El nuevo mundo

Sea como sea, los jugadores de PC estamos ante una ¨¦poca cuanto menos interesante para los que seguimos el g¨¦nero en la que se est¨¢n lanzando al mercado t¨ªtulos perfectamente adaptados a las exigencias de la nueva generaci¨®n que saben capturar la esencia de uno de los g¨¦neros m¨¢s solicitados en el ordenador como plataforma de juego.

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Cambio de contexto

Desde hace algunos a?os, hemos visto c¨®mo muchas desarrolladoras tomaban con punto de partida la ¨¦poca cl¨¢sica para desarrollar argumentalmente sus t¨ªtulos. Grecia y Roma se han convertido en la panacea de todo t¨ªtulo de estrategia, ofreciendo universos minuciosamente realistas centrados en estas dos civilizaciones. Que se trabaje con este singular contexto est¨¢ bien siempre y cuando el t¨ªtulo sea atractivo para el jugador.

Sin embargo, cuando tenemos que enfrentarnos ante un mismo contexto una y otra vez, podemos comenzar a cansarnos de ello, volvi¨¦ndose los t¨ªtulos en cierta medida repetitivos. Desgraciadamente, la idea de 'si algo funciona, explot¨¦moslo' es el pan de cada d¨ªa en este sector y son muy pocas las compa?¨ªas que se atreven a apostar por nuevas f¨®rmulas que saquen al jugador  de lo ordinario.

Por suerte, todav¨ªa existen algunos valientes que saben trabajar en t¨ªtulos entretenidos e innovadores que se alejan de la din¨¢mica general y Anno 1701 es un claro ejemplo de ello. Se trata de un t¨ªtulo que nos traslada al siglo XVIII, ¨¦poca en la que tuvieron lugar las mayores peregrinaciones coloniales llevadas a cabo en el inh¨®spito continente americano.

Anno 1701 no sigue una l¨ªnea argumental definida, es decir, simplemente nos sit¨²a en esta ¨¦poca plagada de desplazamientos mar¨ªtimos, nacimiento de verdaderas naciones formadas por el asentamiento de los colonizadores y, c¨®mo no, del final de muchos pueblos ind¨ªgenas destruidos por la acci¨®n de hombre occidental que desembarcaba con sus nav¨ªos y armas en territorio desconocido.

El t¨ªtulo de Related Design apuesta por una singular visi¨®n del conocido viaje al nuevo mundo en el que todas las potencias mundiales de la ¨¦poca trataron de engullir su trozo de pastel y que m¨¢s tarde llegar¨ªa a ser uno de los detonantes de la Primera Guerra Mundial. Exuberantes productos de lujo como el caf¨¦, el chocolate o la patata, continuas batallas entre el hombre blanco y las razas ind¨ªgenas, y el descubrimiento de paisajes v¨ªrgenes y paradis¨ªacos son s¨®lo algunos de los cimientos sobre los que se apoya Anno 1701.

G r ¨¢ f i c o s  y  S o n i d o

Sin lugar a dudas, Anno 1701 presenta un despliegue de medios t¨¦cnicos que nada tiene que envidiar a los t¨ªtulos de nueva generaci¨®n. Related Design ha trabajado en un motor gr¨¢fico muy completo, que cuenta con un amplio y excelente cat¨¢logo de efectos, y que recrea de manera sobresaliente las islas y archipi¨¦lagos presentes en el t¨ªtulo.

En primer lugar, estamos ante un t¨ªtulo que centra el desarrollo de las partidas en islas de menor o mayor tama?o. Generalmente, el jugador encontrar¨¢ tres tipos de islas en funci¨®n del tama?o en las que encontrar¨¢s todo tipo de ecosistemas y accidentes geogr¨¢ficos. Desde r¨ªos que cruzan el islote de un extremo a otro hasta lagos y extensas cordilleras.

Cada isla cuenta con un ecosistema propio que determina el n¨²mero y el tipo de vegetaci¨®n que encontrar¨¢s o el tipo de suelo, que condicionar¨¢, por ejemplo,  qu¨¦ plantas podremos cultivar durante nuestra estancia. Hay que destacar la gran diversidad de escenarios que encontrar¨¢s mientras juegas a Anno 1701.

El motor gr¨¢fico permite una gran cantidad de personajes y edificios en pantalla generando colonias llenas de vida en las que puede llegar a pasar de todo sin que el jugador se d¨¦ cuenta: sorprendido se qued¨® este redactor al ver c¨®mo una orquesta, que no hab¨ªa solicitado y que se hab¨ªa desplazado hasta la colonia de manera completamente voluntaria al observar la correcta gesti¨®n, alegraba el d¨ªa a los colonos. Durante la partida ver¨¢s c¨®mo amanece y anochece, llueve e incluso tiene lugar un devastador terremoto que provoca grietas en el escenario y destroza tus construcciones. 

La c¨¢mara est¨¢ implementada de una manera correcta y permite realizar todo tipo de movimientos. Podemos rotar la c¨¢mara con total libertad o acercar y alejar el zoom tanto como queramos, llegando incluso a obtener una perspectiva a¨¦rea en la que visualizaremos con todo detalle el complejo que conforma nuestra colonia.

A grandes rasgos, estamos ante un motor gr¨¢fico que ejecuta una gran cantidad de efectos de nueva generaci¨®n alcanzando en todos los aspectos un nivel de detalle sobresaliente. Sombras y reflejos en tiempo real, efectos de luces y un buen n¨²mero de filtros se encargan de suavizar las notables texturas que componen escenarios, personajes y edificios. Anno 1701 puede presumir de un lograd¨ªsimo y excepcional efecto de agua en r¨ªos y mares, que alcanza un realismo y una lindeza visual digna de menci¨®n incluso cuando jugamos con determinadas opciones gr¨¢ficas - reflejos en el agua, etc. - desactivadas.

Y lo mejor de todo es que para mover correctamente este excelente motor gr¨¢fico no vamos a necesitar de un equipo de altos vuelos. El t¨ªtulo cuenta con una amplia gama de configuraciones que nos permitir¨¢n reducir efectos con el fin de conseguir una tasa estable de im¨¢genes por segundo en equipos de gama baja.

En el terreno sonoro, Anno 1701 presenta un curtido n¨²mero de temas musicales que se adaptan a la perfecci¨®n a la tem¨¢tica del t¨ªtulo y que logran, mediante melod¨ªas muy alegres y esperanzadoras - por eso de que estamos ante el nuevo mundo -, la inmersi¨®n total del jugador en la partida. Y para hacer mayor hincapi¨¦ en este ¨²ltimo punto, el juego cuenta con bastantes efectos sonoros como las voces de los colonos, que opinar¨¢n libremente sobre nuestra gesti¨®n o venden a gritos sus productos en la plaza.

J u g a b i l i d a d

Anno 1701 es una apuesta acertada por el g¨¦nero de la simulaci¨®n y gesti¨®n social. En el juego te convertir¨¢s en el m¨¢ximo dirigente de la colonia y tendr¨¢s que dirigir todos los aspectos necesarios para que la econom¨ªa prospere.

El t¨ªtulo propone tres modos de juegos distintos adem¨¢s de tutoriales muy recomendables antes de enfrascarnos en la partida. En primer lugar, el modo campa?a, que cuenta con diez misiones diferentes sin relaci¨®n argumental de aproximadamente dos horas de duraci¨®n cada una en las que tendr¨¢s que cumplir una serie de objetivos como escapar de la isla antes de que entre en erupci¨®n un volc¨¢n, sanear la econom¨ªa de la colonia, etc. El hecho de que tan s¨®lo contemos con diez niveles disponibles afecta de lleno a la durabilidad final del juego que quedar¨¢ reducida a poco m¨¢s de diez horas dependiendo de la destreza del jugador.

En segundo lugar, Anno 1701 apuesta por el omnipresente modo de juego libre en el que desarrollar¨¢s tu civilizaci¨®n sin limitaciones ni objetivos. Finalmente, el t¨ªtulo cuenta con un modo multijugador tanto en red local como en Internet. En este modo, que permite gran cantidad de opciones a la hora de configurar la partida, hasta cuatro jugadores podr¨¢n enfrentarse entre s¨ª para lograr diferentes objetivos.

La partida se inicia con un barco llegando a la isla. Una vez all¨ª, tendr¨¢s que construir un centro de ciudadanos, construcci¨®n b¨¢sica entorno a la que se desarrollar¨¢ la vida. Tras esto, es buen momento para construir las primeras viviendas que servir¨¢n como techo para nuestros colonos. Ahora, tu ¨²nica misi¨®n ser¨¢ la de mantener a los colonos contentos con su nuevo lugar de residencia, logrando que ¨¦stos contribuyan con el r¨¦gimen trabajando para mejorar la econom¨ªa local.

Necesitar¨¢s m¨²ltiples recursos para avanzar en el desarrollo de tu pueblo. Poco a poco ver¨¢s c¨®mo de manera progresiva los colonos van aumentando sus necesidades b¨¢sicas  teniendo que dar cobertura a todo tipo de recursos. Inicialmente, s¨®lo tendr¨¢s que recolectar madera, comida - peces, animales de caza, etc. - y lana, pero a medida que avances en la partida y con ello se desarrolle tu civilizaci¨®n tendr¨¢s que trabajar duro para conseguir ladrillos, alcohol, tabaco, patatas, metales y, en general, un sin fin de recursos necesarios para garantizar la evoluci¨®n de tu pueblo. Algunos materiales no son de extracci¨®n directa, es decir, para fabricar ropa, por ejemplo, necesitar¨¢s manufacturar lana en su respectiva factor¨ªa.

A todo esto hay que sumar el dinero necesario para construir, que podr¨¢s recolectar a trav¨¦s de los impuestos y las donaciones, y las herramientas de trabajo, que conseguir¨¢s comerciando con otras colonias a trav¨¦s del complejo sistema de comercio que ofrece el t¨ªtulo, buscando por el escenario o, una vez que investigues la tecnolog¨ªa adecuada, fabric¨¢ndolas t¨² mismo. Todos estos medios tendr¨¢s que ir recopil¨¢ndolos en almacenes, que tendr¨¢s que conectar entre s¨ª mediante caminos para garantizar la distribuci¨®n de materiales por toda tu colonia.

Anno 1701 es un t¨ªtulo notable en todos los sentidos. En primer lugar, el juego ofrece un apartado t¨¦cnico impresionante con un plantel de efectos y un nivel de detalle sobresaliente. El terreno sonoro se mantiene al mismo nivel, aportando melod¨ªas completamente adaptadas a la tem¨¢tica y una buena cantidad de efectos.

La sencilla jugabilidad y las interesantes posibilidades que ofrece el t¨ªtulo, gracias a aspectos como el elevado n¨²mero de construcciones y acciones disponibles, los m¨²ltiples recursos y el ameno y directo sistema de control son las principales virtudes del t¨ªtulo. Por el contrario, se echa en falta algo m¨¢s de acci¨®n en las partidas y, sobre todo, una mayor duraci¨®n ya que las diez ¨²nicas misiones reducen considerablemente las horas de juego.

En definitiva, Anno 1701 es, sin lugar a dudas, una compra muy recomendable para los amantes del g¨¦nero. El problema, si puede llamarse as¨ª, es que nos encontramos ante una etapa plagada de lanzamientos notables en el terreno de la estrategia por lo que el jugador se encuentra ante un buen cat¨¢logo de t¨ªtulos disponibles. Sea como sea, Anno 1701 no te defraudar¨¢.

L o  m e j o r

L o  p e o r