Pasaporte Jap¨®n: Nintendo World Tour

Del mismo modo con el que Nintendo dio a conocer al p¨²blico japon¨¦s las virtudes de DS all¨¢ por las postrimer¨ªas de 2004, con varios eventos que recorrieron el pa¨ªs bajo el nombre de Nintendo World, Wii recoge en esta ocasi¨®n el testigo de su hermana peque?a convirti¨¦ndose durante este mes de noviembre en el n¨²cleo central de un evento con el que se calientan motores de cara a su lanzamiento.

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En esta ocasi¨®n, el Nintendo World abri¨® sus puertas al p¨²blico por primera vez en la ciudad costera de Nagoya, a unos 350 kil¨®metros al suroeste de Tokyo. Nagoya es el cuarto n¨²cleo urbano m¨¢s importante de Jap¨®n, por detr¨¢s de la capital, Osaka y Kobe. La ciudad es famosa por ser la cuna del pachinko, la tragaperras japonesa por excelencia Nagoya se siente orgullosa de su legado a la sociedad nipona y alberga en uno de sus museos la historia de tan adictiva recreativa, que mantiene hasta los topes los salones de juegos de norte a sur.

Aquellos que han visitado Nagoya recomiendan siempre la visita a su castillo, que en su ¨¦poca fue de los m¨¢s importantes del Jap¨®n feudal pero que tras ser objetivo de los bombarderos que devastaron la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial se ha convertido en una mera reconstrucci¨®n que trata de emular la gloria que conoci¨® anta?o. Toda la magia se esfuma al cruzar las puertas del castillo y encontrarse con un ascensor que facilita el acceso a sus diferentes niveles.

Sin embargo, Nagoya es tambi¨¦n famosa por ser el lugar donde reside uno de los objetos m¨¢s m¨ªsticos de la mitolog¨ªa japonesa, que nutre su gran caudal de f¨¢bulas y leyendas : la espada Kusanagi. El templo Atsuta alberga en su interior uno de los s¨ªmbolos m¨¢s preciados del sinto¨ªsmo, junto con el espejo custodiado en Ise y las joyas del palacio imperial que conforman los tres tesoros sagrados del Emperador.

Obviando los detalles anteriores, Nagoya es una ciudad que de todos modos no destaca por su belleza y que no cuenta con un colorido especial que la haga merecedora de las visitas del turista ¨¢vido de emociones. Sin embargo, gracias al Nintendo World, que tuvo lugar en el recinto ferial del Port Messe, una ciudad que normalmente pasa desapercibida para el viajero se convirti¨® el s¨¢bado pasado en objeto de todas las miradas de la comunidad nintendera, atrayendo a numerosos peregrinos.

Y, efectivamente, la muchedumbre que se agolpa a la entrada del tercer hall obliga a la formaci¨®n de unas colas zigzageantes que retrasan nuestra entrada al recinto 20 minutos. 20 minutos que resultaron ser fatales.

No hubo piedad. Los asistentes que estuvieron haciendo cola desde primeras horas de la ma?ana antes de la apertura de puertas, a las 9, se lanzaron de cabeza al stand especial que Nintendo le hab¨ªa dedicado al juego que m¨¢s expectaci¨®n ha creado desde su anuncio, el nuevo Zelda. Jugar al Twilight Princess hubiera supuesto hacer cola durante m¨¢s de 3 horas y perder la oportunidad de probar un buen n¨²mero de betas.

A las 11 de la ma?ana un cartel anunciaba que ya se hab¨ªa cubierto el cupo de personas en cola hasta el cierre. Y eso que el evento conclu¨ªa ?a las 4 y media! La decisi¨®n fue dif¨ªcil, pero nuestras primeras impresiones con el canto de cisne de la Game Cube y el baluarte de la nueva era para Nintendo tendr¨¢n que esperar. Habr¨¢ una nueva oportunidad en la edici¨®n del Nintendo World preparada para el Makuhari Messe, que se celebrar¨¢ durante dos d¨ªas a finales de este mes.

Divertid¨ªsimo y fresco a la vez, aunque a estas alturas del desarrollo el control direccional de Mario va un poco lento al usar el nunchaku. Esto puede deberse a que fijar una direcci¨®n con el wiimando puede entorpecer un desplazamiento r¨¢pido por los escenarios al utilizar tambi¨¦n el stick direccional. Si esto se pule, Mario Galaxy va a hacer que jugadores de todo el mundo se deshagan en elogios hacia un juego que evoca a la perfecci¨®n aquella sensaci¨®n de plenitud que brindara Mario 64.

La feria, pues, estaba dividida en cuatro zonas claramente diferenciadas: la antes mencionada ¨¢rea dedicada por entero al Zelda, otra a las demos de Wii (que cubr¨ªa un 80 por ciento del pabell¨®n), otra para presentar futuros lanzamientos de DS (s¨ª, aunque relegada a un segundo plano, la port¨¢til tambi¨¦n puso en liza lo m¨¢s destacado del cat¨¢logo con el que contar¨¢ para este invierno) y un ¨¢rea de presentaciones donde se mostraba al p¨²blico asistente c¨®mo utilizar el Wii Channel o como sacarle el m¨¢ximo provecho al Wii Sports.

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Precisamente Wii Sports fue el siguiente juego al que medimos con nuestro rasero, en concreto la opci¨®n de jugar un partido de tenis a dobles. Como no pod¨ªa ser de otra manera, el proceso de adaptaci¨®n es diferente para unos y otros, pero una vez le pillas el gancho, el control se vuelve muy intuitivo y realmente gozas de la sensaci¨®n de estar disputando un partido real, con las risas y diversi¨®n que conlleva no moverse en un radio de un metro. A su vez, el golf y el boxeo se convierten tambi¨¦n en reproducciones virtuales muy cercanas a la pr¨¢ctica tradicional de estos deportes.

Nuestra siguiente parada nos llev¨® a las originales pruebas que propone My first Wii, llamado Hajimete no Wii por estas tierras, con el objetivo en mente de acostumbrar al jugador a las mil y una posibilidades que ofrece el wiimando. Desde carreras a lomos de una vaca (en donde has de poner el control de manera horizontal para ladearlo hac¨ªa la direcci¨®n adonde quieres que se desplace el b¨®vido), hasta el fren¨¦tico ping-pong, el ¨²nico juego en el que podemos asegurar con certeza que el mando reacciona de manera hipersensible a los movimientos del jugador.

Y es que uno de los aspectos m¨¢s cuidados del wiimando, a tenor de lo que pudimos comprobar con posterioridad, es su exquisita reacci¨®n, justa y medida, a cualquier movimiento que se realice con ¨¦l. Aunque no todo es perfecto: en ocasiones, como pudimos comprobar con los juegos de lucha que comentaremos a continuaci¨®n, al realizar golpes especiales y mover m¨¢s de la cuenta el mando durante el momento m¨¢s ¨¢lgido del combo, todos aquellos que tengamos las manos grandes pulsaremos m¨¢s de una vez y por accidente el bot¨®n Home, enfriando el combate sin remedio.

Antes de marcharnos tuvimos que enfrentarnos de nuevo a la dura decisi¨®n de tener que escoger para un primer contacto entre dos de los juegos m¨¢s esperados: el Metroid Prime 3 y el Dragon Quest. Sin embargo, las colas volvieron a decidir por nosotros. Este ¨²ltimo tuvo menos aglomeraciones y nos permiti¨® pasar un rato agradable, que sin embargo no pali¨® el cansancio que supuso la inaguantable hora y media de espera. Jugablemente, sorprende el desarrollo en primera persona al estilo Red Steel, aunque recuerda m¨¢s a un Oblivion con limos impacientes por recibir un espadazo con el wiimando.

Y para que todos los asistentes poseedores de tal exitoso hardware tengan nuevas ganas de ahorrar para ampliar sus jugotecas, el n¨²mero de t¨ªtulos presentados para DS no se qued¨® en mera an¨¦cdota, ni mucho menos. La Touch! Generations sigue en su l¨ªnea prol¨ªfica y ya deja asomar juegos de habilidad mental basados en costumbres tan japonesas como la memorizaci¨®n de los 100 poemas m¨¢s celebres de la literatura nipona o la asociaci¨®n de kanjis, en la l¨ªnea del Brain Training.

Pero los dos juegos que realmente se llevaron el gato al agua, como no pod¨ªa ser de otra manera, fueron el Jump Ultimate Stars y la ¨²ltima rareza de Square Enix, llamada Subarashiki kono sekai. No podemos dejar de mencionar el ¨²ltimo juego del ninja m¨¢s famoso de esta d¨¦cada, Naruto, que sedujo a los presentes con unos gr¨¢ficos sin parag¨®n en la port¨¢til a d¨ªa de hoy. Estad atentos a Shinobu Retsuden, no deber¨ªa caer en saco roto en el futuro.

Todos estos ni?os iban en tropel, arriba y abajo, en numerosas ocasiones sin compa?¨ªa alguna m¨¢s que la que les proporcionaban sus DS. Fueron los aut¨¦nticos protagonistas de la feria. Estaban por doquier, copando lugares privilegiados en las colas. Colas cuyo progreso ralentizaban una vez se pon¨ªan al mando de Wii, que por lo general no soltaban hasta que completaban la demo. Su pericia y habilidad con el revolucionario y nuevo control que ofrece Wii est¨¢ fuera de toda duda, lo que no deja de maravillar a ojos poco acostumbrados a este tipo de espect¨¢culos.

Muchos expertos dicen que Wii podr¨ªa seguir una trayectoria de ventas paralela a la que tiene la DS. Esto significa que las unidades que salgan a la venta en diciembre en Jap¨®n van a agotarse en un abrir y cerrar de ojos. Tales c¨¢lculos se deben, en parte, a la excepcional respuesta que lleva recibiendo Wii desde que anunciara sus caracter¨ªsticas, sobre todo por boca de los m¨¢s peque?os de la casa. Respuesta que ha quedado patente durante el trascurso del Nintendo World Nagoya.

Todos estos ni?os que hacen posible que a d¨ªa de hoy la b¨²squeda de una DS por Jap¨®n se convierta en una odisea puede que sean en breve el motor que impulse las ventas de Wii en detrimento de la PlayStation3, m¨¢s segmentada al sector adulto. Y los padres de estos ni?os estar¨¢n encantados, porque se ha podido ver que el wiimando les hace disfrutar tanto o m¨¢s que a ellos.

La sensaci¨®n que nos queda tras lo visto en Nagoya es que Wii asume el papel de verdadera consola del pueblo o consola familiar. Con ella todos empezamos aprendiendo a jugar desde cero, todos acabamos disfrutando por igual. Con Wii Nintendo recupera el esp¨ªritu de la epoca de 8 bits, cuando dej¨® claras sus intenciones creando una consola llamada Family Computer, o Famicon, que finalmente no acab¨® siendo disfrutada por igual por todos lo miembros de la familia.

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Wii es la perfecci¨®n de aquel objetivo que Nintendo se marcara a principios de los 80: crear la consola que se acerca m¨¢s al est¨¢ndar de diversi¨®n familiar. La consola que puede reunir a una familia frente a algo distinto a una pel¨ªcula o un programa de la televisi¨®n. En definitiva, y tras lo visto en Nagoya, todo apunta a que un ¨²nico sistema de entretenimiento dom¨¦stico podr¨¢, por fin, ocupar un lugar irremplazable en la vida de muchas familias... al menos en Jap¨®n.

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