Un hombre hecho a s¨ª mismo

Por as¨ª decirlo, MadeMan cuenta la historia de un hombre hecho a s¨ª mismo. Dentro de este cuento lleno de violencia y truculentas motivaciones al m¨¢s puro estilo de las mejores novelas negras, se halla un juego de acci¨®n en tercera persona que nos transportar¨¢ a unos escenarios propios en los que se mover¨ªa un joven desarraigado y problem¨¢tico... Un matoncillo de barrio que poco a poco ir¨¢ subiendo el escalaf¨®n de la organizaci¨®n criminal m¨¢s influyente de la historia de Estados Unidos: La mafia.

Una de las grandes novedades que presenta MadeMan es su particular narraci¨®n. Y es que, en lugar de centrar la historia en un acto concreto, el juego se desarrolla a lo largo de 30 a?os, dando en tanto tiempo lugar para giros que sorprender¨¢n a propios y extra?os. As¨ª, nuestro rebelde vivir¨¢ desde el horror de la guerra de Vietnam, donde nuestro protagonista hace su primer contacto dentro de la organizaci¨®n, hasta el Brooklyn de los a?os 80; tambi¨¦n veremos a nuestro hombre crecer y mudar su car¨¢cter a lo largo de esas tres d¨¦cadas de profundos cambios.

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Todo un mimo narrativo para un juego que, en teor¨ªa, no va m¨¢s all¨¢ de la simple y directa metodolog¨ªa l¨²dica al m¨¢s puro estilo Max Payne. En efecto, todas las fases del programa han sido muy cuidadas en t¨¦rminos de ambientaci¨®n para que sea globalmente una aventura siempre cambiante, cuidando sus desarrolladores tanto el tratamiento gr¨¢fico y la puesta en escena como el sustentar de principio a fin una historia bien narrada y siempre sorprendente. No en vano, las misiones, los di¨¢golos, los personajes... todo es obra de David Fisher, prestigioso novelista y periodista norteamericano especializado en la Mafia (ha escrito m¨¢s de una docena de BestSellers, entre ellos Killer y Joey the Hitman: biograf¨ªa de un asesino).

Y como si de un macabro acto de la Mafia se tratase, la historia de MadeMan como producto es digna de contar. Los desarrolladores del juego, SilverBack Studios, nacieron en el Reino Unido con el objetivo de terminar el t¨ªtulo que hoy nos ocupa (originariamente llamado 'Interview with a Made Man'), cuyo desarrollo se hab¨ªa interrumpido tras el cierre de Acclaim. La nueva empresa, con sede en Manchester, est¨¢ financiada por Fund4Games, quien adquiri¨® los derechos del mencionado t¨ªtulo y otros propiedad de Acclaim. Sus componentes, con una larga experiencia en otras compa?¨ªas, piensan demostrar que MadeMan es algo m¨¢s que un shooter al uso. Y, aunque sea a nivel narrativo, voto a br¨ªos que lo han conseguido.

Aparte, como no pod¨ªa ser de otra manera, el juego para compatibles supera t¨¦cnicamente a la notable versi¨®n Playstation 2, debido al, por otro lado, obligado uso de las superiores resoluciones disponibles, cosa que se nota sobremanera en los detalles de los personajes. Con todo, en la m¨¢quina de Sony el tema de las texturas ha sido tratado con mucho mimo, manteni¨¦ndose en ocasiones un nivel que, sin llegar a rivalizar con el ya m¨ªtico portento de los rostros de Silent Hill 3, cumple de forma sobrada, aunque las expresiones y la sincronizaci¨®n labial brillen por su ausencia.

Pasando a los escenarios, la mayor virtud de estos se encuentra en la variedad y el buen gusto a la hora de recrearlos para hacerlos veros¨ªmiles. La acci¨®n, que siendo fren¨¦tica s¨ª da lugar a alg¨²n que otro descanso, nos permitir¨¢ disfrutar de los cuidados entornos, algunos de ellos no muy agradables por la naturaleza de la situaci¨®n. Visitaremos desde cementerios y callejones desalmados hasta hoteles de lujo y, por incre¨ªble que parezca, la jungla vietnamita. Y es que, como dijimos, en la variedad reside la mayor virtud del entorno gr¨¢fico de MadeMan, capaz de colocarnos en momentos tan diferentes que, por momentos, parecer¨¢ que nos encontramos ante otro juego.

Lo malo es que MadeMan denota su merma tecnol¨®gica con respecto a otros t¨ªtulos del g¨¦nero. Mientras que en Playstation 2 el juego s¨ª luce a un nivel aceptable con respecto a sus rivales m¨¢s directos, en PC se queda muy atr¨¢s de lo ofrecido por Max Payne 2 o el reciente Matador. Sobre todo al lado de este ¨²ltimo, que hace gala de todos los efectos gr¨¢ficos que se pueden esperar de un t¨ªtulo de ¨²ltima generaci¨®n, mientras que MadeMan acusa sobremanera que el c¨®digo original proviene de Playstation 2, por no decir que se trataba de un proyecto comenzado hace ya algunos a?itos.

Pero no se puede negar la capacidad narrativa de MadeMan. Sus s¨®lidos escenarios y el carisma de los personajes son innegables, y hacen que globalmente el producto gane muchos enteros. No hallaremos los miles de pol¨ªgonos de otros programas, pero s¨ª nos encontraremos en situaciones que nos har¨¢n decir un '?vaya, esto es emocionante!'. Y lo mejor de todo es que esos momentos parecen ir m¨¢s lejos de los meros scripts, y un buen ejemplo es poco despu¨¦s de comenzar el juego, en un almac¨¦n donde, si nos hacemos notar, seremos tiroteados a ciegas a trav¨¦s de unos cristales pintados, teniendo que disparar nosotros un tanto al azar tambi¨¦n al no saber d¨®nde se sit¨²an los enemigos. Muy peliculero y nada scriptado, vuelvo a decir.

Nuestro personaje no es un ejemplo de lo que podr¨ªamos llamar animaciones fluidas, mostr¨¢ndose algo r¨ªgido en determinados movimientos, aunque todos los mu?ecos del juego reaccionan muy bien f¨ªsicamente gracias a un bien implantado efecto ragdoll. Tampoco es ducho en lo que a variedad se refiere, pero aporta lo necesario para sobrevivir a los tiroteos del juego. Saltamos, andamos sigilosamente, nos parapetamos tras los objetos? MadeMan se ci?e a lo ¨²til, y recurre a determinados momentos de flipe cuando, por ejemplo, ejecutamos a nuestros rivales. Se mostrar¨¢ ante nosotros una audaz y violenta secuencia que, a pantalla partida al m¨¢s puro estilo '24', otorga una crudeza inusitada a la aventura.

Estas m¨²ltiples ventanitas para narrar la historia se convierten en un recurso natural de la narraci¨®n de MadeMan. Se nos mostrar¨¢n as¨ª sucesos ajenos a la ventana de acci¨®n, que a buen seguro ser¨¢n consecuentes con lo que acaece, y otorgan al desarrollo una agilidad narrativa ciertamente sublime. Y es que el argumento de MadeMan es uno de sus puntos m¨¢s sobresalientes, por lo que es normal que se haya prestado tanta atenci¨®n a la forma de contar la trama.

Tal vez por eso mismo la acci¨®n del programa haya sido tratada con cierto realismo. A pesar de que contamos con algo muy parecido al 'tiempo bala' de Matriz o Max Payne, los tiroteos son, por lo general, muy realistas, muy crudos. Por supuesto, la sangre fluye a raudales, y la sensaci¨®n de que cada una de nuestras balas es letal cuenta como especial valedor para transmitir la aspereza de los embates. El que esto suscribe no puede negarlo: me encantan los tiroteos de MadeMan.

Para acabar, contar que, en cuestiones de rendimiento, MadeMan es un programa muy poco exigente. Es capaz de correr a sesenta im¨¢genes por segundo con una ya vetusta GeForce FX 5500, lo cual agradecer¨¢n muchos usuarios con equipos humildes hambrientos de nuevo software. En Playstation 2 el juego oscila de 60 a 30 fps, m¨¢s que suficientes para mostrar de forma fluida una acci¨®n sin inc¨®modos sobresaltos.

Adapt¨¢ndose como un guante a cada situaci¨®n, la m¨²sica de MadeMan es todo un ejemplo de c¨®mo adornar en t¨¦rminos sonoros un videojuego. Tambi¨¦n por el hecho de que sabe cu¨¢ndo y d¨®nde aportar silencios totales, con momentos en los que la sinton¨ªa se apaga y deja paso a los pajarillos del campo, a los motores de la gran urbe o a los graznidos b¨¦licos caracter¨ªsticos de una guerra? posiblemente para sorprender al cabo de unos segundos con un golpe de efecto musical, acompa?ando de forma tan sutil como contundente cualquier evento que nos repercuta.

Casi al mismo nivel se encuentran los efectos de sonido, contundentes como ellos solos y a?adiendo notorias dosis de realismo a los momentos de acci¨®n del juego. Tambi¨¦n se merece un sonoro aplauso la localizaci¨®n al castellano de MadeMan, gracias a un sobresaliente doblaje que, de haber sido de otra forma, habr¨ªa mermado la calidad final de esta novela negra jugable.

De control sencillo y sin complicadas florituras, MadeMan es un third person shooter al uso. Su metodolog¨ªa l¨²dica no aportar¨¢ nada nuevo al mundo de los videojuegos, centrando ¨²nicamente la acci¨®n en ofrecer una grata experiencia jugable repleta de disparos y violencia. La ¨²nica y gran novedad rese?able es la de contar de forma original una trama digna de la mejor novela negra, repleta de detalles que, por supuesto, aportan su sabroso granito de arena a la experiencia de juego.

Nuevamente nos encontramos ante un protagonista cuya limitada capacidad a la hora de llevar armas nos har¨¢ discurrir sobre la munici¨®n a usar, y que encuentra en su capacidad de esconderse y parapetarse de los ataques enemigos uno de los baluartes para su supervivencia. No es que se trate de un t¨ªtulo encasillado en los matices jugables del sigilo o la acci¨®n t¨¢ctica, nada m¨¢s lejos de la realidad, pero huye un pel¨ªn de la descarada acci¨®n directa de Max Payne o El Matador.

El control es bien sencillo, cl¨¢sico a m¨¢s no poder: movimiento y punto de mira. Responde a la perfecci¨®n y la c¨¢mara no nos jugar¨¢ malas pasadas. Poseemos un bot¨®n para cubrirnos sobre cualquier elemento del escenario, que, de estar lejos, se lanzar¨¢ de un salto nuestro personaje hacia el parapeto en cuesti¨®n. Tambi¨¦n disponemos de una especie de 'furia' que hace las veces de 'tiempo-bala', donde todo se mover¨¢ a c¨¢mara lenta y podremos desatar toda nuestra ira a base de plomo.

Una opci¨®n curiosa y con cierta gracia es la posibilidad de dar el tiro de gracia a ciertos enemigos que no hayamos terminado de abatir del todo. La escena se mostrar¨¢ al detalle, algo cruda aunque sin llegar a los niveles de The Punisher. Tambi¨¦n podremos dejar con vida al individuo, para que cuenten qui¨¦n lo ha humillado de esa forma. Un detalle algo trivial, todo hay que decirlo, pero que termina aportando cierto car¨¢cter al personaje protagonista.

Quiz¨¢ lo m¨¢s rese?able de Mademan es lo cambiante de su ambientaci¨®n, que afecta bastante a lo que es el desarrollo en s¨ª. La historia de Joey Verola lo llevar¨¢ a trav¨¦s de una aventura din¨¢mica y cambiante, a trav¨¦s de 17 misiones: en la jungla del Vietcong, los bajos fondos, el barrio chino, prost¨ªbulos, centros comerciales, restaurantes de lujo? Todo ello durante 3 d¨¦cadas diferentes en las que asistiremos al crecimiento de nuestro hombre en el seno de la Mafia.

As¨ª, la poca originalidad del concepto l¨²dico se ve reforzada en cierta medida por la trama, transform¨¢ndolo en un juego de acci¨®n sobre la mafia que se sale de los habituales clich¨¦s; la historia ha sido escrita por David Fisher, especialista en la mafia americana y experimentado escritor de novela negra, que adem¨¢s se ha inspirado en la Familia Bonnano, una de las ¨²ltimas familias de mafiosos de Nueva York con un sangriento historial de cr¨ªmenes a sus espaldas.

Por lo dem¨¢s, MadeMan no deja de ser un ejemplo de programa conservador y poco vanguardista. Se deja jugar muy bien, aunque puede resultar m¨¢s facil¨®n de la cuenta para los expertos de este tipo de software. La IA de los enemigos, lejos de ser infalible al estilo 'Matador', da mucho juego, al igual que los escenarios, que poseen muchos elementos destruibles. Poco m¨¢s que decir para un third person shooter que tira a ser muy mesurado en su propuesta jugable. Nada a destacar, pero todo sobre unos niveles de correcci¨®n id¨®neos para conformistas.