclavos es compr¨¢ndolos a Roma con oro, que hemos de acumular de actuaciones comerciales o de extracciones mineras.

Para llevar mejor a cabo nuestra labor como gobernadores, podemos escuchar los problemas de los ciudadanos. Un modo de hacerlo es ir uno por uno y seleccion¨¢ndolos y nos dir¨¢n directamente lo que piensan y qu¨¦ est¨¢n haciendo. Pero hay edificios como las tabernas que facilitan esta tarea, pues recogen los rumores de los habitantes en sus proximidades y nos permiten conocer sus necesidades.

A nuestra izquierda tenemos una serie de opciones, como son poder ver los objetivos de la misi¨®n, acelerar el tiempo u observar los paneles de econom¨ªa y urbanismo, con los que mediante gr¨¢ficos, estad¨ªsticas y cifras reales podemos conocer el estado de la ciudad. Una cuesti¨®n relevante es que el panel de econom¨ªa puede situarse si queremos en la parte inferior de la pantalla como suele ser costumbre. En la parte de arriba van apareciendo con mensajes donde se nos relatan diversos sucesos (epemias, revueltas, edificios en desuso, ataques, incendios, etc.) y finalmente en la esquina superior derecha se halla el minimapa.

Para construir edificios, bastante con usar el bot¨®n derecho, lo cual nos abre un c¨ªrculo con varios c¨ªrculos alrededor, y si pulsamos en alguno de estos c¨ªrculos m¨¢s peque?os (categor¨ªas de construcci¨®n), aparecen algunos m¨¢s, que pueden ser ya edificios concretos o alguna subcategor¨ªa (por ejemplo, jardines). Esta curiosa organizaci¨®n tiene nombre propio y se denomina Rotae, o lo que es lo mismo, rueda en lat¨ªn. Lo cierto es que es bastante manejable y permite poner un edificio en cuesti¨®n de segundos.

Tenemos dos modos de juego principales, la campa?a, que se llama Misiones del C¨¦sar, y las partidas libres, denominadas Ciudades de Roma. Esta ¨²ltima permite jugar sin metas fijadas todo el tiempo que queramos en alguna de las aldeas predefinidas que nos proponen, enfrent¨¢ndonos en cada una de ellas a alg¨²n tipo de desaf¨ªo, como una orograf¨ªa accidentada, la escasez de alg¨²n tipo de materia o incluso alguna bonificaci¨®n como tener madera como recurso ilimitado.

En la campa?a podemos comenzar con un completo tutorial donde se nos comentan las acciones m¨¢s b¨¢sicas y seg¨²n vamos avanzando se nos muestran poco a poco todas las dem¨¢s. Cada misi¨®n tiene varios objetivos, como puede ser cubrir ciertas necesidades o eliminar alg¨²n problema como una epidemia y disputas con una tribu b¨¢rbara, y es posible revisitar ciudades en fases posteriores, manteni¨¦ndose tal y como las dejamos la ¨²ltima vez.

Esto es algo a tener en cuenta, puesto que cuando conseguimos cumplir todos los requisitos se nos ofrece pasar al siguiente escenario, pero podemos retrasar este evento todo el tiempo que queramos mientras seguimos mejorando nuestra ciudad hasta la siguiente visita y as¨ª tener las cosas m¨¢s f¨¢ciles.

Finalmente hay otra opci¨®n que a¨²n no est¨¢ en funcionamiento y por tanto no hemos podido probar y se trata del Desaf¨ªo Civitas. En ¨¦l, hemos de hacer prosperar una ciudad de las propuestas obteniendo una puntuaci¨®n por ello, pudiendo afrontar la misi¨®n con alguna bonificaci¨®n que reste puntos, como tener un recurso ilimitado, o penalizaciones por tener ciertas desventajas, como un n¨²mero m¨¢ximo de edificios.

De este manera, podemos competir por Internet con otros jugadores para ver qui¨¦n es el mejor gobernador del mundo o al menos entrar entre los primeros. Es el ¨²nico modo multijugador que se ha incluido puesto que en FX Interactive consideraban que no es un t¨ªtulo que se preste a enfrentamientos en tiempo real.

Imperivm Civitas a¨²n no tiene fecha de salida, pero el juego se encuentra bastante avanzado en su desarrollo. En el an¨¢lisis profundizaremos m¨¢s en la campa?a y trataremos de pelear por el primer puesto en el Desaf¨ªo y decidiremos si finalmente esta escapada hacia un t¨ªtulo de gesti¨®n va por buen camino.